Cuál es la risa leve cubierta de espuma...
Cuál es la risa leve cubierta de espuma
Que anuncia el amor
Cuál la túnica desvanecida que oculta
Los lentos puñales ciegos del amor
Cual el momento en el cual aparece indudable
Benévolo golpe de sangre sobre la arboleda
Y los trozos de un cuerpo en estado de putrefacción
Aún se hacen visibles sobre la muralla de mármol.
Del fuego viene y en él acaba toda música...
Del fuego viene y en él acaba toda música
No hay diferencia entre música en incendio.
Las columnas del sonido concluyen en llamas.
Borbotean en el fuego las músicas.
Un magma ardiente danza y se arrebata.
Descuartícenme al fuego de la música-
En rescoldos de música entiérrenme
La dulce y terrorífica música
retiempla aire y ánimo.
El mar en la ciudad
¿Es éste el mar que se arrastra por los campos,
Que rodea los muros y las torres,
Que levanta manos como olas
Para avistar de lejos su presa o su diosa?
¿Es éste el mar que tímida, amorosamente
Se pierde por callejas y plazuchas,
Que invade jardines y lame pies
Y labios de estatuas rotas, caídas?
No se oye otro rumor que el borboteo
Del agua deslizándose por sótanos
Y alcantarillas, llevando levemente
En peso hojas, pétalos, insectos.
¿Qué busca el mar en la ciudad desierta,
Abandonada aun por gatos y perros,
Acalladas todas sus fuentes,
Mudos los tenues campanarios?
La ronda inagotable prosigue,
El mar enarca el lomo y repite
Su canción, emisario de la vida
Devorando todo lo muerto y putrefacto.
El mar, el tierno mar, el mar de los orígenes,
Recomienza el trabajo viejo:
Limpiar los estragos del mundo,
Cubrirlo todo con una rosa dura y viva.
El sueño
Los gérmenes poéticos del sueño resultaron ser, no como
los pobres profesores, los mezquinos críticos realistas trataron de hacernos
creer, un nuevo paraíso inalcanzable, un espejismo, sino los gérmenes nocivos y
actuante, los útiles reactivos para corroer la infame realidad. El sueño no es
un refugio sino un arma.
Los malos instintos de libertad danzan su ronda
diabólica. ¡Fuera la conformidad, la resignación, la medianía!. En su esputo
negro ahóguense
los bellacos, los explotadores, los que aprovechan la
miseria de los más, y la maldita clerigalla, y el abominable espíritu
religioso, y los fantasmas cristianos, y los mitos del capital, y la familia
burguesa , y la patria infamante.
La libertad del hombre, es decir, el sueño acuñado en la
realidad, la poesía hablando por la boca de todos y realizándose, concreta y
palpable, en los actos de todos.
He dejado descansar tristemente mi cabeza...
He dejado descansar tristemente mi cabeza
En esta sombra que cae del ruido de tus pasos
Vuelta a la otra margen
Grandiosa como la noche para negarte
He dejado mis albas y los árboles arraigados en mi
garganta
He dejado hasta la estrella que corría entre mis huesos
He abandonado mi cuerpo
Como el naufragio abandona las barcas
O como la memoria al bajar las mareas
Algunos extraños sobre las playas
He abandonado mi cuerpo
Como un guante para dejar la mano libre
Si hay que estrechar la gozosa pulpa de una estrella
No me oyes más leve que las hojas
Porque me he librado de todas las ramas
Y ni el aire me encadena
Ni las aguas pueden contra mi sino
No me oyes venir más fuerte que la noche
Y las puertas que no resisten a mi soplo
Y las ciudades que callan para que nos aperciba
Y el bosque que sé abre como una mañana
Que quiere estrechar el mundo entre sus brazos
Bella ave que has de caer en el paraíso
Ya los telones han caído sobre tu huída
Ya mis brazos han cerrado las murallas
Y las ramas inclinado para impedirte el paso
Corza frágil teme la tierra
Teme el ruido de tus pasos sobre mi pecho
Ya los cercos están enlazados
Ya tu frente ha de caer bajo el peso de mi ansia
Ya tus ojos han de cerrarse sobre los míos
Y tu dulzura brotarte como cuernos nuevos
Y tu bondad extenderse como la sombra que me rodea
Mi cabeza he dejado rodar
Mi corazón he dejado caer
Ya nada me queda, pata estar más seguro de alcanzarte
Porque lleva prisa y tinieblas como la noche
La otra margen acaso no he de alcanzar,
Ya que no tengo manos que se cojan
De lo que está acordado para el perecimiento
Ni pies que pesen sobre tanto olvido
De huesos muertos y flores muertas
La otra margen acaso no he de alcanzar
Si ya hemos leído la última hoja
Y la música ha empezado a trenzar la luz en que has de
caer
Y los ríos te cierran el camino
Y las flores te llevan en mi voz
Rosa grande ya es hora de detenerte
El estío suena como un deshielo por los corazones
Y las alboradas tiemblan como los árboles al despertarse
Las salidas están guardadas
Rosa grande ¿no has de caer?
La mañana alza el río
La mañana alza el río la cabellera
después la niebla la noche
el cielo los ojos
me miran los ojos del cielo
despertar sin vértebras sin estructura
la piel está en su eternidad
se suaviza hasta perderse en la memoria
existía no existía
por el camino de los ojos por el camino del cielo
qué tierno el estío llora en su boca
llueve gozo beatitud
el mar acerca su amor
teme la rosa el pie la piel
el mar aleja su amor
el mar
cuántas barcas
las olas dicen amor
la niebla otra vez otra barca
los remos el amor no se mueve
sabe cerrar los ojos dormir el aire no los ojos
la ola alcanza los ojos
duermen junto al río la cabellera
sin peligro de naufragio en los ojos
calma tardanza el cielo
o los ojos
fuego fuego fuego fuego
en el cielo cielo fuego cielo
cómo rueda el silencio
por sobre el cielo el fuego el amor el silencio
qué suplicio baña la frente el silencio
detrás de la ausencia mirabas sin fuego
es ausencia noche
pero los ojos el fuego
caricia estás los ojos la boca
el fuego nace en los ojos
el amor nace en los ojos el cielo el fuego
el fuego el amor el silencio
Mundo mágico
Tengo que darles una noticia negra y definitiva
Todos ustedes se están muriendo
Los muertos la muerte de ojos blancos las muchachas de
ojos rojos
Volviéndose jóvenes las muchachas las madres todos mis
amorcitos
Yo escribía
Dije amorcitos
Digo que escribía una carta
Una carta una carta infame
Pero dije amorcitos
Estoy escribiendo una carta
Otra será escrita mañana
Mañana estarán ustedes muertos
La carta intacta la carta infame también está muerta
Escribo siempre y no olvidaré tus ojos rojos
Es todo lo que puedo prometer
Tus ojos inmóviles tus ojos rojos
Es todo lo que puedo prometer
Cuando fui a verte tenía un lápiz y escribí sobre tu
puerta
Esta es la casa de las mujeres que se están muriendo
Las mujeres de ojos inmóviles las muchachas de ojos
rojos
Mi lápiz era enano y escribía lo que yo quería
Mi lápiz enano mi querido lápiz de ojos blancos
Pero una vez lo llamé el peor lápiz que nunca tuve
No oyó lo que dije no se enteró
Sólo tenía ojos blancos
Luego besé sus ojos blancos y él se convirtió en ella
Y la desposé por sus ojos blancos y tuvimos muchos hijos
Mis hijos o sus hijos
Cada uno tiene un periódico para leer
Los periódicos de la muerte que están muertos
Sólo que ellos no saben leer
No tienen ojos ni rojos ni inmóviles ni blancos
Siempre estoy escribiendo y digo que todos ustedes se
están muriendo
Pero ella es el desasosiego y no tiene ojos rojos
Ojos rojos ojos inmóviles
Bah no la quiero
No es válida esta sombra...
