martes, 28 de febrero de 2023

POEMAS DE DAVID EDELSTADT


Una miga de pan

 

¡Por una miga de pan sin veneno, sin cadenas!

Me alegraría trabajar duro todos mis años.

¡Pero hermanos! mi pan ahora está lleno de mi dolor,

Tóxico con lágrimas de sangre.

 

Mi corazón y mi cabeza se rebelan,

Contra ese pan vil,

Por el cual paso por el infierno,

Y soporto tan amargo pavor.

 

¡Una miga de pan sin veneno, sin cadenas,

hermanos! es mucho para preguntar?

¿Soy culpable si mi vida aún permanece

Y en mí perdura la humanidad?

 

¡Una miga de pan sin cadenas, sin garras,

Hermano! si quieres un bocado,

debes ayudar a avanzar nuestra causa,

y unirte a la lucha eterna.

 

A todas partes debe llevarlo en sus huesos,

Por la libertad, la llama sagrada,

Cada esclavo y cada amo dirá solo la verdad,

"No quiero veneno ni cadenas".

 

Queremos trabajo gratuito y recompensa gratuita,

Los frutos de nuestras propias manos,

Queremos que no se derrame más sangre,

Y la esclavitud proscrita para siempre.

 

Queremos esta libertad, este mundo,

Vemos el futuro con claridad,

Cada esclavo es humano, cada humano, un héroe,

Cuando sus armas son la compasión y la veracidad.

Tomado de:

https://ingeveb.org/texts-and-translations/a-crumb-of-bread

 

 

EN CONFLICTO

 

Odiados somos, y expulsados ​​de nuestros hogares,

Torturados y perseguidos, hasta la sangre;

¿Y por qué? Es porque amamos a los pobres,

Las masas de la humanidad, que se mueren de hambre.

 

Somos fusilados, y colgados en la horca,

Robados de nuestras vidas y libertad sin piedad,

Porque para los esclavizados y para los pobres

Estamos exigiendo libertad y verdad.

 

Pero no seremos asustados de nuestro camino

Por oscuras prisiones o por tiranía;

Debemos despertar a la humanidad del sueño,

Sí, debemos hacer que nuestros hermanos sean felices y libres.

 

Asegúranos con grilletes de hierro,

Destrózanos como bestias de sangre hasta que la vida se vaya,

Sólo nuestros cuerpos destruirás,

Nunca el espíritu sagrado en nuestros corazones.

 

¡No podéis matarlo, tiranos de la tierra!

Nuestro espíritu es una planta inmortal, bella;

Sus pétalos, de olor dulce y rico en color,

están dispersos, florecen por todas partes.

 

En hombres y mujeres pensantes ahora florecen,

En almas que aman la luz y la justicia.

A medida que avanzan hacia la meta sagrada del deber,

la naturaleza misma bendice su esfuerzo:

 

Para liberar a los pobres y los esclavizados

Que sufren ahora del frío y la plaga del hambre,

Y para crear para toda la humanidad

Un mundo que será libre, que será brillante;

 

Un mundo donde no se derramarán más lágrimas,

un mundo donde no fluirá más sangre inocente,

y hombres y mujeres, como estrellas que brillan con claridad,

resplandecerán con coraje y amor.

 

¡Podéis destruirnos, tiranos! Será en vano.

El tiempo traerá nuevos luchadores fuertes como nosotros;

Porque lucharemos siempre, una y otra vez, ¡

No dejaremos de luchar hasta que todo el mundo sea libre!

 

 

 

MI VOLUNTAD


Buenos amigos, cuando esté muerto, llevad a mi tumba

Nuestro estandarte, la bandera de la libertad de color carmesí,

Manchada con la sangre derramada de las venas de los trabajadores.

Allí, debajo del estandarte carmesí, cántenme

Mi canción, "En la lucha", la canción de la libertad,

Que en el oído del oyente resuena como las cadenas

De los esclavos, cristianos y judíos por igual.

