lunes, 21 de noviembre de 2016

POEMAS DE EUGENIA SANCHEZ NIETO


 Resultado de imagen para eugenia sanchez nieto
( Bogotá 9 de Marzo 1953, Colombia)


Lazos ocultos


Lazos invisibles hacen que aquellos se mantengan
en su delirio en su doble voluntad terminó recluido
el otro se hizo poseer por un grupo de hombres
descubrió que la felicidad era una joven poseída
ella, figura única de mil matices
celebró nupcias con el amor.
Ellos transgresores, implacables
candentes en un desierto helado
intrincados como si fueran uno, más allá de lo visible.
Amor tan alto que da la libertad y la agonía
extraña paradoja donde los amantes atrapados
se ven arrojados a la fatalidad.




Viento


Le visita en la noche, su presencia es real
se traspasan, se barruntan, se prueban
ella le busca con el tacto, sólo un espacio.
Estará escondido en el armario esperando la noche sin luna
trata entonces de cincelar aquel rostro
le es imposible
su amado parece invisible.
Será el amor un sueño intenso
y luego un viento fuerte golpeando sin dejar huella
sólo un vacío, un hueco,
un hueco por donde sopla el viento. 


FUNDACIÓN INVISIBLE


Sombras negras me siguen, me persiguen
empujada por el viento
la nada el silencio se instala dramáticamente
sombras huidizas buscan la fundación invisible
casas destrozadas, concierto de gritos insostenible
la tierra recorrida, arrasada, abusada
el hilo de dolor cose unos cuerpos rotos, heridos
el miedo sopla en los corazones
las furias abrazan, se adentran, pisotean
lo que trae la noche asusta al más valiente
los caballos lloran
mi corazón roto busca la casa, la fundación invisible.



CAÍDA EN EL SILENCIO


El viento borra huellas, levanta tejas, arrasa lugares
soledad sin violencia, sin voces
no se escucha ni el latido del corazón
figuras perdidas
si te quedas en la misma posición
el pensamiento no funciona, la sangre no circula.

Nadie detrás de la puerta
el ser invisible odia esa realidad
nadie encuentra su lugar
los hombres quieren ser mujeres  las mujeres
quieren ser hombres
lugar vacío, lugar perdido, resbala la mentira
los cerros se trasladan
fosas comunes bordeadas de múltiples cuerpos
la paz sobre la muerte

No hay una puerta, el corredor atravesado
la dicha robada
los rostros al acecho, el rostro partido
la luz que se fuga, la vida que se inicia
silencio sobre la herida
¿Quién lamentará la perdida?

Soledad absoluta que me hiere
ni espantos ni voces, una puerta gira sobre sí misma
una puerta se abre, nadie llega
arrojada al vacío
puertas cerradas, puertas abiertas a la nada
el horizonte infinito poblado de seres vistos a través de múltiples espejos
que toman rumbos diversos y propios
espacios verdes, amarillos, azules
bocas rojas, bocas negras

Múltiples rostros sonrientes
nadie quiere a nadie
simulación, impostura
en el rostro, en la risa, en el cuerpo, en la palabra
casa vacía de voces, de soledad y deseo
el viento borra huellas, levanta tejas, agrede corazones.



VISIBLES ADEMANES


Era joven y esperaba un hijo

sirenas desesperantes inquietaban su tensa resistencia
se veía implicada

Hermosas noches se convierten en monstruos
por calles vacías hombres brutales arrastran cuerpos lacerados
en camionetas de la muerte jóvenes sangran
sirenas, las puertas rotas, la joven violada

Era joven y esperaba un hijo
al amanecer llegaron a su puerta
fuertes golpes, risas hirientes
el goce de la maldad imponía su presencia

Escondida en un antiguo armario
deseaba que fuera un mal sueño
pero no, allí estaban
se decía a sí misma : la fuerza del amor, la fuerza del amor

Tanta tensión no se soporta
que todo termine
esperaba el momento con una Colt 38
era joven y esperaba un hijo.



