lunes, 6 de mayo de 2024

POEMAS DE J. H. PRYNNE

 


ESCARCHA Y NIEVE, EN CAÍDA

 

 

Es decir, una cualidad del hombre y su devenir,

 

bello, o la decoración de una decisión ligera e

 

inamovible, no menos fluida que el río

 

que custodia su nombre. El amparo

 

de la recomendación, respetando cierto orden,

 

dentro de la divina familia de designios. El nivel

 

de la nieve está donde cayó y de este modo el límite

 

de una larga cadencia, la estepa volviéndose blanca

 

con la distancia y el clima de invierno.

 

La caída de la nieve, como la del hombre en el cubo de hielo

 

y su gran estruendo al fracturarse, es una cortesía;

 

no exigiremos la espiral oscura, siendo gentiles

 

y de nuestra especie. Bajamos a las profundidades, cancelamos

 

la inundación, regresamos al camino y lo que antes era

 

conocido como planicie. Nos detenemos alejados de la orilla

 

aun cuando recurrimos a nuestras mejores y más serias

 

raciones de tiempo. Juzgo eso como nivel de nevada

 

pero igualmente en la pastura o placer de estación, o

 

mientras se presenta el rival con barro en sus zapatos.

 

¿Cuán lejos has llegado y cuán larga fue tu

 

travesía? Personas así están hambrientas; el rival

 

arriesga su vida en agua profunda, el oro rojizo

 

resplandece en las sombras de nuestra impúdica soledad.

 

 

 

De modo que cuando la nieve vuelve a caer la tierra

 

se vuelve más y más liviana. La superficie conspira con nosotros, somos sus primogénitos. Aun

 

en esta era moderna dejamos huellas, a medida

 

que avanzamos. Y avanzamos, caminamos, damos zancadas o trepamos

 

fuera de él, la dejamos atrás, nuestro ecuánime

 

contemplación del mundo. El monje

 

Dicuil anota que en el solsticio de verano

 

en Islandia un hombre podía ver a través de la

 

noche, y desde luego que podía. Esa también es una

 

cualidad, una cierta ligereza que le brindamos

 

al rival cuando aparece. Las huellas

 

son borradas, el resto de las cosas bajo tierra.

 

 

 

El 9 de mayo de 1247 se lanzaron al viaje

 

de regreso. “Viajamos todo el invierno, a menudo

 

durmiendo en el desierto sobre la nieve excepto cuando

 

fuimos capaces de despejar un sitio con nuestros pies.

 

Cuando no había árboles, pero solo tierra abierta

 

nos vimos muchas veces completamente

 

cubiertos de nieve guiada por el viento”. Eso

 

me suena a mí como un privilegio excepcional, observar

 

el descenso por sobre la cornisa. Cada hombre

 

posee su propio rincón, esa pregunta

 

a la que le da vueltas. Es su naturaleza, el atributo

 

que tiende hacia el mundo, así como su estatura

 

es su “dignidad real”. Y sin embargo Gregorio no

 

creía en la peregrinación hacia un lugar: Jerusalén,

 

dice, está demasiado lleno de rapiña y lascivia para ser

 

una orientación para el espíritu. El resto es una suerte

 

de llama, el peregrino es otra vez un atributo, y

 

su extensión es el camino que toma a través de estratos

 

que lo toleren. El viajero con su

 

grueso bastón: a quién le importa si es un vividor

 

analfabeto —es nuestro único rival. Sin esto

 

la familia divina es una simple bufonada, toda

 

la mutabilidad del Pleistoceno terminará por

 

derretirse como la nieve, urgida hacia la tierra.

 

 

PRIMEROS APUNTES SOBRE LA LUZ DEL DÍA

 

 

La paciencia es mi verdadera herramienta, mientras aguardamos

 

que el pasado suceda, es decir que aflore

 

al aire libre. Como espero que lo haga, diariamente, y la pre-

 

gunta es realmente en qué tamaño estamos, qué fracción de él

 

es la medida. La paciencia es

 

la suma de mi inercia, por medio de la cual la línea de base

 

se presenta al tacto

 

como la flor en

 

el cielo, cada guijarro

 

graduado en ocre. Cómo

 

desplegar, o si no disminuir la retórica

 

de la ocasión, con la cual la secuencia que regresa

 

de un cierto final se vuelve a todas luces predecible. Le

 

debemos esa parte de la teoría a la historia de la persona

 

como requisito absoluto del paisaje —esa

 

clase de despliegue, para empezar. Atravesamos

 

los campos, nos conducimos por medio del orden

 

ritual, aun cuando dormimos en la biblioteca.

 

El rezagado, es decir,

 

cuya paciencia

 

es el escudo

 

protector, del verdadero

 

límite del tamaño.

 

“El uso ceremonial de la cosa descrita”,

 

los sicomoros o el espejo de metal blanco, formas

 

de la paciencia, ah sí, y cada vez que incluso

 

me muevo, la forma estrófica muscular es el uso, en

 

ningún otro sentido. El mundo en común, cuán lejos

 

llegamos, los límites prácticos de la luz diurna. Y mientras

 

pienso incluso en la línea de base la vibración

 

es potente, la secuencia entera de la persona como

 

su propia historia es no más que ceremonial,

 

la concentración

 

de la intersección: des-

 

cubrimiento de regreso

 

al camino de ida, el

 

cruce completo un tejido abierto, que llevamos

 

puesto o en la mano. Que esto pudiera

 

realmente ser así, y utilizable, es mi consigna actual,

 

quemándose igual que el humo, antes de que el fuego se encienda.

 

 

LA BALADA DEL VIERNES

 

 

Esta mañana el niño cruel se entusiasma

 

con la perspectiva de cuidadosos recuerdos. Cómo se dirige

 

afectuosamente hacia la sombra, cómo le gustaría

 

arriesgar su brazo izquierdo. Es sabio

 

también inspeccionar el jardín de verano, los

 

pájaros están tan ocurrentes gracias al musgo verde.

 

 

 

El niño cruel se entrega a lo antiguo y

 

presiente los terceros canales escondidos. Líquidos

 

fluyen como una cresta en la cocina, ahora

 

tuerce su pie en el borde de la acera. Su mente

 

está en perfecto orden, Arco de Tito,

 

el libro ensamblado con cinta pegajosa.

 

 

 

Por qué está renuente a regresar. Quién

 

suspirará profundo frente al reformatorio,

 

huésped del ensamblado de dormitorios, construido

 

con retazos de Field Southernwood. Una intensa

 

calma inunda su pecho, su humor aún

 

está lejos de una recompensa o la perseverancia promedio.

 

 

 

La polilla de mercurio comienza su canción —una

 

cancioncita sentimental desprovista de malicia. El niño

 

cruel escucha la canción y sigue el ritmo golpeteando

 

su delgado antebrazo. Los ojos le queman, pero

 

no por la envidia: no hay una oportunidad tan generalizada

 

como para impedirle avanzar calladamente hacia el núcleo.

 

 

 

Las nubes se despliegan y el niño cruel es

 

recogido para protegerlo. El clima lo malcría,

 

excesiva luz de sol. El precio del zinc

 

se mantiene constante. A orillas del

 

río Orwell miramos en torno con rostros despojados de

 

asombro, no tenemos nada que no sea nuestro.

Tomado de:

https://www.vallejoandcompany.com/poemas-de-j-h-prynne-por-rafael-espinosa/

 

 

Tan

Hasta cuando preguntan, preguntamos nosotros, esa

es la cuestión. Hay tanto tiempo para

viajar o detenerse y, sin embargo, el corazón

es tan lento y reacio

a dejarlo, ese es un

camino: allí, en el

suelo. Te amo

tanto, aquí pero cuánto tiempo más, la

historia de lo que permitimos, se nos permite

tener. Una vida para esta

rama, dividida en los faros

que esperan, el haz en

prisma, el juego o el sonido

en un gran arco para el

mundo, es un fuego abierto, un hogar de

piedra para la condición de confianza.

Nunca esperes por eso. Gírelo

, pliegue y luego corra hacia

la puerta: debemos

tener el sentido divino

de la entrada. La forma

de entrar es lo que es, no cuál entonces ni

cuánto tiempo es la pregunta. Así

son las cosas, el mundo que es fuego, arde

en todos los horizontes. Es

el corazón, Donde estamos.

Te amo mucho.