 

Incluso en la tumba, oh hermanos, oiré

Mi canción de libertad, mi tormentoso lay;

Incluso allí derramaré lágrimas por cada esclavo,

cristiano o judío; y cuando las espadas que escucho

chocar en la sangre y el miedo de la batalla final,

entonces, cantando a la gente desde mi tumba, ¡

inspiraré sus corazones, ese día glorioso!

 

Fuente: Blackwell, Alice Stone. Canciones de Rusia traducidas al verso inglés por Alice Stone Blackwell . Chicago, IL: impreso bajo la supervisión de Charles H. Kerr & Company (cooperativa)

Proporcionado por: Arevik Garamova

Escaneado por: Arevik Garamova

OCR: Karen Vrtanesyan

 

 

 

También:

Fols-gedikhe de Edelsha .1907. - ¡ Léalo en yiddish aquí!

Tomado de:

http://dwardmac.pitzer.edu/Anarchist_Archives/poetry/david_edelstadt/works.html

lunes, 27 de febrero de 2023

POEMAS DE LUIS FERIA


EL POEMA

 

Llamadlo sólo agua

libre

de todo inútil nombre pasajero.

 

Dejad luego que siga

su lento respirar ensimismado.

 

Conciencia, 1961.

 

 

LAS PALABRAS

 

Las palabras están vivas, y por lo

tanto traicionan; lo que expresan

hoy como verdadero y puro, ma

ñana es falso y está muerto.

(L. CERNUDA.)

Acaso no debiéramos escribir nunca más

sobre una página

pues las palabras son

mayores que la vida

y como a ellas tendríamos

que sostenerlas con el brazo

hasta que llegue el día que el cansancio lo

doble.

 

Las palabras son siempre más anchas que los labios,

mayores que la ausencia y que la infamia.

Tal vez debamos siempre escribir en los aires,

que el sol en los caminos las incendie un momento

y las vuelva a la nada,

al silencio

y al polvo,

las integre a la noche

y a su germen,

intocables y puras como una antorcha viva.

 

Conciencia, 1961.

 

EL POEMA

 

Ramo de sangre, arpón en todo el pecho, lengua que propiciaba el corazón voraz. Su estirpe apasionada nos arrojó a la vida; no se someten ni el amor ni el mar.

 

Rosa fiel que el tiempo no ha secado, mayor que el celo, no menor que el vacío, sudor o sangre, o vida, o tierra, o muerte; nunca nos faltes; el hueco de tu ausencia huele a miedo.

 

No menor que el vacío, 1988.

 

POETA ANÓNIMO

 

No sé quién eras; puede que yo mismo;

fui plural una vez.

Al leerme me leo;

en la rueda del tiempo vuelvo a ser.

 

Cuchillo casi flor, 1989.

Tomado de:

https://poeticas.es/?p=3187#more-3187

 

 

A la lenta caída de la tarde

A la lenta caída de la tarde

amar la vida largamente es todo

el oficio del hombre que respira.

Alzar la mano y detener el cielo.

Destino de la luz, nunca te acabes.

 

Poeta anónimo

No sé quién eras; puede que yo mismo;

fui plural una vez.

Al leerme me leo;

en la rueda del tiempo vuelvo a ser.

 

A una muchacha

Si alguien sabe qué puede destruir a la muerte,

qué puede cercenar su mano vengativa,

venga ahora y lo diga cuando estamos a tiempo

de rechazar su fuego que cada vez se aumenta.

 

Si alguien supiera detener al tiempo

lo diga en este instante.

 

Cuando toque tu piel el daño no hay remedio;

será como el aceite que se extiende

y no puede volver al vaso donde estuvo.

 

Donde vivió la rosa vivirá para siempre

una raíz callada.

Donde el rumor de guijas por el río

silbará sólo el aire llorando por los huesos.

 

Que nadie escuche el ruido de lo que se destruye

si nada puede hacer por evitar la ruina.

Mejor venga la muerte y te corte de un tajo

y te transplante así donde nadie te vea

que no este grano a grano deshacer tu hermosura.

Tomado de:

https://www.isliada.org/poetas/luis-feria/

 

 

EL POEMA

Si después de leerlo sientes sed

 

es que el discurso es fértil;

 

léelo aún, y más: la sed engendra sed.

 

Qué error el del saciado;

 

no conoce la sed de la sed que no acaba.

 

 

UN AMOR

 

 

Si sientes un aroma que persiste

 

súmelo en ti, adéntralo en tu pecho;

 

un amor nunca acaba; se recobra.

 

Un amor: un dolor;

 

agradece: pervives.

Tomado de:

https://www.academiacanarialengua.org/archipielago/luis-feria/textos/104/

 

 

BAJO LOS ÁLAMOS

 

Pues fue en vano el dolor,

delito la inocencia, si sientes que la brisa que anda entre los álamos

se entrevera de sol,

te busca el corazón, se adentra en él,

y su rumor te aqueda, y te acendra y te colma,

fuera razón de amor asumir ese instante,

última soledad, álamo tú también.

Arras

 

LUNA clara por el aire limpio;

la inocencia es posible.

 

CANTA la alondra alto; vuelos.

Calla y aprende, vida. Y dime.

 

CUANTO más prodigo más me colmo:

sólo el mar es mi semejante.

 

TAJADOR, todavía no:

hay palabras que no tengo dichas.

Casa común

 

CANARIO

 

Cuidado, gardelito, que te tragas el sol.

Ahora te dará la perlesía,

todo el día amarillo, echado, sin bullir,

la farmacia de guardia, qué desgracia,

y si fuera ictericia,

abre el pico, la fiebre, a ver la lengua,

de treintaitrés, ten, calomelanos,

un buche toronjil,

pero si es mal de amores, un suicidio,

sufre, canejo, sufre y no llores,

que un ave macho no debe llorar.

 

 

COCINA

 

Otra vez, sin razón, azúcar, dientes bellos,

aprontas a mis huesos tu rescoldo mi infancia,

me llevas de la mano al mantel orfanante

para qué, pues que el niño ha muerto,

el padre dónde, dónde,

sus espejuelos truncos, su clara dioptría.

Alpiste macareno, lumbre púas de oro,

no cantéis nanas tristes;

sal siemprenieve, agua madre oca,

a qué acordarnos

si en guerras y en amor siempre se pierde.

Ahora, sin llorar, muy niños en silencio,

estémonos aquí, igual que entonces,

sin mentirnos, qué solos. 

Más que el mar

 

LAS BUGANVILLAS

 

Quien esgrimió el puñal contó con ellas. Nacieron de reyerta, cauterio o sajadura, y su sangre profusa, al enramarse,

negó el vacío, aceptó el espacio, llenando la tiniebla, la soledad, el hastío, de una fiebre violenta, que al ir contra la muerte

nos hizo invulnerables.

Su ramo enmarañado se opuso al rigor del de la rosa, no

arriesgó el ademán, acorde y sosegado, de una meditación;

ávido se sumó al hervor del relámpago.

Día a día velábamos sus armas. Sus púas nos punzaron:

tan rojas como ellas nuestra sangre.

Conciencia

 

EL MAR

 

He venido hasta el mar; aquí he sumado

tanto fracaso, tanta esperanza inútil,

al movimiento eterno, a su frente estrellada,

a la de tantos niños que no han nacido nunca

y en el fondo del agua esperan las palabras

del levántate y anda de un inmortal que crea.

 

Sobre los pies del agua descanso cuanto he sido.

Le sumo mi tristeza, mi airado preguntar,

como un soldado solo que después de la guerra

sobrevive y pregunta de qué valió la sangre

y llora sobre el pecho enmudecido

de cualquier muerto amigo que ya no le responde.

 

He venido

al mar que se destruye para no morir nunca.

Tomado de:

http://www.trasdemar.com/home/poesia/mas-que-el-mar-poemas-de-luis-feria/

 

 

 

domingo, 26 de febrero de 2023

POEMAS DE ANNETTE VON DROSTE-HÜLSHOFF


EL ESTANQUE

 

Yace tan callado a la luz de la mañana,

tan apacible, como una conciencia devota;

cuando los oestes su espejo besan,

la flor de la orilla no lo siente,

las libélulas tiemblan encima de él,

palillos dorados con destellos azules y carmín,

y encima de la imagen del sol un brillo.

la araña del agua lidera la danza,

en la orilla se encuentra la corona de lirio

y escucha la canción para dormir del cañaveral;

un suave murmullo viene y va,

como si susurrara: Friede! Friede! Friede!