MOVIMIENTOS TEMIDOS



Desde mi cama mirando la luna
escuche unos ruidos extraños
pasos lentos subían, subían
voces susurrando subieron hasta el sexto piso
En esta ciudad fría que he amado
llegaron a mi apartamento
el miedo era un globo a punto de reventar
allí todos dormidos
las escaleras oscuras, los pasos llegando
siniestros hombres sin corazón
cumplían un trabajo más
Una noche lluviosa de mayo
la luna oculta y mi optimismo intacto
en esta ciudad fría que he amado
hombres sin corazón nos asesinaron
Mi pequeño hijo escondido en un armario ha sobrevivido
gritos, gritos, gritos silenciados
nadie aguanta tanto
los seres invisibles se despojan de su invisibilidad.


PAISAJES SECRETOS



En el espejo se miró mil veces y fue bella
tres viudeces sombrearon su camino
en lustrosos recintos fue el centro de atención
sus hijas observan desde la primera fila.
El tiempo fue un soplo
el frío quebranta mis pulmones
mil veces fui bella, el espejo ya no es el mismo
un ser invisible traza un camino que no deseo
no logro detenerme
lámparas iluminadas, noches suntuosas
en el hotel todos somos extranjeros.
En el espejo se miro mil veces y fue bella
tres rostros visitaron su lecho
desde el fondo de la noche hay labios, amor y sonrisas
sus hijos tiemblan en su sueño, tienden puentes movedizos.
Temo mirar el espejo, allí el ser invisible
alguien oculto me empuja
crece el corazón, golpea a cada instante
en fatigosas noches rostros blancos me visitan
mis hijos tienden puentes movedizos
en mi dedo la alianza entre la soledad y la noche
no logro detenerme
extraños ángeles elevan mi cuerpo
alguien murmura al oído el adiós sobre mis ojos.


SEÑALES PARTICULARES



Al mirarme al espejo no estaba allí
alguien que no reconocía me observaba
de aquel rostro sólo poseía mi pensamiento
levantaba los brazos como pidiendo auxilio
mis brazos se reflejaban
pero aquel rostro continuaba en silencio
ningún gesto delataba un rasgo común.
El día, la noche caía uno a uno
permanecí largo tiempo procurando recuperar mi imagen
a cambio diversos rostros me atrapaban
no tenía certeza de nada
en varios espejos a la vez me buscaba.
Diversas imágenes hacían gestos, reían
fui asumiendo uno tras otro los múltiples rostros
me acostumbre a ellos
la que fui se perdió irremediablemente
ni la memoria lograba retener un gesto
Alguien murmuraba suave al oído : Nada es, nada es
observe mis dientes transformados al filo del espejo.

FILIACIÓN DESCONOCIDA


Me perdí en el piso trece de un edificio de Manhatan
mujeres sin rostro dan la bienvenida
un coro hermoso sobrecoge mi ser
una flauta un piano me induce por un largo camino
olor a palo santo embriaga la atmósfera
bellos hombres muestran sus cuerpos.

La noche besa mi mejilla

en el largo corredor figuras escurridizas
se mueven ágilmente
¿A dónde me conduce este camino?
un concierto de murmullos tensiona mi espera
la tristeza construye un rostro bello pero extraño
sombras huidizas tocan mi espalda
un hombre negro sonríe y muestra sus blancos dientes.

El viento sopla por un balcón

las cortinas se mecen provocando una danza
reiterada y extraña
un bello hombre observa un lugar perdido
en su imaginación ama, penetra, se extasía
mujeres pequeñas sonríen desde diversas puertas
hombres generosos ofrecen su desnudez
la noche para el encuentro, la danza talentosa,
el piso trece, Manhatan sin miedo.


