jueves, 26 de enero de 2023

POEMAS DE GERRIT KOMRIJ

 



[I]

Europa es una palabra, como cada palabra

Ahuyentada, humillada. Por el horizonte

Todavía resuenan vagos acordes finales.

Nadie los oye. Ya de nada alma o fuente:

 

Pobre niño mimado, a gritos, demasiado alabado

Con fétido aliento, perseguido

Por charlatanes, acariciado con látigos.

Sólo gente de feria conocía tu nombre.

 

Te esfumaste en el ruido. Sin pésame.

Tras los montes, muy lejos, allí donde yo habito,

Nadie había que te conociera. Aquí huele

A madera y se habla susurrando.

 

 

        [II]

 

Sólo unas palabras frente al fuego.

No aspiran a la eternidad ni divagan

Sobre algo tan alto y fantasmal como la cultura.

Se mata el tiempo con cuentos ancestrales.

 

El arte no crea la forma, sino las formas el arte.

Noblemente se oye traído por el viento,

Gesto y ritmo - las palabras son un favor -

Surgir de nuevo lo oído tantas veces.

 

Nada perece donde todo se origina de nuevo.

Las palabras vuelan posadas brevemente

En la red de mariposa que un delicado niño

Liberara al instante. También quiere él vivir.

 

 

 

   [III]

Las palabras volaron aún más lejos, a las ciudades.

Crearon forma, cultura y nos amasaron

A golpes, conscientes del pasado.

Hicieron alma del polvo y oro del bronce.

 

Convertidas en flechas errantes para profeta,

Contratos para prestamistas. Jaculatorias

Para pecadores con miedo. Fútiles las palabras

Se usaron, como calderilla, trilladas.

 

El sol brilló en la ciudad. Sonó una risa.

Cantó un pájaro. Conversábamos.

Algo bonito sobre el amor. Nadie veía

Los puños de acero, en la verja los cascos.

 

 

 

     [IV]

Cascotes de vidrio en la valla. Alambrera.

Bombas de fuego. Sólo la cultura

Es capaz de cultivar bárbaros.

"Las palabras ya no son lo que fueron".

 

Las hemos adornado de tanta retórica

Y dotamos su ser de tanto peso,

Nos han aplastado. Ningún canto de cisne

Se nos ha concedido: Tan sólo queda un eco.

 

El eco de un idioma que inocente

Iba de boca en boca. La parada final paraíso.

Sólo un instante y él también habrá muerto.

Ni réquiem. Ni ojos para ver la guadaña.

 

 

 

     [V]

Aún bailamos, aunque el Arca se ha hundido.

Fingimos tras un montón de tramoyas

Un Jardín de Edén y confundimos

Un nudo Gordiano con débiles enredos.

 

A veces brillaba algo genial, algún talento

En mitad del sombrío clamor callejero,

Pero nadie lo cuida o reconoce.

Se corre una atrevida carrera sin camino.

 

Donde ciudades y cultura son tumores

En una gran hidrocéfala cabeza, sólo capaz

De un banal estribillo - como éste - los oídos

Todavía por alcanzar. Sueño y noticias, todo es uno.

 

 

 

     [VI]

O viejo o nuevo - es diversión.

Escombros. Sílabas. Sin permanencia.

Nosotros, cadáveres, conocemos su fetidez.

Me piden que prosiga tras sus huellas.

 

Los señores de política. Incansables.

Es la llamada a un espíritu

Exterminado por su propia lengua.

Cultivaron la cultura como a su estirpe.

 

Ni ojos, ni corazón, ni tiempo de arco iris.

Les faltaban manos para estrangular.

Desconfiad sobre todo de su falsa compasión

Cuando se disfrazan de cirujanos.

 

 

 

     [VI]

Demasiado tarde, aquel papel. Camino por Ámsterdam.

En esta apocalíptica agitación ciudadana

Corre la sangre de la oveja inmolada,

Llamada cultura. No hay bálsamo que cure tal herida.

 

Aquí, en el corazón de los canales, gemían por la noche

Las almas. Inquisición. Sobibor.

¿Quién las responde? ¿Qué será de ellas?

Nunca grita ese coro infinito hasta estar ronco.

 

No hay palabras para calmarlas.

Gritan altísimo. El sol sale otra vez.

Trinos. Y ve cómo navegan los barcos de recreo.