¡Paz! ¡Paz! ¡Paz!

 

Trad. ANA GABRIELA GONZÁLEZ

Tomado de:

https://ablucionistas.com/der-weiher-el-estanque-annette-von-droste-hulshoff/

 

 

“Niños en la costa”, de Annette von Droste-Hülshoff

Portada de "Estampas de la landa", de Annette von Droste-Hülshoff, editado por Serapis.

Portada de "Estampas de la landa", de Annette von Droste-Hülshoff, editado por Serapis.

¡Oh, mira! ¿No ves las nubes en flor

 

en el estanque, allí en el más hondo socavón?

 

¡Oh! ¡Qué hermosa! Si tan solo tuviera una estaca...

 

cáliz de untuoso albor con rojas y oscuras manchas,

 

y cada campanilla compuesta con empeño,

 

como nuestro angelito de cera en el bargueño.

 

¿Te parece que corte una vara de avellano,

 

y camine hacia debajo de a poco, en el vado?

 

¡Bah!, no tengo ningún miedo de lucios ni ranas…

 

pero, no sea que el genio malo del agua pueda

 

estar allí agachado entre las altas hierbas…

 

Yo ya me voy, me voy- yo no voy, no-

 

Me parece haber visto una cara en el fondo-

 

¡Ven, vayamos mejor a casa, que pica el sol!

Tomado de:

https://www.infobae.com/leamos/2022/10/07/el-poema-de-los-viernes-la-emily-dickinson-alemana-que-estuvo-en-el-billete-de-20-y-tiene-un-asteroide-a-su-nombre/

 

 

El niño en el pantano

Oh, temible es andar por el pantano,

cuando pulula el humo del brezal1,

como fantasmas se retuerce el vaho

y el zarcillo se enreda en el matorral,

con cada paso mana agua del suelo,

cuando ésta silba y canta desde el hueco.

¡Oh, temible es andar por el pantano,

cuando cruje con el viento el cañaveral!

 

Temblando, el niño agarra la cartilla,

corre, como del cazador la presa;

vacía sopla sobre el llano la brisa,

¿qué cruje allá enfrente entre la maleza?

¡Es el fantasmal siervo del cavador,

quien roba la mejor turba a su señor!

¡Uh, uh, viene como res enfurecida!

Agazapado, el pequeño se aterra.

 

¡En la orilla se ven tocones a lo lejos,

y con lobreguez el pino se agita,

el chico corre, con oído tenso,

a través de hierbas altas como picas;

cómo cae por ahí y se chafa!

¡Esa es la hilandera desdichada,

es la cautiva hilandera, Leo,

que el rodillo gira en la caña erguida!

 

¡Adelante, adelante! ¡Siempre aprisa!

¡Como si capturarlo quisieran!

Salen borbotones por donde pisa,

y algo sisea bajo las suelas,

como una melodía fantasmal;

¡ese es el violinista desleal,

Knauf, el hurtador rascatripas,

quien en las bodas todo se lleva!

 

Aquí se agrieta el pantano, y se agita

un lamento en la cavidad ancha;

¡Ay, ay! Es la maldita Margarita2,

grita: ¡oh, oh, mi alma desdichada!

El niño salta como corzo herido;

si no hubiera el ángel3 aparecido,

hallaría sus tibias desvaídas

un cavador en la tierra alterada.

 

Poco a poco, se vuelve firme el suelo,

entonces, junto al sauce, allá enfrente,

tan familiar brilla la luz del fuego,

y el chico en el lindero se detiene.

Toma profundo aire y echa al pantano

una mirada atrás, aún asustado.

¡Sí, el andar por el brezal fue horrendo;

oh, temible fue en la landa finalmente!

 

 

(1) N.T.: Hace referencia al fuego fatuo.

(2) N.T.: Se trata, al igual que el cavador y el violinista, de otro espíritu fantástico al que los niños temían.

(3) N.T.: Hace referencia al ángel de la guarda, ya que Annette era profundamente católica.

