Bella
Para descubrir la existencia de los extasiados filones
en las móviles profundidades de tu cuerpo
mis dedos son varitas mágicas.
Insólitas serpientes de la cólera
mis muebles se odian en mi dormitorio
y sus grandes batallas inmóviles recuerdan
las de nuestras manos las de nuestros labios
las de febriles vapores que brotan a medianoche en los
puertos
las de mansiones que invisiblemente se rajan de alto en
bajo
cuando los pasos de una mujer demasiado bella resuenan.
Ella era hermosa como el día.
Belleza es la corona ardiente
es el rumor que recorre el árbol
del corazón a la corteza por la albura.
Belleza es el esplendor de una boca que se pliega
herida por los remolinos de un lenguaje en excesivo amargo
como son todas las lenguas que pretender decir alguna cosa.
Ella era bella como un espejo
un deformante espejo donde se miran igualados por la común
irrealidad
los que son feos y aquellos que poseen una insensata
elegancia.
Los espejos se empañarán cuando sus labios hayan concluido
de dar en el espejito del bolso ese precario signo de vida
los espejos madurarán
porque madura cuanto se empaña.
Y en efecto.
es la muerte eterna quien –royendo cuerpos y rostros-
otorga a algunos ese encanto inolvidable
de las viejas cosas que han perdido el dorado Extremos de
cordón roto
Troceados corazones Ojos perdidos Cortadas uñas.
Amo cuanto se deshace
maduros frutos que caen a tierra a tiempo de enmascarar
su fracaso en la noche.
Oh, inalterable blancura de las tenues aureolas.
Cuerpos destruidos Marchitos rostros.
Inseguras estatuas roídas por la lluvia y los hongos.
No amo sino vuestra forma desbastada
pareja a cuanto el amor amengua y de colora.
Tomado de:
https://blogs.20minutos.es/poesia/category/michel-leiris/
Juventud
Bello zaguán del alba
reposo de los árboles que peinan la crin de las nubes
¿beberé tu gran cubo de agua fresca
bajo el sol grávido de gavillas de mies?
En un teatro de la ciudad
ante vestidos negros envueltos en doradas pieles
se representa ese espectáculo detestable
la infancia del cuarto oscuro del pan seco y del agua
mas ni una lágrima borda las pestañas
ni un brillo resplandece
De un lado a otro me paseo
la sierra de mi mirada corta circularmente los horizontes
y permanezco erguido
punto negro del cetro
en medio de una corona circular
mi vida que se deshace tal un círculo en el agua
Me golpea la espuma El viento me arrastra
De niño no amaba el mar
a causa de sus manos frías
de su boca salada
lacio sabor anticipado de la muerte y las faunas polares
mas se iluminaban belenes
en la cripta de muchas pestañas
y esperaba muchos lechos de paja
nacarados por muchos reyes magos
con brazos repletos de regalos
Versión de Antonio Martínez Sarrión
Visor Madrid 1984
Lena
Pienso en ti
y tu imagen eleva en torno a mí una tan indestructible
fortaleza
que ni el ariete de las nubes
ni la paz blanda de la lluvia
prevalecen
oh mi cisterna de silencio
contra el muro horadado de estrellas en el que me has
plantado
Se arrastran los perros y la gente
se abre paso a codazos o lanza gritos
El tiovivo sin música del mundo
gira
Con su aureola de ojos infantiles
juego de sortijas del Paraíso
Sueño contigo
mi ciudadela sin fosos ni puentes levadizos
sin muros sin torres sin piedras ni matacanes
Me duermo bebiendo el vino demasiado denso de tu sombra
que cubre con su arquitectura sin más peso del que cabe en
las balanzas
de luz y oscuridad
todos los montes y los campos
todas las viñas y países
Antes
se burlaba del buen tiempo mi boca
mientras que mis miradas nada temían tanto
como el ciclón del universo
ignorando si era una bestia
un árbol
un hombre
absurdos vientos me arrastraban
mis brazos batían los aires múltiples
y caía mi destino igual que las manzanas
Pero hoy
oh tú tan pálida
porque tú eres mi cielo y el doble espejo que los muros
repite
y
viene el infinito en mi prisión
escucho el silbo de las nubes
no temo a nada ni a nadie
hablo a las nieves del invierno
Versión de Antonio Martínez Sarrión
Visor Madrid 1984
Nada ha concluido
No ha concluido de agitarse el mar
golpe de espuma y olas
que semejan ropajes desplegados
y la naturaleza se expande todavía
maremágnum de piedras y de hojas
Los restos de jornadas caedizas
sobre armarios de luna levantados
infectan las alcobas en donde el rayo irrumpe
la fulgura bastarda y vacilante
de todos los desagües
Sin embargo
Oh mi rayo
mi relámpago regio
Cuando desciendas sobre las montañas
rozándoles los belfos
oscuros toros cuyos flancos mugen
cual toneles que ruedan al fondo de las cavas
parodias de sarcófagos simulacros de tumbas
¿vendrás a rematar a esta bestia cansada
tú que sabes lucir abierto como el oro
tu destellante acero
tu capote de nubes
tus rodillas en tierra
como gallardo espada?
