sábado, 22 de marzo de 2025

POEMAS DE ENRIQUE FALCÓN


68 

 

1 Tengo la altura de un perro.

 

2 Nací en los momentos de cada luz encendida.

 

3 Mis nombres me los dio el libro la bala y la guerrilla.

 

4 Yo tenía amigos.

 

5 Los matices se extinguirán con una voz suave, una voz que ayuda.

 

6 Mis ojos se pierden tras el humo de los tanques.

 

7 No sé si respiro.

 

8 Con sus clavículas de hojalata quitaban las algas de los caminos.

 

9 Los gatos extrajeron las agujas de su trampa policial.

 

10 Le succionaron el esófago y le arrancaron las camisas.

 

11 No hay ruido.

 

12 Soy la altura de un niño que vuelve locas a todas estas tumbas.

 

13 Otra vez nací muerto en los mataderos de la boca.

 

14 No sé si respiro.

 

15 Hablaban como bucles en el plomo.

 

16 Dijeron que tengo que plantar un árbol nuevo.

 

17 ¿Hablaste de cómo respiras?

 

18 Yo soy el colmo de un pueblo perseguido.

 

19 Naciendo a cada momento de una bala muerta.

 

20 Ensuciará los corrales, los cuchillos y los pozos ciegos.

 

21 Enterraron a los hombres en una manta fría.

 

22 Algunos arrestos te molestan.

 

23 Ruptura entre la sangre de las tardes tranquilas.

 

24 Quiero morder la bala.

 

25 Quiero levantar el mirto abierto.

 

26 Estas zonas ilegales.

 

27 Estas escorias.

 

28 No sé si respiro.

 

29 Pondré todas las hojas en las escuelas y en los fusiles.

 

30 Cuando ya me había convertido.

 

31 Lleno de estúpidos estacionamientos y cuarteles.

 

32 Toda lengua castiga a las bocas.

 

33 Él me ofrece refugio y estanques en flor.

 

34 Debe abrir todas las ventanas.

 

35 Te conseguiré una barricada de pájaros y una estampida.

 

36 A los voluntarios que salieron por la noche.

 

37 Por último, hay un último peligro en los portales.

 

38 Soy el primer hombre que te ha visto.

 

39 El alboroto de las lenguas en las masacres públicas se extendió.

 

40 Tengo todas las canciones advertidas.

 

41 Nací de las conchas que arrojaron tu cabello.

 

42 A los sucios epitafios de la zona prohibida.

 

43 Tu cuello de lluvia se mantiene perfecto.

 

44 A tus ojos descrito en las cartas oficiales.

 

45 Estoy amargado como un niño tembloroso.

 

46 No sé si puedo respirar.

 

47 Un perro que se baja al agua se suicida.

 

48 Mis dedos están pelados por el nervio de la sangre.

 

49 Y sí, te he visto desde antes de nacer.

 

50 Golpeaste la clavícula en la profunda meseta de las paredes.

 

51 Que bebiste la muerte en el árbol del bosque.

 

52 Todo lo que no pude hacer contra el olivo.

 

53 0 para ti, —un rugido rugiente de Revolución.

 

54 En los dedos de su puño tembloroso.

 

55 Esperando otra soledad.

 

56 No sé si respiro-digo tierra, "comida".

 

57 Con mis labios recorro la historia infantil de los desposeídos.

 

58 Diminutivo como pretexto en blanco.

 

59 Quiero pasar por encima - de debajo de toda tu sed.

 

60 Quiero penetrar tu vena rota.

 

61 No sé si respiro.

 

62 Una altura de mujeres desplazadas.

 

63 Por los campos rojos de las revoluciones camino.

 

64 (Sólo las grietas que destruyen los caminos).

 

65 Sólo las cenizas, devastadas, toda marcha, boca de liquen,

—y nieve.

 

66 No sé si puedo respirar.

 

67 Como tú: loca y caliente,

 

68. Soy el primer hombre que dice hermano.

 

 

TODO USTED

 

Ser la mano y la protesta

que combate con pan la niebla con cuchillo.

Para transformar el amplio miedo que nos rodea

y que dice que no hay victoria

 

Ni en los perros del amo, ni en la caza de su hombre.

 

Porque nos van a mirar como hijos del tiempo.

 

altamente en su decidido grito fraternal

 

cuando está con la sombra su ascenso a la esperanza.

 

Porque la vida, a pesar de todo, importa y con ella resistimos,

 

para que puedas abrirme y escucharme:

 

Que estás invitado a ponerte de pie aquí.

 

Detrás del acantilado,

 

Limpiar urgentemente la esquina del maíz

 

Desde el fundamento de que eres todo tuyo.

Tomado de:

http://www.antoniomiranda.com.br/iberoamerica/espanha/enrique_falcon.html

 

 

PARADERO DESCONOCIDO

 

Recuerdo:

 

Un soldado asomado en su túnel.

Un pedazo de tierra más allá de las estacas.

El tiempo parándose en sus patas de alambre.

 

 

En el cuarto trasero

te dije el secreto y después su mentira:

 

lo que ambos amamos

será lo primero en caer cuando acabe la tormenta.

 

 

Recuerdo:

 

El paso lento y desastrado por tu boca.

La raíz de las estrellas sin apenas hacer ruido.

El hombre muerto esperándote en los cuartos de atrás.

 

 

PARA UNA CUESTIÓN DE ENSIMISMAMIENTO

 

 

Inevitable salir de las mutilaciones. Las que se posan en las sienes. Las que abrazan los niños. Las últimas en caer por los setos del jardín.

 

Inevitable dejar de temer lo que esta espera significa. Existen los disparos y un sinfín de hombres presos. Inevitable no creerlos desnudos por un tiempo más.

 

Está la tarde lenta y se ha puesto de parto. Dentro de unas horas: comenzar a mutilarme, bucear en los espejos.

 

Ponerme el uniforme.

 

 

ESPAÑA Y POESÍA, VIEJITA Y REGAÑADA

 

 

con la complicidad de Eladio Orta

 

 

 

En mi país cocido de lejos buenamente con las tripas afuera

los poetas comen jeringuillas con leche

carne de avestruz

brotan de las cuevas con un poco de saliva

se derraman por el campo como niños sin dientes.

 

En mi país cuchillo en las trenzas de los buenos empresarios

no hay huelgas generales:

los poetas las evitan con un trapo en la boca

brotan de las cuevas con temblores de piel

y lamen los cercados de los hombres ricos.

 

En mi país castigo en periferia de los barrios más bellos

se prohíben cosas que no sean de madera:

con blancos mondadientes se arrancan los colmillos

los poetas honestos de todo el país

brotan de las cuevas con los párpados mudos

para luego calmarse con trescientos espejos

los poetas honestos de todo el país.

 

Mi?

verdadero conflicto:

que me muerden mis versos,

que no tengo país.

 

 

 

Enrique Falcón. Aluvión. Ed. La oveja roja. 2017

Tomado de:

https://vocesdelextremopoesia.blogspot.com/2017/06/5-poemas-de-aluvion-antologia-poetica.html

 

 

CANCIÓN DEL LEVANTADO

De un profe - febrero 17, 2019

 

No adoptes nunca el nombre que te dé la policía

 

No acerques tu caricia a la piel del invasor

 

No comas de su trigo, no bebas más su leche

 

No dejes que tu alberca la vuelvan lodazal

 

 

 

No esperes casi nada de su magistratura

 

No reces en su lengua, no bailes con sus ropas

 

No pierdas nunca el agua que duerme a los guardianes

 

Ni alojes en su boca la sal de tu estupor

 

 

 

No guardes en el sótano más bombas incendiarias

 

No firmes con tu letra los presagios del poder

 

No tiendas más cadáveres en la comisaría

 

No esperes nunca nada de la voz del ataúd

 

 

 

No entregues tu camisa a ninguno de sus bancos

 

Ni viertas en tu vientre el pozal de una bandera

 

No lleves a tu amigo a los pies del impostor

 

 

 

No dejes que su lengua fructifique tras tu casa

 

 

 

No permitas a tus hijos,

 

nunca dejes a tus hijos

 

esconderse en su jardín.

Tomado de:

https://unpoemacadasemana.blogspot.com/2019/02/cancion-del-levantado.html

 

 

Falseando alternativas

                                  ¿La justicia no es anónima,

                                  nombre y dirección?

                                                            -Bert Brecht

 

                                        (para jorge riechmann)

 

 

Ocurre que al amor le sigue

un rubor de tierra tras tu patio.

 

Ocurre que existe la injusticia,

su sal en el aullido

sin más temblor que la esperanza.

 

Ocurren las dos cosas

en el mismo tiempo que ambos preguntamos.

 

Y est?por decidir

 

sobre qu?posar la lengua

el poema que viene.

 

(del libro: Codeína)

Tomado de:

https://www.poemas-del-alma.com/enrique-falcon-falseando-alternativas.htm

 

 

Hola de conquistas

 

                                                  a Diana Bellessi y Eliana Ortega

 

 

 

 

las mujeres enfermas que jugaron con burros

las que cavaron tumbas en las palmas de un trueno

las sólo voz dormidas en los centros solares

las hambrientas de todo

las preñadas con todo

las hijas del golpe y de los sueños mojados

las que fijan continentes que dejaron atrás

las niñas con pimienta en sus quince traiciones

las de pan-a-diez-céntimos sin cafetería

las del turno de visita con oficios de muerte

las madres eternas de los locutorios

las arrasadas, las caratapiadas, las comepromesas

las terribles solitas en las salas de baile

las clandestinadas pariendo futuros

las oficinistas que ahogaron sus príncipes

las acorraladas

las desamparadas, las sepultureras

las del polvo sobreimpuesto y el trago a deshora

las poquito conquistadas

las niñitas vestidas con mortajas azules

las que cosen el mundo por no reventarlo

las mujeres con uñas como mapas creciendo

las hembras cabello-de-lápida

          (todavía más grandes que su propio despojo)

las corresquinadas, las titiriteras,

las que tierra se trajeron atada a los bolsillos

las nunca regresadas

las nunca visibles

las del nunca es tarde

las del vis-a-vis sin un plazo de espera

las reinas en los parques y en los sumideros

 

todas ellas las mujeres que me llegan con todos sus cansancios,

todas, en sigilo: las amantes

 

y mis camaradas.

 

 

(del libro: Codeína)

Tomado de:

https://www.poemas-del-alma.com/enrique-falcon-hola-de-conquistas.htm

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