viernes, 31 de julio de 2015
Poemas de Herta Müller
1
am kleinen Strand da kamen wieder die feinen Mitglieder zusammen der Hauptvorsteher der Fremgeher und dessen sogenante Tante der langnasige Schlafgestörte der angsthasige Taxifahrer der unerhörter Pelzprobierer der weissbeschuhte Flötenspieler der ausgeruhte Rheumadoktor der Zoovertreter und etwas später zwei Soldaten die jeden Montag Urlaub harren als man sie beim Essen zählte fehlte einer die su klein gekaufte Hose lag dort auf der Bank ihr Herr war ein Verandaschreiner kann sein dass er ertrank 1 en la pequeña playa allí venían de nuevo los finos socios juntos el director general el putero y su supuesta tita, el narigón de mal sueño el taxista liebre-miedoso el inaudito probador de pieles el flautista de zapatos blancos el descansado doctor de reuma el representante del zoo y algo más tarde dos soldados que cada lunes tenían permiso cuando se les contaba en el comedor faltaba uno el pantalón comprado demasiado pequeño estaba allí sobre el banco su dueño era un carpintero de veranda puede ser que se ahogara
2 der eine Nachbar starb zweimal im Bett im Januar am selben Tag sogar in diesem und in nächsten Jahr der andere sass mit seinem Schachbrett vorm Haus zog die Quastenmütze und die Zelt gross raus lachte verwirrt damit das Wetter besser wird ich wiederum hielt eh nicht viel schier weniger als ihr von mir So derart jung zog nur den Vorhang an und lief durchs Fenster zur Beerdigung zum Begleitmusik musste ich weinen dem einen Kantor tropfte meine Nase auf den Shuh bis es ihm zu wider war da riss er eins der Grablieder aus seinem Notenbuch gab es mir als Taschentuch und sagte wenns trocken ist krieg ich es wieder ist das klar 2 uno de los vecinos murió dos veces en la cama en enero el mismo día incluso en este y en el siguiente año el otro estaba sentado con su tablero de ajedrez delante de la casa se quitó la gorra de borla y el tiempo grande fuera rió desconcertado para que la atmósfera se pusiera mejor yo por mi parte no me preocupé mucho casi menos que vosotros de mí así de joven sólo tiró de la cortina y corrió a través de la ventana al entierro como música de acompañamiento tuve que llorar al sochantre goteó mi nariz en el zapato hasta que le pareció demasiado y entonces desgarró uno de sus cantos fúnebres de su cuaderno musical me lo dio como pañuelo y dijo cuando se seque me lo quedo de nuevo está claro?
3 Mutter wurde eine Nessel Vater wurde eine Pappel stattdessen sagte einer mir beim Abendessen alle Liebe wird uns mal zur Klette weiss ich was er wurde und wie ich mich verpacke aber ich wäre gern der Schaum am Lippenstück der Klarinette das dämmerige Geld der Diebe oder das magere Gebell der Hunde gegen das Rippenmuster einer Jacke 3 Madre se convirtió en una ortiga Padre se convirtió en un álamo en lugar de esto me dijo uno durante la cena todo amor se nos convierte en lampazo yo sé en lo que él se convirtió y cómo yo me empaqueto pero me gustaría ser la espuma en la boquilla del clarinete el penumbroso dinero de los ladrones o el flaco ladrido de los perros contra la marca de las costillas de una chaqueta.
4 zur Mittagsstunde kam dieser Kunde mit dem schweren holzkahlen Kopf setzte sich locker vorn auf den Hocker und sagte Herrn Klenk er solle ihn scheren er wolle die volle Rechnung bezahlen und dann zu einer Hochzeit Fahren Herr Klenk sagte wir sind uns im Klaren begann hinter de Mann mit zehn krummen Fingern durchs Leere zu fahren und mit dem Mund wie ein Werkzeug zu brummen 4 A mediodía llegó este cliente con la pesada cabeza de madera pelada se sentó relajado delante en el taburete y dijo al señor Klenk que le cortara el pelo él iba a pagar toda la cuenta y después iría en coche a una boda el señor Klenk dijo estamos de acuerdo detrás del hombre comenzó con diez encorvados dedos a viajar a través de lo vacío y con la boca a zumbar como una herramienta
5 die Esche kenn ich die den Tagrand und die gehtasche die zwei räder hat kenne ich auch im runde Blick das Bleibquadrat wenn niemand schaut dann tauschen wir Hals über Kopf die Haut 5 Conozco el fresno ese el borde del día y la cesta con dos ruedas conozco también en mirada redonda el cuadrado de residencia cuando nadie mira entonces cambiamos atolondrada mente la piel
6 und nichts gerät im Alphabet der Angst so hundeköpfig plump und gleichzeitig eidechsig zart wie die Gegenwart 6 Y nada acaba en el alfabeto de la angustia tan cabezacaninamente pesado y a la vez lagartijamente delicado como el presente
I
La ciudad del puerto tiene la barriga de agua espumosa
el cielo de carne de sandía el camino rural
para el apartadero una garita de señales y ninguna vía paralela
una boca llena de viento una joroba maíz
apretado muy espetado verde
le pregunté por qué precisamente tú
tienes que marcharte con esas gaviotas de tiza y le miré
de lado mientras hacía las maletas
II
Entonces vino un hombre con un diente
de oro me preguntó qué es un
paralelogramo entonces dije yo pues no
lo sé entonces dijo no importa madame
conozco a dos que lo llevan como baratija
consigo pero también como plantilla del calzado en
días especialmente fríos entonces dije yo si
así lo dice conozco también a uno
personalmente
al otro
de oídas
eso me alcanza ya
bien ordenadamente
para este malestar
jueves, 30 de julio de 2015
Poemas de Óscar Hahn
666 reencarnación de los carniceros
Y vi que los carniceros al tercer día,
al tercer día de la tercera noche,
comenzaban a florecer en los cementerios
como brumosos lirios o como líquenes.
Y vi que los carniceros al tercer día,
llenos de tordos que eran ellos mismos,
volaban persiguiéndose, persiguiéndose,
constelados de azufres fosforescentes.
Y vi que los carniceros al tercer día,
rojos como una sangre avergonzada,
jugaban con siete dados hechos de fuego,
pétreos como los dientes del silencio.
Y vi que los perdedores al tercer día,
se reencarnaban en toros, cerdos o carneros
y vegetaban como animales en la tierra
para ser carne de las carnicerías.
Y vi que los carniceros al tercer día,
se están matando entre ellos perpetuamente.
Tened cuidado, señores los carniceros,
con los terceros días de las terceras noches.
A mi bella enemiga
No seas vanidosa amor mío
porque para serte franco
tu belleza no es del otro mundo
Pero tampocoo es de éste.
Anotaciones en el diario de Rimbaud
I. África, 1880 - 1891
He llegado hasta aquí navegando por el Mar Rojo
después de darle muerte al indeseable
Tenía 20 años y era una de las vírgenes locas
Adén es el cráter de un volcán apagado
sin una brizna de pasto sin una gota de agua
No hay nada que ver o tocar excepto lava y ceniza
Monté en mi caballo y atravesé las arenas de Somalia
Ahora me encuentro en Harar la ciudad prohibida
Le llevé rifles y municiones al rey de Soa
pero no me pagó lo convenido el muy cabrón
Me han brotado várices en la pierna
Me duelen mucho y no me dejan dormir
Mientras me afeitaba frente al espejo
vi que el indeseable estaba detrás de mí
con el pelo teñido y las cejas depiladas
Me di vuelta de golpe pero no había nadie
En el desierto los espejismos se burlan de nosotros
Yo me burlo de los espejismos
Me dicen que la pierna se ha gangrenado
que tengo mucha fiebre que debo salir de aquí
Los nativos hicieron una litera de lona
y me cargaron los 300 kilómetros
que separan las montañas de Harar y el puerto de Zeila
II. Hospital de Marsella 1891
Vuelvo a mi país después de 16 años de ausencia
Parezco un esqueleto y la gente se asusta de mí
Las mujeres cuidan a los feroces inválidos
que retornan de lugares tórridos
Hoy me amputaron la pierna derecha
La vida es un horror interminable
No sé para qué nos empeñamos en seguir viviendo
El Esposo Infernal se me apareció en un sueño
Tenía un rosario entre los dedos
Tres horas más tarde Dios fue negado
y sus 98 heridas empezaron a sangrar
He tratado de caminar con muletas
pero no he podido avanzar ni un centímetro
Yo que atravesé montañas y desiertos
ríos y mares ciudades y reinos
y a quien llamaban el suelas de viento
Los curas no quieren darme la comunión
Temen que me atragante con la carne de Cristo
Desde mi cama vi la silueta del indeseable
Venía caminando con la pierna que me cortaron
y traía un barco de papel en la mano
Tú estás muerto le dije furioso
Y él dijo: "Yo estoy vivo el muerto eres tú
Pondrás el barco de papel en ese charco de agua
y llegarás a donde nunca has llegado"
VISIÓN DE HIROSHIMA
Arrojó sobre la triple ciudad un proyectil
único, cargado con la potencia del universo.
Mamsala Purva
(Texto sánscrito milenario)
Ojo con el ojo numeroso de la bomba
que se desata bajo el hongo vivo.
Con el fulgor del hombre no vidente, ojo y ojo.
Los ancianos huían decapitados por el fuego,
encallaban los ángeles en cuernos sulfúricos
decapitados por el fuego,
se varaban las vírgenes de aureola radioactiva
decapitadas por el fuego.
Todos los niños emigraban decapitados por el cielo.
No el ojo manco, no la piel tullida, no sangre
sobre la calle derretida vimos:
los amantes sorprendidos en la cópula,
petrificados por el magnesium del infierno,
los amantes inmóviles en la vía pública,
y la mujer de Lot
convertida en columna de uranio.
El hospital caliente se va por los desagües,
se va por las letrinas tu corazón helado,
se van a gatas por debajo de las camas,
se van a gatas verdes e incendiadas
que maúllan cenizas.
La vibración de las aguas hace blanquear al cuervo
y ya que no puedes olvidar esa piel adherida a los muros
porque derrumbamiento beberás, leche en escombros.
Vimos cúpulas fosforecer, los ríos
anaranjados pastar, los puentes preñados
parir en medio del silencio.
El color estridente desgarraba
el corazón de sus propios objetos:
el rojo sangre, el rosado leucemia,
el lacre llaga, enloquecidos por la fisión.
El aceite nos arrancaba los dedos de los pies,
las sillas golpeaban las ventanas
flotando en marejadas de ojos,
los edificios licuados se veían chorrear
por troncos de árboles sin cabeza,
y entre las vías lácteas y las cáscaras,
soles o cerdos luminosos
chapotear en las charcas celestes.
Por los peldaños radioactivos suben los pasos,
suben los peces quebrados por el aire fúnebre.
¿Y qué haremos con tanta ceniza?
Aerolito
La velocidad del amor rompe la barrera de lo real
y el mundo estalla en astillas de fuego
sin la menor consideración para los despiertos (p. 9)
Paisaje ocular
Si tus miradas
salen a vagar por las noches
las mariposas negras huyen despavoridasTales son los terrores
que tu belleza disemina en sus alas (p. 17)
Cuerpo de todas mis sombras
Árbol de todos mis soles
sol de todas mis sangres
sangre de todas mis heridas
herida de todas mis muertes (p. 35)
miércoles, 29 de julio de 2015
Poemas de Leopoldo María Panero
A CLAUDIO RODRÍGUEZ...
A Claudio Rodríguez, recordando el día en que, con un
cigarrillo temblándole en los labios, me dijo, en el Drugstore
de Fuencarral, «a esta gente hay que ganarla».
cigarrillo temblándole en los labios, me dijo, en el Drugstore
de Fuencarral, «a esta gente hay que ganarla».
el terror en mis ojos muertos.
Aun cuando con mano blanca y nula
hice de silencio tus orines
y la nieve cae aún sobre mi cuerpo
pese a ello se impone un silencio aún más hondo
a los clavos que habían horadado mi cráneo:
aun cuando sean huesos quizá lo que no tiembla
aun cuando el musgo concluye mi pecho¹
el terror remueve las cuencas vacías.