Versión de Antonio Martínez Sarrión
Visor Madrid 1984
Presagios
En torno a mi ojo
la tierra
En torno de la tierra
tu aire
el cielo que respiras mientras lo envenenamos
Oh mundo
escuché tu derrumbe de rayos
a través de la silenciosa hucha
donde duerme el pan dorado de los milagros solares
en la prisión del día cuyo río es el cántaro
Oh aire mío
¿se detendrán los rumores del corazón
porque habla la que conoce mi medida
como la playa conoce sus granos de arena
como la ciudad conoce sus calles y mansiones
como la mar mide en la grupa de sus golfos
el arco iris de las medusas
y la resaca de los muertos violentos?
Oh estación
¿se colmará el vacío del corazón
porque la tibia lluvia de un rostro
apareció entre las hojas?
Uniéndose dos bocas restañarán su desgarrón
estación de tempestad
estación de sombra
Versión de Antonio Martínez Sarrión
Visor Madrid 1984
Tú
Mi libro de canto dorado que no quiero leer de cabo a rabo.
Mi tarta de aniversario que no precisa de velas para estar
iluminada.
Mi alcohol que transporta sin náuseas ni dolor de cabeza.
Mi banco para una inmaterial suerte de carpintería
Mi barco de recreo siempre listo para hacerse a la mar.
Mi violín que se hace melodía en cuanto mi mano roza sus
cuerdas.
Mi arma de precisión no atacada por la herrumbre.
Mi aurora en los verdes jardines y en las pilas de carbón.
Mi sendero del bosque jalonado de blancos guijarros.
Mi fábula demasiado maravillosa para sufrir el
post-scriptum de una moraleja.
Mi castillo de torrecillas múltiples, desvanecido apenas se
baja el puente levadizo.
Mi unidad, en la presencia y en la ausencia.
Mi alfabeto -de arco iris a zodíaco- con viñetas pintadas
en los tonos más ácidos,
y
en los tonos más suaves.
Mi desgarrón y lo que zurce
Mi prueba por el nueve.
Mi parte y mi todo.
Mi panacea.
Mi suerte.
Mi razón y mi sinrazón.
Mi frescor y mi fiebre.
Versión de Antonio Martínez Sarrión
Visor Madrid 1984
Una noche
En el alba de los sentidos
entre dos jardines de cerradas verjas
elevados rastrillos de hierro aprisionando las hierbas y
las gotas de agua
una negra mansión se perfila
de la cual amo la triangular pilastra
rematada por pesadas agujas a las que cual forzado sujeta
está la noche
No existe tregua
crepúsculo o aurora permanece la torre de agudo tejado
el torreón sobrecargado de trampas
en torno al cual el tiempo monta guardia
auxiliado por sus nocturnos verdugos
A veces el ulular de una sirena
desciende de las oscuras orillas del río hasta las ventanas
del sesgado caserón
y su grito penetra las cortinas
aplasta los dorados baldaquinos
para ir extendiéndose hasta formar coágulos en el pliegue
de los tapices
fija desnudez
No existe tregua
el ladrido de los perros os acude a golpear la sensual
fachada
tras los cristales hombres y mujeres siguen haciendo el
amor
y más tarde los miasmas exhalados del río lentamente se
aguzan
Una reja de cuerdas dejará que se filtre la acuidad del
sonido
Esta voz ajustándose al hueco de todos los oídos
se ocultará en los nidos de termitas
en los huecos de muralla
propalándose por las canales gota a gota como el agua
y gracias a ella sabrá mañana toda la ciudad
que cuando la lámina de las realidades materiales termine
de usar prodigiosa vaina de sueño
se desplomará la mansión
abismándose los durmientes
ahogados espantosos
en la reflectante marisma de los antípodas viciados
Versión de Antonio Martínez Sarrión
Visor Madrid 1984
Tomado de:
http://amediavoz.com/leiris.htm
sin título
A
Jacques Baron
Cuando
nació
algunos
dijeron que tenía
filamentos
de angustia en el lugar del corcho
de sus
cabellos
un
tapón de corazón en el lugar del corcho
un
tapón de corcho en el lugar del corazón
Padeció
toda la familia
crujió
el artesonado
más
las hadas de bocas grandes como esos ríos que arrastran las fiebres
cantaron
al unísono
He ‘s
a jolly fellow ¡Por Cristo!
