martes, 2 de abril de 2024

POEMAS DE LANA DERKAČ


ALAMBRE

 

(Žica)

 

 

Trato de contar cuántos propósitos tiene el alambre.

 

En Auschwitz lo he visto puesto en cercados demoníacos y largos.

 

Un coffee to go, oigo la madre cuya voz está colgada

 

del alambre con la llave de la puerta de la casa.

 

Ella sabe que hay que tener las cosas bajo control

 

y no está bien cuando se dispersan.

 

Miré a mi padre como corta la hierba.

 

Se movía lentamente y de vez en cuando bebía

 

el café que mi madre le ha traído del centro comercial.

 

Le tuve envidia a la hierba por su independencia.

 

Desde su origen se negó a ser socia del alambre.

 

Las familias son diferentes.

 

Todas ellas compran alambre.

 

Mientras entran con él a los patios cercados,

 

sin notarlo lo siguen y creen en él.

 

Pero, a veces pienso que las mujeres que cultivan el huerto

 

en realidad, no ven las hortalizas.

 

Me parece que extienden el alambre para la esperanza

 

como sí esta fuera una planta trepadora.

 

Y no arveja. 

 

 

 

El alambre me baja hasta los senos,

 

en verdad, fino y plateado y la gacela que cuelga de él, soñé,

 

se multiplica.

 

Y todo su rebaño en la noche salta la literatura mundial,

 

asimétricamente dispersa por la alcoba.

 

 

 

Durante el día pienso, qué actitud tiene Dios hacia el alambre.

 

¿Lo usa Él también

 

mientras en su mano de mecánico     

 

sostiene una comunidad o un paisaje desajustado?

 

 

LA VIDA DE LAS LETRAS

 

(Život slova)

 

 

 

El poeta denuncia a las letras y su carácter triple.

 

El carácter de los animales, mientras los domestican todavía es salvaje.

 

El carácter de la planta cuando se trasplanta al papel y ella deja en él tenues raíces

 

con las que hasta hace poco agarraba el cielo, las montañas,

 

hierbas, el olor a curry, el sabor a pimienta, el eco.

 

Algunas letras echan raíces en las mandíbulas de la historia,

 

como la muela.

 

Si ya no ajustan cuentas, contaría

 

cuántos dientes en general tiene la historia.

 

Las letras crecen en el papel,

 

a veces bastante calmadas, de vez en cuando salvajes y de rostro colérico,

 

agarran el globo terrestre.

 

Si no hacen un movimiento erróneo,

 

rastreando entran al hombre y

 

rastreando sale de él

 

como un pensamiento del que él se apropia.

 

Así que a él le pertenece su carácter.

 

Empiezan a mover las cosas hacia la metáfora

 

 en vez de piezas,

 

hablar sobre las rebeliones alegóricas de los pájaros,       

 

de la suavidad de la nieve.

 

De la flexibilidad del río que dobla la columna y vuelve

 

su cauce, siguiendo fielmente la personificación.

 

 

 

El poeta quien demostró que las letras se parecen a los seres vivos,

 

ya no las puede observar bien porque lo han ocupado totalmente.

 

Hablan desde él:

 

En el jardín crecido de hierba han dejado las escaleras que llevan al cielo.

 

Cuando me escondo detrás de los setos y espero lo suficiente,

 

veo como por ellas salen Todos los santos

 

 a un supermercado abandonado con frutas, insectos y pájaros.

 

Las ramas de los árboles reemplazan los estantes.

 

Subo a las escaleras y observo el monótono cielo azul.

 

Me interesa si Dios

 

hará que en los picos de los pájaros

 

las letras se hagan sonoras.

 

 

LOS HUESOS DEL SILENCIO

 

(Kosti tišine)

 

El silencio también tiene huesos.

 

 

 

Me interesa ¿qué sonido tienen?

 

y ¿cuánto reuma pueden acumular?

 

 

 

Cuando encuentro una fosa común

 

en el campo,

 

alabo la bondad de los pájaros

 

que con su canto

 

revisten los huesos encontrados

 

como un nuevo tejido.

 

 

EL BUEN VERDUGO

 

(Dobri dželat)

 

 

Soy el servicio de la casa de la melancolía.

