jueves, 23 de julio de 2015

Poemas de Vladimir Holan

Al alba

Sí, es el alba... Ropa sucia
sobre el cuerpo lavado de una hermosa...
Tocar, ah, sólo tocar,
¡mas de la nada ni tan siquiera el sueño!
También tú, allá abajo, te esfuerzas en vano de alto en alto,
pues quien se ha sumido en la poesía
ya nunca se saldrá.

Versión de Clara Janés




Antes de nochevieja


¿Qué traerá el viento esta noche?
¿La lluvia, la nieve o una carta?
¿Una carta de quién? ¿Una carta buena o mala?
Todo, hasta el mismo silencio
tiene algo que callar.
Pero todo, hasta lo inexpresable,
acabarán por decirlo los celos.

Versión de Clara Janés




Aunque...


Aunque siempre te escapas, amor mío,
eres mi presente perpetuo, ¡oh, sí!
Igual que el salto del agua:
aunque le abandona sin cesar siempre la misma agua,
él permanece siempre en el mismo sitio.

Versión de Clara Janés



La virgen


En aquella fiesta había tantas luces
que eran perfectas las tinieblas.
Y él estaba ahora allí.  Y no le molestaba que fuera precisamente él,
y que sus sentimientos le vinieran del vino, aunque sus pensamientos
vinieran de las uvas...
Hacia la mañana él la dejó y ella mira aún,
por el agujero de su vestido de fiesta,
el desnudo clavo del lunes...


Será


Sí, podría decirle
por qué tiene usted miedo cuando caen las hojas
en el bosquecillo o en la alameda.
Y podría decirle,
por qué se rió Hölderlin
cuando le sacudían ciruelas en la cabeza.
Pero antes de que se vuelva usted en pos del sonido
y antes de que se vuelva usted en pos del color,
será otra cosa y vendrá de otra parte…


Cuando llueve en domingo y tú estás solo...


Cuando llueve en domingo y tú estás solo,
completamente solo,
abierto a todo, pero no llega ni el ladrón
y no llama a la puerta ni el borracho ni el enemigo;
cuando llueve en domingo mientras tú estás abandonado
y no comprendes cómo vivir sin cuerpo
y cómo no vivir puesto que tienes cuerpo;
cuando llueve en domingo y, solo, no eres más que tú,
¡no esperes ni hablar contigo mismo!
Entonces el ángel es el único que sabe
lo que hay encima de él,
entonces el diablo es el único que sabe
lo que hay debajo de él.

El libro sostenido, el poema al caer...

Un día por la mañana


Un día por la mañana, al abrir la puerta,
encontraste en el umbral los zapatos de baile.
Era para besarlos y tú lo hiciste enseguida
y volviste a sentir alegría después de tantos años,
todas las lágrimas largo tiempo contenidas
ascendieron a tu risa.
Luego te reíste y desde el alma rompiste a cantar
con la tranquilidad de la juventud...
No preguntaste qué hermosa
dejó los zapatos en el umbral.
Nunca lo averiguaste
y, sin embargo, de aquel feliz momento
aún vives con frecuencia...


Ella


La belleza es de Dios. Pero la belleza seduce.
Desde el hombre en el paraíso hasta el forense ocupado
en una prostituta asesinada,
nos culpa de la soledad,
nos promete a la mujer como futuro, tal
como si concibiese una eternidad posterior incluso a Dios,
nos atormenta después con nuestro pavor -
y cuando estamos celosos sonríe maliciosamente
hasta allí donde la nostalgia nos transforma en el goce del mal...
 .
Comparada con la miseria -una certeza,
es demasiado vaga para hacer daño a los más...
¡Vista así, no observada!
.

Encuentro V


Detenido por una mujer a la puerta de una ciudad desconocida
le supliqué: dejáme pasar, entraré solo
para salir enseguida, y de nuevo entraré
para volver a salir tan solo 
porque temo a la oscuridad como cualquier hombre.
Y ella me dijo: "¡Pues yo he deajado allí
la luz encendida!"
.

