lunes, 7 de noviembre de 2016

Poemas de Wang Wei


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(699 d. C., Qi County, Shanxi, Jinzhong, República Popular China - 61 d. C., Xi'an, República Popular China)


Despedida

Desmonto. Mientras bebemos vino:
¿Adónde irás? El mundo me ha engañado:
Ami colina del mediodía me vuelvo.
Ve, vete. No pregunto más:
Nubes blancas sin fin, nubes.


Al perfecto Chang


Mi otoño: entro en la calma,
Lejos el mundo y sus peleas.
No más afán que regresar,
Desaprender entre los árboles.
El viento del pinar abre mi capa,
Mi flauta saluda a la luna serrana.
Preguntas, ¿qué leyes rigen "éxito" y "fracaso"?
Cantos de pescadores flotan en la ensenada.






Ascensión
El caserío anidó en el acantilado.
Entre nubes y nieblas la posada:
Atalaya para ver la caída del sol.
Abajo el agua repite montes ocre.
Se encienden las casas de los pescadores.
Un bote solo, anclado. Los pájaros regresan.
Soledad grande. Se apagan cielo y tierra.
En calma, frente a frente, el ancho río y el hombre.


Montes de Chungnan

Cordillera de Chungnan: desde la capital,
Cerro tras cerro, hasta el borde del mar.
Las nubes: si me vuelvo, contra mí se cierran;
La niebla turquesa: si entro en ella, se disipa.
En el pico central cambian las direcciones:
Diferente la luz, diferente la sombra en cada valle.
Por no pasar la noche al raso, llamo a un leñador:
Salta mi grito a través del torrente.

EL HUECO DEL MURO MENG

Nuevo hogar este Muro Meng
Viejos árboles -algunos sauces murientes aún-
¿Y quién vivirá aquí en el futuro
Para aflijirse en vano por aquel que le precediera aquí?

COLINA HUATZU

Pájaros volándose hacia espacios interminables
Colinas alineadas todos los colores del otoño otra vez.
Subo hasta la Colina Huatzu y vuelvo a descender-
¿Será que mi tristeza jamás se terminará?

CASA DE MADERA DE DAMASCOS

Damascos rectos y ásperos cortados para hacer los tirantes
Fragantes juncos tejidos para hacer el techo
Tal vez las nubes se forman en estas vigas
Y van y hacen la lluvia entre los hombres.

COLINA DE BAMBU

Altos bambúes reflejados en las serpeantes aguas
Así el ondulante río vira azul y verde
Somos invisibles en la huella de la Montaña Shang-
Algo que ningún leñador entendería.

RIBERA DE LOS CORNEJOS

La fruta se está formando roja y aún verde
Y es como si las flores estuviesen abriéndose de nuevo
Si yo detuviese a un visitante en estas colinas
Podría ofrecerle esta copa de cornejo*.

(*Cornejo: arbusto muy ramoso de 3-4 mts de altura, de cor-
teza roja en invierno, flores blancas en cima y por fruto dru-
pas redondas, carnosas y de color negro con pintas encarna-
das. Real Academia.)

PARQUE DE LOS VENADOS

Colinas vacías, nadie a la vista
Solamente ecos de voces humanas-
Con la luz regresando al bosque profundo
La cima del musgo verde se enciende de nuevo.

COLINA SUR

Mi barca iluminada puede llegar a Colina Sur
Colina norte es difícil, al agua ancha
Sobre la otra orilla podemos hacer nuestras casas
Lejos lejos, personas que no podemos reconocer.

BAJÍOS DE PIEDRAS BLANCAS

En los claros Bajíos de Piedras Blancas
Varas verdes casi al alcance de la mano
La gente a ambos lados del río
Lava aquí su seda bajo la brillante luna.

CASA DEL BOSQUECILLO DE BAMBÚ

Sentado solo en los oscuros bosques de bambúes
Toco mi laúd y canto y canto
Hondo en los bosques donde nadie sabe que estoy
Pero la clarísima luna viene y brilla sobre mí.

LADERA DE LAS MAGNOLIAS

Flores de loto en la punta de las ramas
Envían bermellón a través de las colinas
-La casa del valle vacía, no queda nadie allí-
Por todas partes por todas partes florecen y caen.

[Toda esta serie de poemas pertenecen al Pergamino del
Río Wang y constituyen el trabajo más conocido y caracte-
rístico de Wang Wei. La casa que compró le había pertene-
cido a un distinguido poeta, llamado Sun Chih-wen, quien
murió en 712 y a quien puede que aluda el primer poema,
aunque dejando abierta la posibilidad de que la persona en
cuestión sea el mismo Wang Wei.
Por cierto que las flores de loto que aparecen en el último
poema de esta serie, representan además del efecto vívido
de las flores, una ilustración de la imposibilidad, ya que los
lotos no crecen en las ramas de los árboles.]


OTROS POEMAS


LA DAMA XI

Ningún favor real actual podría borrar
La memoria del amor que ella alguna vez conociera.
La visión de una flor llenó sus ojos de lágrimas.
No le habló una sola palabra al Rey de Chu.

[Se refiere que en 680 a.C. el gobernante del estado de Chu
destronó al de Xi y tomó su reina, quien, en un gesto de leal-
tad hacia su ex marido, y a pesar de darle hijos al segundo,
nunca le dirigió a éste la palabra.
Una flor es un conocido símbolo de un amante.]

