FUEGO N°. 5
Tráenos ese brasero que en el bosque
tiene sus orígenes
y la frente del sol muestra en sus rayos.
Desde su seno saltan los carbúnculos
con susurros que curan la melancolía;
es para el solitario compañía,
amanecer para los ojos que lo miran,
vestido del que no lo tiene.
Las rojas orlas de su túnica
arrastra con orgullo
en la negrura de la noche:
herida abierta, se diría,
en el linaje de los abasíes. *
*La alusión a la dinastía abasí, cuya enseña era de
color
negro, es bastante frecuente en la poesía andalusí; aquí
se la sugiere al poeta la oscuridad de la noche donde
destaca el rojo de la llama. Nota de la traductora.
INVITACION II
Oh tú, en quien concurren las virtudes,
incapaces aún de concebir tu esencia,
en el cuello de la nobleza
el collar de nuestra amistad
no tiene perla central:
ven a serlo tú.
(Recopilación y traducción de Teresa
Garulo, Universidad Complutense de Madrid)
(Traducción: Teresa Garulo, Universidad
Complutense de Madrid)
DESENGAÑO
Los hombres, ignorantes, glorifican al mundo,
a sus ojos magnífico, siendo despreciable,
y combaten por él unos con otros
como los perros se pelean por un hueso.
Recopilación y traducción de Teresa
Garuldo, Universidad Complutense de Madrid
HERMOSURA FATAL
Oh, tú que me atormentas, cuando eres dueño mío,
¿qué quieres con dañarme y torturarme?
Causas admiración por tu hermosura,
mas en ti la muerte se une a la belleza
como al brillo en la espada y en el fuego a la luz.
(Recopilación y traducción de Teresa Garulo, Universidad
Complutense de Madrid)
NOCHE OSCURA
¡Qué negra noche! Se diría
que el Tiempo la ha alargado sumándole su vida
y, vuelve, al terminar, a su principio;
habla la gente de su longitud
cuando sólo el crepúsculo ha pasado.
La sombra de las nubes se hizo más densa,
no distinguían los ojos el cielo de la tierra
y, al brillar el relámpago a lo lejos,
parecía un negro etíope sonriendo entre lágrimas.
Entonces con la espada de la resolución
la cabeza corté de esas tinieblas
y con su sangre he teñido
la túnica de la aurora.
Para el hombre de miras elevadas
no hay nada que produzca más desdichas
que el viaje nocturno:
cuando muere el apoyo de la voluntad,
no es posible iniciarlo.
Saludo a quien encuentro según lo que en él veo,
no hay nada extraño en eso:
el agua adopta el color del recipiente.
(Recopilación y traducción de Teresa
Garulo)
LA BERENJENA
Redonda y agradable al gusto,
agua abundante la alimenta
en todos los jardines;
y tal como el peciolo la sustenta
parece el corazón de una oveja
en las garras de un águila.
(Recopilación y traducción de Teresa Garulo, Universidad
Complutense de Madrid)
Tomado de:
https://diarioinca.com/poemas-de-ibn-sara-as-santarini
Censura de la época
Que el hombre libre permanezca
en moradas indignas es signo de flaqueza:
parte, y si no encuentras hombres generosos,
tendrás que seguir yendo
detrás de hombres mezquinos.
El infierno después del paraíso
El que fue paraíso de la casa
se fue, y en su lugar vino el infierno:
heme aquí desdichado después de venturoso.
Llegó el ocaso del sol
y le siguió una negra noche.
El mal aliento
Uno con mal aliento habló
y los presentes exclamaron:
‘Pedorreó el muchacho’.
Y yo les dije: ‘Marchaos sin demora;
el pedo es el heraldo de la mierda’
La espada
Es una lámina brillante
donde se encuentran los caminos de los astros
aunque sobre ella nadie,
desde que existe, ha caminado.
Purificó la paja su fulgor
y ahora es un agua
en cuya superficie arde la llama.
Los impuestos
Si no existieran
los impuestos,
saldría de la miseria,
y las vicisitudes de la fortuna
no se presentarían a mi mente.
Dicen: ‘ Son los impuestos’. Y les digo:
‘Quitad im y serán pústulas en los ojos’.
La muerte de una hija
Oh muerte, has sido compasiva con nosotros,
y has vuelto a visitarnos.
Benditos sean tus hechos, dignos de gratitud,
pues has traído abundancia y has cubierto
algo que había que ocultar;
hemos casado a nuestra hija con la tumba
sin pagarle la dote y sin ajuar.
Tomado de:
https://blogpoemas.com/ibn-sara-as-santarini/
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