(2 de agosto de 1897, Chaville, Francia -12 de marzo de 1990, París, Francia)
Georgia
No duermo Georgia
Lanzo flechas en la noche Georgia
espero Georgia
pienso Georgia
el fuego es como la nieve Georgia
la noche es mi vecina Georgia
oigo todos los ruidos sin excepción Georgia
veo el humo que sube y huye Georgia
camino a paso de lobo en la sombra Georgia
corro aquí está la calle aquí están los barrios Georgia
Aquí está una ciudad siempre igual
y que yo no conozco Georgia
Me apresuro aquí está el viento Georgia
y el frío y el silencio y el miedo Georgia
me escapo Georgia
corro Georgia
las nubes están bajas están por caerse Georgia
extiendo el brazo Georgia
no cierro los ojos Georgia
llamo Georgia
grito Georgia
llamo Georgia
yo te llamo Georgia
quizá vengas Georgia
pronto Georgia
Georgia Georgia Georgia
Georgia
no puedo dormir Georgia
espero Georgia
De "Georgia"
Versión de Aldo Pellegrini
Hacia la noche
Es tarde
en la sombra y en el viento
un grito asciende con la noche
No espero a nadie
a nadie
ni siquiera a un recuerdo
Hace ya tiempo que pasó la hora
pero ese grito que lleva el viento
y empuja hacia adelante
viene de un lugar que está más allá
por encima del sueño
No espero a nadie
pero aquí está la noche
coronada por el fuego
de los ojos de todos los muertos
silenciosos
Y todo lo que debía desaparecer
todo lo perdido
hay que volver a encontrarlo
por encima del sueño
hacia la noche.
De "Poésies completes"
Versión de Aldo Pellegrini
Las fábricas
En
colaboración con André Breton
Los animales extranjeros y los industriales generosos pertenecen al mismo
círculo
La avenida de los besos
Enfermedad de los jóvenes
Los papeles de la pared de los techos de las jaulas y de los circos
Talleres de las salvaciones
Una danza rápido una danza
La química delicada
Tirad los dados
Un hombre al mar
Un hombre pasa quiero verlo
Corre azul más azul que mis dedos helados mancha de los rieles
Los ferrocarriles las usinas
El hierro arde
La madera
El tabaco de las prisiones madre de los sueños
Un bar plazoleta galantería enfermiza
Jueves jueves
Tomad vuestra mano la cabeza de los árboles
Calma de los soles
Cuerpos compuestos sales
Camiones traednos los resultados
Las sombras nuestras amigas
Un general manda sobre algunas manos
Los bellos relojes
Les Champs Magnétiques
Versión de Aldo Pellegrini
Últimos cartuchos
La noche tiene ojos sin pupilas
y largas manos
Qué buen tiempo hace
Hay una estrella roja
y largas serpientes nocturnas
Hace buen tiempo
Es necesario gritar para no estar triste
las horas danzan
Es necesario rugir para no matar
para no morir cantando
para no enrojecer de vergüenza
y de rabia
Nada mejor que irse
tomar el bastón
y caminar
Cuando uno agota los nervios
y se enfurece
Qué buen tiempo hace
las campanas repican a difuntos
y por la gloria de las armas
todo tiene que volver a empezar
Pese a la oscuridad veo
cómo caen cabezas en el cesto
bajo el golpe de la guillotina
diviso ahogados que flotan
y ahorcados que se balancean
Se oyen gritos en los hospitales
Qué buen tiempo hace
Uno se mira en el espejo
por placer
y se encuentra realmente feo
pero uno piensa en otra cosa
para no desesperar
Qué se ve
realmente
qué se ve
El cementerio es encantador
hay flores coronas
cruces e inscripciones
Qué buen tiempo hace
Qué se oye
el sol toca el clarín
en las puertas de los cafés
es la batalla definitiva
la ciudad muere al son de las ranas
y las flores caen
severamente
como árboles desarraigados
Aquí están los hombres
están tan pálidos como los vivos
llevan corbatas rojas
bastones con punteras de plomo
