sábado, 15 de julio de 2017

POEMAS DE STEFAN ANTON GEORGE

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(12 de julio de 1868, Büdesheim, Alemania - 4 de diciembre de 1933, Minusio, Suiza)

Las palabras engañan


Las palabras engañan – huyen
sólo el canto se apodera del alma –
si sin embargo no te pierdo
sé mi falta y mi perdón.
Dejadme como al niño la sabiduría,
como al niño de los pueblos cantarines
de las salas a las que quiero entrar
de los titanes de las pródigas leyendas.
¡Mofaos de mi suave trabajo!
Pero primero debo admitir
que entre sueños te he visto
y desde el alma te llevo.




Desde el gluten púrpura habló la ira del cielo


Desde el gluten púrpura habló la ira del cielo:
mi vista es desviada de este pueblo…
¡Inválido es el espíritu y muerto el obrar!
Sólo hacia el reino sagrado
se huye en un trirreme de oro
Mi arpa suena y en el templo
el sacrificio se efectúa… y el camino aún se busca
calentando al pobre en dilatadas tardes
sólo sus zancadas me siguen con respeto –
y todo lo demás es noche y nada

  

La palabra

Maravilla de lejanía o sueño
traje al linde de mi tierra

y esperé a que la gris Norna
el nombre en su fuente hallara –

Ahí supe tomarla densa y poderosa
ahora florece y brilla por toda la región…

Una vez llegué tras próspero viaje
con delicada y fina joya

Miróme largamente y me anunció:
“Nada reposa aquí sobre el profundo fondo”

Entonces de mi mano escapó
y jamás mi tierra el tesoro recobró…

Así aprendí triste la renuncia:
nada sea donde la palabra falte.



Cada obra me lleva hacia la muerte


Cada obra me lleva hacia la muerte.
Casi me llamas con estas ideas,
nuevos discursos me enredan
deber y beneficio, otorgado y prohibido,

de todo surge este rojo
y llora, las imágenes que siempre huyen
y en bella lejanía prosperan –
cuando la fría claridad mañana amenace.




LLAMAS



¿Qué haces tú que con el más alto estrépito
a nosotros, siempre distantes extraños, nos apagas de un soplo?


Cuando apenas disponemos de un momento frente a la quietud de las llamas
una nueva boca nos empuja a los dientes de fuego.


El incendio ondulante teme a las desnudas barras,
las calientes llamaradas casi se hacen perlas.


Que nuestra fuerza en exuberante vegetación
se derrame sobre el metal y la tierra hacia una rápida muerte...


"Lo que a menudo y desde muy lejos os ha encontrado como aliento,
se nutre de los mismos y secretos elementos
que en vosotras arden" —dice el caballero de las antorchas—
"Y se consume con todas sus luces".


LA ALFOMBRA



Aquí conviven los hombres con los animales,
extraños a la alianza que desborda los límites,
las hoces azules ornan las blancas estrellas
y se dirigen hacia la fría danza.


La desnuda línea avanza asfixiante,
toda ella es confusa e incontrolable,
y nadie adivina el enigma de los cautivos...
Pues cualquier tarde los trabajos cobrarán vida.
La lluvia cae torrencialmente sobre las ramas muertas,
sobre el estrecho espacio de la línea y el círculo
y resbala libre del pincel senil.
El último desenlace le proporciona reflexiones.
Ella no concede nada: no está destinada a la mayoría.
Horas habituales: la promiscuidad no da recompensa.
Negará a la masa la palabra
y solo permitirá lo extraordinario en la imaginación.


ELLORA*



Peregrinos que alcanzáis la cumbre.
Con las ruinas de la inútil carga,
arrojáis las flores y las flautas.
¡Ruinas de consoladoras luces!
El tono y el color os matan,
separándoos de la luz y de la voz
en el umbral de Ellora.


Elevados sobre el pedestal a través de las sombras,
cansados de brillar desde el palacio a la sala,
los mudos ojos cual anillos de rubí
se hacen triste ópalo...
Sordas oraciones sobre la lápida
llaman al silencio y a la obscuridad
en las piedras de Ellora.


