(13 de septiembre de 1889, Narbona, Francia - 17 de junio de 1960, Abadía de Solesmes, Solesmes, Francia)
Blanco y negro
Cómo vivir en otra parte sino cerca del gran árbol blanco
de aquella lámpara
El anciano arrojó uno a uno sus dientes de marfil
Para qué seguir mordiendo a esos niños que no mueren nunca
El anciano
Los dientes
Sin embargo no era el mismo sueño
Y cuando se imaginó que era tan grande como Dios mismo cambió
su religión y abandonó su vieja cámara oscura
Después compró nuevas corbatas y un armario
Pero ahora su cabeza tan blanca como un árbol ya no es en efecto
más que una miserable bolita abajo de las gradas
De lejos la bola se mueve
Hay un
perro al lado y en su forma
De lejos cuando el perro se mueve ya no se sabe si es la bola
De "La guitarre endormie" 1919
Versión de César Moro
Cara a cara
Se adelanta y la rigidez de su paso tímido traiciona
su aplomo.
Las miradas no abandonan sus pies. Todo lo que brilla en aquellos ojos,
de donde brotan malos pensamientos, alumbra su caminar titubeante.
Va a caerse.
En el fondo del salón una imagen conocida se yergue.
Su mano tendida
va hacia la suya. Ya no ve sino aquello; pero de pronto, tropieza
contra sí mismo.
De
"Poemas en prosa" 1915
Versión de César Moro
Corazón a corazón
Por fin heme de pie
He pasado por ello
Alguien pasa también por ello ahora
Como yo
Sin saber dónde va
Yo temblaba
Al fondo del cuarto el muro era negro
Y temblaba también
Cómo pude franquear el umbral de esa puerta
Se podría gritar
Nadie oye
Se podría llorar
Nadie comprende
Encontré tu sombra en la oscuridad
Era más dulce que tú misma
Otrora
Estaba triste en un rincón
La muerte te ha traído esa tranquilidad
Pero hablas hablas todavía
Querría dejarte
Si solo viniera un poco de aire
Si el exterior nos permitiera aún ver claro
Nos asfixiamos
El techo pesa sobre mi cabeza y me empuja
Dónde ponerme dónde partir
No tengo
bastante sitio para morir
Dónde van los pasos que se alejan de mí y que escucho
Allá lejos muy lejos
Estamos solos mi sombra y yo
La noche desciende
De
"El tragaluz oval" 1916
Versión de César Moro
Dureza del corazón
Jamás hubiera querido volver a ver tu triste rostro
Tus mejillas hundidas y tus cabellos al viento
Me fui a campo traviesa
Bajo aquellos húmedos bosques
Noche y día
Bajo el sol y bajo la lluvia
Bajo mis pies crujían las hojas muertas
A veces brillaba la luna
Volvimos a encontrarnos cara a cara
Mirándonos sin decirnos nada
Y ya no tenía bastante sitio para irme de nuevo
Quedé mucho tiempo amarrado contra un árbol
Con tu amor terrible ante mí
Más angustiado que una pesadilla
Alguien más grande que tú, por fin, me liberó
Todas las miradas llorosas me persiguen
Y esta debilidad contra la que no se puede luchar
Huyo rápidamente hacia la maldad
Hacia la fuerza que yergue sus puños como armas
Sobre el monstruo que me arrancó de tu dulzura con sus garras
Lejos de la opresión blanda y suave de tus brazos
Me voy respirando a pleno pulmón
A campo traviesa a bosque traviesa
Hacia la ciudad milagrosa donde mi corazón palpita
De
"El tragaluz oval" 1916
Versión de César Moro
El viento y el espíritu
Es una quimera extraordinaria. La cabeza, más alta que
aquel piso,
se ubica entre los dos alambres y se arrellana y se mantiene, nada
se mueve.
La cabeza desconocida habla y no comprendo una
palabra, no oigo
un sonido -abajo contra la tierra. Estoy siempre en la acera de enfrente
y miro; miro las palabras que va a arrojar más lejos. La cabeza habla y
no oigo nada, el viento dispersa todo.
Oh gran viento, burlón o lúgubre, he deseado tu
muerte. Y pierdo
mi sombrero que también tomaste. Nada tengo ya; pero dura mi odio
¡ay más que tú mismo!
De
"Poemas en prosa" 1915
Versión de César Moro
Envidia
Visión abigarrada y tenue en su cabeza, huyes de la
mía. Posee los astros
y los animales de la tierra, los campesinos y las mujeres para servirse de
ellos.
Lo ha mecido el Océano, a mí el mar, y fue él quien recibió todas las estampas.
Roza ligeramente los despojos que encuentra, todo se ordena y siento
mi cabeza pesada que aplasta los frágiles tallos.
Si creíste, destino, que podría partir me hubieras
dado alas.
De
"Poemas en prosa" 1915
Versión de César Moro
Horizonte
Mi dedo sangra
Con él
Te escribo
El reinado de los viejos reyes se acabó
El ensueño es un jamón
Pesado
Que cuelga del techo
Y la ceniza de tu cigarro
Contiene toda la luz
En la curva del camino
Los árboles sangran
El sol asesino
Ensangrienta los pinos
Y a los que pasan por la pradera húmeda
La tarde en que se durmió el primer mochuelo
Yo estaba ebrio
Mis miembros laxos cuelgan ahí
Y el cielo me sostiene
El cielo en que lavo mis ojos todas las mañanas
De
"Algunos poemas" 1916
Versión de César Moro
Nocturno
La calle enteramente a oscuras y la estación no ha
dejado huella.
Hubiera querido salir y retienen mi puerta. Sin embargo, allá arriba,
alguien vela y la lámpara está apagada.
Mientras que los reverberos no son más que sombras,
los anuncios
continúan a lo largo de las palizadas. Escucha, no se oye el paso de ningún
caballo. Sin embargo, un caballero gigantesco se precipita sobre una
bailarina y todo se pierde girando, detrás de un terreno baldío. Sólo la noche
conoce el lugar donde se reúnen. Cuando llegue la mañana revestirán
sus colores resplandecientes. Ahora todo calla. El cielo parpadea y la luna
se oculta entre las chimeneas. Los agentes de policía mudos y sin ver nada
mantienen el orden.
De
"Poemas en prosa" 1915
Versión de César Moro
Partida
El horizonte se inclina
Los días son más largos
Viaje
Un corazón salta en una jaula
Un pájaro canta
Va a morir
Otra puerta se va a abrir
Al fondo del corredor
Donde se enciende
Una estrella
Una mujer morena
La linterna del tren que parte
De
"Algunos poemas" 1916
Versión de César Moro
4 Y 9
Las cuatro patas de los caballos tiemblan sobre el horizonte
La misma línea me sirve de tapa
El mundo está apagado bajo el toque de queda
Las ventanas brillan como ojos
Tenemos armas para reír
Y un corazón para morir
El general es un viejo señor
Sin ropa de civil
Una broma una buena broma para hacer
A un miembro de la familia
Es él quien ha asumido todo el heroísmo y el peligro
El patio es una prisión sin primer piso en la que damos vueltas sin
fin
Sólo falta una hora
Suben el rancho y las botas
La cara de un rey negro condecorado con la
medalla de
salvamento
Para nada
Entre los salvajes
La música es mejor
Somos tres y yo estoy en el medio
¿Adónde van ustedes?
El placer y la muerte dan vueltas a nuestro alrededor.
Y ALLÁ
Alguien habla y yo estoy de pie
Voy a ir allá a la otra punta
Los árboles lloran
Porque a lo lejos otras cosas mueren
Ahora la cabeza se ha apoderado de todo
Pero todavía no te he comprendido
Sigo tus pasos sin saber quién soy
Hay que pasar por una puerta en la que nadie
espera
Para un imposible reposo
Todo se aparta y nos vuelve la espalda
Un poco de vacío queda en torno
Y para revivir días pasados
Un alma desapegada se entretiene
Y arrastra todavía un cuerpo que se gasta
El último tiempo de un compás
Más tenaz y más desgarrador
Un dolor musical murmura
ENVIDIA
Visión multicolor y delicada en su cabeza, tú rehúyes la mía. Él
posee los astros y los animales de la tierra, los campesinos y las mujeres para
servirse de ellos. El Océano lo acunó, a mí el mar, y es él quien recibió todas
las imágenes. Ligeramente, roza los despojos que levanta, todo se arregla y me
siento la cabeza pesada
que aplasta los frágiles tallos.
Si creíste, destino, que yo podía partir, tendrías que haberme dado alas.
ENTRE DOS MUNDOS
La sombra baila
Ya no hay nada más
Que el viento que se precipita
El movimiento se extiende desde la pared
Y aumenta
Hay personajes que nacen
Por un minuto o por toda la Eternidad
La noche es la única que cambia
Y yo mismo al lado
Alguien a quien el remordimiento obsesiona
En el camino donde marca su paso
No se ve nada de lo que hay
Sólo la pared hace una mueca
Una seña de mi corazón se extiende hasta el mar
No hay nadie lo bastante grande para detener la
tierra
Y ese movimiento que nos cansa
Cuando una estrella azul allá arriba da vueltas
al revés
Correo
Ni una sola cabeza sobresale
Un dedo se alza
Luego es la se?al que conocemos
Una se?al
Una nota breve
Un hombre aparte
All? arriba una nube que pasa
Nadie regresa
Y la noche guarda su secreto
La Sombra del muro
Un ojo reventado con una pluma
L?grima que cae de la luna
................Un lago
EL mundo cabe dentro de un saco
................La noche
Los cipreses hacen la misma se?al
En blanco la ruta los subraya
El paisaje invernal es azul
.........................Los dedos tiemblan
Dos grandes cuadrados que se parecen
Las sombras danzan en medio
De las bestias que no se ven
........................De las voces
A todo lo largo del camino
......................Llueve
Siempre allí
Necesito no verme m?s y olvidarme
De hablar a gente que no conozco
De gritar sin ser o?do
Para nada muy solo
Conozco a todo el mundo y cada uno de vuestros pasos
Quisiera contar y nadie me escucha
Las cabezas y los ojos se partan de m?
Hacia la noche
Mi cabeza es un globo lleno y pesado
Que rueda sobre la tierra con un poco de ruido
Lejos
Nada detr?s de m? y nada delante
En el vac?o donde desciendo
Algunas fuertes corrientes de aire
Van a mi alrededor
Crueles y fr?as
Son puertas mal cerradas
Sobre recuerdos no olvidados todav?a
El mundo se ha detenido como un reloj
La gente est? suspendida por la eternidad
Un aviador desciende por un hilo como una ara?a
Todo el mundo danza aligerado
Entre cielo y tierra
Pero un rayo de luz ha venido
Desde la l?mpara que olvidaste apagar
Sobre el rellano
Ah esto no ha terminado
El olvido no est? completo
Y necesito todav?a aprender a conocerme
Alegría
El aire huele a mar
El invierno tiene tanta altura que nos espanta
No se sabe d?nde nacen los vientos
Ni que direcci?n toman
La casa cabecea como un barco
Qu? mano nos mece
Al grito lanzado desde fuera
Sal? para ver
Una mujer se ahogaba
Una mujer desconocida
La tend?a la mano
La salv?
Despu?s de haberle dicho mi nombre
Que ella no conoc?a
La puse a secar en un sitio m?s caliente
La vi volver a la vida y embellecerse
Luego como el calor aumentaba
Desapreci?
Evaporada
Comenc? a gritar y llorar
Y estall?
En carcajadas
Por un momento hab?a recogido el renombre
En mi intimidad
Abr? la puerta y ech? a correr
A campo traviesa a cantar a voz en cuello
Cuando volv?
En mi casa se hab?a hecho la calma
Y el fuego que se hab?a apagado
Se encendi? de nuevo
Excesivamente
Por Pierre Reverdy
Versión: Raúl Gustavo Aguirre
El
mundo es mi prisión
Si estoy distante de lo que amo
No estás muy lejos verja del horizonte
El amor la libertad en el cielo demasiado vacío
Sobre la tierra acuchillada de dolores
Un rostro ilumina y calienta las cosas duras
Que eran parte de la muerte
A partir de esta cara
De estos gestos de esta voz
No es sino yo quien habla
Mi corazón el que resuena y late
Una cortina de fuego pantalla suave
Entre los muros familiares de la noche
Círculo encantado de las soledades falsas
Haces de reflejos luminosos
Pesares
Todos estos despojos del tiempo crepitan en la hoguera
Todavía un plano que se desgarra
Un acto que no acude al llamado
Queda muy poco por tomar
De un hombre que va a morir
Le chava des morís, 1944-1948
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