Madre convida solícita a regaliz salado.

Tomado de:

https://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/Revista/ultimas_ediciones/71_72/komrij.html

 

 

Nada, solo escoria, solo fondo.

 

Ambos vivíamos en una vieja mansión.

Sin suelo ni techo. Sin paredes.

¿Y qué? Los palacios significaban poco para nosotros.

Era una granja medio derrumbada.

 

Siempre tuvimos grandes conversaciones.

Nada importante. Política, tiempo.

¿El amor? Muy bien, ¡estuvimos allí para eso!

Chip de café, un pasatiempo.

 

Bebimos poesía de una jarra.

Sin cristales. Una taza en mal estado.

¿Contenido? Nada, solo escoria, solo fondo.

Era poesía pobre.

 

(traducción de Fernando Venâncio,

Gerrit Komrij, Contrabando: uma antología poética

Traducción del holandés por Fernando Venâncio, Assírio & Alvim)

Tomado de:

http://revistamododeusar.blogspot.com/2012/07/gerrit-komrij-1944-2012.html

 

 

Máscaras

 

El hombre con la máscara jugando

Hasta que llegó el momento en que su rostro

Compartió una sola vida con ella:

De niño, la historia me incomodaba.

Me negaba a aceptarla. Cuando creciera,

iba a demostrar que había Era otra forma:

Que cada máscara, sin dolor ni riesgo,

Como una capucha, pudiera quitarse.

Hice de ello un credo firme durante mucho tiempo.

Oculté confiadamente mi naturaleza.

Extinguido el resplandor del juego que jugaba,

¿Tendría la pureza original?

Hoy soy viejo, solo para admitir:

La historia es real. La máscara se aferró.

Es como acostumbrarse al infierno.

Como si mirar una tumba vacía lo fuera “.

Tomado de:

http://www.blogclubedeleitores.com/2012/07/gerrit-komrij-descoberta-postuma.html

 

 

PANDORA

Cálmate - se acabó y se acabó,

tu cuerpo está envuelto en negro -

De los montones de basura pronto habrá comenzado

a salir humo - solo trata de contenerte.

 

Sabes (pero para esto no sabes nada)

Tu mano hace esta escritura - y lo que

está escrito mira hacia atrás sin escalofrío

ni calor. Una olla hermética al vacío.

 

Nada te sirve, la honestidad

o la farsa. En su interior nada miente.

Admite esta parodia irritante:

soy poeta, fantaseo.

 

 

CORTOCIRCUITO

La busco por todas partes. Los bailarines son

tan claramente visibles en su altar verde.

Aún fuera de la vista de la chica, sin embargo, desde la plaza.

Escucho fuertes gemidos. Date la vuelta para encontrar una señal.

 

El brillo negruzco del agua. Y allí veo

a Mi madre en la piscina, con los ojos sin ver.

Un brazo extendido. El lodo está humeante.

ella se hunde Succionado siempre hacia abajo es su ser.

 

Un polo de hielo en el agua hirviendo. - Eso

no es lo que Nathan me había prometido, por supuesto.

Los glaciares humean, todos tiritan por el sudor. -

Me atrae hacia ella con fuerza magnética.

 

 

PESADILLA

Desnúdenme de la poesía y

seré un cartero nada más

Un contador que ha perdido la cuenta

Un hombre sin varita mágica

 

Desnúdenme de mis máscaras y

soy un ministro de cuello almidonado

Un trabalenguas quisquilloso

Con una tumba de mármol cerca mano

 

Un chapucero que corre a lo largo de

La puesta de sol su última parada

Todo el amor de la humanidad es juzgado como incorrecto

Y los chapuceros son todos para la chuleta

 

 

MADRE

 

Mi madre a veces cobró vida

Se le concedió el don de la elocuencia -

Ella farfullaba a toda marcha -

Un pasado continuo hecho de palabrería -

 

Pero la mayor parte del tiempo decía no.

Me recuerda la mayor parte de un pilar

inalcanzable, acerado en todas partes.

Besarla no sería un thriller.

 

Bastante senil. Ella se rió.

'Dios mío, qué bien te han alimentado'

'Qué tiempos tuvimos una vez, hoy no'

'¿Y cuándo te irás?' - y luego muerto.

Tomado de:

https://www.poemhunter.com/gerrit-komrij/

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