(9 de agosto de 1933, San Salvador, El Salvador - 7 de julio de 1999, Ciudad de México, México)
El Aire
El aire se alistó de marinero
con boina de muchacho vagabundo,
un barco lo condujo por el mundo
soplándole el blancor de su velero.
El aire se cansó de aventurero
y quiso conocer el mar fecundo,
un buzo le enseño de lo profundo
corales encendidos al viajero.
El aire se compró boina dorada
y fue por los jardines de la infancia
soltando su frescura oxigenada.
El aire, del jugar hizo bandera,
un juego alimentado en la fragancia
del yodo y la campiña volandera.
El Fuego
El gozo de la joven panadera
Brotó de las caricias matinales
Del fuego que convierte a los trigales
En panes de morena caballera.
El rojo crepitar de la madera
Quemó las inclemencias invernales;
La lumbre de los soles tropicales
Doró la juventud de la pradera.
El fuego atardecido en la herrería
Moldeó la dimensión de los balcones
En rizos de enrejada fantasía.
El fuego, corazón de los talleres,
Llevó en universales expresiones
Aliento de artesanos menesteres.
Espacio De Mi Voz A Frida Kahlo
Un día, Frida Kahlo,
Pleno de sol y niños,
Me acerqué a tu horizonte,
A tu mundo divino:
Acaricié un rebozo, un nopal y un indio.
Desde ese día, Frida,
Aspiré tu dolor sublimizado
Por la voz de la lucha.
Me dijiste el mensaje que la tierra
Proclama en las espigas;
Me dijiste?
Me dijiste mil cosas, Frida Kahlo,
Con tu verbo encendido.
Entendí tu mensaje,
Lo guardé entre los pliegues de la sangre
Para donarlo a mi hijo,
Porque? quién Frida Kahlo
No aprendió tu lección de sacrificio
Si era tu voz un himno libertario
Para el mundo oprimido.
¿Quién te pudo ignorar si tu presencia
amanecía en todos los colores
de las cosas sencillas?
¿Quién se negó a ignorar tu noble ayuda
elaborada en paz y dulcemente
desde el cedro labrado de tu silla?
Ninguno, Frida Kahlo,
El Louvre mismo atesoró tus cuadros,
Veneró tu mujer y tu pintura;
Te amaron los hambrientos de justicia,
Te comprendió la juventud,
La brisa,
Los paisajes risueños,
La campiña;
Te saludó el arroz,
El vodka alegre,
Los maizales indígenas sangrando,
La Torre Eiffel y la Alambra antigua;
Te saludaron todos Frida Kahlo
Porque tú eras la vida,
Porque enseñaste siempre
Acuarelas tranquilas
Porque igualmente pronunciabas panadero
Que arte impresionista.
Por eso, Frida Kahlo,
Cuando la lluvia acompañó tu viaje,
Me dije:
Sus cenizas
Habrán de germinar en rosas blancas
En auroras de olivo,
O tal vez pintarán una paloma
Sobre el lienzo del mundo.
Te has ido Frida Kahlo,
Se mece en tu recuerdo
La fiesta alborozada de tus trajes
Y el gozo circular de los anillos.
Adiós a la pintora Frida Kahlo,
A la mujer sufrida,
A la artista que un día
Me permitió mirar a su horizonte,
A su mundo divino,
Y acariciar el rostro del rebozo,
Del nopal y del indio.
Espacio Del Color
Desde que me anunciaron tu venida
dispuse regalarte los colores
prestados a las frutas y las flores
hermanas vegetales de tu vida.
La fresa me prestó su piel de herida,
el trébol su conjunto de verdores,
el blanco jazminero sus candores
y la aceituna oscura su medida.
El ácido mirar del limonero
y la pupila ingenua de la rosa
mezclaron su color en tu velero.
El mundo de la flor y de la fruta
me ha dado su acuarela primorosa
envuelta en los olores de la ruta.
Tomado de:
Espacio de canela
Mi cuerpo es una rama de canela
cortada en un Agosto de claveles,
el trópico quemaba níveas pieles
y hervía en los trapiches la panela.
Hermana del zenzontle que pincela
sonidos de su buche en los vergeles
la rama se acompaña con las mieles
que ríen de abeja cuando vuela.
No tengo de la rosa su corola
mas guardo flor de barro en cada mano
que tiñe de rubor a la amapola.
Canela el corazón, canela el viento,
mi cuerpo ha ardido en leños de verano
y tú, tienes canela en el aliento...
Un vuelo de azules mariposas...
Un vuelo de azules mariposas
Le inundaba la frente
Y los pasos menudos del rocío
Verdecían el musgo
Empurpuraban más a los geranios
Y agitaban su pulso…
La noche de un agosto fronterizo
Entre el gozo y el miedo,
(mariposa-zenzontle-miel-canela)
Sacudió sus entrañas
Y el rumor pizarrino de la lluvia
Y el dolor de la sangre
Despertaron mi llanto
Y heme aquí… desde entonces.
La madre de María Inmaculada
Bendijo mi venida
Entre Kyries y Salves y Acordaos
Y mieles de achicoria…
Nací del llanto y con la lluvia tenue
Una noche sin noche
En vuelo de opalinas mariposas
—entre barro y canela—
Y por anual me dieron el zenzontle
Y por signo un lucero
Y por herencia el viento, la colina
Y el mar y el horizonte…
El Ángel de la leche me dormía
En brazos de mi madre
Y el morro de una tímida sonaja
Sacudía mis manos…
Pronto mis pies corrieron por la casa
Y conocí a la hormiga
A la chiltota —prima del naranjo—
Al zompopo de mayo…
Jugué al escondedero con mi sombra
Y el libro de Mantilla
Y el ábaco de cuentas rojo-blancas
Y la manzana rosa
Y Sor Emilia con su toca nardo
Me fueron familiares…
Miedos estacionados en los goznes
De puertas y ventanas
Asomaron su voz de medianoche
En perros sincopados
Y trac-trac de carreteras ambulantes…
Un ser estaba siendo ente y era
Construido con palabras,
Asombros, experiencias y consejos
De luna y porcelana…
Un ser estaba siendo ente y era
Romboide en espiral,
Lámpara del no-yo, luz del nosotros,
Sombra de girasol,
Gota infinita del mar existencial,
Fragmento del no-ser…
Un ser esta siendo ente y era
Átomo de galaxia,
Cristal de cosmonauta en agonía,
Espuma sideral,
Profética visión de aconteceres,
Salmo del siglo XX…
Un ser estaba siendo ente y era
Lágrima de la tarde
Escudilla de sílabas y nombres
Racimo de palabras…
Mundo mineral
La tierra se vistió de profetisa
Y alzando al infinito la mirada,
Cavó en su corazón la codiciada
Criatura mineral de pétrea risa.
En cobre condensó la luz rojiza
Que nace jugueteando en la alborada;
En hierro la pupila fatigada
Del día que entre lluvias agoniza.
Del sol canicular cortó un retazo
Cubriendo la desnuda piel del oro
Y dando eterna luz a su regazo.
¡El verbo mineral lanzó a los vientos
La fe del inorgánico tesoro
En dioses de telúricos acentos!
Tomado de:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario