(1557, Mauléon-Licharre - 18 de marzo de 1595, Burdeos, Francia)
De Amores
I
Si encima de las aguas la tierra está sujeta,
¿cómo es que se sostiene ella tan firmemente?
¿Y si es sobre los vientos que tiene su cimiento,
qué puede conservarla sin que sea derribada?
¿Es que estos contrapesos que logran su equilibrio
no se inclinan jamás con balanceos disímiles?
¿Qué es lo que vuelve sólido, por tanto, a este
elemento,
que halla a su alrededor la inconstancia reunida?
Pero es así, este cuerpo se va elevando todo
sin jamás sacudirse entre el viento y la ola,
¡milagro sin igual!, aunque mi amor enorme
viendo males corrientes soplar de todas partes,
no encontró entre los días, imitando este ejemplo,
su constancia en mitad de tantas ligerezas.
De Sonetos sobre la muerte
I
Mortales que su vida tomaron de mortales,
vida muerta otra vez en la tumba del Cuerpo,
ustedes que amasaron sus arcas, con las arcas
de aquellos que la muerte la vida les robó:
Ustedes que a los muertos vieron seguir su muerte,
no tienen otras casas que las casas de ellos,
y no sienten, por tanto, ninguna contrición,
¿qué hace que al recordar su recuerdo se olvide?
¿Es que toda la vida amando sus dulzuras
detesta en los horrores de la muerte pensar,
y no puede desear un deseo contrario?
Cada mortal acusa, y yo excuso el prejuicio
que se fragua en su olvido. Olvidar una muerte
les enseña un recuerdo de una vida inmortal.
II
¡Es preciso morir!, y la vida orgullosa
que desafía a la muerte, sentirá sus furores;
los soles izarán sus flores cotidianas
y el tiempo agrietará esta ampolla vacía.
Esta antorcha que arroja una llama humeante,
sobre la verde cera apagará su ardor;
el óleo de este cuadro blanqueará sus colores,
sus ondas romperán en la orilla espumosa.
Vi sus claros relámpagos pasar ante mis ojos,
y escuché incluso el trueno que retumba en los
cielos.
De una parte o de otra saltará la tormenta.
Vi fundirse la nieve, secarse sus torrentes,
a los leones rugientes los vi luego sin rabia.
Vivid, hombres, vivid, que es preciso morir.
XI
¿Qué bien nos trae la Muerte?, ¿el gusano que roe
los nervios y los huesos; el del Alma que sale
de esta sucia carroña y se eleva al espacio
y deja de nosotros recuerdos como sueños?
Este Cuerpo que en vida se embebió en su grandeza,
de súbito en la muerte asfixiará su parte,
y será un bello Nombre, que por doquier se extiende,
preso en su vanidad, repleto de mentiras.
¿Para qué están el Alma y el cuerpo desunidos?
¿Del comercio del mundo y del mundo exiliados?
¿Para qué hermosos nudos que la muerte desata?
Para habitar el Cielo se muere mucho aquí:
¡este no es, por lo tanto, el sendero más corto!
Ya no tenemos más ni un Enoc ni un Elías.
XII
Todo crece en mi contra, y me asalta, y me tienta,
es el Mundo, y la Carne, y el Ángel sublevado,
con su onda, con su esfuerzo, con su encanto
ficticio
y me daña, Señor, y me mina y me hechiza.
¿Qué navío, qué auxilio, qué oreja inamovible,
sin riesgos, sin caídas, sin estar encantada,
me darás tú? Tu Templo lleno de Santidad,
y tu mano invencible y tu voz tan constante.
¿Y qué? Mi Dios, yo siento combatir muchas veces
incluso con tu Templo, y tu mano y tu voz,
este Ángel sublevado, esta Carne, este Mundo.
Mas Templo y voz y mano serán navío y auxilio
y oreja donde al fin se perderá este encanto,
se agotará este esfuerzo, se romperá esta Onda.
Traducciones
del francés: Jesús David Curbelo
Tomado de:
Ja! que veo muy poco pensar en esta ceste muerta
Ja! que veo muy pocos piensan en esta muerte muerta
¡Y si todos ven los peligros de la guerra!
Tantost sobre el mar, tantost sobre la tierra,
Pero cansado! en su olvido todos se duermen.
Desde el mar, esperamos reaparecer en el puerto,
En la Tierra, a los atemorizantes cuyo enemigo está
aterrizando:
De todos modos, todos piensan en vivir, y este
recipiente de vidrio
Se cree una roca muy sólida y fuerte.
Veo estos gusanos bastir en sus llanuras
Las montañas de sus diseños, incluidos los picos
humanos.
Casi parecen coincidir con sus corazones ambiciosos.
Gigantes, ¿dónde empujan estos hermosos montones de
polvo?
¿Los apilas? Los verás disolverse:
¿Vienen de la Tierra? Caerán del cielo.
Los vientos retumbaron en el aire, las nubes más oscuras
Los vientos retumbaban en el aire, las nubes más
oscuras.
Robamos el día revoltoso,
Los abismos del infierno fueron empujados al cielo,
El mar crecía en montañas y el mundo de las
tormentas;
Cuando veo un pájaro saliendo de nuestras costas
Vuela en medio de estas olas iracundas,
Los fetos recogidos de él anidan allí
Y de repente alegra esas furias espumosas.
El amor me hizo tanto, y como un Alcyon
El otro dia alojado en mi pasion
Y llenó mi alma infeliz de felicidad.
Después del problema, finalmente, me dio paz:
Pero la calma del mar es solo una vez al año.
Y el de mi alma estará allí para siempre.
Mortales, que los mortales te quitaron la vida
Mortales, que mortales te quitaron la vida,
La vida sigue muriendo en la tumba del cuerpo,
Tú que acumulas tus tesoros, tesoros
De aquellos cuya muerte fue violada por la muerte:
Tú, que ves su muerte muerta, seguiste,
No tengas casas sino las casas de los muertos,
Y sin embargo, no sientas remordimiento por la
muerte,
¿Cómo sucede que se olvidan los recuerdos?
¿Está tu vida adorando su dulzura?
Odio a los pensadores de la muerte los horrores,
¿Y no puede envidiar una envidia contraria?
Mortales, todos acusan, y disculpo el error
Permítanos forjar en su olvido. Muerte olvidada
Eres un monstruo recuerdo de una vida eterna.
¿Para quién tanto trabajo? ¿para usted? cuyo aliento
¿Para quién tanto trabajo? ¿para usted? cuyo aliento
Panty en el cofre y arrastra su languidez?
Sus diseños están lejos del final de su vigor.
Y estás muy cerca del final de tu dolor.
Todavía te concedo un cierto agarre,
¿Quién es corto de tiempo el rigor incierto;
Si finalmente va a perder esta fruta y esta labor:
La montaña se golpea con más frecuencia que la
llanura.
Estos cetros envidian, estos Tresors debatidos,
Magnífico campo del campo de tus orgullosas virtudes,
El avaro y la envidia son avaros.
¿Pero por qué esta preocupación? pero ¿por qué es
esfuerzo?
¿Sabes que este es el tren de la vida?
El vuelo de la vida y la carrera hacia la muerte.
Tomado de:
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