Leopoldo María Panero
BLANCANIEVES SE DESPIDE DE LOS SIETE ENANOS
Prometo escribiros, pañuelos que se pierden en el horizonte, risas que palidecen, rostros que caen sin peso sobre la hierba húmeda, donde las arañas tejen ahora sus azules telas. En la casa del bosque crujen, de noche, las viejas maderas, el viento agita raídos cortinajes, entra sólo la luna a través de las grietas. Los espejos silenciosos, ahora, qué grotescos, envenenados peines, manzanas, maleficios, qué olor a cerrado, ahora, qué grotescos. Os echaré de menos, nunca os olvidaré. Pañuelos que se pierden en el horizonte. A lo lejos se oyen golpes secos, uno tras otro los árboles se derrumban. Está en venta el jardín de los cerezos.
ÉRASE UNA VEZ
Cuentan que la Bella Durmientenunca despertó de su sueño.
Leopoldo María Panero
DEDICATORIA
Más allá de dondeaún se esconde la vida, queda
un reino, queda cultivar
como un rey su agonía,
hacer florecer como un reino
la sucia flor de la agonía:
yo que todo lo prostituí, aún puedo
prostituir mi muerte y hacer
de mi cadáver el último poema.
Leopoldo María PaneroLeopoldo María Panero
DIARIO DE UN SEDUCTOR
No es tu sexo lo que en tu sexo buscosino ensuciar tu alma:
desflorar
con todo el barro de la vida
lo que aún no ha vivido.
Leopoldo María Panero
EL CIRCO
Dos atletas saltan de un lado a otro de mi almalanzando gritos y bromeando acerca de la vida:
y no sé sus nombres. Y en mi alma vacía escucho siempre
cómo se balancean los trapecios. Dos
atletas saltan de un lado a otro de mi alma
contentos de que esté tan vacía.
Y oigo
oigo en el espacio sonidos
una y otra vez el chirriar de los trapecios
una y otra vez.
Una mujer sin rostro canta de pie sobre mi alma,
una mujer sin rostro sobre mi alma en el suelo,
mi alma, mi alma: y repito esa palabra
no sé si como un niño llamando a su madre a la luz,
en confusos sonidos y con llantos, o bien simplemente
para hacer ver que no tiene sentido.
Mi alma. Mi alma
es como tierra dura que pisotean sin verla
caballos y carrozas y pies, y seres
que no existen y de cuyos ojos
mana mi sangre hoy, ayer, mañana. Seres
sin cabeza cantarán sobre mi tumba
una canción incomprensible.
Y se repartirán los huesos de mi alma.
Mi alma. Mi
hermano muerto fuma un cigarrillo junto a mí.
Leopoldo María Panero
EL LOCO
He vivido entre los arrabales, pareciendoun mono, he vivido en la alcantarilla
transportando las heces,
he vivido dos años en el Pueblo de las Moscas
y aprendido a nutrirme de lo que suelto.
Fui una culebra deslizándose
por la ruina del hombre, gritando
aforismos en pie sobre los muertos,
atravesando mares de carne desconocida
con mis logaritmos.
Y sólo pude pensar que de niño me secuestraron para una alucinante batalla
y que mis padres me sedujeron para
ejecutar el sacrilegio, entre ancianos y muertos.
He enseñado a moverse a las larvas
sobre los cuerpos, y a las mujeres a oír
cómo cantan los árboles al crepúsculo, y lloran.
Y los hombres manchaban mi cara con cieno, al hablar,
y decían con los ojos «fuera de la vida», o bien «no hay nada que pueda
ser menos todavía que tu alma», o bien «cómo te llamas»
y «qué oscuro es tu nombre».
He vivido los blancos de la vida,
sus equivocaciones, sus olvidos, su
torpeza incesante y recuerdo su
misterio brutal, y el tentáculo
suyo acariciarme el vientre y las nalgas y los pies
frenéticos de huida.
He vivido su tentación, y he vivido el pecado
del que nadie cabe nunca nos absuelva.
Leopoldo María Panero
GLOSA A UN EPITAFIO
(carta al padre)
And fish to catch regeneration.
