(5 de agosto de 1910, Luleå, Suecia - 31 de mayo de 1968, Estocolmo, Suecia)
VII
aquí en
este silencio que extermina el límite
entre
los muertos vivos y el vivo deseo de los muertos
allí
dos mitades se asocian en doble ceguera
para
mejor aún poder oír cómo cae la luz
lenta,
traicioneramente como si supiese qué quiere
cuando
la noche entró y el día está vacío
y el
sentido se tiende saliendo de su torre
con
sigilo de miedo por mejor conservarse
en la
penumbra de las gargantas donde el guardaespaldas lancea
bloquea
toda salida y la sabiduría de los ahogos
aquí en
este silencio que extermina el límite
donde
la luz cae y agrisa la angustia
licita
la tormenta de la aniquilación la seca tierra del futuro
mientras
la cegera sonríe sarcástica a través de su ventana sin cristal
Gladiador moribundo
¿Quién
rasgó tu cintura con tridente?
¿Quién
te arrojó la red a la cabeza
y jaló
-en un ardiente triunfo-
para
que tú cayeras
pataleando
en la arena?
No ese
cuyas piernas
ves
como dos columnas sobre ti.
No esa
mano de puñal mordiente
que
lanza larga sombra
en la
arena oscura de la noche,
no él,
no el esclavo del grosero César.
Pero
¿quién te ve a ti?
¿Y
acaso me oyes?
Ciego
está el público.
En
parte por oscuridad:
una ola
blanca cual espuma que
golpea
la cabeza contra la roca del Hades.
En
parte por deseo:
una
última frontera en la sangre de la niebla
que
tiene miedo de sí misma en ti.
¿Quién
te ha derribado?
¿Quién
te ve?
Tú lo
sospechas
mas no
llegas a tiempo.
Por un
instante
luchas
eternamente.
Así tu
vida se hace tuya.
Así
surge tu muerte.
Traductor: Roberto Mascaró
POETA
Deslumbrado por el sol
iluminado por incendios
surgido de un remolino de
ceniza
nunca el mismo
el juego de la
superficie con la profundidad
(con bancos de estrellas
bulliciosamente vivas)
la amenaza de la profundidad
contra la superficie
(con galaxias vertiginosamente
muertas)
las palabras demasiado lejos
(como oro derritiéndose)
la vida demasiado cerca
(como plomo solidificado)
más disfrazado que la nada
más desnudo que el todo
en una tierra donde todo
ocurre demasiado pronto o
demasiado tarde.
Traducción: francisco J. Úriz
PAUL ELUARD IN MEMORIAM
¿Puede el cántaro ser más
bello que el agua?
¿Puede la muerte de un poeta alumbrar el mundo?
¿Puede la muerte de un poeta alumbrar el mundo?
El día era de nácar, fue el
día más hermoso
de aquel invierno. Un caballo de luz onduló el cielo.
Llegó una carta del vacío
y la campana de la nieve estalló con nítido sonido.
de aquel invierno. Un caballo de luz onduló el cielo.
Llegó una carta del vacío
y la campana de la nieve estalló con nítido sonido.
¡Escucha el susurro de las
palabras rubias entre los labios del poema!
Escucha sus latidos, la fuerza elemental de la fuente.
Un farol de paja se mueve por nuestro jardín encantado:
es alguien que estudia minuciosamente la heráldica de los frutos.
Escucha sus latidos, la fuerza elemental de la fuente.
Un farol de paja se mueve por nuestro jardín encantado:
es alguien que estudia minuciosamente la heráldica de los frutos.
¡Agua celeste, estación de
metro, suburbio oprimido como un pecho!
Alguien ha muerto en París, la ciudad de sus múltiples nacimientos,
bajo el sol de la esperanza, bajo un amor desintegrado.
Un perro enfermo merodea por el umbral de la puerta.
Alguien ha muerto en París, la ciudad de sus múltiples nacimientos,
bajo el sol de la esperanza, bajo un amor desintegrado.
Un perro enfermo merodea por el umbral de la puerta.
Te veo anciano de ideas
luminosas, nervioso
y transparente, te veo deshacerte en polvo,
te veo desvanecerte como tenue humo o nieve,
una nube de nieve negra en noches blancas.
y transparente, te veo deshacerte en polvo,
te veo desvanecerte como tenue humo o nieve,
una nube de nieve negra en noches blancas.
Traducción: Francisco J. Úriz.
ARIOSO
Estamos siempre juntos,
en alguna parte dentro de nosotros nuestro amor nunca puede huir.
En alguna parte
en alguna parte
todos los trenes han partido y todos los relojes se han parado:
en alguna parte dentro de nosotros estamos siempre ahora y aquí,
somos siempre tú hasta confundirnos y fundirnos,
metamorfosis y la maravilla de maravillarnos,
ola que se quiebra, nieve y llama de la flor.
En alguna parte dentro de nosotros donde los huesos han blanqueado
después de la sed del buscar y la sed del dudar
hasta la huidiza negación
hasta el secreto de ceder
¡nube de consuelo!
en alguna parte dentro de nosotros
donde estos huesos blanquean
y los espejismos se reconocen
brota la certeza en la lejanía como la ola en la oleada
reflejas nuestra lejanía como la estrella en la ola
y el sueño deja siempre la máscara y se vuelve tú
que te escapas
para volver a volver
para volver
más y más dentro de nosotros
más y más tú.
Traducción de Octavio Paz
en "Versiones y Diversiones" Galaxia Gutenberg
la
[...]
donde la palabra cometer harakiri al resplandor de las explosiones
y la trompeta ha destruido la sangre porcelana sabor y morir
en el salón de los espejos donde uno tiene demasiados
y que iba a caer sin embargo como el rocío en la tumba de tiempo
[...]
V
[...]
sacude la mano de vértigo en la escala de asfixia
tacaños lágrimas que asoman en el Nightingale jaula vacía
el mismo sufrimiento requieren otras víctimas
incluso un accidente de tren tartamudea perdón
un ojo sin quemaduras párpado: cortocircuito y soledad
y el fotógrafo destino todavía sorprendido cadáver
[...]
(Trans. Beatrice Luna)
[...]
donde la palabra cometer harakiri al resplandor de las explosiones
y la trompeta ha destruido la sangre porcelana sabor y morir
en el salón de los espejos donde uno tiene demasiados
y que iba a caer sin embargo como el rocío en la tumba de tiempo
[...]
V
[...]
sacude la mano de vértigo en la escala de asfixia
tacaños lágrimas que asoman en el Nightingale jaula vacía
el mismo sufrimiento requieren otras víctimas
incluso un accidente de tren tartamudea perdón
un ojo sin quemaduras párpado: cortocircuito y soledad
y el fotógrafo destino todavía sorprendido cadáver
[...]
(Trans. Beatrice Luna)
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