Lluvia
y llovizna y amaina
como si se atareara consigo misma la “casualidad”
(como el “talento” bueno sólo para lamentables bocetos)
como si “está” “vive”
(en un círculo – como yo – de inutilidad)
1977
De nuevo – notas en tiempo de insomnio
1
Sueño – de mosaico – adentro. Y con manchas y salpicaduras
Insomnio: en los huesos – en la sangre – dibujo salvaje.
2
Sueño-masacre. Sueño-luz. Sueño-lugar-estacional.
Sueño-incendio.
3
Orgía de Insomnio: comezón – en el fondo de los ojos.
1978
De nuevo: aparición del herrerillo
A E. Épshtein
esto negro-verde
nube de fuerza inocente
más de una vez evoqué bajo el cielo –
de nuevo como en tiempos remotos
se contrajo ella en este pájaro – en el confiado-tímido
temblor
del pimpollo – traído por el viento y la nieve:
expandiendo la tristeza
en la casa y el suburbio –
fue un golpe en la ventana la floración:
conservándose en el ruido de la llegada de los amigos
un par de minutos –
(los oí charlar
como si durmiera
más feliz y luminoso)
1985
Arce en el margen de la ciudad
pero qué hay en el árbol
de callado
como si en todo el mundo
estuviera él solo – un arce septiembre-calmo!
ay no ay más… – como aquella presencia:
vos – ante cierta puerta
te has calmado y sabés: hay – ahora sólo esto “allá”
que es más que los conceptos
sin explicación………-pero ocurrencia posible
(salida – paz – olvido)
con sólo un precio: no ver más
este arce – de septiembre
1989
Casa en el campo
es todo muy simple: un ratón – el temblor de la basura
y el viento tras la esquina
y allá – el camino en la noche lluvioso
y aquí – en la huerta – una mesa
abandonada: y la charla – oblicua y de costado
adhiriéndose y murmurando
de las hojas (cual camiseta vieja) familiares
y la patria-bruma – más y más grande más y más cerca
con el alma-mirada – más remota mucho más remota
(cómo decirlo) que la madre… –
– entonces canta la campana de Tirol
sólo para ella: río-o: abriéndose toda
como la sangre más pura………. –
la golondrina y el ratón se han escondido
y claman al corazón: cerrás las puertas
con penumbra del alma
a tientas en la casa… – así ha acabado el mundo:
cerrándose – con un susurro hace tiempo olvidado
1990
Pueblo como templo
Y las almas como velas, encendiéndose la una a la otra.
6 de enero 2002, nochebuena
aldea Romashkovo
Tomado de:
https://revistaelcocodrilo.com/poemas-de-guennadi-nikolaievich-aigui-trad-de-eugenio-lopez-arriazu/
Florecimiento de las rosas en tiempo de enfermedad
F.P.
mucha
rosa-niebla
(y al igual que el tejido de luz
mi incapacidad
de inteligencia)
(al mismo tiempo
yo
como en la niñez
por una vez
puro)
en los brillos
como en las portezuelas
pero aun así
niebla
en la repetición
y en los brillos
la debilidad
convirtiéndose en arabesco
en los codos
(como si
de aquel
tras la herida no-cercana
costado)
algo sobre la sangre (como un susurro)
volviéndose vastedad (con un temblor)
como hasta los claros del bosque
a mí
en la repetición
hacia adelante
en la transferencia
como hasta los claros
en movimiento y gritos
(mucho tiempo – por la infinitud de dolor escalofriante)
1979
Sin nombre
Y el hombre va por el campo
como si fuera Voz y Respiración
entre los árboles, como si estos esperaran
por primera vez sus Nombres.
2003
Invierno suburbano
me dormí y me cubrí de nieve
y la vida “de algo” –como-con-sentido
estaba en el pre-decir tan cerca de mí–
un blanco resplandor se sostenía en el campo cerca
como un desmayo
cada vez más alejado del día que se apagaba
1985
Por el lado de los barrancos
y − manifiéstanos
los pedazos – se consiguen como desolladura de piel
cuando el brillo de los barrancos saja el mundo:
la sonrisa (saliva preciosa)
para mí por ejemplo –del niño
es como una flor la enfermedad para alguien: ya muy criada
y es como una astilla soportable–
simple pobreza
(cierta pobre luz)
“aunque hay algo” de inútil susurro en el mundo
en ese aire en el que sólo hay la descomposición
del ardimiento de las miserables zanjas-visiones –
aún no-formalizadas en tumbas
de Bocas-Barrancos del País
1983
Phloxes de noche en Berlín
G.A.
como si de la cabeza
cayeran fuerzas invisibles!
y en esa impotencia llamada “alma”
cantan-gritan nieblas-y-aldeas
donde los soles son como vitales
tristes –enormes− lejanías!
entre sus despojos
(así –un arbusto: como apartado de la Patria:
no la llamo “natal”:
tiembla)
1992
Al “libro de la larga despedida”
Atraviesan mis hermanos la luz del sol
y “Señor” dicen las paredes y cantan los campos
y son tibios los robles – como si en ellos la sustancia de
la
gratitud
se oyera como un habla
mas sólo el agua ya cerca no tiene olas
y sin el rasgo de la comunicación – el pasto
los hermanos pasan fulgurantes bajo el dominio de los
irrevocables
y no puedo yo meterme de un salto en esta cadena
3-4 de mayo 2002
Denisova Gorka, bosque
Sueño-epílogo
un fogón
como dispuesto
en lo mórbido-y-óseo: tanto más vacuo!
y la acción: si ni siquiera es probable
que consiga algo − alimentándose de él!
y por el extraño sobre-nos-insuflante fuego
de otros fuegos cierta herrería
sin vínculo visible! – erigiendo selectivamente
sus movimientos: vivos – como espiando
algún trabajo – de tormento
Traducido
por Eugenio López Arriazu
1982
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