Como esto, como

esto, que es incluso más de lo que

podría decir. La noche parpadea y

llega el día; ha, vendrá. Ésa es

la cuestión, la marca atada a

las manos; no los

ojos. Confía en ellos, el

fuego de la mente, la lujuria

del ciudadano puro, en todos los senderos

de la tierra. La tierra, el asfalto, la hierba,

el remordimiento, el mar, el amor están en el aire

que respiramos. Fuego en el hogar. La vida

en lo que ahora tengo

y escucho, mientras

estemos.

© por el propietario. proporcionado sin costo para fines educativos

 

 

Cómo está hecho

Siempre quien gira es más que

el mismo, siendo en el deseo el eje

de lo que más desearía: o

el punto de hecho, dicen,

conduciendo durante la

madrugada, para ir a ello.

 

Y esto es, por tanto, cierto en el sentido

en que la luz lo permite. Nos despedimos

de él, con la perspectiva de que se nos permita, tal

como están las rocas, los pliegues

dejados en la silla, cortados

a cualquier esperanza, adquirida.

 

Toda la furia del corazón llega

entonces a este punto elevado: una moda del espíritu: una cosa hecha.

Para esto no hay más nombre que el acontecimiento

de su partida. No hay

celosía, no nos sentamos junto a

los semáforos bañando

el alma en los eslabones del tiempo. El lugar

se levanta, como un punto de cambio. Hay

rocas y árboles como parte de él, ninguno como

evidencia. Dentro de

límites esta arena es

donde a cada uno le permite

estar: el movimiento que se encuentra, en la

distancia es el sonido que yo también espero,

aquí en la punta de la roca, del mundo.

© por el propietario. proporcionado sin costo para fines educativos

Tomado de:

https://allpoetry.com/J.H.-Prynne

 

 

Rico en Vitamina C

 

Este poema va seguido de un comentario de John Kinsella.

 

Bajo su frente, el ala nevada

      ofrece verdaderamente la sorpresa

de los días que se deslizan bajo la luz del sol

          a través del vidrio suelto de la puerta

      hacia el reflejo del honor extendido

a través de lo incompleto, lo confiable. Tan

      oscuramente la mancha salta como librea

de tu pausa como una pepita de manzana,

      el amado báltico que duerme.

 

O como almíbar en una nube, abajo en

      la copa, disculpas cada

grito plegado del ingenio del pinzón, este rubor

      esparcido sobre nuestra inclinación del

          día mecido en el agua, dices

      esto. Una vacilación de atención en

la superficie, muestra el arco allí y

          el propósito que realmente cortamos;

      una onza junto al agua, que

 

en el fuego cruzado de una injusticia demasiado grande

      para sostenerla deja deslizarse

                                            entre dedos estrellados

      notando la sacudida herbácea de la cordita

y su eco: ¿es esta nuestra pantalla, en alguna

      calle que apenas imaginamos que podría marcar

una idea generada? a la idiotez por las claras

      líneas de visión que tenemos por delante. Entras

          por la misma puerta, llevas

 

lo que no puede dejarse por su

      dulce brillo de razón, su sangre falsa;

el mismo tinte lo escucho con el pulso que toca

      y no se derrite. Tal sombreado

de la rosa hasta su base inclina el rayo

      del cielo, elevándose en su efecto de lo que

llamamos conversaciones de paz. Y sí, el

      silencioso cambio de página es el día

          que se inclina, desvanecido en la luz.

 

 

 

John Kinsella: sobre el poema "Rico en vitamina C" de JH Prynne

Una charla transmitida por BBC4 en el Reino Unido en 1998

 

Este poema pertenece a la sección "Diez poemas no recopilados" de la próxima publicación Poems de JH Prynne, que recopila treinta años de trabajo y se publicará a principios del próximo año y se recopiló originalmente en los primeros Poemsvolumen publicado en 1982. Es un claro ejemplo de la lírica de Prynne en la que entran en juego las tensiones entre las fuerzas sociales, políticas y económicas externas y la experiencia interior, personal, emotiva y reflexiva. El tono es casi el de un poema de amor, pero también hay una oscura ironía en juego. Hay una sensación de connivencia y ligereza en "el caso del ala nevada", "tu pausa como una pepita de manzana", "el dulce resplandor de la razón", pero todo está contaminado por el "fuego cruzado de la injusticia". Hay una metáfora militar en juego: "de los dedos estrellados/ notando la sacudida herbal de la cordita/ y su eco" que en sí misma se desestabiliza por el gesto lírico de "estrellado" y la referencia a lo natural en "herbal". Parece haber una alianza impía entre el sigilo de la incursión militar y los procesos del mundo natural. "El amado báltico que duerme" podría ser en realidad un submarino que se esconde y "hace eco" en aguas territoriales, con "el lema que llamamos conversaciones de paz", una especie de sugerencia de la Guerra Fría. ¿Es un precursor o incluso un himno irónico de algo como los Tratados de Limitación de Armas Estratégicas: el ciclo de interacción amor/lujuria entre enemigos? Sea como sea, nos arrulla el lenguaje melifluo y la belleza inquietante de la pieza. Pero la sensación de amenaza nunca está lejos.