Samuel Butler, Pescador de muertos.
unidos por la muerte: torturados aún por
fantasmas que dejamos con torpeza
arañarnos el cuerpo y luchar por los despojos
del sudario, pero ambos muertos, y seguros
de nuestra muerte; dejando al espectro proseguir en vano
con el turbio negocio de los datos: mudo,
el cuerpo, ese impostor en el retrato, y los dos siguiendo
ese otro juego del alma que ya a nada responde,
que lucha con su sombra en el espejo-solos,
caídos frente a él y viendo
detrás del cristal la vida como lluvia, tras del cristal asombrados
por los demás, por aquellos Vous etes combien? que nos sobreviven
y dicen conocernos, y nos llaman
por nuestro nombre grotesco, ¡ah el sórdido, el
viscoso templo de lo humano!
Y sin embargo
solos los dos, y unidos por el frío
que apenas roza brillante envoltura
solos los dos en esta pausa
eterna del tiempo que nada sabe ni quiere, pero dura
como la piedra, solos los dos, y amándonos
sobre el lecho de la pausa, como se aman
los muertos
«amó», dijiste, autorizado por la muerte
porque sabías de ti como de una tercera persona
bebió dijiste, porque Dios estaba (Pound dixit)
en tu vaso de whiski
amo bebió, dijiste, pero ahora espera
¿espera? y en efecto la resurrección
desde un cristal inválido te avisa
que con armas nuestra muerte florece
para ti que sólo
sabías de la muerte. Aquí
¿debajo o por encima?
de esta piedra
tú que doraste la sobrenatural dureza y el
dolor sobrenatural de los edificios desnudos
¿en qué perspectiva
—dime— acoger la muerte?
en la mesa de disección
tú que danzaste
enloquecido en la plaza desierta
tropezando
hiriéndote las manos en el trapecio del silencio
en pie contra las hojas muertas que
se adherían a tu cuerpo, y contra la hiedra que tapaba
obsesivamente tu boca hinchada de borracho,
danzas, danzaste
sin espacio, caído, pero
no quiero errar en la mitología
de ese nombre del padre que a todos nos falta,
porque somos tan sólo hermanos de una invasión de lo imposible
y tus pasos repiten el eco de los míos en un largo
corredor donde
retrocedo infatigable, sin
jamás moverme
¡ah los hermanos, los hermanos invisibles que florecen,
en el Terror! ¡Ah los hermanos, los hermanos que se defienden
inútilmente de la luz del mundo con las manos,
que se guardan del mundo por el Miedo, y cultivan en la sombra
de su huerto nefasto la amenaza de lo eterno, en
el ruin mundo de los vivos! ¡Ah los hermanos,
Y el ave,
el ave que vuela sobre el mundo en llamas, diciendo solo
a los mortales que se agitan debajo, diciendo
solo: ABISMO, ABISMO!
Abismo, sí, tibia guarida
de nuestro amor de hermanos, padre.
¡Pero tan solos!
¡Tan solos! Fantasmas que hace visible la hiedra
—como hiedramerlín como niñadecabezacortada como
mujermurciélago la niña que ya es árbol—
crecen hojas
en la foto, y un florecer te arranca
de los labios caníbales de nuestra madre Muerte, madre
de nuestro rezo
florecen los muertos florecen
unidos acaso por el sudor helado
muerto de muchas cabezas hambrientas de los vivos
te esperamos ave, ave nacida
de la cabeza que explotó al crepúsculo
ave dibujada en la piedra y llena
de lo posible de la dulzura, de su sabor
ajeno que es más que la vida, de su crueldad
que es más que la vida
¡ira
de la piedra, ira que a la realidad insulta,
que apalea
a la cabaña torpe de la mentira con verbos
que no son, resplandecen, ira
suprema de lo mudo!
(te esperamos
en la delgada orilla de lo que cae, en el prado
nocturno que atraviesan lentos
los elefantes
percibís el frío
la
conspiración de las algas,
gelatina, escamas, mano
que sobresale de la tumba
manos que surgen de la tierra como tallos
surcos arados por la muerte,
cabezas de ahorcados que echan flor:
decapitados que dialogan
a la luz decreciente de las velas,
¡oh quién nos traerá la rima
la música, el sonido que rompa la campana
de la asfixia, y el cristal borroso
de lo posible, la música del beso!
De ese beso, final, padre, en que desaparezcan
de un soplo nuestras sombras, para
asidos de ese metro imposible y feroz, quedarnos
a salvo de los hombres para siempre,
solos yo y tú, mi amada,
aquí, bajo esta piedra.