No es válida esta sombra
despertad pequeños ríos:
cuando yo os llevaba en los brazos
y mirábais con ojos más puros
me he dado contra mi cuerpo
qué dura sombra
mi garra no te alcanza
en esta ausencia quien me ha mordido
llevo un sigl0 bajo la sombra
la noche crece y nadie creía que creciera tanto
nadie oye estos golpes pregunto fuera
tan hondo como la mina tan hondo como mi cuerpo
resuena tan fuerte el silencio
tan tristes estas lágrimas que no han de cruzarse nunca
me levantaba o es que caía más sombra
quien creyera que tanta noche encerraran tus ojos
me ha ahogado esa hondura negrura
recuerdo un hombre que daba sus pasos
miraba y había cosas
pero
cosas o eran cosas o eran
no recuerdo
un hombre miraba
si pudiera partir en dos este sueño
una parte para el dolor
otra para encontrar
aunque fuera una imagen difuminada borrada
de hombre que supiera algo más que dar unos pasos
que mirar algo que se aleja tanto de ser un árbol
como un pensamiento que regresa de ser un pensamiento
se despega una nada tras otra
crece una nada sobre nada
y había ríos que se iban en vueltas y derechas
y había árboles con algo más que ramas y algunas hojas
el sol no hacía en vano su camino
y tantas risas me dijeron que la luz también nace de
sonidos
entrechocados
pero como has vomitado ese mundo
y ahora si vas a la deriva o si no derivas
nada alcanzas y una sombra llama a otra
uno masca nada suena .
masca sombra con sombra da golpes
me habré perdido en mi cuerpo
acaso las tinieblas hablan de puntillas
y tú vas en su seno
toda la noche eran unos puntos inmensos
o eran ojos, o eran noches sin estrellas que me subían
apagaban las madrugadas
me deslumbra esta noche
la muerte que mira con los ojos de los vivos
los muertos que hablan con los loros de los vivos
cuidado no despierten no duerman cuidado
Poema
Tal vez nada
pueda compararse
a hacer el amor
en un lecho
de salsa de tomate,
si no es hacerlo en uno
de trozos menudos
de carne de res
recién sacrificada.
Ritual de arena
¿Cómo suenan los címbalos
los crótalos de huesos
el cuero humano del tamboril?
el concierto bulle y remueve
capas densas de corteza terrestre
desgaja estrellas fugitivas
mientras cielos arremolinados
se desgarran entre sí
al compás de soles descuartizados
en la danza renovadora de caos
Caos absorbente luz y tiniebla.
Salido de madre
¿Es cierto que ya no sabes
Adónde vas ni qué quieres?
Te zampas moscas racimos
Culebras de piel de rosa
Rimeros de miel silvestre.
Hierve el agua en tu garganta
Cascas lo que encuentras
Y nada te repleta.
Requintas apedreas desgarras
Has perdido compostura y camino.
Río -me dueles en los ojos y en el vientre.
¿Qué te haría la madre
Que así deliras y destruyes
Mi pueblo mi casa
Te llevas el borrico pardo
La palmera sin sombra
El cementerio completo?
¿Eres río sin madre
O mar recién parido
Estirándote lo más que dé
Tu hambre y tu codicia?
Río vuelve a ser
río
No te quiero tan grande.
Se mece suavemente al viento...
Se mece suavemente al viento
La mujer que ha brotado blanca y desnuda
En la copa del ciprés
Con una pequeña corona de oro sobre la cabeza
Y encima de la corona un ojo de piedra verde
Que mira fijamente.
Un hombre se inclina sobre el cuerpo desnudo de una mujer...
Un hombre se inclina sobre el cuerpo desnudo de una
mujer
Y lentamente extiende con la lengua sobre él
Un líquido rosado
El cuerpo queda todo húmedo brillante y encendido
Luego con los dientes hace aquí y allá
El signo el amor
Pequeños puntos blancos que adornan la piel oscura
La mujer cierra los ojos dilata las narices
A veces a pesar suyo un suspiro entreabre sus labios.
Tomado de:
http://amediavoz.com/westphalen.htm
Cuál es la risa leve cubierta de espuma
Cuál es la risa leve cubierta de espuma
Que anuncia el amor
Cuál la túnica desvanecida que oculta
Los lentos puñales ciegos del amor
Cual el momento en el cual aparece indudable
Benévolo golpe de sangre sobre la arboleda
Y los trozos de un cuerpo en estado de putrefacción
Aún se hacen visibles sobre la muralla de mármol.