y diarios de todos los colores
Se detienen
y juegan
a cara o cruz
Cada vez hace mejor tiempo
Banderas y música al frente
inclinamos la cabeza
porque cada vez estamos más
solos
pálidos
feos
Tenemos que reiniciar la marcha
a cara o cruz a risa de vino y licores
Los cafés están empavesados
como las sonrisas de las damiselas
avancemos siempre
pronto sabremos lo que ha de venir
Realmente hace muy buen tiempo
De "Poésies completes"
Versión de Aldo Pellegrini
Uno, dos o tres
Busquemos los hijos
los padres de los hijos
los hijos de los hijos
las campanas de la primavera
las fuentes del verano
las penas del otoño
el silencio del invierno
De
"Georgia"
Versión de Aldo Pellegrini
WESTWEGO
Todas las
ciudades del mundo
oasis de
nuestros tedios muertos de hambre
ofrecen
bebidas frescas
a las
memorias de los solitarios y de los maníacos
y de los
sedentarios
Ciudades
de todos los continentes
sois
banderas
estrellas
caídas a la tierra
sin saber
muy bien por qué
y las
amantes de los poetas de ahora
Me
paseaba yo por Londres un verano
los pies
ardientes y el corazón en la mirada
cerca de
los muros negros cerca de los muros rojos
cerca de
las grandes dársenas
donde los
policemen gigantes
llevan
encima un punto como las interrogaciones
Se podía
jugar con el sol
que se
posaba como un pájaro
sobre
todos los monumentos
paloma
viajera
paloma
cotidiana
Fui a ese
barrio que llaman de Whitechapel
peregrinación
a mi infancia
en donde
no encontré
más que a
gente muy bien vestida
y tocada
con sombreros de copa
a
cerilleros
con
canotiers
que
gritaban igual que las verduleras francesas
para
atraer clientes
penny
penny penny
Entré en
un bar
vagón de
tercera clase
en el que
estaban sentadas a la mesa
Daisy
Mary Poppy
junto a
pescaderos
que
mascaban tabaco cerrando un ojo
para
olvidar la noche
la noche
que se acercaba a paso de lobo
a paso de
hurón
la noche
y el olor del río y el de la mar
la noche
que desgarra el sueño
Era un
día triste
cobrizo y
arenoso
que se
perdía lentamente entre los recuerdos
islas
desiertas tempestades de polvo
para los
animales rugientes de cólera
que bajan
la cabeza
como
usted y como yo
porque
estamos solos en esta ciudad
roja y
negra
en la que
todas las tiendas lo son de comestibles
en la que
los mejores tienen los ojos muy azules
Hace
calor y es domingo
triste
el río es
muy infeliz
y la
gente se ha quedado en sus casas
Paseo
cerca del Támesis
una sola
barca se desliza para alcanzar el cielo
el cielo
inmóvil
porque es
domingo
y el
viento no se ha levantado
son las
doce son las cinco
uno ya no
sabe adónde ir
un hombre
canta sin saber por qué
igual que
yo camino
cuando se
es joven es para toda la vida
mi
infancia enjaulada
en este
museo sonoro
de Madame
Tussaud
está Nick
Carter y su bombín
hay en su
bolsillo toda una colección de revólveres
y esposas
brillantes como juramentos
A su lado
el caballero Bayard
que se le
parece como un hermano
está
también la historia santa y la historia de Inglaterra
junto a
los grandes criminales que han perdido sus nombres
En el
lugar al que he ido al salir de allí
no hay
cafés
ni luces
que hacen desvanecer las palabras
no hay
mesas en las que apoyarse
nada que
ver nada que mirar
no hay
vasos
no hay
humo
sólo
aceras largas como años
en las
que manchas de sangre afloran al anochecer
he visto
en esta ciudad
tantas
flores tantos pájaros
porque
estaba a solas con mi memoria
junto a
sus rejas
que
ocultan los jardines y los ojos
“en las
orillas del Támesis
una
mañana de febrero
tres
ingleses en mangas de camisa
se
desgañitaban cantando
curda la
la curda la la curda la la”
Autobús
tea rooms Leicester square
os
reconozco aunque no os he visto jamás
sólo en
las postales
que
recibía mi criada
hojas
muertas
Mary
Daisy Poppy
pequeñas
llamas de fuego
en este
bar sin mirada
sois las
amigas que un poeta de quince años
admira
dulcemente
pensando
en París
por una
ventana
pasa una
nube
es
mediodía
atravesando
el sol
Caminamos
porque somos necios
corremos
porque somos alegres
reímos
porque somos fuertes
Extraño
viajero viajero sin equipaje
jamás he
dejado París
mi
memoria se me pegaba a los talones
mi
memoria me seguía como un perrito
yo era
más dócil que los corderos
que
brillan en el cielo a medianoche
hace
mucho calor
me digo
en voz baja y muy seriamente
tengo
mucha sed tengo de verdad mucha sed
sólo
poseo mi sombrero
llave de
los campos llave de los sueños
padre de
los recuerdos
nunca he
dejado París
pero esta
noche estoy en esta ciudad
detrás de
cada árbol de las avenidas
un
recuerdo acecha mi paso
Eres tú
mi viejo París
pero esta
noche definitivamente estoy en esta ciudad
tus
monumentos son los límites kilométricos de mi fatiga
reconozco
tus nubes
que se
cuelgan de las chimeneas
para
decirme adiós o buenos días
noche tú
eres fosforescente
te amo
como se ama a un elefante
tus
gritos son para mí gritos de ternura
soy como
Aladino en el jardín
donde
frotó la lámpara maravillosa
no busco
nada
estoy
aquí
estoy
sentado en la terraza de un café
sonrío
mostrando mis dientes
al pensar
en todos mis famosos viajes
quería ir
a Buenos Aires y a Nueva York
conocer
la nieve de Moscú
partir
una noche a bordo de un buque
hacia
Madagascar o hacia Shangai
remontar
el Mississipi
he ido a
Barbizon
y he
releído los viajes del capitán Cook
me he
acostado sobre el musgo elástico
he
escrito poemas al lado de una anémona silvia
escogiendo
las palabras que pendían de sus ramas
las vías
del tren me hacían pensar en el transcanadiense
y esta
noche sonrío porque estoy aquí
delante
de este vaso trémulo
en el que
veo el universo
riéndose
por los
bulevares por las calles
todos los
macarras pasan cantando
los
árboles secos tocan el cielo
ojalá
lloviese
se podría
caminar sin fatiga
hasta el
océano o más lejos
allá
donde el mar palpita como un corazón
más cerca
de la ternura cotidiana
luces y
ladridos
el cielo
ha descubierto la tierra
y el
mundo es azul
ojalá
lloviese
y el
mundo estuviera contento
también
hay mujeres que se ríen y me miran
mujeres
cuyos nombres desconozco
los niños
gritan en sus jaulas del Luxemburgo
el sol
por fin ha cambiado después de seis meses
hay
tantas cosas que bailan delante de mí
mis
amigos repartidos por todos los rincones
mañana
los veré
André el
de los ojos color de planeta
Jacques
Louis Théodore
y el gran
Paul mi árbol querido
y Tristan
cuya risa es un gran pavo
estáis
vivos
he
olvidado vuestros gestos y vuestra voz verdadera
pero esta
noche estoy solo yo soy Philippe Soupault
desciendo
lentamente por el bulevar Saint Michel
no pienso
en nada
cuento
los reverberos que tan bien me conozco
al
aproximarme al Sena
“cerca de
los Puentes de París”
y hablo
en alto
todas las
calles son afluentes
cuando se
ama ese río por el que fluye la sangre de París
sucio
como una puta sucia
pero
también simplemente el Sena
al que se
le habla como a una madre
yo estaba
muy cerca de él
se iba
sin pena ni ruido
su
recuerdo extinguido era una enfermedad
me
apoyaba sobre el pretil
como
cuando uno se arrodilla para rezar
las
palabras caían igual que lágrimas
dulces
como bombones
Buenos
días Rimbaud cómo te va
Buenos
días Lautréamont cómo te encuentras
yo tenía
veinte años y no me sobraba ni un céntimo
mi padre
nació en Saint Malo
y mi
madre vio la luz en Normandía
yo fui
bautizado en el Canadá
Buenos
días a mí mismo
Los
vendedores de alfombras y las bellas señoritas
que
arrastran la noche por las calles
los que
guardan en los ojos la dulzura de las lámparas
aquellos
a quienes el humo de una pipa y un vaso de vino
les
parecen igual de insípidos
me
conocen sin saber mi nombre
y me
dicen al pasar Buenos días
y sin
embargo hay en mi pecho
pequeños
soles que dan vueltas con un ruido de plomo
gigante
de bulevar
hombre
tierno del palacio de justicia
el rayo
es más bonito en primavera
Sus ojos
mi rayo son tijeras
conductores
aún me quedan siete cartuchos
ni uno
más ni uno menos
ninguno
es para vosotros
vosotros
sois feos como interrogatorios
y yo leo
en todas las paredes
tapiz
tapiz tapiz y tapiz
los grandes
convoyes de las experiencias
junto a
nosotros junto a mí
cerillas
suecas
Las
noches de París tienen esos olores fuertes
que dejan
los lamentos y las jaquecas
y yo
sabía que era tarde
y que la
noche
la noche
de París iba a acabar
como los
días festivos
todo
estaba bien compuesto
y nadie
decía nada
yo
esperaba los tres golpes
el sol se
eleva como una flor
que se
llama creo diente de león
las
grandes vegetaciones mecánicas
que sólo
aguardaban un impulso
trepan y
caminan
fielmente
ya no se
sabe si hay que compararlas
con la
yedra
o con los
saltamontes
la fatiga
ha desaparecido
veo a los
marineros que salen
para
limpiar el carbón
a los
mecánicos de los remolcadores
que
prenden su primer cigarrillo
antes de
encender la caldera
allá en
un puerto
un
capitán saca un pañuelo
para
enjugarse la cabeza
por
costumbre
y yo el
primero esta mañana
digo a
pesar de todo
Buenos
días
ODA A BOGOTÁ
Vengo de
un continente donde llueve sangre
Donde el
cielo se infla bajo el sol
Donde la
muerte y el fuego luchan y rabian
Donde los
hombres desgarran el tiempo y la noche.
Y he aquí
que una estrella, la que brilla para los prisioneros
He aquí
que una estrella me conduce
Hacia una
cima que se llama Bogotá
La ciudad
adornada por nubes.
CREPÚSCULO
Un elefante en su bañeray tres niños que duermen
singular singular historia
historia de sol poniente.
Andrés Breton no está enfermo.
Felipe Soupault ha sido internado.
Luis Aragon está loco.
Teófilo Fraenkel está enfermo.
Andrés Breton está enfermo.
Francisco Picabia se parece a Francisco Picabia.
Pablo Eluard está enfermo.
Felipe Soupault ha muerto.
Aragon (Luis) no está muerto.
Eluard ha perdido su reloj.
Tzara está en París.
Andrés Breton no saldrá de viaje.
Teófilo Fraenkel es Teófilo Fraenkel.
Andrés Breton no ha dicho nunca merde.
Pablo Eluard bebe algunas veces.
Felipe Soupault es un barbero.
Aragon (Luis) no está en París.
(Él habita Neuilly-sur-Seine.)
Tzara ha perdido su reloj.
Tzara ha perdido su reloj.
Soupault ha perdido su reloj.
Breton ha perdido su reloj.
Eluard ha perdido su reloj (bis).
Fraenkel ha perdido su reloj.
Breton no es mozo de café.
Fraenkel no es mozo de café.
Luis Aragon no es mozo de café.
Breton no es indiferente.
Soupault tiene buena colocación.
Luis Aragon pregunta la hora que es.
Eluard lee dulcemente.
Fraenkel ha dicho bastante.
Breton ve mejor sin lentes.
Francisco Picabia no tiene avariosis.
Fraenkel no gasta lentes.
Soupault no gasta lentes.
Aragon (Luis) no gasta lentes.
Fraenkel no gasta lentes.
Fraenkel no gasta lentes.
Tristan (Tzara) tiene necesidad de un doctor.
Breton olvida sus portamonedas.
Y después,
después,
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