 

Me preocupo de que coma, de que tenga la ropa de cama planchada,

 

las mantas lavadas.

 

Refresco y limpio su espacio,

 

hasta le canto.

 

Me alivia cuando alguna película o pradera me atraen

 

y alejan la melancolía,

 

mi amante promiscua.

 

O cuando me seduce la somnolencia y su anestesia.

 

La mañana soleada que del Este trae las caravanas.

 

Cuando la abundante luz cae por el patio como polvo,

 

la realidad ya no es aguda.

 

La mañana es un buen verdugo.

 

Mutila la melancolía,

 

pero ella revive como super héroe.

 

La melancolía es la emulsión con que está envuelto el día.

 

La manta que bajaron los demonios drogados.  

 

 

 

La mañana soleada es la caja de primeros auxilios.

 

Quiere quitarle a la melancolía los botones del ascensor

 

tirarlos del subterráneo, del subcutáneo.

 

Pero, no sé cuál de ellos me

 

ha escondido las flores de algodón en la almohada.

 

Por un momento observo la mañana soleada.

 

Y luego la melancolía.

 

Hela aquí, va a pie.

 

A través del cielo

 

deja la larga sombra de sus pies.

 

 

TRIBUS

 

(Plemena) 

 

Crikvenica* hoy tomó tres poses

 

para fotografiarse. Pero, Davor y yo queremos

 

pasear por el pequeño continente de Rab.*

 

Si ya hubiese atardecido y ya brillara del mar,

 

yo diría: un planeta diminuto en una galaxia

 

espumosa y oscura.

 

Pero, al mediodía Rab es un panal del que resaltan

 

cuatro campanarios.

 

Noto surcos celestiales, salvación de los agricultores

 

para que no se aburran cuando lleguen al cielo.

 

Para que holgazanear no sea lo único que hagan en su jubilación celestial.

 

 

 

Por la tarde la bahía de la isla es la almohada soleada

 

del diminutivo de Sahara. Solamente más tarde en la pantalla

 

de la máquina fotográfica se repetirá el verano

 

como si se tratase de fijar el querido trabajo.

 

Y unos meses más tarde parecerá que la máquina fotográfica

 

ha hospitalizado el verano. Le prolonga

 

la existencia para lo que hace pequeños pactos.

 

Como el pacto entre la playa y las esteras para tomar el sol,

 

El traje de baño y los granos de arena.

 

O el pacto entre la ola y la orilla; sólo el ojo inexperto

 

puede notar que los aliados se oponen

 

el uno al otro.

 

Como el verdadero Sahara ofrece escasa vida a sus

 

tribus, así y el diminutivo de Sahara

 

hace tribus de los recuerdos.

 

Estamos en el trayecto cuando ya oscurece.

 

Davor con mucha gana enviaría al gordito Lucero de la tarde

 

a hacer ejercicios.

 

 

 

En Crikvenica comemos mermelada de manzana

 

y lavanda.

 

Para que las polillas no nos coman por dentro.

 

 

 

 

 

*Crikvenica pequeña ciudad de la Costa Adriática (n. de t.)

 

*Rab – isla del Mar Adriático (n. de t.)

Tomado de:

https://www.crearensalamanca.com/poemas-de-la-croata-lana-derkac-traducidos-por-zeljka-lovrencic-xxii-encuentro-de-poetas-iberoamericanos/

 

 

ME HE CONTAGIADO CON UNA BACTERIA RARA

(Zarazila sam se neobičnom bakterijom)

 

 

Se descascara el mortero en las ciudades frondosas,

 y de él sale una bacteria desconocida.

Igual que Teseo encontró el camino del laberinto.

Con ella me alimento cada vez que compro

un paquete pequeño de dátiles esparcidos en el Sahara.

Y cuando mi garganta, en el momento de tragar,

está rellena de arroz asiático.

La consumo mientras el viento ayuda a la sombra

del lado izquierdo del bosquecillo para que ofrezca

a aquella del lado derecho

el baile celestial.

Esta bacteria me saluda y como picazón

así que junto con la arena me ducho

en el inmenso baño del Universo.

Con una cuchara y un tenedor enorme mezcla

los léxicos y los paisajes en mixtura diversa.

Si me observo, siento que es más peligrosa

que la venganza de Montezuma.

Se extiende más lejos que la maldición de

Tutankamón.

 

Cuando surjo, gotas de agua brillan

en las orejas; son aretes del Atlántico.

Trataré de cambiarlos por los del Pacífico

y otra vez no tendré paz.

Reconozco, me contagié con una rara

bacteria que de mí hace viajero

constante.

Me dispersa por todos lados del mundo,

como si fuera una mina.

Hasta acepto llevarla, así que soy

una especie de mujer-bomba.

 

Me contagié con una rara bacteria 

cuando me corté en la intranquilidad

y la cogí en vez del tétano.

 

Con las manos sucias me la embadurné por mi cuerpo

en vez de la hepatitis.

Por cuenta de ella espero si el muerto Miguel Ángel

gritará al mercante sobre la mala circulación

y el ciclón,

quisiera saber cuál fue el nombre de trabajo 

de la creación del mundo,

vivo sutilmente los momentos cuando la oscuridad

borra los documentos de luz, toma el disco. 

 

La bacteria con la cual me contagié

está lista a escenificar el fin del mundo

en mi cuarto en el que nadie

ya hace días contesta al teléfono.

Soy su rehén aunque me alegro

cuando me lleva y traslada a lugares maravillosos

de los cuales veo más claro el aura de la Tierra.

 

Sólo a veces me trae al mismo lugar

como si devolviera las vueltas.          

       

 

YUCATÁN HA RENOVADO LAS PLAYAS POR LOS CUERPOS

(Jukatan je obnovio plaže po tijelima)

 

Y los silencios se reconocen entre sí por su rango.

La piedra es un ciego de cuerpo liso.

Sólo la luz transforma las lengüetas de las olas

en procesión visible que pasa el Atlántico           

y trae el sonido.

Yucatán ha remodelado la playa según nuestros cuerpos.

Tantas bahías que las olas difícilmente encuentran

 las escaleras secretas y por ellas hasta más fácilmente suban

 con voces o el crepúsculo que por la piel.

 

Y aunque reconoce y en la oscuridad,

 Dios en el alba de nuevo aumenta la luz.

Y es el único quien no necesita espías

o a quien nadie le pregunta porqué

ha elegido justo esta parte del día

para tal cosa. 

Creo que podría conservar una única

expresión, como si el rostro fuera un fósil,

a pesar de los cambios en la Tierra,

en el Universo.

Pero, no quiere.

Es suficiente que se incline sobre alguno de los mares

y en cada isla reconoce al pájaro

que, así como así decidió quedarse ahí.

Y se entrega a la placidez.

 

 

LA EXTENSIÓN DEL ROSAL

(Protezanje ružičnjaka)

 

Cada vez cuando la inquietud hechiza la casa,

sueño que las sillas de la cocina son 

dos lápidas sostenidas sobre el amor

y parece que debajo de los azulejos están dos

pequeños túmulos.

 

La cocina está oscura y espero que un ángel

de nuevo me ponga la calma en los cabellos como un bálsamo.

Cuando apunta el sol a la ventana y miro mejor,

las rosas crecen del mantel,

se extienden por el encaje de la cortina y continúan

de repente verdes y ahora, de flores apagadas,   

a través de la baranda del balcón.

¡Como a fuerza borran las fronteras alcanzando y el jardín!

 

Las rosas caseras a veces escapan de la mesa

o les aburren los ejercicios cerca a la ventana

y hacen una corta excursión hasta la lavadora de ropa.

 

Aquellas de fuera en la manifestación del rosal

reclaman al patrón la falta de cascajo

en el sendero.

Y, sin duda, de vez en cuando son capturadas en la

ceremonia en la que reciben sacramentos

increíblemente secretos.

 

 

PARÍS - CIUDAD DE MÉXICO

(Pariz - Grad Mexico)

 

Volamos sobre el Atlántico.

Y para Željka y para Diana es difícil estar sentadas tanto tiempo,

aunque están cerca de la ventana.

Sólo vemos las nubes y sentimos

que estamos en los cielos sobre los que

antes del viaje hablaba con D…r:

Y ustedes, mujeres llegando a Dios,

 criticarían el polvo.

Lo fastidiaran porque no lo han limpiado

 bien.              

 

Desde las alturas brillaba el sol

y los viajeros bajaron las persianas sobre las ventanas.

Y apenas ayer se extendía

sólo desde nuestra sala

e iluminaba el balcón y

las lámparas apagadas de la Calle de Radić.*

¿Dejo el sol en el cuarto?

me preguntó mi marido.

Dudaba sí apagar la bombilla

antes de llevarme en coche al trabajo.

 

Cuando el Mejicano del lado derecho

levantó la cortina,

me pareció ver el océano.

Miré a D-or.

y, pedantemente, de manera femenina,

noté las partes sin planchar

en su suéter.

Pensé: cuántas partes sin planchar encontraría

en los pliegues de las nubes

y en el Atlántico, en las crestas de las olas.

Cuando abrimos las bolsas de viaje,

me sorprenderé; cuántos

pliegues del suéter de D-or se han multiplicado

sin sexo en las camisas arrugadas.     

 

 

*  Esteban Radić (1871-1928) - político croata, líder del Partido Campesino Croata, asesinado en el Parlamento en Belgrado.  (N. de la T.)

 

 

 

CANCELACIÓN

(Odjava)

 

Pasó ya el tercer día y el maestro no llega,

y nuestro tanque de inodoro chirrea como encuentros entre mafiosos,

la crisis económica o la guerra en Gaza.

Probablemente lo oyen los vecinos en el momento

cuando el año se aleja del presente

y se casa con la historia.

Los vecinos probablemente oyen su voz como

escuchan las voces de los adúlteros de las telenovelas

o las voces de los locutores que hablan de los adulterios

de la democracia.

Justo el tanque de inodoro le da de baja al año y

anuncia un adulterio más.

Imagino que el invierno ha escondido en él

una reserva de la niebla, parte de su tesoro,

así que el chirrido es protesta contra el clima tropical

y el falso Mar caribeño en la tina del baño.

 

Corté el pan de maíz.

Me pareció que junto al seco cuchillo brilló

una gota de agua, lago minúsculo.

Lo anima para que no se seque,

que por un día o dos sobreviva el abatido año.

Pero, ¿quién en vez de él revocará a los reclutas

quienes todavía le creen, quién romperá con los refugios

y acabará con asilos a los que les había obligado?

Paso por él como por cocina mejicana.

Todas sus frases insubordinadas son tacos

 inflexibles.

Las frases subordinadas son tortillas más blandas,

que, adaptándose, se envuelven alrededor de los acontecimientos

como alrededor del relleno.

 

La falta del plomero motivó

al tanque de inodoro para que con su chirriar

introduzca la intranquilidad

y en vez de los sociólogos, jueces

o trabajadores sociales separe las palabras inadecuadas

de las adecuadas.

Para que haga inventario como los mercantes.

Que dé el golpe de gracia a este año arrugado.

Porque, todos los relojes, como Judas,

ya lo delataron al nuevo patrón.

 

 

LAS NUBES MIMARON A LA LLUVIA POR ÚLTIMA VEZ

(Oblaci su posljednji put tepali kiši)

 

Soy una bomba gastada que no te alimentará

con la miel de las palabras te dije esta mañana

porque no me dieron mi pastel           

A la muchacha detrás del mostrador la pedí

el pastel de esperanza en vez de pastel de crema

y ella, rápidamente, movía la cabeza

Nosotros somos más concretos, tenemos programa

Pandora se encuentra en otro partido político

 

Pronunció esas dos frases mientras

las nubes sobre Zagreb por última vez

mimaban la lluvia como a sus críos

y los ángeles cuidaban los almacenes de los sueños

Te extrañabas como todavía

de todos prestan las llaves

 

El verano puso el trigo en los silos

 

La paciencia es el mito que

colgamos como ropa, la telaraña o los pájaros

al cenit

 

 

LOS HINCHAS

(Navijači)

 

I

 

Mientras estamos parados en la pradera,

los gorriones están en la espesura.

Sus amplias masas se asoman a través del ramaje.

Te parece que apoyan fuertemente. Siguen el

fútbol. Luego piensas que son seguidores de

Marx y Engels. Que trinan:

¡Gorriones de todos los países,

aúnense para que nosotros también comencemos a jugar fútbol!   