TALISMÁN



Vagaba por calles de polvo
con los ojos perdidos y una obsesión
no tenía un lugar donde llegar
siempre que veía uniformes
buscaba el rostro del oficial que la había traicionado
aquella afiebrada recorría las calles de Argelia
los niños la perseguían asombrados
ese rostro no era de estas tierras
Ella vivía el amor como una entrega absoluta
para él arrobamiento de máscaras
El oficial amaba su juventud
en extrañas fotos sonreía con un fusil
al lado de cuerpos aun calientes sin vida
las emanaciones de lo perdido y lo recuperado
disfrutaba esas tierras
bellas jovencitas habían besado sus ojos azules
por qué no, solazarse en estas tierras ajenas
y esas muchachas abandonadas
Ella vivía el amor como una entrega absoluta
para él sólo arrobamiento de mascaras
tanto desamparo tanta pasión
un talismán contra la oscura sentencia
un disfraz más para enfrentar los rostros
suma de nuestra extrañeza y estupor.

Señora del manto negro


 ¿Quién es aquél que ausculta la verdad?
Vamos donde el viento susurra al oído
donde el amor es la ceguera y el olor el encuentro
todos amamos un ilusionista
en las noches busco un lugar donde descargar el pensamiento
en la tiniebla lo persigo.
 ¿A dónde van las palabras?
Al estremecimiento que provoca la muerte
al lugar de la simpleza donde un niño escribe sin reír
atúrdelos, ellos dejarán escaparte.
 ¿Por qué te abriste la camisa?
Por el aire, por el rumor del mar
el océano repetido de muertos
por el viento incansable, que trae remotos secretos
¿acaso no valía la pena
La dificultad de superar lo repetido?
 ¿Para qué todo este tiempo?
Para mirarnos, para atravesar la cuerda más floja
para descubrir la dificultad, los mil rostros sonrientes
¿Quién te nombró señora del manto negro, señora del juicio?
Sorpréndelos, ellos dejarán escaparte.

 Liturgia

 I
El hombre colgado con los brazos en cruz
suplicios, desalojos, desprecio por el cuerpo del otro
no hay ni conmoción ni horror
la cultura de la desvergüenza
los prisioneros muestran sus cuerpos derrotados, apaleados
sangre en la pared, en el piso, en las manos
un gran manchón en la fiesta de los encapuchados
muertos con el horror en sus miradas
el abuso como forma de vida, de placer
rostros feroces y sonrientes
imágenes del horror y la risa como aleteo, aleteo bárbaro.
 II
Miradas entrecruzadas, cargadas de perplejidad
el agua nos invade, nos ahoga, nos arroja
el miedo sube una escalera sin fin
el hombre contra la tierra y contra el mar
el saqueo, la tierra no aguanta más.

 Exposición permanente


 Templar la piel hasta reventar
golpear, pisotear, horadar hasta el extremo
moretón, hinchazón, herida que sangra
gritos, bostezos, murmullos
el puñal barrena el cuerpo
templar la piel hasta reventar
con sus propias manos, manos que acarician
que golpean como tambor en la noche
manos que esculpen, que fijan lentamente la cicatriz.
Siglos de horror, de trampas, de indiferencia
nadie se opone, todo se vuelve natural
caída lenta  desde la montaña
hasta el azul infinito y la profundidad del océano
con sus bestias maravillosas.
Pieles expuestas, atravesadas
exposición abierta a la mirada
bocas abiertas
templar la piel, colgarla de extremo a extremo
ponerle color, exposición de cuerpos abandonados, ruinosos.

 Galería

 Protégeme noche
me interno por  pasadizos interminables
con sombras bailarinas sobre  muros
sin silencio pleno, sería la muerte
sonidos a lo lejos, voces llamando a alguien
sigilosa la noche abre la puerta
los nocturnos, a veces, caminan por una cuerda floja
esperan un roce o un jalonazo
empujados vamos, la noche no tiene fin
siempre vuelve puntual
evocando…voces, palabras, lugares, rostros
la máscara de cada cual
voy abriendo puertas
el hilo tendido hacia el sueño
sin centinelas, sin juicios
el sueño y sus mil puertas abiertas.

