jueves, 10 de octubre de 2024

POEMAS DE MARIANO PEYROU


ATRÁS

 

Cómo volaban esta tarde los pájaros, gritaban

volando en círculos por encima del pueblo,

desde las terrazas los mirábamos, desde las flores, sin

hablar. ¿Qué voz compite

con mil graznidos, noria invisible infernal?

Mi vida se resume en los cuatro objetos que hay

sobre esa

mesa; ocurre sin embargo que no me interesa el

resumen sino

la versión íntegra salvo que se me ofrezca una

corregida y aumentada pero no es el caso.

Mirar atrás,

aprovechar estos y otros azares para mirar atrás,

porque es la única dirección en la que se ve algo

digno de contarse.

 

 

CUESTIÓN DE DECIDIR

 

Misteriosa todavía

aún no sé de qué hablo ni por lo tanto su género pero

la a es mi letra favorita

el uno es mi número predilecto pero

solamente casi siempre.

Solo me interesa una parte

del cuerpo dije

te hacen falta al menos dos me contestó

me refiero al corazón añadí risueño

yo al corazón y al pie declaró vencedora.

Misteriosa la conversación laberinto

misteriosa la duda

también

el dos es mi número predilecto.

El mar es mi agua preferida junto con la lágrima la

nieve

el vaso junto a la cama.

 

 

LOS RECUERDOS

 

Los brillos empañados cada vez más abajo,

una voz que no dice nada en distintos idiomas,

algunos de los que no viajan conmigo tienen miedo

(yo sigo teniendo once y patino por El Retiro seguro

y verde),

otros se entretienen jugando a la indiferencia.

Pronto estaremos solos.

Alguna de esas luces fue mi casa.

 

 

ES CULPA DE LA PUERTA

 

Es culpa de la puerta que está cerrada

nada que ver contigo buscando en el

bolsillo izquierdo con la mano derecha

buscando la llave o el timbre en el

bolsillo izquierdo.

 

 

NI LOS AÑOS

 

Ni los años

ni los kilómetros

ni la colección de placeres;

solo una adecuada combinación

de maldad y sentimientos autocompasivos

permite apreciar la belleza

de las cosas que caen.

Tomado de:

https://www.zendalibros.com/5-poemas-de-el-mar-hospital-es-el-mar-aeropuerto-de-mariano-peyrou/

 

 

UNA MONEDA PARA LOS MÚSICOS

 

Que levanten la mano los que estén a favor

de no viajar nunca a ningún lado. Aquí

huele a hierba recién cortada y el clima

cambia con rapidez. Si uno se queda en casa

con suficiente insistencia, la escalera

puede llegar al extranjero, por no mencionar

que estoy oyendo hablar en alemán ni

las exposiciones itinerantes. Han vaciado el

lago, todo es diferente excepto el lago, que

sigue siendo una enorme extensión homogénea

pero de tierra. Cambia el paisaje. Las estatuas son

diferentes, los árboles, la gente, y sobre todo

las barcas. Ya deberías ponerte la camisa.

 

 

CHICAS DE PELO CORTO

 

Se oyó una voz que pedía agua.

Era yo. Era una de esas noches

completamente orientales. Un amigo

preguntó, angustiado, si había algún

guionista en la sala.

 

Esa será mi consigna para momentos de crisis.

 

Todos comenzamos a interpretar,

aprovechando las últimas vacaciones.

Mientras tanto, no lejos de ahí

entrenaba el equipo femenino.

 

Y vuelta a empezar. ¿Qué más

hace falta para hablar del peso?

Entonces se levantan los objetos alados,

las moléculas, todo está hecho

de contrastes como si fuéramos románticos.

 

No era tan difícil. Salió a la primera.

Creo que tú me ponías nerviosa.

 

 

HE TRATADO DE SER LEVE

 

Subo y abro la puerta, estoy

muy inspirado. Aquí

falta algo. Es mediodía,

no tengo ganas de seguir

con el recuento. Los marineros,

los antiguos cazadores, una bizca

preciosa que escapó en el último

escalón, todos sabían manipular

sus barajas. He tratado

de suavizar mis tendencias naturales.

Un animal infalible espera que suene el disparo.

En lo más alto, comienza la carrera.

 

 

EL PLACER

 

Para poder dormirse, intenta recordar

todas las veces que estuvo en París.

Cuando olvida alguna, muere un animal

doméstico, o se seca

una planta en la terraza.

 

Ahora necesito viento, diría

si dominara el francés o cualquier lengua

moderna, para no pensar, para al menos

mantenerme en pie hasta el próximo

capítulo. Si me contaras otra mentira...

 

No importaba nada que se hicieran novios

y se ahogaran en el río,

pero me recomendó por escrito

que me concentrara en el libro y dejara

de mirar a la lectora de enfrente,

que se acariciaba el pelo como si se fuera a ahogar.

 

 

LA ESCUELA DE VENUS

 

Todo empezó con la visita de un hombre

que contaba anécdotas de tortugas y tiburones,

de islas tan distintas de las que yo

conozco. En la embajada se estaban

poniendo nerviosos. El futuro tira

con tanta fuerza como el pasado

y no es menor su carga de melancolía,

lo entenderás durante el próximo eclipse.

Pronto oiremos la última

llamada para los pasajeros.

 

¿Y entonces qué harás, si no

puedes seguir mirando desde el fondo

de la fiesta, protegida

por el ritmo y las luces de una celebración

no sentida, entre gente que te conoce

pero no sabe o no puede corresponder

a tus deseos, mientras las otras

van saliendo, siempre en orden?

Tomado de:

https://www.babab.com/no23/peyrou5.php

 

 

 

LOS ESPACIOS CERRADOS

Tendrás que ejercitar los ojos

recogiendo las nubes que te envío,

la limpia altura de las chimeneas

que diseminaban olor a azúcar

por toda la ciudad, las imágenes

que arrastra la corriente subterránea.

 

Ahora sí que empuja el viento,

viene entre las estatuas para agitar

emociones antiguas que aún no tienen

nombre, para golpear las puertas

de los espacios cerrados donde la culpa

circula con fluidez, donde vibran

las mentiras y el pasado

se sueña diferente.

 

Está nevando mucho,

todo es blanco fuera de mí.

 

 

TEORÍA

Ése es el juego maravilloso: que

parezca un símbolo, haz que nos arrastre

con la estrategia de un símbolo.

El judo era así, también

la seducción: aprovechar la fuerza, el movimiento

del otro, sus ganas de soñar, sus

carencias, su proyección de imágenes-misterio

en una pantalla que se desplaza siempre

hacia los actos. Manejamos sólo unos

recipientes opacos donde no hay más

que cierta capacidad para el juego,

y eso no es poco. El texto

no es simbólico, lo que es simbólico

es el lector.

 

 

Adoro la teoría porque tengo miedo

de lesionarme.

 

La práctica es para los perros,

que pueden acoplarse a la vista

de todos. Dales un pelotazo

a esos perros.

 

La práctica es posible. La teoría

es utópica o al menos delirante,

y la adoro por eso.

 

Sufrí mucho saltando por las piedras ásperas

de la costa con una novia rubia

y robada de la mano. Escupía

la espuma sobre aquellas rocas abrasadas

por la erosión y uno se imaginaba la piel de

las ingles ensangrentada y la sal

de las curaciones y el ardor y a una

madre llorando y toda la ilusión y la energía

invertidas en ese cuerpo, en ese

recuerdo hinchado y espantoso.

 

Tomado de:

https://www.isliada.org/poetas/mariano-peyrou/

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