Leopoldo María Panero
HIMNO A SATÁN
Sólo la nieve sabela grandeza del lobo
la grandeza de Satán
vencedor de la piedra desnuda
de la piedra desnuda que amenaza al hombre
y que invoca en vano a Satán
señor del verso, de ese agujero
en la página
por donde la realidad
cae como agua muerta.
Leopoldo María Panero
martes, 28 de julio de 2015
Francisca Josefa del Castillo y Guevara
Poema Afecto 45 (i)
de María F. Josefa del Castillo -
en el corazón de la criatura
y en las agonías del Huerto.
I
El habla delicada
del Amante que estimo,
miel y leche destila
entre rosas y lirios.
del Amante que estimo,
miel y leche destila
entre rosas y lirios.
Su meliflua palabra
corta como rocío,
y con ella florece
el corazón marchito.
corta como rocío,
y con ella florece
el corazón marchito.
Tan suave se introduce
su delicado silbo,
que duda el corazón
si es el corazón mismo.
su delicado silbo,
que duda el corazón
si es el corazón mismo.
Tan eficaz persuade,
que, cual fuego encendido,
derrite como cera
los montes y los riscos.
que, cual fuego encendido,
derrite como cera
los montes y los riscos.
Tan fuerte y tan sonoro
es su aliento divino,
que resucita muertos
y despierta dormidos
.
Tan dulce y tan suave
se percibe al oído
que alegra de los huesos
aun lo más escondido.
es su aliento divino,
que resucita muertos
y despierta dormidos
.
Tan dulce y tan suave
se percibe al oído
que alegra de los huesos
Afecto 46
Deliquios del divino amor en el corazón de la criatura, y en las agonías del huerto
El habla delicada
Del amante que estimo,
Miel y leche destila
Entre rosas y lirios.
Su melíflua palabra
Corta como rocío,
Y con ella florece
El corazón marchito.
Tan suave se introduce
Su delicado silbo,
Que duda el corazón,
Si es el corazón mismo.
Tan eficaz persuade,
Que cual fuego encendido
Derrite como cera
Los montes y los riscos.
Tan fuerte y tan sonoro
Es su aliento divino,
Que resucita muertos,
Y despierta dormidos.
Tan dulce y tan suave
Se percibe al oído,
Que alegra de los huesos
Aun lo más escondido.
Al monte de la mirra
He de hacer mi camino,
Con tan ligeros pasos,
Que iguale al cervatillo.
Mas, ¡ay! Dios, que mi amado
Al huerto ha descendido,
Y como árbol de mirra
Suda el licor más primo.
De bálsamo es mi amado,
Apretado racimo
De las viñas de Engadi,
El amor le ha cogido.
De su cabeza el pelo,
Aunque ella es oro fino,
Difusamente baja
De penas a un abismo.
El rigor de la noche
Le da el color sombrío,
Y gotas de su hielo
Le llenan de rocío.
¿Quién pudo hacer, ¡ay! Cielo,
Temer a mi querido?
Que huye el aliento y queda
En un mortal deliquio.
Rojas las azucenas
De sus labios divinos,
Mirra amarga destilan
En su color marchitos.
Húye, aquilo, ven austro,
Sópla en el huerto mío,
las eras de la flores
las eras de la flores
Den su olor escogido.
Sópla más favorable,
Amado ventecillo,
Den su olor las aromas,
Las rosas y los lirios.
Mas ay! que si sus luces
De fuego y llamas hizo,
Hará dejar su aliento
El corazón herido.
lunes, 27 de julio de 2015
Avelina Lésper: PRIMERA BIENAL DEL PAISAJE.
Avelina Lésper: PRIMERA BIENAL DEL PAISAJE.: Hernain Bravo, video instalación La experiencia que el artista tiene con el paisaje: la contemplación, observación, reinterpretación y...
Poemas de Salomón de La Selva
Carta
Ya me curé de la literatura.
Estas cosas no hay cómo contarlas.
Estoy piojoso y eso es lo de menos.
De nada sirven las palabras.
Está haciendo frío
por unas razones muy sencillas
que no recuerdo ahora.
Tal vez porque es invierno.
Unos libros forrados
que hallarás en mi casa
explican con lucidez indiscutible
la razón de las temperaturas.