RUMOR EN LA NOCHE


No sé de dónde viene tanto rumor en la noche
los sonidos adquieren una presencia fundamental
tanto hombre enfundado en su fuerza
Siloe, El Salado, Ituango
tanto cuerpo magullado, desgonzado
miradas idas
las furias filtran todos los intersticios
los espejos dejan ver rostros sonrientes
besan su arma, el placer de la agresión

La impostura el sacrificio el buen juicio
ojos que alimentan el placer de la sangre

Hombres embelesados apuntan diversos blancos
Apartadó, Barranca, La Chinita
gritos, rostros picoteados por aves
la tierra tiembla 
cada medalla  un rostro desencajado
la victoria sobre territorios arrasados por la calamidad.


CAÍDA EN EL SILENCIO


El viento borra huellas, levanta tejas, arrasa lugares
soledad sin violencia, sin voces
no se escucha ni el latido del corazón
figuras perdidas
si te quedas en la misma posición
el pensamiento no funciona, la sangre no circula.

Nadie detrás de la puerta
el ser invisible odia esa realidad
nadie encuentra su lugar
los hombres quieren ser mujeres  las mujeres 
                                                       quieren ser hombres
lugar vacío, lugar perdido, resbala la mentira
los cerros se trasladan
fosas comunes bordeadas de múltiples cuerpos
la paz sobre la muerte

No hay una puerta, el corredor atravesado
la dicha robada
los rostros al acecho, el rostro partido
la luz que se fuga, la vida que se inicia
silencio sobre la herida
¿Quién lamentará la perdida?

Soledad absoluta que me hiere
ni espantos ni voces, una puerta gira sobre sí misma
una puerta se abre, nadie llega
arrojada al vacío
puertas cerradas, puertas abiertas a la nada
el horizonte infinito poblado de seres vistos a través de múltiples espejos
que toman rumbos diversos y propios
espacios verdes, amarillos, azules
bocas rojas, bocas negras

Múltiples rostros sonrientes
nadie quiere a nadie
simulación, impostura
en el rostro, en la risa, en el cuerpo, en la palabra
casa vacía de voces, de soledad y deseo
el viento borra huellas, levanta tejas, agrede corazones.


Piel

 El amor se nombra en su piel más oscura
nada lo detiene
tiende su mano sobre el amante dormido
veloz le jalona a un cuarto vecino

El fiel en la sala sueña
sueña que ella le traiciona

Ellos se palpan excitados
se adentran rápidos con el placer que sólo el miedo brinda
el amante en su sueño traicionado
el amor se nombra en su piel más oscura.


Burla del Juicio

 Me entregué buscando un pasado que no existía
su joven marido no la amaba
su madre la quería de una manera particular
ella jugaba a una fortaleza que no tenía
a una racionalidad estúpida
nada tenía su lugar.

El tiempo inclemente y seguro cedía su espacio
la palabra imponía su desvarío
frutos atrapados bajo la madera
el viento levanta techos agrede corazones
el que soporta tanto soporta aún más.

Torpe y abusiva recurro a la palabra
mejor desaparecer totalmente
sin recordar un perfume, una calle, una palabra,
desaparecer radicalmente sin opción.

  El árbol de las voces

  En este pueblo la luz se va temprano
la gente se sienta en la oscuridad del parque
un árbol inmenso guarda
los secretos de habitantes
siempre distintos a través del tiempo:
los enamorados y sus locas peleas
los sigilosos a la espera de su momento
el ladrón asustado por su sombra
la viuda lista a la caricia
el árbol en su maravillosa dignidad
guarda los secretos de las voces del tiempo.

 Oscura

 Cuántos rostros creí hallar que hablaban del amor
escudriñé tu mirada mil veces
creí en el amor, y lo retuve en instantes transparentes
en cada abrazo, los caminos abiertos, los días vibrantes
el viento y su canto perpetuo, la banca en el parque solitario
la mujer insomne recorriendo calles de asombro
los encuentros en penumbra, mil veces busqué tu mirada
“luna quebrada en la noche de mi desvelo”.