Luego estás convencido de que leen la Biblia

y empiezas a distinguir los salmos en su

mudo idioma, y después oyes que mencionan

a Moisés y el equipo elegido.

Ya no presta atención a los pájaros.

Alguien te corta la yema del dedo con el afilado tallo

de hierba para que enrojezca como una fresa

y en tu sangre que corre apoya su

dedo cortado. Estás feliz. Eso significa, que de verdad

se te acercó. Tú te fraternizas con el Pan.

 

 

II

 

Sin embargo,

quizá el Pan se fraternizó contigo

sólo por interés.

Tenías que esperar, antes de

ofrecérsela, si él te va a preguntar

 si le prestas la pelota para practicar

para el campeonato europeo.       

La fiebre del fútbol es un verdadero desastre.

Esa noche soñé al Pan, como de

cada uno con el que se fraternizó,

prestaba una pelota sin pagar intereses.

Y las lleva, sin creerlo ni el mismo, alrededor

de su cuello enhebradas en un enorme collar.

La pradera es de vez en cuando el juez de fútbol.

Garantiza por él y asegura

que, en realidad, su estado juguetón

es deformación profesional.

¡A la lucha! ¡A la lucha! grita la hierba

y se levantan sus sables.

Pero, es demasiado débil para chutar la pelota.

 

 

LA PAZ SIN PASAPORTE

(Mir bez putovnice)

 

La paz es trotamundos.

Pero, a menudo empaca sus bolsas de viaje

y abandona las personas y las tierras.

A veces, deja la maleta más grande.

Como que volverá. Pueden pasar y años antes de que

cumpla la promesa que dio al irse.

Frecuentemente nos abandona en silencio. O quizá, habla;

sólo que entonces todos hablamos

un idioma diferente.

La paz es nómada.

Recorre las distancias del Universo.

En algunos lugares constantemente la estimulan al cambio

de sitio, en otros la acostumbran a la comodidad así que

difícilmente se levanta de la armonía de la arena o de la silla poltrona.

La guerra y la paz desatornillan y atornillan los tornillos de nuestra

duración así que la paz también es un mecánico.

Y el poeta.

Con el movimiento armonioso de la lengua

da ritmo a las olas.

Acomoda la ladera como almohada para los animales,

con el viento hace el masaje a la columna de las plantas.

En medio del monzón la paz sólo puede escribir

leyes solares. Adoptar alegres reglamentos.

Ella pasa las fronteras sin pasaporte,

engaña a la policía de la frontera que no la puede detener.

Cuando cambia de casa,

como que truena la cantera celestial.

Y en realidad, alguien ha minado la paz.

Tomado de:

https://paginadeandresmorales.blogspot.com/2011/01/poemas-de-lana-derkac-croacia.html

 

 

COPY, PASTE

 

 

Según mi filósofo casero Davor, la mujer es

la encarnación de la queja.

Y Dios descansa el domingo y yo no debería,

dice Davor.

Bajo el ciruelo día tras día

forma su sueño como si alguien en la computadora

repitiera: copy, paste.

En la penumbra soñé como se pregunta:

¿Señala la sombra presencia o ausencia?

Esta tarde yo también duermo bajo el árbol

porque él puede al mismo tiempo, con su copa y con su raíz,

crecer hacia dos rumbos opuestos

sin perturbar la paz del huerto.

Y llamo a Davor a la cocina.

Pero, él no come las albóndigas de ciruelas del año pasado

antes de sentir su gusto

mezclado con la canela en mi cara.

 

El viento lleva los aromas por el llano.

El viento comercia con especias.         

 

 

MALABARES

(Žongliranje)

 

La roca es gimnasta.

Flexible, se inclina y de una postura casi imposible

con sus caderas acaricia el cielo, y con el hombro el mar.

Al borde del continente, luz de luna,

se agarra a su filo clavado al universo para no hundirse.

 

Los paisajes de ámbar en el cielo casi tocan

la otra roca, muela, crecida sobre la Tierra

al lado de la roca de la gimnasta.

Aquí la noche llega como la marea y se retira como bajamar,

revolviendo partículas de luz en vez de arena.

Hasta hace con ellas malabares.

La noche es la que moja el diente.

No el agua, no el té de salvia.