LAMENTO POR HAO-JAN

Nunca volveré a ver a mi viejo amigo.
Día tras día las aguas del Han fluyen hacia el este.
Aún si preguntara por el anciano, las colinas
Y los ríos parecerían estar vacíos en Caizhou.

[Men Hao-jan fue un distinguido poeta, unos 10 años mayor
que Wang, que murió en 740. Se dice que Wang Wei escri-
bió este lamento en su camino a China del Sur en una misión
oficial. El trabajo de ambos poetas tenía mucho en común, y
sus nombres se asocian a menudo.
Caizhou: lugar natal de Meng, una isla en el río Han.
"Los chinos, para decir "paisaje", dicen "chanchouei": Mon-
tañas y Aguas". Víctor Segalen. Viaje al País de lo Real.]

EL SENDERO DE LA MONTAÑA

Guijarros blancos en el lecho del río,
Hojas enrojeciendo en el frío otoñal-
Aún sin que haya una sola gota de lluvia en el sendero
De la montaña, la ropa se humedece en ese aire tan verde.

UN ADIOS

Nuestra despedida en estas colinas ha terminado
El sol se pone y yo cierro mi puerta
La primavera será verde otra vez el año que viene-
¿Volverá también mi buen amigo?

[Basado en el Chao Yin Shih o "Apercibimientos para un 
Caballero que se convirtió en un recluso", con una referen-
cia particular a los siguientes versos en la traducción de
Hawkes:
Un príncipe anduvo vagando
Y no regresó
En primavera el pasto crece
Fresco y verde.]

DE CARA A LA ALTA TORRE DE GUARDIA



UNA DESPEDIDA AL COMISIONADO LI

Nos separamos y veo desde la torre
La llanura del río toda oscurecida
El sol descendido y los pájaros volando a casa
El viajero está en camino.


TRES POEMAS

Vivo al lado del río en el puerto Meng
Mi puerta da hacia la boca del puerto Meng
Naves provenientes del sur siempre están arribando-
¿Hay alguna carta para mí?

*
Recién has llegado de mi aldea
Debes tener noticias de mi aldea-
El ciruelo de invierno afuera de su ventana-
Dime, ¿había florecido cuando partiste?

*
Veo que el ciruelo de invierno ha brotado
Y escucho a los pájaros cantando nuevamente
Estoy enfermo de corazón de ver las hierbas primaverales
Y me aterra que puedan crecer hasta mi puerta.

[El primero y el tercero de estos poemas deben leerse como
las quejas de mujeres cuyos maridos están lejos por cuestio-
nes oficiales. El segundo representa los pensamientos de tal
marido.
El ciruelo de invierno seguramente tiene un significado sim-
bólico, pero ignoro cuál.]


El Bosque de Bambú

Sentado solo, en el bosque de bambú,
toco el laúd, silbo largo tiempo.
Al bosque profundo la gente no lo conoce,
la luna brillante viene y acerca su claridad.

En el templo de la cumbre 


El hombre reposa, las flores de acacia caen.
La noche es tranquila, la montaña de pimavera vacía.
La luna sale, sorprende a los pájaros de la montaña.
Entonces cantan, dentro del torrente de primavera.


Al Partir

Bajo del caballo para beber vino con usted,
Usted pregunta hacia dónde me dirijo.
Yo respondo: no tengo idea,
Retorno insatisfecho a la Montaña del Sur.
Sólo me marcho, no pregunte nuevamente,
Las nubes blancas no tienen límite de tiempo.

El Parque de los Ciervos 


En la montaña vacía no se ve un hombre.
Sólo se oye el eco de voces humanas.
Vuelven las sombras, entran profundo en el bosque.
Otra vez brillo de sol, sobre los líquenes verdes.



En la montaña 


De la barranca C'hin salen piedras blancas. 
El tiempo es frío: pocas hojas rojas. 
En el sendero de la montaña no cae lluvia, 
El vacío azul moja las ropas del hombre.



En el templo de la cumbre 


El hombre reposa, las flores de acacia caen.
La noche es tranquila, la montaña de pimavera vacía.
La luna sale, sorprende a los pájaros de la montaña.
Entonces cantan, dentro del torrente de primavera.


Mañana

La flor de durazno está más roja por la lluvia de anoche,
Los sauces están más verdes en la niebla de la mañana.
Los pétalos que caen aún no fueron barridos por los sirvientes,
Los pájaros cantan, el huésped de la montaña aún duerme.

Retiro en Chung Nan


En la edad madura tengo gusto por el Tao,
Ya tarde, me albergo en la Montaña del Sur.
Surgen los sentimientos: ando solo por ahí,
Contemplando las escenas soy consciente de mí mismo.
Llego al sitio donde el arroyo termina,
Me siento y miro, las nubes surgen en ese momento.
A veces me encuentro con un habitante de los bosques,
Charlamos y reímos, no pensamos en volver.

Poema

Últimamente comprendí el significado de la tranquilidad, día tras día me mantuve apartado de la multitud.
Limpié mi cabaña y la preparé para la visita de un monje, que llegó a visitarme desde las montañas lejanas.
Vino bajando desde los picos ocultos por las nubes, para verme en mi casa de techo de paja.
Sentados en el pasto compartimos la resina del pino, quemando incienso leímos los sutras del Tao.
Al terminar el día encendimos nuestra lámpara, las campanas del templo anuncian el
comienzo de la noche.
Repentinamente advertí que la tranquilidad es realmente Felicidad y sentí que mi vida tiene abundante ocio.


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