domingo, 10 de julio de 2022

POEMAS DE MARCEL PROUST UN AÑO MÁS

 


CONTEMPLO A MENUDO EL CIELO DE MI MEMORIA

 

 

 

Todo lo borra el tiempo como las olas borran

 

Los trabajos infantiles sobre la allanada arena

 

Habremos de olvidar estas palabras tan precisas, tan vagas,

 

Tras las que el infinito sentimos cada uno.

 

#

 

Todo lo borra todo el tiempo mas no apaga los ojos

 

Sean de ópalo, de estrella o de agua clara;

 

Bellos como en el cielo o en un lapidario

 

Para nosotros arderán con fuego alegre o triste.

 

#

 

Unos, joyas robadas de su vivo joyero,

 

A mi corazón lanzarán sus duros reflejos de piedra

 

Igual que un día en que engastados, sellados en el párpado,

 

Brillaban con un fulgor precioso y frustrante.

 

#

 

Otros, dulces fuegos robados también por Prometeo,

 

Chispa de amor que brillaba en sus ojos

 

Y que para nuestro amado tormento hemos llevado,

 

claridades demasiado puras o joyas demasiado preciosas.

 

#

 

Constelad por siempre el cielo de mi memoria

 

Inextinguibles ojos de aquellas que amé.

 

Soñad como los muertos, fulgid como aureolas,

 

Como una noche de mayo brillará mi corazón.

 

#

 

Borra como una bruma el olvido los rostros,

 

Los gestos adorados en otro tiempo a lo divino,

 

Por quien locos estuvimos, por quienes fuimos sensatos,

 

Fascinación del error y símbolos de fe.

 

#

 

Todo lo borra el tiempo, la intimidad de las noches,

 

Mis dos manos en su cuello como la nieve virgen

 

Sus miradas que acarician como un arpegio mis nervios

 

Mientras sobre nosotros sus incensarios la primavera agita.

 

#

 

Otros, los ojos sin embargo de una mujer alegre,

 

Así como las penas eran vastos y negros.

 

Espanto de las noches, de las tardes misterio,

 

Entre esas mágicas cejas estaba su alma toda.

 

#

 

Y su corazón era vano como una mirada alegre.

 

Otros, como el mar tan cambiante y tan dulce,

 

Nos extraviaban hacia el alma en sus ojos hundida

 

Como en esas tardes marinas a que lo ignoto nos empuja.

 

#

 

Sobre tus claras aguas navegábamos, mar de los ojos.

 

Henchía el deseo nuestras tan remendadas velas.

 

Y las tempestades pasadas olvidando, partíamos

 

Sobre las miradas para descubrir las almas.

 

#

 

Tantas miradas diversas, las almas tan parejas,

 

Qué decepción para nosotros, viejos prisioneros de los ojos.

 

Habríamos debido quedarnos a dormir bajo la pérgola.

 

Pero os habríais marchado igual de haberlo sabido todo.

 

#

 

Para tener en el corazón estos prometedores ojos

 

Como un mar de atardecida que sueña con el sol

 

Inútiles gestas habéis realizado

 

Para alcanzar el país soñado que, bermejo,

 

#

 

De éxtasis gemía más allá de las verdaderas aguas

 

Bajo el arca sacrosanta de una nube que creíamos profética,

 

Pero es dulce tener para un sueño estas heridas,

 

Y vuestro recuerdo como una fiesta fulge.




***

 

Como en el claro patio del exquisito monasterio…

 

 

 

El encanto tienes de un patio de bonito monasterio.

 

Entre los blancos arcos azul marino es el cielo .

 

Qué delicia pasar allí los cálidos días somnolientos

 

Bajo un grácil pilar, beber al fresco y callarse.

 

#

 

Mañana, lo sé bien, una vez solitario,

 

Iré desvariando hacia palacios turbadores;

 

Mas hoy tu encanto es mi amigo; las lentas

 

Miradas de tus ojos malva son todo para mí en este mundo.

 

#

 

Tu frente no encierra en su escasa blancura

 

La infinita sombra de donde brotará la luz,

 

Sin embargo te amo extrañamente, oh querida cabeza.

 

#

 

Cuando a tu clara risa mi corazón ya no palpite

 

Quizá me ruborice todavía pensando en la dulzura

 

Que hubiera sentido quedándome agazapado en tu corazón

 

 

 

Como en el claro patio del exquisito monasterio…

Tomado de:

https://www.ieturolenses.org/revista_turia/index.php/actualidad_turia/once-poemas-de-marcel-proust

 

Mentiras

 

           Lunes, a la una

 

La insensibilidad de la naturaleza

parece henchir lo vacuo de nuestros corazones.

Juego decepcionante de la materia ciega

en el cielo y el ópalo y los ojos, en donde,

victorioso y herido, dormitaba el amor.

Las formas del cristal, los pigmentos del iris

y el espesor del aire a ratos nos engañan,

intentando engañar nuestro dolor eterno

con la naturaleza, la mujer y los ojos.

     Y la pálida ternura

     del azul miente en el ópalo,

     en el cielo y en tus ojos.

 

 

 

59

 

Eludir la ventana, rastrear la salida

    y penetrar en el apartamento

para el señor gato, ya lo comprendéis,

    fue cosa de un momento.

 

    (Adaptación de La Fontaine) 201

Tomado de:

http://campodemaniobras.blogspot.com/2016/02/marcel-proust-dos-poemas.html

 

 

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