Tomado de:
https://www.zendalibros.com/5-poemas-emilio-adolfo-westphalen/
CÉSAR MORO
Por un campo de miga de pan se alarga desmesuradamente
una manecilla de reloj
Alternativamente se iluminan o se apagan en ella unos
ojos de
cangrejo o serpiente
Al contraluz emerge una humareda de pestañas caladas
Y dispuestas como una torre que simulara una mujer al
desvestirse
Otros animales más familiares como el hipopótamo o el
elefante
Hallan su camino entre el hueso y la carne
Una red de ojos de medusa impide el tránsito
Por el arenal que se extiende como una mano abandonada
A cada paso una bola de marfil dice si el aire es verde
o negro
Si los ojos pesan iguales en una balanza cruzada de
cabellos
Y encerrada en un acuario instalado en lo alto de una
montaña
Rebalsando a veces y arrojando a veces como una catapulta
Cadáveres rosados o negros o verdes de niños a los ocho
extremos
Cadáveres pintados según las cebras o los leopardos
Y que al caer se abren tan hermosamente como una caja de
basura
Extendida en medio de un patio de mármol rosado
Atrae a los alacranes y a las serpientes de aire
Que zumban como un molino dedicado al amor
Aparte un hombre de metal llora de cara a una pared
Visible únicamente al estallar cada lágrima
CIUDAD ESCONDIDA...
Ciudad escondida entre los labios
Ventura o tempestad o torrente
Ciudad igual a una corriente de aire
Entre una hoja de afeitar y una pestaña abandonada
EL AMOR HA CAMBIADO...
El amor ha cambiado de rostro
De cada uno de los párpados de cera
Pende una pesa de bronce reluciente
Al extremo de un hilo de 50 centímetros
Un imperdible largo como una mano
Está clavado en la nariz formando un ángulo
De 20° con el meridiano de Greenwich
El rostro vuela pesadamente entre el día y la noche
Sin saber con cuál de las medallas quedarse
TÉRMINOS DE COMPARACIÓN
¿Caminar por la vida como por encima del mar,
Sostenidos por la fe, la desesperanza o la indiferencia?
¿Posarse sobre ríos callados o tumultuosos,
Atraídos por una mirada o una sonrisa?
¿Abrazarse a cuerpos de fuego que se ahogan
irremediablemente
En la propia corriente sanguínea, cálida o fría?
¿Penetrar en oscuras columnas de humo
Con la entereza de la flor bajo la guillotina?
¿Cubrirse las heridas con mantas de agua en ascuas
O con una canción multiplicada al infinito?
¿Devorar espinas suaves como la caricia primera,
Irresistibles como el sollozo del moribundo?
¿Arriesgarse por la cuerda floja que sostiene
Luz y tiniebla, el leve temblor de lo que va creándose,
El ronco crepitar de lo extinto sin remedio?
¿Tratar de detener con lanzas de fuego
La huida del minuto, insaciable celoso,
Girando y perdiéndose al azar,
Caracola absorbida por la tempestad de arena?
¿Estrangularse con el primer grito de júbilo
Y palpar nada esparcida por doquiera?
Todo podría servir de término de comparación,
Justificable nada más que como puro engaño.
Pero, ¿qué sería recuperable si antes no fue
Sacudido, renegado, desdicho, trasfigurado?
POEMA INÚTIL
Empeño manco este esforzarse en juntar palabras
Que no se parecen ni a la cascada ni al remanso,
Que menos trasmiten el ajetreo del vivir.
Tal vez consiguen una máscara informe,
Sonriente complacida a todo hálito de dolor,
Inerte al desgarramiento de la pasión.
Con frases en tropel no llegan a simular
Victorias jubilosas de la sangre
O la quietud del agua sobre el suicida.
Nada dicen tampoco de la danza de amor y odio,
Alborotada, aplacada, extinta,
Ni del sueño que se ahoga, arrastrado
Por marejadas de sospecha y olvido.
Qué será el poema sino un espejo de feria,
Un espejismo lunar, una cáscara desmenuzable,
La torre falsa más triste y despreciable.
Se consume en el fuego de su impaciencia
Para dejar vestigios de silencio como única nostalgia,
Y un rubor de inexistente no exento de culpa.
Qué será el poema sino castillo derrumbado antes de
erigido,
Inocua obra de escribano o poetastro diligente,
Una sombra que no se atreve a aniquilarse a sí misma.
Si al menos el sol, incorrupto e insaciable,
Pudiera animarlo a la vida,
Como cuando se oculta tras un rostro humano,
Los ojos abiertos y ciegos para siempre.
VOCACIÓN DE MÁRTIR
Aspirar a convertirse en esa hojarasca que arde en las
pupilas doradas de ciertas mulatas.
Tomado de:
http://www.contranatura.org/literat/biblioteca/Westphalen-Belleza_de_una_espada.htm#08
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