viernes, 5 de abril de 2024

POEMAS DE GABRIELA MELINESCU


BLANCO

 

La nieve caía con un mensaje desde lo alto.

 

Blanco es el color de la fe y la esperanza.

 

Un hombre es lo que ama.

 

Los que han estudiado la nieve dicen que

 

cada copo tiene su propia cara

 

de la misma manera que el grano de arroz.

 

El pelo y la barba de los viejos también fueron blancos.

 

Bajo la nieve todos brillan a su manera

 

con lumbre débil o fuerte. ~

 

 

EN BUSCA DEL REY DE LA ANALOGÍA

 

En busca del rey de la analogía,

 

el rey de la ciencia del disimulo,

 

del pasaje a otro mundo,

 

 

 

se silencia mi interior, aguzo el oído.

 

Escucho el canto de los lémures invisibles.

 

De otro tiempo, de otro espacio,

 

desde el Juicio Final se escucha

 

un signo musical.

 

Me pregunto si viviré hasta el anochecer.

 

Si seguiré apoyado por el poder talismánico

 

de la piedra de Gotland

 

y de la plegaria de los judíos Shema Israel.

 

Escucho la música que los primeros hombres

 

cantaban ante el rey

 

rogándole para llegar al otro mundo.

 

Ahora entiendo qué sentido tiene el signo

 

revelado en los intestinos cálidos del buitre,

 

qué género de mensaje contiene el diagrama

 

dibujado por los pájaros en el cielo.

 

Me pregunto si viviré hasta el anochecer. ~

 

 

LA GORRA ROJA DE PARACELSO

 

Tu valor: vida errante.

 

Tu eternidad: nacimiento a la diestra del Demonio

 

y su puente

 

bajo el que corre el río Sihl, cerca de Einsiedeln.

 

Amo tu gorra roja que supera todo saber escolar

 

y se transforma en rosa, en azucena blanca y luego

 

en estrella sombría.

 

Amo tu gorra roja a través de la cual Dios mismo

 

habla la invisible lengua filosófica.

 

Te encuentro todavía en pleno mar, en el bosque,

 

en los campos,

 

siempre inclinado contra el infinito libro de la

 

Naturaleza. ~

Tomado de:

https://letraslibres.com/revista-mexico/tres-poemas-2/

 

 

 

NACIMIENTO

 

Saquemos afuera esos pesados dados

 hechos de patas de elefante.

 Martillémoslos sobre la tierra mojada

 hasta que se rompan bajo los golpes.

 Y salga la buena suerte.

 Nadie sabe qué aspecto tiene:

 tal vez sea una bestia horrible

 o vapor cerniéndose sobre la nunquidad.

 Me siento sobre las rodillas. Ilumino

 el incierto nacimiento del marfil,

 y los elefantes vienen chillando.

 Sostienen mis templos con sus colmillos.

Tomado de:

https://inutilesmisterios.blogspot.com/2018/11/seis-magnificas-poetas-rumanas.html

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario