jueves, 14 de abril de 2016

POEMAS DE RENÉ DEPESTRE


29 de agosto de 1926 Jacmel, Haití
HEGEL EN EL CARIBE
Papá Hegel es savia soberana
en el olmo de la filosofía:
sus germanas palabras de filósofo
aún viajan triunfales
en torno a los seres, a las aves
y a las cosas bellas de la vida,
mientras su faro sigue ciego
al naufragio de los Negros del mar Caribe.
¿Acaso por esto el mar
es un poeta trágico?
Papá Hegel se sabe de memoria
como su pupitre, la dialéctica
del ser y parecer en sociedad
de plantación: amo y esclavo
colono/indígena
santo cristiano/loa vudú
Hegel en el caribe
francés/criollo
blanco/negro/mulato
no obstante sus palabras forman sombras en torno
a los problemas de la máscara y la verdad.
¿Acaso por esto mi vida
no es escalera de cristal?
Papá Hegel tiene fuertes manos videntes
de carpintero para alumbra a giorno
leyes y secretos de la gran historia
de las humanidades, mas no tiene ojos de hermano
para las venas que corren, alocadas,
desoladas, por el bosque de la desdicha negra.
¿Acaso por esto, mi negra,
comemos y bailamos en la cocina
cuando es noche de fiesta en Occidente?
.

.

EL CAOS HAITIANO

Abierta está una desdicha-tigre
entre la vida y yo:¿puede uno
dominar el caos haitiano de sus días?
¿puede uno contener en sus venas de nómada
el flujo existencia de tiempos de soledad?
todo el ultramundo mundial de nocturna desolación
sigue ofreciendo brazos de mar que cruzar.
Un malestar no interrupto se enrosca sin fin
en adiós de ternura al folfo de Jacmel.
Uno no puede pasar su vida de poeta vencido
exiliado en los siete días de la semana.
Teniendo ante mí los años contados,
soy el caballo sudoroso de mis raíces.

Mitos esfumados 

Mis viajes de alegre nómada antillano
me condujeron hasta mi abismo natal:
amo su espacio y su tiempo marinos en duelo,
su vida hecha añicos sobre mi desierto.
Lejos de mi infancia maravillada en Jacmel
mis rebeldías de loa de la poesía
son en mis viejos días estrellas muertas.
La ternura de la leche ha dejado de subir
a los pechitos de las hadas de mi generación.
En un muelle expuesto a los tsunamis de la tarde
mi odisea cabe en un pañuelo remendado
que agita todo un país que se esfuma.
Aquí está, presa de la autodestrucción,
vive a temperatura de su suicidio,
en mi corazón todo su azul sin norte
en torno a mis ensueños de poeta en pedazos.
¡Ay, perdiz mía, siempre en rumbo fijo hacia
un ultrasufrimiento demente del sufrir!
¡Ay, dulce loa de la paz y las armonías,
concede a mi poema su última gira
en esta hora del naufragar donde el ocaso haitiano
enciende su quinqué en mi frente desolada.

Dejé de ser un "poeta negro"

en el puesto de observación en la puerta
de la 
casa 
* Americas
Salí de la casa nativa en dos ocasiones:
mis sueños en pedazos se colocan en un pañuelo.
Me miro en mis ojos ensancharse días un nuevo poeta del cielo en mí, me despido de todo lo que está muerto
en mi vida, me puse a muerte la fe y la esperanza que casi Fudge mi estilo de vida.
Ahora viajo las estrellas
palabras de Alexander 
Dumas. 
Mi viaje es un niño del perdón. 
Tener el mal Crucis mi caballo inocente lejos como un barco reformado de aventura en el océano.
Mi cabeza gris empujó
lo alto de las palabras
en plena forma
lo que hizo con lluvia o sol
el jardín de la joven 
Colette:
¡Viva el dios sorprendió una lengua francesa
También redonda en la carne y el sol que se curvan en la cama de la mujer en estado de poesía.
Larga vida a los pequeños mañanas maternas
Idioma francés ! Me hacen hermanos signos en la parte superior de muchas palabras criollas de Aimé 
Césaire! prosa vívida al Sr. 
André 
Gide! Tengo la garganta del amanecer fresco que las palabras frescas de francés-de-France noche fría me imagino tallada en la temporada para cubrir las islas 
Por supuesto subsahariana del siglo.
En la parte inferior de la cesta de la edad madura de exilio donde mi trabajo y mi vida - lejos del desierto cubana pipait la parte inferior de los dados de mi alma y la sangre -Aquí 
un hombre libre horizonte plagado de ríos y en los sueños de inundación, aquí son las palabras de arado para dar volumen a la iluminación bueno y fresco de los demás, en prosa 
y la poesía, aquí es el barco que se necesita para bajar el canto de los últimos rápidos 
siglo XX.

UNA CANCIÓN PARA AIMÉ CÉSAIRE

Último volcán ocurrió 
Césaire: cada poema que se levanta de las cenizas para dar alas al sueño del Caribe. 
Al norte de poetas, al sur de todas las palabras, 
Césaire tiene el peso de un sol de la mañana y se espera que su luz en el tumulto de una familia que nunca hojas de otoño.
Más libre que las estaciones crecientes que habita el aire caliente desde el cielo real de los hombres, en la parte posterior de la palabra 
Martinica, sin parar, que cruza el clima más frío del mundo. 
Entre la estrella y su muerte este fraterna tesoros en el horizonte de nuestros infortunios.
Gracias hermano por este lado solar en que, gracias por el pequeño caballo al galope orgulloso que encabezó las mareas carrera: 
Césaire tambores más gloriosos que nunca maestro del satélite a la que confiamos nuestro mejor fruta de pan de viaje. 
Yo canto 
Aimé
Césaire: Me río, bailo de alegría obstinadas hombre raíces y la justicia, yo canto la fuerza sorprendió el poeta transmite la savia de la parte superior de 
queso.

DIOS AMA CURVAS

Dejar reposar en un espacio onírico
el Dios que ama las curvas
en las colinas de la noche: hizo
buen tiempo de la tormenta
y los golpes de los riñones de hadas
proporcionar subtítulos
y las metáforas a mi pasión por la vida!


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