      El título es interesante en este contexto, ya que "Rico en vitamina C" es un hecho científico que tiene ramificaciones particulares en lo que respecta al crecimiento saludable: "¡se supone que protege contra los resfriados!" - y un eslogan publicitario. Prynne parece estar cuestionando la comercialización del amor personal, así como el diálogo político-militar. Las referencias a una "pantalla", "líneas de visión" y "pulso" también sugieren una interacción o colusión, incluso una combinación de actos del cuerpo (ver, visualizar, bombear sangre) y los procesos de las esferas económica, militar, y máquina social. Todo esto está magníficamente unido en cuatro apretadas estrofas métricas de nueve versos. Para Prynne, el campo de la página, o tal vez el espacio de los márgenes, la posición del texto, las medidas de sangría, etc., son enfáticos para el significado. Afectan cómo se dice algo y cómo se lee.

      Para Prynne, la producción de un poema, la producción de un libro, forman parte de los ciclos de fetichización comercial tanto como la creación del poema mismo. Por tanto, es responsabilidad del poeta (y del lector) trabajar para disminuir un grado de irresponsabilidad moral que eclipsa la creación y producción de arte. Lo que explica por qué la mayoría de las obras de Prynne han estado disponibles en forma de folletos de tiradas pequeñas publicados por imprentas para las que el beneficio no es un motivo. Los próximos poemas serán publicados por una combinación de las editoriales australianas Folio y Fremantle Arts Center Press.y Bloodaxe, manteniendo los costes bajos y evitando, en la medida de lo posible, los dictados habituales del mercado.

      Muchos consideran a menudo que la obra de Prynne es difícil, tanto por su lenguaje como por sus referencias aparentemente herméticas. El significado parece ser flexible, el habla se desestabiliza y los lectores se enfrentan a preguntas relativas a su propio estatus -incluso complicidad- en la relación entre la palabra mediada, el texto elaborado y el mundo externo, sin el cual no puede existir. Es la idea del yo como centro, el llamado yo lírico lo que aquí se cuestiona. "Rico en vitamina C" muestra cómo cada interacción humana, reflexión personal y meditación sobre el tiempo y el lugar involucra a otros, afecta y está influenciada por cambios macro y micro en el clima social, económico y político. Por encima de todo, las preocupaciones de Prynne son morales y éticas: cree incluso que, en la intimidad del momento lírico, tenemos la obligación de reconocer lo que está sucediendo en el mundo en general.

      Una anécdota personal. Hace seis o siete años estaba haciendo autostop en el suroeste de Australia, viviendo en hoteles y acampando, en busca de un silencio en el que escribir, para descubrir una nueva voz en mí. Sólo llevaba un libro en mi mochila, lo cual fue una experiencia nueva para alguien que normalmente tiene al menos media docena de libros a la vez. Fueron los primeros poemas de JH Prynne. Era como un manual de guía técnica, un libro de mapas de nuevos territorios poéticos, además de ser una colección de poemas de un lirismo sublime y desafiante. Mientras leía estos poemas en mi soledad, me di cuenta de que mi necesidad de "escapar", de encontrar una nueva voz, era un autoengaño, que esa voz es interactiva; los traumas y preocupaciones del mundo mayor todavía estaban ahí; simplemente estaba evitándolos. Fue entonces cuando me di cuenta de lo política que es la voz de Prynne y de cómo, de hecho, la mía siempre lo ha sido. Empecé a escribir de nuevo, afrontándolo, en lugar de evitándolo. Un nuevo ángulo, la misma voz.

John Kinsella

Tomado de:

http://jacketmagazine.com/06/pryn-kins.html

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