De nuevo entonces


Aunque a veces ni mi amigo comprendía mis versos
(como hay seres que no pueden matar
aunque lo quisieran),
aunque me desesperaba, completamente abandonado
(como hay algunas estatuas que se atemorizaron
ante los pecados humanos, hasta el punto
de volverse de madera)
aunque no tenía más solución que el suicidio,
era siempre consciente de esto: ¡Convertirse en nada,
pero destruyéndolo todo, incluso esa misma nada!

Y entonces volví a amar de nuevo. 


NO ES


No es indiferente el lugar donde estamos.
Algunas estrellas se acercan entre sí peligrosamente.
También aquí abajo hay separaciones violentas de amantes
sólo para que el tiempo se acelere
con el latido de su corazón.
Las gentes sencillas son las únicas que no buscan la felicidad...



       

UBI NULLUS ORDO, SED PERPETUUS HORROR

Terrible es vivir puesto que hay que quedarse
en la aterradora realidad de estos años…
Sólo el suicida piensa que puede salir por puertas
que en la pared tan sólo están pintadas…
No hay la señal más tenua de que vaya a llegar el Paráclito…
Sangra en mí el corazón de la poesía…



GORRIÓN

El gorrión,  abandonando una ramita helada
la ha hecho oscilar un poco, de modo que ella contesta afirmativamente
con una negación a la ciega emotividad.
Un poco de nieve cae de esa ramita.
Pronto será un alud.


FRAGMENTO DE UNA NOCHE CON HAMLET.

Cuando confiadamente me refugio en mi infancia,
me pongo a cantar.
Cuando pienso en la corona de espinas de Cristo,
me hace callar el horror.
Cuando miro un arbusto y veo en él un nido de pájaros,
me pongo a escuchar.
Pero en cuanto reconozco al hombre
me echo a llorar otra vez…



Madre



¿Has visto alguna vez a tu vieja madre
en el momento en que te hace la cama,
extiende, estira, remete y acaricia la sábana,
para que no quede ni una sola molesta arruga?
Su respiración, el gesto de sus manos y sus palmas
son tan amorosas
que en el pasado sigue apagando el incendio de Persépolis
y en el presente aplacan ya alguna tempestad futura
en el mar de China o en otro hasta hoy desconocido...


Resurrección



¿Que después de esta vida tengamos que despertarnos un día aquí
al estruendo terrible de trompetas y clarines?
Perdona, Dios, pero me consuelo
pensando que el principio de nuestra resurrección,
la de todos los difuntos,
la anunciará el simple canto de un gallo...


Entonces nos quedaremos aún tendidos un momento...
La primera en levantarse
será mamá... La oiremos
encender silenciosamente el fuego,
poner silenciosamente el agua sobre el fogón
y coger con sigilo del armario el molinillo de café.
Estaremos de nuevo en casa.


Muerte

Traducción de Clara Janés




La arrojaste de ti hace muchos años
y cerraste el lugar e intentaste olvidarlo todo.
Sabías que no estaba en la música, de modo que cantabas,
sabías que no estaba en el silencio, de modo que callabas,
sabías que no estaba en la soledad, de modo que no estabas solo.
Pero, ¿qué puede haber sucedido hoy
para asustarte, como el que por la noche ve de pronto
un rayo de luz por debajo de la puerta de la habitación de al lado
donde no vive nadie desde hace muchos años?

Eres la única realidad que puede cambiar de nombre,
sin negar por ello nacimiento ni cuna... Y tal vez precisamente 
por ello no he podido compararte nunca con propiedad
a un cuadro, una flor, una llama o al viento. Y tal vez precisamente 
por ello siempre me han dado pena
tus hermosos sufridos pies descalzos,
sucios del polvo de las tablas. Y tal vez precisamente 
por ello eres para mí humana y terrenal y tu aliento, forzado
desde el vientre a los senos, que son agoreros
como dos tormentas en la noche de San Juan.
Tú actúas sin lagunas... Pero la música ruge y quiere beber
y se arrastra con el seductor crepúsculo de tus movimientos
al menos hasta tu sudor,
mientras yo, que no puedo mentir, sin merecerlo veo
que todos los lugares para besar están precisamente sólo en ti.
Pero tú te vas despojando de ellos para siempre
pues ya no necesitas nada, ni siquiera a ti misma...



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