Cuando me escribas, dime
por qué hay calor y frío.
¡Fuera horroroso
morirme en la ignorancia!
Las luces Verey son
lo más bello del mundo.
La No Mans Land parece
un país encantado.
He visto mi propia sombra
alargarse al infinito.
Y me han brotado mil sombras
rápidas de los pies.
Y se han ido estirando
más veloces que un sueño;
y después han corrido
de nuevo a mis zapatos.
Todavía les tengo
más temor a las sombras que a las balas.
Aunque son un encanto
las luces: verdes, blancas,
azules, amarillas
Me he diluido en sombras
y me he ido corriendo
a más allá del mundo.
Me han parecido música
las luces. Me he sentido
el Prometeo de Scriabin.
Después me ha dado espanto.
Unos libros forrados
que hallarás en mi casa
explican con lucidez indiscutible
el por qué de los miedos.
Cuando me escribas, dime
cómo se es valiente.
¡Fuera horroroso
morirme en la ignorancia!
OBRAS EN VERSO
Seleccion de Poesia
Tropical Park Parque Tropical
The park in Leon is but a garden El parque de Leon no es mas que un jardin
Where grass and roses grow together; Donde la yerba y las rosas florecen a la vez;
It has no ordinance, and no warden, No tiene reglamento ni cuidador:
Except the weather. Solo el clima es su ley.
The paths are made of sand so fine Sus veredas son de arena tan fina
That they are always smooth and neat; Que siempre estan limpias y lisas;
Sunlight and moonlight make them shine, Y brillan a la luz de la luna
And so one's feet Y a la luz del sol.
Seem ever to tread on magic ground Y asi nos parece hollar siempre una tierra magica
That glistens and whispers curiously, Que cuchichea y reluce curiosamente;
For sand, when you tread it, has the sound La arena tiene el resonar del mar
Of the sea. bajo nuestras plantas.
Sometimes the band, of a warm night, A veces la banda hace musica
Makes music in the little park, de una noche tibia en el pequeno parque;
And lovers seek, beyond the bright Y las parejas buscan la oscuridad
Foot-paths, the dark. Fuera de las veredas luminosas.
You can almost tell what they do and say El muelle susurro de la arena
From the soft gossip of the sand, casi te cuenta lo que hacen y hablan:
What warm lips whisper, how glances play, Lo que murmuran calidos labios:
And hand seeks hand. Como se abrazan las miradas
y como la mano busca a la mano.
A song for Wall Street Una Canción para Wall Street
In Nicaragua, my Nicaragua En Nicaragua, mi Nicaragua
What can you buy for a penny there?-- Qué pueden comprar ustedes con un centavo?
A basketful of apricots, Una canasta llena de jocotes,
A water jug of earthenware Un cántaro de barro,
A rosary of coral beads, Un rosario de cuentas de coral,
And a priest’s prayer. Y la oración de un sacerdote.
And for two pennies? For two new pennies?-- Y por dos centavos, por dos nuevos centavos?
The strangest music ever Heard La mas extraña música nunca oída
All from the brittle little throat De la frágil y pequeña garganta
Of a clay bird, De un pajarito de arcilla,
And, for good measure, we will give you Y para colmar la medida les daremos
A patriot’s word. La palabra de un patriota.
And for a nickel? A bright white nickel?-- Y por cinco centavos, por cinco blancos y brillantes centavos?
It’s lots of land a man can buy, Un hombre puede comprar un pedazo de tierra,
A golden mine that’s long and deep, Una mina de oro grande y profunda,
A forest growing high, Un bosque que crece alto,
And a little house with a red roof Y una pequeña casa con un tejado rojo
And a river passing by. Y un rió que pasa cerca.
But for your dollar, your dirty dollar, Pero por vuestro dolar,
Your greenish leprosy, Vuestra verdosa lepra,
It’s only hatred you shall get Solo odio obtendréis
From all my folks and me; De toda mi gente y de mi.
So keep your dollar where it belongs Así es que guarda vuestro dolar en un sitio
And let us be! Y dejadnos estar!
Heridos
He visto a los heridos:
¡Qué horribles son los trapos manchados de sangre!