De Heidebilder, 1942.

Traducción de R.M.B.

Tomado de:

https://sevencrossways.wordpress.com/2014/06/08/annette-von-droste-hulshoff-el-nino-en-el-pantano-der-knabe-im-moor/

 

 

la casa desolada

En lo profundo de un valle, la casa de un leñador

    se ha hundido en salvaje ruina;

  Allí, enterrado bajo vides y ramas,

    a menudo me siento en contemplación.

  Tan denso el enredo que el día

    A través de pesados ​​latigazos sólo puede brillar;

    La hendidura rocosa se oscurece

  al ensombrecer los troncos de los árboles grises.

 

  Dentro de ese valle me encanta oír

    Las moscas con su tumultuoso zumbido,

  Y los escarabajos solitarios cerca

    En medio de los arbustos tamborileando suavemente.

 

  Y cuando los acantilados de pizarra que gotean toman prestado

    el color de la puesta del sol,

    me parece que un ojo todo rojo de dolor

  me mira desconsolado.

 

  El pico del cenador con borde dentado

    Lleva muchos brotes de vid, largos y escasos

  , y del musgo bajo el seto

    brotan claveles, nada ansiosos.

  Allí, desde el húmedo acantilado de arriba

    , los goteos lodosos los rocían a menudo,

    luego se deslizan en perezosos riachuelos a través de ellos

  para hundirse en un lecho de hinojo.

 

  A lo largo del techo cubierto de musgo

    se proyectan muchos mechones de paja,

  una telaraña se construye a través de

    la jamba de la ventana, de otra manera desprotegida;

  El ala de una libélula reluciente

    Cuelga de él como un tierno pétalo,

    El cuerpo armado de esplendor dorado

  Yace sin cabeza en el alféizar cercano.

 

  Una mariposa a veces puede tener la oportunidad

    En juego despreocupado para revolotear aquí

  Y detenerse en un trance momentáneo

    Donde los narcisos florecen y se marchitan;

  Una paloma que a través de la arboleda ha volado

    Por encima de este valle ya no emitirá

    Su arrullo, uno solo puede oír su aleteo

  Y ver su sombra en la piedra.

 

  Y en la chimenea donde la nieve

    Cada invierno cae por la chimenea

  Una masa de hongos venenosos crece

    Sobre viscosos montones de cenizas que se desmoronan.

  En lo alto de una estaca por encima del resto

    Una madeja de hilo de cuerda cuelga lánguidamente

    Como cabello podrido, y en la maraña

  La golondrina construyó su nido del año pasado.

 

  Un viejo collar de perro con cascabeles

    Se balancea de un gancho por broche y correa,

  con un bordado tosco que deletrea

    "Diana" trabajado en el cuero.

  Una flauta también, cuando murió el leñador,

    Los hombres que cavaron su tumba se olvidaron aquí;

    Al perro, su único amigo, le dispararon aquí

  y lo pusieron al lado de su amo.

 

  Pero mientras estoy sentado en ensoñación,

    un ratón de campo cerca de mí llorando estridentemente,

  la ardilla ladrando desde su árbol,

    y las ranas respondiendo desde el pantano--

  Entonces estremecimientos espeluznantes se disparan sobre mí,

    como si hubiera captado de la hondonada

    Diana’s. las campanas vuelven a tintinear

  y los ecos de la flauta del muerto.

© por el propietario. proporcionado sin cargo con fines educativos

 

 

en la torre

Me paro en lo alto del balcón,

    los estorninos a mi alrededor lloran,

  y dejo que mi cabello fluya libre como una ménade

    a la tormenta sobre las murallas que vuelan.

  Oh viento impetuoso, en esta estrecha cornisa

    quisiera probar tu músculo

  y, pecho con pecho, a dos pasos del borde,

    luchar en una pelea mortal.

 

  Debajo de mí veo, como sabuesos jugando,

    cómo se deslizan onduladas sobre ondas;

  Sí, arrojando en lo alto el rocío reluciente,

    la multitud feroz sisea y choca.