En la cima de la muela se encuentra el llano al que sube

para clavar más fácilmente la Luna en la pared.

           

 

***

 

 

Se acerca el fin del mundo y el muchacho en camiseta

y en pantalones cortos, trata

de domesticar el trigo. Espía sus ceremonias

relacionadas con nacimientos y entierros.

El árbol del jardín es un negro. De origen europeo

y con corteza de color africano.

La vecina encendió un cigarrillo y mueve la mano,

corta el humo. Dice: Eduqué mis árboles

para que fueran delgados, y ellos engordaron

como amas de casa indiferentes.

Para que se parezcan bosque, ellos también tomaron

mis características.

    

 

 

El mundo se acerca a su fin.

Cada vez cuando la montaña eructa,

en algún lugar se activa un volcán.

La Tierra dormida alza el párpado

y se abre un cráter.

En el sendero desde el jardín hasta la montaña

acechan muchas sorpresas.

En ella está la gruta,

El khmer rojo y la revolución,

el marine estadounidense.

Mientras ellos se sostienen con las armas,

la Tierra no deja de girar.

La ira cambia a Dios

la sostiene sobre la palma de la mano

como a un globo que Él de vez en cuando sacude

sólo debido a la nieve.

 

 

HOTEL

(Hotel)

 

 

La señal del camino hacia el hotel muestra en dirección al cementerio.

Y, en verdad, los muertos en el restaurante

hacen sonar los platos,

en las habitaciones abren las ventanas y las puertas,

acostumbrados a la corriente de aire.

Uno observa como la cortina se inclina sobre la

camisa arrugada y sudorosa puesta sobre la silla.

La habitación se ofrece como dirigible así que el muerto

preferiría reservar la excursión de la tarde.

Otro, en la cortina, que incuestionablemente observa todas las acciones, reconoce al capataz.

Si el muerto pudiera sentir ira,

l niega la dignidad del mutismo, grita a la habitación é

que en su visión se ha transformado en campo nazi.

Sueña con Eichmann y sigue gesticulando;

es tan apasionado que el parqué debajo de él espera que resucite.

El tercer muerto echa una mano hacia la ventana

todo feliz porque el aire le quiere entregar la tela.

Ella pertenece a la habitación, será su vestido de boda.

Por fin está seguro de que llegó el momento de enlazarse

con esta habitación y que nunca más se irá del hotel para los muertos.  

 

 

  

ACERCA DE LA LLUVIA DE TIN* Y DEL COMIENZO DE UNIVERSO

(O Tinovoj kiši i postanku svemira)

 

En los chorros abundantes de la poma de la ducha

sale la espesa lluvia de Tin*.

Granos del agua en los azulejos

componen el suplemento del baño.

En esta lectura el universo ante todo te deja soñar,

luego te da una bofetada, sin aviso, ni como familiar,

ni como agresor coetáneo.

Definitivamente, el universo no es tu coetáneo,

y el año nacido contigo, está muerto hace ya mucho tiempo.

 

Te das cuenta, la aurora en el baño lucha del lado de la luz

y a las 5:10 en punto va al ataque.

Y la pasta de dientes parte hace blanco el apartamento

antes de que el vapor de agua se transforme en las nubes del departamento.

Sólo el vapor planta las cabezas de coliflor en el campo celestial.

Multiplica las plantas que se riegan solas

y por eso no necesitan al jardinero.

 

El río en el desagüe, blanco del cielo devorado,

parece demasiado artificial y no podría ser actriz.

Captas el momento cuando los meridianos bostezan

y se extienden sobre globo.

Comprendiendo que necesitan justo el ejercicio de estirarse,

sin réplica se ponen en un círculo.

El perezoso río que tropieza con ellos, no logra frotar

su fondo turbio.

Las montañas, en vez de limpiar el suelo,

con las rocas empastan el baño lleno de huellas.

Y suben

para ahogar con la almohada el cielo no imponible.

Y se suben

y nadie puede parar el caos.

 

 

* Tin Ujević (1891-1955) - fue un destacado poeta croata (N. de la T.). 

* Asociación a los tres primeros versos del poema Lluvia de Tin Ujević (N. de la A.).

Tomado de:

https://croacia-chile.blogspot.com/2015/12/poemas-de-lana-derkac-traduccion-al.html

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