He ‘s
a jolly fellow
Sus
manos eran labios
sus
labios narices
y su
frente un haba
seca y
apretada como el peso del genio
cuando
deja caer a plomo su peste pulmonar
sobre
las espaldas de un adolescente que ha crecido muy rápido
que
cree todavía en la locura del viento
y en
la frescura de las rosas de las huertas
Jovencísimo
ya amaba la piratería
-o más
bien la atroz bufonada- de las luchas amorosas
las
bocas pegadas a sus pies de cejas
el
ataúd de los ombligos
los
dientes clavados en sus uñas burlonas
Jovencísimo
se aprovechaba ya de las amantes
de sus
caricias deletéreas
pero
más que nada le gustaba embriagarse
y
vomitar como para escupir
todas
las porquerías del cielo y de la tierra
Es un tipo jovial ¡Por Cristo!
Es un tipo alegre
Paseando
silbaba
y los
aires que salían de sus labios
divertían
hasta a las hortalizas
que
crecían en pequeños recintos extremadamente desagradables
regadas
por los llantos
las
secretas poluciones de la tierra
A un
ragtime sigue otro Una aventura vale por otra
en ese
baño de cristales vacíos donde morimos literalmente de hambre
Se
encaprichó de un barco Se encaprichó de una negra
Más
tarde de un tocador
de un
escabel
de un
castigo
En fin,
lleva la existencia de un palo de silla carcomido
mientras
su viejo tapón cordial danza y se agita como los pliegues de una cortina
Es un
tipo jovial ¡Por Cristo!
Es un
tipo alegre
Aún
descansan los navíos en los muelles
mas
los bolsillos están secos
Todos
los pañoles no obstante descienden
y dan
una vuelta en torno a los cristales des lustrados en los antros de la nada
Cuando
regresan
sus
dedos y los cabos que penden de sus ropas
aparecen
enmarañados de mujeres
pero
él sólo silba y vomita de asco
porque
no cogió nada
Transcurre
toda su vida
de bar
en bar para hacer llamear sus cálidas borrachografías
de
ciudad en ciudad
de
plegaria en plegaria
Sus
pies de manos están cubiertos de duras callosidades
que
oscurecen también sus pulmones de párpados
Mas un
hermoso día se colgó
y
alrededor de él se burlaban los pájaros
Entonces
vomitó como solía
y de
modo natural se dilataron sus ojos
«un
buen trozo de salchicha nos sentaría mejor
gritaron
los gusanos que le roían
Es un
tipo jovial ¡Por Cristo!
Es un
tipo alegre
Ahora
hay que comerse su cuerpo de glorioso mártir»
La
dulce nieve de su cuerpo
de su
vientre de rostro
de su
pueblo de axilas
se
fundió lentamente y sin canciones
bajo
la caricia de esta miseria calma de las vajillas
Un
campanario se alza
crujen
las persianas
más
tarde las aves vuelven en bandadas
y más
de un cántaro se raja
Danzaron
hasta la noche los marineros
los
vasos se vaciaron y se los separa
mas en
una oscura calleja algunos mendigos hasta el alba cantaron
Es un
tipo jovial ¡Por Cristo!
Es un
tipo alegre
Pero
ahora
quién
ahora abrirá la ventana?
Versión
de Antonio Martínez Sarrión
Tomado
de:
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