Separémonos. Alejémonos de buen grado,
que la locura en nosotros encuentre descanso.
Que callen los latidos de nuestro pecho
y se apague el bullir de nuestra fiebre.


Son duros y pétreos los peldaños del Altar,
frías, marfileñas, las columnas
en los templos de Ellora.


(*) Antigua ciudad del centro de la India, donde se encuentran los restos de 35
templos budistas, brahmánicos jainas.


PEREGRINACIONES



Vuestras antiguas imágenes duermen con los muertos.
Me falta el poder de reviviros.
Se me vedaron los verdaderos pastos;
ahora paladeo la suntuosidad plena de corrupción.

Herido por sonidos enervantes
contemplo el valle azul, cubierto de praderas.
Las garzas blancas y de color de rosa huyeron,
al lago cercano que reposa y destella como acero.

Ella avanzó majestuosa, como acompañando a los sonidos.
Su dedo se sostuvo y tensó
los cordones de seda de sus atavíos salvíficos
que de noche hiló con madejas de hierba.

¡Oh sabio juego, adivinar el través de esta envoltura!
En mis pensamientos seguíamos siendo dos,
antes de que ella, tras bejucos florecidos
se marchara lenta hacia el lago cercano.



Ihr alten bilder schlummert mit den toten.
Euch zu erwecken mangelt mir die macht.
Die wahren auen wurden mir verboten.
Nun kost ich an verderbnisvoller pracht.

Gretoffen von berauschenden gerüchten
Erblick ich in dem blauen wiesental
Die reiher weiss und rosafarben flüchten
Zum nahen see der schläft und glänzt wie sthal.

Da schritt sie wie im ebenmass der klänge.
Ihr hochgestreckter finger hielt und hob
Der bergenden gewänder seidenstränge
Die sie bei nacht aus weidenflocken wob.

O weises spiel durch diese hüllen ahnen!
In meinen sinnen blieben wir ein paar
Bevor sie hinter blumigen lianen
Zum nahen see hinabgeglitten war. 




***



HELIOGÁBALO

Wenn um der zinnen kupferglühe hauben…


Cuando alrededor de las cobrizas cúpulas de las azoteas
por todas las fachadas sólo el sol palpita
y el frescor alienta aún en cortes de basalto,
entonces las palomas aguardan a su emperador.

Él viste túnica de azul seda, 
sembrada de sardónices y zafiros,
guarnecida en su orla de cápsulas de plata,
mas en los brazos no lleva joya alguna.

Sonreía. Sus blancos dedos regalaban
granos de mijo de la dorada artesa,
cuando un lidio impávido surgió de las columnas
y a los pies de su señor humilló la frente.

Las palomas vuelan asustadas hacia el techo.
“Muero conforme, pues que mi rey tembló”.
Ancho puñal ya se hunde en su pecho.
Con verde zaguán juega la roja charca.

El emperador se retiró, con ademán de mofa…
Pero el mismo día ordenó, como recuerdo
que en la copa vespertina de vino
se grabase el nombre del esclavo.



Wenn um der zinnen kupferglühe hauben
Um alle giebel erst die sonne wallt
Und kühlung nocht in höfen von basalt
Dann warten auf den kaiser seine tauben.

Er trägt ein kleid aus blauer Serer-seide
Mit sarden und saffiren übersät
In silberhülsen säumend aufgenäht.
Doch an den armen hat er kein geschmeide.

Er lächelte. Sein weisser finger schenkte
Die hirsekörner aus dem goldnen trog.
Als leis ein Leyder aus den säulen bog.
Und an des herren fuss die stirne senkte.

Die tauben flattern ängstig nach dem dache
“Ich sterbe gern weil mein gebieter schrak”
Ein breiter dolch ihm schon im busen stak.
Mit grünem flure spielt die rote lache.

Der kaiser wich mit höhender gëbarde..
Worauf er doch am selben tag befahl
Dass in den abendlichen weinpokal
Des knechtes name eingegraben werde.





***


HIMNOS



Al satén azul, en la tienda de acampada
lo cobijan bandadas de aúreas luna y estrellas;
Sobre un pedestal se han dispuesto, en el extremo
los vasos de malaquita y alabastro.