  ¡Oh, si pudiera saltar a la embravecida inundación

    e instar a la manada a saquear

 

  los ocultos claros del bosque de coral,

    por la morsa, una presa digna!

  Del mástil ondea una bandera

    Tan atrevida como un gallardete real;

  Puedo ver el buen barco embestir

    desde esta torre de la que soy inquilino;

  Pero, ¡oh, si pudiera estar en el barco que lucha,

    si pudiera agarrar el timón y dirigirlo,

  qué alegres nos deslizaríamos sobre el arrecife espumoso

    como las gaviotas que vuelan en círculos cerca de él!

 

  Si fuera un cazador vagando libremente,

    O un soldado de alguna manera,

  O si al menos pudiera ser un hombre,

    Los cielos me concederían mi pasión.

 

  Pero ahora debo sentarme tan fina y quieta

    Como un niño en su mejor vestido,

  Y sólo en secreto puedo tener mi voluntad

    Y entregar al viento mis cabellos.

© por el propietario. proporcionado sin cargo con fines educativos

 

 

En el césped

Dulce descanso, dulce vértigo en la hierba,

respirado con el aroma de la hierba,

Marea profunda, marea profunda, profunda, borracha,

Cuando las nubes sobre el azur humean,

Cuando se cansa, la cabeza que nada,

dulce risa se filtra,

Querida voz susurra y murmura

Como el flor de tilo en una tumba.

 

Cuando en el seno los muertos entonces,

Cada cadáver se estira y se remueve

Suavemente, suavemente respira,

La pestaña cerrada se mueve,

Amor muerto, deseo muerto, tiempo muerto,

Todos los tesoros enredados entre los escombros

Tocan con un sonido tímido

Como las campanitas acariciado por el viento.

 

Horas, más fugaces para ella que un beso

Un rayo en el mar de luto,

Como el canto del pájaro migratorio,

Que cae hacia mí desde lo alto,

Como el relámpago del escarabajo brillante,

Cuando se apresura a través del camino del sol,

Como la presión caliente de una mano

que se demora por última vez.

 

Todavía, cielos, siempre a mí

Este yo: por el canto

Cada pájaro libre en el azul

Un alma que se mueve con él

Sólo por cada rayo escaso

Mi borde reluciente de colores,

Cada mano cálida mi presión

Y por cada felicidad mi sueño.

 

En la hierba

 

Dulce descanso, dulces remolinos en la hierba,

el fragante aliento de las hierbas a tu alrededor,

un profundo, profundo y ebrio surgimiento,

mientras las nubes, como el humo, se desvanecen en el azul,

cuando alrededor de mi cabeza mareada y ebria

, la dulce risa estalla en oleadas,

las voces amadas susurran y se deslizan

como flores de tilo hacia las tumbas

 

entonces, cuando los muertos están en tu pecho,

cada cadáver se revuelve y se estira,

suavemente, suavemente respira,

mueve las pestañas cerradas,

el amor muerto, la alegría muerta, el tiempo muerto,

todos estos tesoros enterrados, arruinados,

se tocan con una nota tímida

como pequeñas campanas tocadas por el viento

 

horas, más fugaces que el beso que

un rayo de sol le da al lago de la mañana,

que el canto de los pájaros migratorios,

que como perlas del cielo, cae sobre mí, escama sobre escama,

que el destello iridiscente del escarabajo

que corre por su camino soleado,

que la presión caliente de una mano,

apretando su último

 

sin embargo, cielo, dame sólo esto,

te lo pido: sólo por el canto

de cada pájaro libre en el azul;

un alma, para llevar la canción a lo largo.

Sólo por cada rayo escaso

mi borde de color, corriente chispeante;

por cada mano que es cálida, mi agarre,

y por cada felicidad, un sueño

Me encanta este poema; una traducción literal no habría hecho justicia a su calidad, así que en uno o dos lugares he añadido un par de frases extra para que el poema funcione. Pero siento que mi traducción está en el espíritu del original y no hay una desviación significativa del alemán. © por el propietario. proporcionado sin cargo con fines educativos

Tomado de:

https://allpoetry.com/items/read_by/Annette%20Von%20Droste-Hulshoff?kind=poem&last_i=13596024&page=1