(14 de diciembre de 1883, Paysandú - 10 de abril de 1940, Uruguay)
Y OTRA VEZ LA ESPERANZA...
Y otra vez la esperanza florecerá en mi pecho?...
¿Otra vez la corriente me llevará en sus ondas?...
¿Otra vez la alegría falsa, el dolor certero
me envolverán en sus vertiginosos giros?...
¿Otra vez, otra vez, enlodaré mis manos?...
¿Otra vez, engañada, también yo engañaré?...
¡Oh!, mi paz, mi pureza, mi dolor, compañeros,
compañeros amados, ¿al fin os dejaré?...
¿Seré, como los otros, uno más en la vida?...
¿Mutilarán mis sueños la realidad y el tiempo?...
¿Vuelvo de un viaje largo donde me hallé a mi
misma, y tendré que perderme otra vez en el
mundo?...
Yo que estuve tan alto, ¿descenderé de nuevo?...
Después de hablar con Dios, ¿sólo hablaré a los
hombres?...
¡Oh!, penoso, doliente y noble cautiverio
que me hiciste más buena y me alzaste en mi
misma,
mi adiós es melancólico como un adiós
supremo...
dejo en ti lo más noble de mi vida terrena...
SUEÑO
Este sueño me pesa más acá de los ojos...
Sueño de unas pupilas eternamente insomnes;
que por almohada piden la tiniebla infinita,
y por manta el espeso silencio de la noche.
En el mármol velado de mi estatua yacente,
bajo los siete velos de la inmovilidad,
ceñir con bandeletas de olvido a mi conciencia
como a una vieja momia de polvorienta faz.
Y para que el silencio me envuelva más profundo
y no turbe ni el día obscuro sopor,
cegar los ventanales de mis anchas pupilas,
detener los latidos del torpe corazón...
PALABRAS
Las palabras
deformaron el alma, y la enlodaron...
¿En qué silencio te hallaré algún día, tú, que
ignoras acaso, que mi silencio
tiene tu misma voz?...
En el misterio de sus aguas quietas,
inmóvil y desnuda,
-blanco nenúfar- floreció mi alma;
y ascendió su corola del silencio
cálido y aterciopelado,
donde una inmensa floración se abre...
A través de sus aguas de misterio,
¿qué heroísmo floral ha de enviarme
su amoroso mensaje
de corola a corola,
y fecundar mi pensamiento,
navegando callado, en el océano
lustral de los silencios?...
... Las palabras
deformaron el alma, y la enlodaron...
Silencio
En el silencio están todas las cosas
como en el hondo seno de la tierra:
gérmenes que no brotaron todavía,
potencias escondidas
que pueden ser maravillosas rosas...
Gestación inconsciente, duerme en el silencio,
la música triunfal de todas las poesías,
Antes de hablar el último mensaje
se hará un vasto silencio misterioso
sobre la tierra henchida de esperanza....
Silencio creador!... Sólo el vano murmullo de los hombres
impide tu creación...
Ah!, si algún día
cesara todo ruido sobre el mundo,
el alma estremecida,
sucumbiría a la potencia muda
del silencio de Dios!...
poema de Luisa Luisi
Boletín de Teseo Nº 10
Montevideo, 28 de febrero de 1925
Oh! Cuánto tiempo me busqué!
Oh! ¡Cuánto tiempo me busqué!... Año tras año
Interrogué a los gentes y a los cosas.
Y pregunté por mi, desesperada.
A la Naturaleza y a los hombres:
«¿Dónde estoy? ¿dónde estoy?... ¿dónde está mi alma?»
Y llegué hasta pensar que no existió.
Fantasma como hay tantos en el mundo.
Mecánico muñeco que repite
Los gestos y palabras aprendidas
Durante la niñez ...
Oh! mis noches crueles, mis insomnios.
Mis dudas espantosas.
Y la desesperación que deambulaba
En torno de mi ser...
Y luego
El espectro fatal de la inconsciencia :
No ser nadie: Peer Gynt y los fantoches.
El muñeco relleno de aserrín ...
Mi alma! mi olma! .. Yo buscaba mi alma
En la tortura negra de la noche:
Lo ilusión familiar me la velaba.
Y yo creí morir...
Oh! soledad!...
Larga, penosa soledad frente a mi misma:
Yo sé que estoy en mi...
Y me buscaba en vano.
Toda dentro de mi, pero ton hondo
Que es preciso cavar en el silencio.
Y aventurarme en piélagos ignotos.
Y descender al fondo del abismo
—Nauta arriesgado en mares de misterio—
Y vencer la locura, y dominar el miedo...
Toda dentro de mi, y solamente en mi...
Magnifica, sombría con el sello
De la Fatalidad y del Abismo...
Ah! cómo sangrarás en emociones
De roja floración, atormentada
Por la mano implacable
Que te ha de levantar de lo más hondo.
Perla sublime y trágica.
Punzante ramillete de corales.
Madrépora erizada, dolorida, viva,
De belleza patética!... Todo el tesoro
Del abismo y del mar!...
Yo sé que estás; yo sé que estás en mi!..
poema de Luisa Luisi
del libro "Inquietud"
Montevideo, Cooperativa editorial "Pegaso" año
1922
Miedo
Nell mezzo del cammin de nostra vita
Mi ritrovai ¡n una selva oscura.
( Dante — L'Inferno )
Más lejos coda vez... Y cada vez más sola
En lo selva pavorosa de mi yo...
Cómo rugen las fieras desoladas.
De mis pasiones ancestrales;
Y se agrandan los limites.
Y lo luz del comino es más lejana...
Cuántos ecos que acrece la distancia.
Cuántas sombras movibles, y reflejos.
Y enormes piedras que vigilan
A la entrada de innumeras cavernas!...
Y ni una luz.. . Y lodo
Misterio que me acecha y me circunda ;
Y no sé a dónde voy ... Y nadie me responde
En esta noche inmensa y resonante
Poblada de fantasmas y de miedos!...
Más sola cada vez ... Y más lejos de todo!..
Ah!... qué abismos me esperan:
En qué horror de vacío
Terminará por fin mi marcha lenta
O presurosa; hecha de saltos bruscos
Y de bruscos cansancios:
A tientas siempre, y con una ansia ardiente
De claridad ... Oh! cuándo, cuándo
Verán la luz mis pobres ojos ciegos.
Y podrán reposar sobre la arena
Blanda de los caminos
Mis plantas destrozadas y sangrantes;
Cuándo, en el agua clara de la fuente
Sumergiré mis manos doloridas.
Y habrá un dulce licor de uvas maduras
Para mis labios secos :
Y un gran silencio claro de mediodía.
Toda me envolverá como un regazo.
Y acallará los roncos gemidos de la selva
Que me persiguen con su horror.
Oh! cuándo, cuándo será la Aurora luminosa
Para esta noche interminable de mi alma!...
Tomado de:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario