sábado, 16 de julio de 2022

POEMAS DE ANA MARÍA MARTÍNEZ SAGI


EL DESEO

 

         Noche

de insomnio negro.

 

         Sobre mi talud de cardos

crispada me recuesto.

En cada pliegue blando

recóndito del lecho:

una espina de miel

un cuchillo de fuego.

 

         Incrustado

a mi cuerpo

tentáculo feroz

y agressivo: el deseo.

 

         Gritos broncos derriban

murallas de silencio.

Sofocante me absorbe,

la boca que no tengo.

Mordaza de mi mutismo.

Pantera de mi desierto.

Hoguera de mi penumbra.

Abismo de mi tormento.

En un rojo

revuelo

de combates

sin freno

aberta

desmembrada

me consumo y me pierdo.

En la noche demente

resucitada muero:

con la boca quemada

com los flancos ardendo.

 

         Lívida madrugada

cortará el aire denso.

 

         Y el rostro que persigo

morirá en el espejo.

Tomado de:

http://www.antoniomiranda.com.br/iberoamerica/espanha/ana_maria_martinez_sagi.html

 

 


Por el río suena

 

"Venía tu cuerpo moreno

En el agua rosada del río.

Un viento, de pena callada,

Retorcía los grises olivos.

Venía tu cuerpo moreno,

Inmóvil y frío.

El agua, cantando, pasaba

Por tus dedos rígidos.

¡Venías tan pálido,

soldado, en el río!

La boca cerrada, las manos heladas,

La piel como el lirio;

Y una herida roja, en la frente blanca,

Y una luz de aurora, en los ojos limpios…

¡Qué muerte la tuya, soldado del pueblo,

bravo miliciano, corazón amigo;

qué muerte más dulce, cien brazos de agua

ceñidos en torno de tu rostro lívido!

No venías muerto sobre el agua clara;

Sobre el agua clara, venías dormido:

Un clavel granate, en la sien nevada,

Y en los ojos quietos, dos luceros vivos.

¡Qué pálido y frío,

venía tu cuerpo moreno

sobre el agua rosada del río! "

Tomado de:

https://www.epdlp.com/texto.php?id2=8500

 

 

SERENIDAD

 

 

¡Serenidad, serenidad! Escucha,

mi voz grave y dolida,

la voz hecha de angustia y amargura

infinita.

Estréchame en tus brazos y haz que el viento

se lleve mis melancolías.

Déjame el alma limpia de inquietudes,

como una Primavera florecida

de soles, de capullos, de canciones,

de arrullos y de risas...

¡Serenidad, serenidad! ¡Mírame hondo

con tus claras pupilas!

 

Canciones de la Isla (1932-1936)

Tomado de:

https://drive.google.com/file/d/1EfTKNsdZquG8C4L6ULUFJJukXLZ_jAYD/view

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