Un poema de verano
Sobre el suspiro del viento oscuro
los sacerdotes cantan más fuerte que
nunca:
se abre la boca de la India.
Los cocodrilos se mueven hacia aguas más
profundas.
Las mañanas de muladares encendidos
humean bajo el sol.
La querida esposa
yace en mi cama
durante la larga tarde;
soñando todavía, imperturbable
ante el profundo rugido de las piras
funerarias.
Tomado de:
https://buenosairespoetry.com/2024/07/25/2-poemas-jayanta-mahapatra/
Esperando
Estoy sentado aquí, esperándola, sentado
aquí
con la piel vacía colgando sobre mis
hombros
como me he sentado tantas veces
junto a la misma ventana, en la misma
vieja silla.
De vez en cuando observo mis cuadernos
me encuentro a mis palabras flotando
hacia el desierto al otro lado de la
página.
Como el humo alejándose en la tierra
ardiente
de mi propia carne. Cierro mis ojos
cansados.
E intento no pensar en la piel dispuesta y
tibia
de la niña de dieciocho años con la que
estuve el mes pasado.
Estiro mis labios solitarios en una mueca
imperdonable.
Giro el rostro hacia la oscuridad de mi
recámara
y observo; pero yo no recuerdo ahora
cuándo fue que mi barba empezó a crecer.
Le permití al minuto desatar la hora sobre
el suelo;
pero cada vez que regresaba, y yo tenía
que hacerlo todo
nuevamente, con tal de relajarme.
Toco mis hombros; están desnudos,
contritos.
Como la forma de una banca desierta bajo
la lluvia.
¿Se me estaba acercando alguna especie de
cambio?
¿O era la piel vacía del tiempo, esperando
una excusa
para mover la sangre, para ocuparla en
algo?
Allí están mis cuadernos, también mi bella
esposa,
pero llevo con ellos mucho tiempo, mucho
tiempo enamorado,
me han ido desgastando las orillas
lentamente.
O tal vez no sean ellos mismos el motivo;
se trata del lugar de donde vengo, y de lo
que
de pronto descubrí que deseaba en
realidad:
la vida que mi vida busca, cuando llego a
resolverla; pero ha tomado otro camino
hacia donde no pude conocerla en absoluto,
mientras regreso al sitio en donde estaba,
en la misma ventana,
sin pronunciar palabra, esperándola,
la piel vacía ondeando como banderas
blancas en una guerra perdida.
Tomado de:
https://circulodepoesia.com/2016/08/poesia-hindu-jayanta-mahapatra/
Una lluvia de ritos
A veces una lluvia viene
lentamente, a través del cielo, que
lentamente a través del cielo, que gira
sobre su nube gris, rompiendo en luz
antes de alcanzar su objetivo.
La lluvia que he conocido y La lluvia que
he conocido y cotizado cotizado
toda esta vida
se arroja como quelpo en la playa.
Como alguna forma de conciencia
que no puedo mirar,
un propósito maligno
en el ojo de una monja.
¿Quién fue el último hombre en la ¿Quién
fue el último hombre en la tierra, tierra,
a quien la nube fría trajo sangre a la
cara?
Aturdido subo a las cimas Aturdido subo a
las cimas de las montañas nuestras de las montañas nuestras
donde mi propia alma sé dónde mi propia
alma se estremece estremece
en el abismo de las en el abismo de las
respuestas. Respuestas.
¿Qué aire rancio, aún, se sienta en las
alas de un ángel?
¿Qué tiene mi lluvia que es tan difícil de
superar?
Traducido del inglés al español por
Bernardo Massoia
Tomado de:
Desde un cielo sin cielo: poemas de Puri, Poetrywala, 2018
I
Éste es el indio en mí.
¿Dónde empieza todo?
Cuando el sol moribundo sangra
El cielo de hierro galvanizado de color
naranja,
Cuando una ausencia oscura nos aleja
Al lado del tiempo donde caminan los
muertos,
y donde está el único ojo que queda
yace despierto en la larga noche
Cuando la esperanza se convierte en ave de
rapiña,
Inmóvil, colgando sobre la buena tierra
como si fuera su único guardián,
Cuando no nos gustamos a nosotros mismos,
Cuando hay tan poca diferencia física
Entre una cosa y otra
Y cuando el primer paso hacia
El tiempo de descanso se convierte en la
caminata más larga,
El paisaje infinito del pensamiento
Respira una especie de música.
II
Quizás estoy tratando de pensar
de una pastilla de aspirina
a punto de disolverse en un vaso de agua
o una voz metálica monótona
Dispersándose en una plataforma desierta
por la noche
Así que no existiría nada más
Pero una vida, cualquier vida, si se vive:
Un mapa de un país que uno nunca ha
visitado.
y encontrar el propio camino en
Sólo hace falta saber leer el mapa.
El chasquido de la conciencia
Para encontrar una libertad
que podría existir en un cuerpo
Sin partes de nosotros mismos
Y si escucho un sonido como música
diferente a cualquier música que había
escuchado
¿Fue una respuesta?
todos los argumentos del mundo
se puede hacer muy poco al respecto,
como una bandada de cuervos que se elevan
de un campo de rastrojos y asentarse
¿En las ramas de la inconsciencia?
III
Ya sea que alguna respuesta atraiga o no
Esta dentro de uno
que nace
Un tipo de música
Nada que se pueda escuchar
En el silencio por todas partes
y luego más silencio
Alcanzando ese silencio
Yo vivo
Para ese momento
Cuando todo el pensamiento
Podría lograr una síntesis vital
IV
Porque estás ahí.
Porque me haces olvidar
El páramo que nos rodea
y que todavía no puedo.
Después de todo lo dicho,
Todo lo que se ha hecho,
Todo lo que ha sido pensado, soñado,
formado, construido, cantado —
tanta fe gastada
y entonces la fe ya no puede existir.
Y porque todavía puedo escuchar
el débil aleteo de los pájaros
En el árbol
que estaba en lo más profundo de mi
corazón
Tomado de:
https://thepunchmagazine.com/the-byword/poetry/jayanta-mahapatra-four-puri-poems
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