Volver a tenerte, retenerte
cabellos dorados, sol quemante
escurrirme en tus brazos, noches iluminadas
piel brillante, manos que abrazan, acarician, aprisionan
el frío me abraza, me soporta, me eleva.

Plateadas figuras de agua
piedra milenaria que atesora palabras de instantes luminosos
palabra mágica que arrebata, atraviesa, estremece
¿cuántos rostros tuviste?
la capa roja calienta la tierra, ya nada es transparente
en la noche del frío una mujer se adelanta a su destino.

 Pendiente

 Su rostro no permanecía idéntico a sí mismo
se entregaba con frenesí a un amor no correspondido
aquella joven lo tenía extraviado
paseaba interminables horas esperando encontrarla
cafetines ruidosos, parques solitarios, cines olvidados
casi siempre ella estaba con alguien

El frío acomodándose en su cuerpo
escribía de manera delirante
había perdido su ser, muchos lo invadían plenamente
su conciencia se agudizaba cada vez más
no tenía límites entre lo real y lo irreal
asumía diversas personalidades

Buscaba su amada inexistente
una furia incontenible
lo arrojaba cada vez a hacerse daño
permanecía largas temporadas oculto
alguna vez que lo vi, huía de sí mismo
mujeres enamoradas le ofrecían su cuerpo

Se adentraba en la noche
huía de la gente, la simulación, la risa
del buen juicio que crecía como globo
nada lo detenía, el amor se le había extraviado.

 Viento

 Le visita en la noche, su presencia es real
se traspasan, se barruntan, se prueban
ella le busca con el tacto, sólo un espacio.

Estará escondido en el armario esperando la noche sin luna
trata entonces de cincelar aquel rostro
le es imposible
su amado parece invisible.

Será el amor un sueño intenso
y luego un viento fuerte golpeando sin dejar huella
sólo un vacío, un hueco,
un hueco por donde sopla el viento.


Circulo


Un cuerpo en el asfalto
dos pieles deseosas de tacto
en el bar alguien se acerca con un beso en la mano
una joven corre seguida por perros blancos
adolescentes siniestros esperan el gran momento
una navaja se adentra, un cuerpo en el asfalto
gritos en la noche
la danza del viento eleva cuerpos, prendas, mugre
cuánta multiplicidad de actos.

Dos pieles deseosas de tacto se adentran
espejos invisibles hieren un cuerpo
un hombre trasnochado recorre un largo corredor
amenazado abre puertas
ellos en el lecho no vieron el alba
cuánta multiplicidad de actos, un círculo, un círculo de miedo.

En el bar la sensual se entrega al ritmo
desde la oscuridad alguien observa
espera el justo momento de asirla a su piel
ojos, ojos, lamparones en la noche
el vino se derrama en los manteles
los ebrios se buscan y se adentran
cuánta multiplicidad de actos, un cuerpo en el asfalto.

Perros blancos ansían la carne más pura
vapores indeseables recorren un barrio sin luz
una joven corre seguida por perros blancos
adolescentes siniestros fuman
                           tranquilamente a la sombra del frío 
un centinela desde su banco hace siluetas de humo
perros blancos desgarran la carne más pura
un cuerpo en el asfalto, un círculo, un círculo de miedo.



El Olor del Océano


Hay un hilo que entrelaza a los paseantes
el calor prepara sus dragones
negros ondulan a mediodía
el ritmo en sus perfectos muslos
las prendas vuelan, liberan los hermosos cuerpos
el calor prepara sus dragones
hembras beben jarras de agua
gruesos labios muerden mangos maduros
siento el olor del océano
mi piel se dispone al fastuoso encuentro
hombres fuertes bajo el sol deslizan su húmeda lengua
el calor prepara sus dragones
arena, arena caliente, el trópico en su esplendor
pieles aceitadas en manos del océano
perpleja me sumerjo en el abismo.



Evocando a María Luisa Bombal


Al amanecer ebrio aún le conoció
desde ese día quiso atarlo a su cuerpo
                                        por todos los costados
pero él hábil y enamoradizo se escabulló
extranjero en Bogotá, en Estambul, en Florencia
a cualquier lugar donde llegaba
su habla inagotable enamoraba a viejos y jóvenes
las mujeres ofrecían su desnudez para cualquier desvarío.

Un día en una céntrica calle una mujer olvidada por él
le llamó por su nombre
él la miró, sorprendido trataba de memorizar un pasaje perdido
al lado de aquella hermosa quien le apuntaba con un revolver.

Herido en medio del delirio y el gentío
balbuceaba : es la loca, la poeta, la mujer que me inventa.




DOMINIOS DEL ESTRAGO



Un hombre desnudo camina bajo la lluvia
en el silencio de su casa escribe el último libro
en medio de la gente toca la guitarra
una voz sostenida desata el fervor
noches calientes, pieles húmedas
Segovia los muros sangran
en ese cuerpo, miles de cuerpos
sus ojos abiertos miran al cielo.

En el patio de la casa
una mujer enamorada lava la espalda del marido
espera el silencio para susurrar sus secretos
él en su hermosa desnudez quita los tacones blancos
palabras de múltiples colores y sonidos habitan su estancia
noches calientes, pieles húmedas
Segovia los muros sangran
en ese cuerpo miles de cuerpos
sus ojos abiertos miran al cielo.

La noche para la muerte
esta ciudad da miedo, el silencio injuria, da puñales
¡ay! descargas brutales, el suelo suda
una sombra se agiganta en el muro
Segovia los muros sangran
un hombre desnudo camina bajo la lluvia
sus ojos abiertos miran al cielo.


Para Julio Daniel Chaparro





TRAMPAS


Desde una ventana observo cómo se adentran
cómo se traspasan
él habla a su oído, ella infinitamente gozosa
con una expresión de extravío murmura:
ven, ven conmigo, lo oculto me jalona.

Desde una ventana observo cómo se entrecruzan
una oleada de calor y uno ha desaparecido
pero no..., allí siguen jadeantes... y son hermosos.

Desde mi ventana les envidio
ella sonríe y hace una seña
me mira como mirándose a un espejo
dudo en bajar
me siento invadiendo espacios que no son míos.

Recorro el lecho
me atraen como un imán y no hago nada por evitarlo
él dice dulcemente, ¿Cuándo nos dejarás libres?
ella besando mis ojos afirma
esta prisión también duele
no queremos estar más en tu memoria.


ESPACIO HABITADO


Alguien se mueve discreto en la noche
fuma largamente mientras el sonido de una armónica
penetra cuerpos y paredes
la vecindad de un ser desconocido que observa los cerros
espantaría en las noches cualquier alma sosegada.

Movimientos imprevistos sobresaltan mi descanso
el corazón a galope me arroja
una mujer torpe sale al pasillo
seres de la noche pueblan mi espacio
absoluta quietud, brillantes ojos persiguen la sombra
avanzo, avanzo
tropiezo con rojas manzanas que ruedan a mi paso.

Alguien en el fondo de la habitación
bajo la luz de la luna escribe:
Entrégate al hombre apostado en tu estancia
yo soy la noche tu eres la soledad
el deseo es un árbol donde la luz se ahoga
todo lo que poseemos está en este fuego.


VERDE


El día y la noche son un canto alegre en mi oído
la ciudad con sus múltiples verdes acostados al sol
hombres y mujeres de mi ciudad con búsquedas particulares
la mujer con su voz negra
mi entusiasmo abierto a los demás
el silbido del adolescente en búsqueda del amor
el canto ceremonioso y contundente 
                              de fuertes voces me hace temblar de emoción
el cielo azul y este clima esplendido
ciudad abierta a todos
con sus cometas de múltiples colores.

Me deslizo por caminos abiertos donde sombras palpitantes escudriñan
la luna ilumina la noche
jóvenes despiertos se mecen en el baile
la música telón de fondo apaga las voces estridentes
ebrios son jalados por indeseables
mujeres desprovistas de pudor se pasean por calles colmadas de gente
parejas abrazadas a su momento palpitan locamente
el amor iluminado un instante.

Todo se agita, todo se mueve y desvanece en el aire
la noche prestada para abandonos sublimes
por paredes de la noche suben hombres musculosos
la noche se ilumina con destellos de fuegos artificiales
desde diversos lugares voces contundentes nos llaman, nos cantan
toda la diversidad y las lenguas del mundo 
todo es leve y sin peso
mi ciudad anhelada desprovista de miedo.

  

BAJO LAS SOMBRAS

Alguien con su quebrada voz canta por las calles de la noche
siento miedo, miedo de un disparo al aire
un disparo que deje en el asfalto a un hombre
alguien con hambre lanza su quebrada voz al aire
desde mi cuarto deseo saltar por uno 
                                      de los cuadros que me acompañan
perderme en espacios de tormentas o de asombros,
besar una bella de Botticelli
tal vez arrullar un pequeño solo en medio del parque
o hacer parte para siempre de una pintura de Modigliani
cualquier cosa preferible
a la voz quebrada de ese hombre en medio de la noche.

 

PENUMBRA


Hombres abandonados por mujeres con ansias de vida
hombres felpudos de mirada triste
la amplia noche que nos alberga y desaloja
hombres sinceros con un parche en el ojo
olvidados en el último escalón del tren que parte sin rumbo fijo
mirada llorosa del solitario
                             en la penumbra de su apartamento.

Hombres con miedo convencidos de no tenerlo
lluvia pertinaz sobre los rostros idos
orejas rotas mirada perdida, ¿para qué nacer?
si la vida joven se pierde a cada instante
el cuerpo dejo de ser sagrado
el odio, el fanatismo, las furias se abrazan a jóvenes cuerpos
la ceremonia de la guerra, el olor a plomo redime a los bárbaros
las escaleras infinitas recorriendo los mismos lugares del miedo
las ciudades, los tiempos, los rostros, pasan los siglos
                            pero sigue detenido el tiempo del miedo y del odio 
mirada llorosa del solitario en la penumbra de su abandono.



TUMULTO DE VOCES

Las puertas abiertas, el viento mece la cortina
el sonido insistente de una ambulancia
delata la posible muerte
un hombre joven pierde el sentido
rueda por las escaleras aferrado a sus libros
el dolor, la soledad, la enfermedad.

Sombras escurridizas se mecen
los ojos, las bocas abiertas
una puerta produce un sonido seco
nadie llega, pero hay un tumulto de voces
en el suelo el hombre inconsciente
incisivas miradas se pegan a su piel
las manos se agitan produciendo calor, agotamiento.

Ese hombre solo, enfermo, con su ojo herido llora
posee una fortaleza que no lo abandona
portones, calles, ventanas de madera
miradas escondidas en la penumbra de las luces
seres silenciosos se pasean por las calles
la noche sobre la noche.


 

DOMINIOS CRUZADOS


Las furias no pueden seguir avasallando
el viento trae lágrimas de dolor 
los cuerpos son saqueados
el aire huele a plomo
los caballos huyen de jinetes bestiales.

Un niño sonríe frente a rostros vaciados de odio
la fiebre de poder, atrapa, pisotea, asesina 
con máscara de amor oscurece, silencia al amigo
murmullos, sombras, sigilo, la noche sin sueño
mal nacidos con ganas de muerte

El silencio recobra el orden 
la extraña voz de los sin voz
más allá de la muerte, la vida recurrente, hermosa
el deseo contra el tumulto de miedo
la vida contra las furias, un día donde la noche duerma.



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