Y los hombres que se quejan mucho;
y los que se quejan poco;
y los que no han dejado de quejarse!
Y las bocas retorcidas de dolor;
y los dientes aferrados;
y aquel muchacho loco que se ha mordido la lengua
y la lleva de fuera, morada, como si lo hubieran ahorcado!
LA BALA
La bala que me hiera
sera bala con alma.
El alma de esa bala
sera como seria
la cancion de una rosa
si las flores cantaran,
o el olor de un topacio
si las piedras olieran,
o la piel de una musica
si nos fuese posible
tocar las canciones
desnudas con las manos.
Si me hiere el cerebro
me dirá: Yo buscaba
sondear tu pensamiento.
Y si me hiere el pecho
me dirá: Yo quería
decirte que te quiero!
sera bala con alma.
El alma de esa bala
sera como seria
la cancion de una rosa
si las flores cantaran,
o el olor de un topacio
si las piedras olieran,
o la piel de una musica
si nos fuese posible
tocar las canciones
desnudas con las manos.
Si me hiere el cerebro
me dirá: Yo buscaba
sondear tu pensamiento.
Y si me hiere el pecho
me dirá: Yo quería
decirte que te quiero!
Este era zapatero,
éste hacía barriles,
y aquél servía de mozo
en un hotel de puerto...
Todos han dicho lo que eran
antes de ser soldados;
¿y yo? ¿Yo qué sería
que ya no lo recuerdo?
¿Poeta? ¡No! Decirlo
me daría vergüenza.
Todos enmascarados,
iguales a demonios,
vimos llegar rodar la amarillenta nube larga…
Nada perturba el majestuoso avance de la nube.
Envolvió las defensas de alambre
y nos envolvió a todos
y se echó en la trinchera, dragón de humo,
entre un clamor de gongos y campanas
y de timbres eléctricos.
Batiendo con abanicos faraónicos
desalojamos al huésped mortal:
Fue trabajo de horas:
Allá irá, a las trincheras de segunda fila,
suavemente arrollado por el viento.
Echados en el lodo
hay muchos vomitando los pulmones.
Relinchan, presa de los estertores de la muerte.
[El soldado desconocido 44]
El gas que he respirado
me dejó casi ciego,
pero olía a fruta de mi tierra,
unas veces a piña y otras veces a mango,
y hasta a guineos de los que sirven para hacer vinagre...
[El soldado desconocido 49]
El cañoneo se oye como debajo de la tierra.
Lo que sentimos es religiosidad bárbara,
y lo que he visto sentir a las bestias
cuando retumba el suelo en Nicaragua:
Necesidad de mugir mirando al cielo
y de volver y revolver los ojos
[El soldado desconocido 29-30]
Antes eran pocas;
y comían raíces,
y era fácil librar de ellas los viñedos.
Pero ahora
que se han multiplicado
y comen carne humana,
serán, cuando se acabe la guerra,
lo que domine a Europa.
¡Para que nos coman las ratas
dejamos los oficios pacíficos:
para darle Europa a las ratas!
[El soldado desconocido 101]
Yo quiero algo diferente.
Algo hecho de este alambre de púas;
algo que no pueda tocar un cualquiera,
que haga sangrar los dedos,
que dé un son como el son que hacen las balas
cuando inspirado el enemigo
quiere romper nuestro alambrado
a fuerza de tiros.
Aunque la gente diga que no es música,
las estrellas en sus danzas acatarán el nuevo ritmo.
[El soldado desconocido 41]
¡Estas pobres mujeres preguntonas!
Un hijo, un hermano, el amante,
son razón suficiente para interminables preguntas.
Yo no sé si decirles:
- “¡Pues ya lo creo! lo conozco muy bien.
Y está en lo rosadito de la vida:
completamente lejos de peligro...”
O si espetarles esto:
- “Yo no conozco a nadie.
Ni a mí mismo.
¡Nos mataron a todos
y el diablo nos ha robado el cuerpo
para llevarlas a ustedes al infierno!”
[El soldado desconocido 85]
Mi compañero ha muerto.
La confusión en el asalto
nos separó un momento.
¡un momento, y ahora es para siempre!
Quiero estar solo,
escondido de todas las miradas
para decir mi queja.
[El soldado desconocido 61]
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