EL GRANADO DE LA VENTANA ESTE DE LA VECINA
Bajo la ventana este de la dama Lu,
hay un granado sin par en toda la tierra.
El coral reflejado por el agua esmeralda
dista de poder igualar su belleza.
Con la brisa, su fragancia se esparce,
y de noche reposan en él preciosas aves.
Desearía convertirme en una de sus ramas,
que se mecen y rozan el vestido de la dama.
Y, si ella no me prestara atención,
alcanzaría la cabeza hacia su puerta dorada.
SENTADO, SOLO, EN LA MONTAÑA DE JINGTING
Los pájaros han tornado a sus nidos en bandadas.
Perezosa, la última nube se aleja.
La montaña es mi única compañera.
Ni al uno ni al otro nos cansa mirarnos.
CONTEMPLANDO LA CASCADA DE LA MONTAÑA LU SHAN
El sol enciende el Incensario,
que exhala un vapor violáceo.
Lejos una cascada
cuelga de la montaña.
En un vertiginoso vuelo
rueda mil pies hacia abajo.
¿Estará la Vía Láctea cayendo
de lo más alto del cielo?
Traducción: Guojian Chen
Tomado de:
https://multiversos.com.ar/otros-poetas/li-po-era-tan-bella-como-una-flor
AMARRE NOCTURNO
Una cala en el río del Oeste.
El cielo azul aún. Ni el jirón de una nube.
La cubierta inundada por la luna.
Los tiempos de antes: Hsieh, gran general.
Yo le hubiera leído este poema.
Otro leyó, no míos. Hoy es sombra entre sombras.
Filo de luz: el alba. Leve viento: zarpamos.
Silenciosas Caín las hojas de los arces.
* * * * *
BEBIENDO SOLO A LA LUZ DE LA LUNA
Si el Cielo no tuviera amor por el vino,
no habría una Estrella del Vino en el cielo.
Si la Tierra no tuviera amor por el vino,
no habría una ciudad llamada Fuentes de Vino.
Como el Cielo y la Tierra aman el vino,
puedo amar el vino sin avergonzar al Cielo.
Dicen que el vino claro es un santo,
el vino espeso sigue el camino (Tao) del sabio.
He bebido profundamente de santo y de sabio,
¿qué necesidad entonces de estudiar los espíritus y los
inmortales?
Con tres copas penetro el Gran Tao,
tomo todo un jarro, y el mundo y yo somos uno.
Tales cosas como las que he soñado en vino,
nunca les serán contadas a los sobrios.
* * * * *
BEBIENDO SOLO A LA LUZ DE LA LUNA (otra versión)
Entre las flores, un tazón de vino
bebo solo, ningún amigo está cerca.
Levanto mi Copa, invito a la Luna
y a mi sombra, y ahora somos tres.
Mas la Luna nada sabe de bebidas
y mi sombra se limita a imitarme,
pero así y todo, Luna y sombra serán mi compañía.
La primavera es época propicia para el goce.
Canto y la Luna prolonga su presencia,
bailo y mi sombra se enreda.
Mientras me mantengo sobrio, somos alegres juntos,
cuando me embriago, cada uno marcha por su lado
jurando encontrarnos en el Río de Plata de los Cielos.
Versión de Luis Enrique Délano
* * * * *
CANCIÓN PARA NAVEGAR
Un barco de sándalo y remos de magnolia,
en ambas puntas se sientan "flautas de jade y pífanos
de oro".
Bellas cantantes, incontables cascos de vino dulce,
oh, déjenme seguir las olas, dondequiera que me lleven.
Soy como el inmortal que se fue montado en la grulla
amarilla,
sin meta vagabundeo siguiendo a las gaviotas blancas.
Las canciones de Chu-ping aún brillan como el sol y la
luna.
De los palacios y torres de los reyes de Ch'u no quedan
rastros en las
montañas.
Con un solo golpe de mi pincel sacudo las cinco montañas,
El poema terminado, río, mi deleite es más vasto que el
océano.
Si la fama y las riquezas pudieran durar para siempre,
El río Han fluiría hacia el Noroeste volviendo a su fuente.
* * * * *
LA MONTAÑA TONG
Arreo la alegría de la montaña Tong,
mil años, no tengo pensamientos de irme.
Continúo danzando, hago olas con mis mangas,
barren por completo la Montaña de los Cinco Pinos.
* * * * *
PENSAMIENTOS NOCTURNOS
Delante de la cama, la luz de la Luna brillante,
creí que era escarcha sobre la tierra.
Levanté la cabeza, vi la Luna brillante,
bajé la cabeza, y pensé en el hogar lejano.
Tomado de:
MIRANDO ALEJARSE A MEN HO-JAN HACIA YANGCHOW, DESDE LA TORRE DE LA GRULLA AMARILLA
En la Torre de la Grulla Amarilla, en el Oeste,
mi viejo amigo dice adiós.
Entre la bruma y las flores de primavera
desciende hacia Yangchow.
Vela solitaria, sombra distante,
se desvanece en el vacío azul.
Sólo veo el gran río fluyendo
en el horizonte lejano.
EL SAPO ATACA A LA LUNA DE YAO-TAI
El sapo ataca a la luna de Yao-Tai
y se la traga.
El disco brillante se extingue en el seno del firmamento,
las tinieblas se engullen el alma de oro.
El arcoiris atraviesa las constelaciones de Sen-Wei,
el sol naciente opaca la luz matinal.
Las nubes flotantes separan a los dos astros,
todo es incierto como en un sueño.
Aislado, aislado el palacio de Tchang Men:
antes inspiraba a nuestros antepasados, ¡ahora no existe
ya!
El laurel roído por los insectos florece, pero no trae
frutos,
el cielo duplica su desgracia cubriéndolo de escarcha.
Me entristece. Suspiro en la larga noche solitaria
y las lágrimas humedecen mi ropa.
Tomado de:
https://licricardososa.wordpress.com/2011/09/17/li-bai-li-po-poemas/
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