Tres cadenas sostienen lámpara de cobre
que de nuestras frentes pálido fulgor vela.
Nos cubren los pliegues de un ancho manto
y ¡que no nos falte un haz de mirtos!

Pronto atendemos, de la bebida, la voz de oráculo
sobre tapices hilados con suave fibra.
El muchacho, atento a cada guiño
se inclina dignamente ante el gospodar…
Entreveo, como en mágica fuente
el tiempo remoto en que aún yo era rey.



Den blauen atlas in dem lagerzelt
Bedecken goldne mond- und sternenzüge.
Auf einen sockel sind am saum gestellt
Die malachit- und alabasterkrüge.

Drei ketten eine kupferampel halten
Die unsrer stirnen falben schein verhehlt.
Uns hüllen eines weiten burnus falten
Und – dass uns nicht ein myrtenbüschel fehlt!

Bald hören wir des tranks orakellaut
Auf teppichen aus weichem haar gesponnen.
Der knabe wohl mit jedem wink vertraut

Verbeugt sich würdig vor dem hospodar..
Mir dämmert wie in einem zauberbronnen
Die frühe zeit wo ich noch könig war.





***


O mutter meiner mutter und Erlauchte…


Oh, madre de mi madre, y excelentísima
¡cómo me turba la sucesión de tan severas palabras!
Tu reproche porque mi espíritu no te pertenece,
porque yo, descuidado, sin fruto lo disipé.

¿Recuerdas cuántas lanzas hendieron el aire
cuando yo en el Oriente luché por la corona,
y alabanza y reproche sonó para el temerario
que por entonces no había tomado aún la tierra?

No es debilidad lo que me aparta de vuestro trato;
he comprendido la locura de vuestro proceder.
¡Oh, déjame, ni afamado ni odiado,
libre de vagar por los caminos acotados!

y no busques alejar de mí al hermano
-¿aún en el sueño percibí tu mirada?-,
a quien encadenas ferviente a una absurda tarea,
revistiéndole con tus deseos de ropajes de esclavo.

Mira, soy frágil, como la flor del manzano
y manso como un cordero recental,
aunque yacen hierro, piedra y yesca
peligrosamente en el alma atormentada.

Desciendo por una escalera de mármol;
un cadáver decapitado en medio se agita;
allí rezuma la sangre de mi caro hermano:
yo sólo recojo, quedamente, la cola del manto púrpura.


O mutter meiner mutter und Erlauchte
Wie mich so ernster worte folge stört:
Dein tadel weil mein geist nicht dir gehört
Dass ich ihn achtlos ohne tat verhauchte.

Gedenkt es dir wie viele speere pfiffen
Als ich im Osten um die krone rang
Und lob und vorwurf dem Verwegnen klang
Der damals noch die erde nicht begriffen?

Nicht ohnmacht rät mir ab von eurem handeln.
Ich habe euren handels wahn erfasst.
O lass mich ungerühmt und ungehasst
Und frei in den bedingten bahnen wandeln.

Und wolle nicht den bruder mir entfremden
- Erkannt ich doch im schlaf dein augenmerk? –
Du fesselst eifrig ihn an blödes werk.
Dein zwang verkleidet ihn mit sklavenhemden.

Sieh ich bin zart wie eine apfelblüte
Und friedenfroher denn ein neues lamm.
Doch liegen eisen stein und feuerschwann
Gefährlich in erschüttertem gemüte.

Hernieder steig ich eine marmortreppe.
Ein leichnam ohne haupt inmitten ruht.
Dort sickert meines teuren bruders blut.
Ich raffe leise nur die purpurscheleppe.







EL SEÑOR DE LA ISLA



Cuentan los pescadores que en el Sur
sobre una isla espléndida en canela y en aceite,
y piedras preciosas que entre la arena rielan,
existió un pájaro que, posándose en la tierra
con su pico la copa de los altos árboles
podía deshojar, y cuando sus alas,
del color del jugo del caracol de Tiro,
había erguido en pesado y raso vuelo,
una obscura nube semejaba.
Si por el día en el bosque se ocultaba,
al anochecer regresaba a la orilla,
con la brisa fresca de algas y salitre
su dulce voz elevando tanto que los delfines,
amigos del canto, junto a la playa nadaban
en el mar henchido de doradas plumas y aúreos destellos.
Así había vivido, desde el primer comienzo
y sólo los náufragos le habían conocido.
Cuando un día las blancas velas
de los hombres, con propicio séquito
a la isla arribaron, la colina ascendió,
contemplando todos los queridos parajes,
extendió sus alas inmensas
y expiró entre gemidos apagados y dolientes.


Die fischer überliefern dass im süden
Auf einer insel reich an zimmt und öl
Und edlen steinen die dim sande glitzern
Ein vogel war der wenn am boden fussend
Mit seinem schnabel hoher stämme krone
Zerpflücken konnte. Wenn er seine flügel
Gefärbt wie mit dem saft der Tyrer-schnecke
Zu schwerem niedrem flug erhoben: habe
Er einer dunklen wolke gleichgesehn.
Des tages sei er im gehölz verschwunden.
Des abends aber an den strand gekommen.
Im kühlen windeshauch von salz und tang
Die süsse stimme hebend dass delfine
Die freunde des gesanges näher schwammen
In meer voll goldner federn goldner funken.
So habe er seit urbeginn gelebt.
Gescheiterte nur hätten ihn erblickt.
Denn als zum erstenmal die weisen segel
Der menschen sich mit günstigem geleit
Dem eiland zugedreht sei er zum hügel
Die ganza teure stätte zu beschaun gestiegen.
Verbreitet habe er die grossen schwingen
Verscheidend in gedämpften schmerzerslauten.



Tanto


sol suave cae en diagonal 
a través de su pared se reunieron 
en su pequeño jardín 
y su casa en GEHAG. 

Zumbido de las aves en el plan, 
arbustos tropicales: las varillas 
de tracción día gluten 
primera Wandrer la web. 

Llenar el cubo ahora Strack! 
Redes en los caminos de grava los 
arbustos y macizos de flores de la pradera 
Hang-ros y güldenlack! 

Y en la pared en los bancos 
embarcarse en el Eppich enredados! 
flores que se vierta en la alfombra! 
Ya sea fragante y fresco 

Ven al parque que dicen está muerto, y visión


Ven al parque dicen que está muerto, y ver 
El brillo de las playas sonrientes más allá, 
Las nubes de acero inoxidable con azul inesperado 
Difundir una luz en el camino abigarrado y el estanque. 
El gris tierno, el amarillo ardiente agarrar 
De abedul y de boj, maduro es la brisa. 
No totalmente las rosas tardías disminuyen, 
así que besa y recolecta y enrolla la cadena. 

La púrpura en los giros de la vid silvestre, 
El último de los asters que no se olvide, 
¿Y qué de verdor viviente aún persiste, 
Alrededor de la visión de otoño ligeramente twine. 

Acción de Gracias


El dürrt prado de verano de la llama de marca mayor. 
En un trébol de ruta orilla zertretnen 
Saw I umwirrt mi principal de lodos espesos 
en el río de la trübrot más tronando sombrío. 
Después de noches err, mañana es malo: 
Los jardines eran caros plumas sin brillo 
con árboles llenos schneees tóxicos intempestivas 
y tonos sin esperanza aumentaron la alondra. 

A medida que el paso por el país con suela de luz 
Y es de colores brillantes que maltest. 
Usted enseña la rama de alegría los frutos recogen 
y persiguiendo la sombra de .. en el rastrera oscura 
¿Quién sabía que cada vez que usted y su geleucht- silencio 
tomo I de gracias no esta corona: 
que se prueba radiante mi día más que sol 
y las noches que cualquier zona de estrella.

No pienses demasiado



No piense demasiado de lo que nadie sabe! 
Unhebbar las imágenes en directo significativa: 
El cisne salvaje que schossest al patio 
Estuviera sosteniendo corto ni con el ala zerbrochnem 
Advirtió - dijiste - a los seres distantes 
que relacionados que lo destruyó. 
Languideció sin gracias por su atención 
Y llegó sin rencor ... pero cuando su fin 
Conmutación que estar infringiendo ojo que lo ve 
Um hiciste en un nuevo círculo de las cosas 

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