MIRANDO AL RIO
alencar
duarte
En las noches claras de luna, suelo
salir de las aguas para escuchar el vano lamento;
y, después de escucharlos, cautos y conscientes
de que el río también sufre, he aquí, presumo.
En la que lleva un curso tortuoso,
qué destino tan triste y demasiado sangriento:
Ahora se desliza dulce y despacio
y ahora desciende en cascadas y a plomo.
Aquí la espalda se agita con una ligera brisa,
allí el guijarro que resbala lo impide;
más allá, otra vez, sin aspavientos, se desliza...
Eres como el río, corazón triste:
Si él vive llorando de caída en caída,
tú vives gimiendo de sueño en sueño.
De Montezinas (Primeros versos). 1902.
NUESTRA VIDA ES UNA ESCALA...
Nuestra vida es una balanza
con dos conchas idénticas:
en una descansa la alegría,
en otra descansan las aflicciones.
Qué afortunadas son
Las almas que pueden tener
En cáscaras equilibradas
Igual dolor, igual placer.
Mis conchas en disputa
Nunca se equilibran:
Siempre vacía la de la risa
Y siempre llena la de las penas.
RESPUESTA A LA NOTICIA DE UN
ACUERDO MATRIMONIAL
Ante la noticia aplaudo
y envío un consejo a los dos:
primero que se casen las almas
y después los cuerpos,
Que mis ojos están cansados
De ver (tal vez mil)
Dentro de cuerpos casados
Almas en plena viudez.
De Rosas.
3er. edición 1917.
II
(A mi hermano
Solano Braga).
En ésta donde vivo, triste soledad,
los ojos llenos de agua, el pecho envejecido,
Recuerdo con tristeza y añoranza
de la corte feliz de mi infancia.
Y entre vivir ahora y esa edad de oro,
¡Qué triste, qué cruel, qué distancia atroz!
Y la mañana, que se fue, no volverá
impregnada de una cálida fragancia...
Montañas verdes que ya no cruzo,
en la retina fiel aun te tengo
y vuelvo a ver, a través de un dulce sueño,
la casa donde nací, las suaves oraciones,
la vega, la huerta, el naranjal, el molino,
y la cruz donde oré tantas veces...
tercero
(A mi hermano
A. Ferreira Braga).
Regreso de nuevo a la casa de mi padre, y veo
Amados lugares que crucé una vez
y donde, cantando, camino fuera,
Estaba libre de pena y deseo.
¡Mudos y tristes como están ahora!
Ni una flor abriéndose, ni un aleteo
animando mi triste logarejo
— Estancia desierta donde vive Tristeza.
Nadie más pasa por los caminos,
en los arbustos silenciosos no se balancean los nidos,
ya ni los pájaros cantan en los campos...
***
— ¡Corazón doloroso, no sufras tanto!
Abre los más tristes diques de lágrimas
e inundas el espacio inmenso con tus males...
Tomado de:
http://www.antoniomiranda.com.br/poesia_brasis/minas_gerais/belmiro_braga.html
***
“Te vi los brazos”, ¡qué suerte!
tu regazo... tus piernas... me gusta!
Ahora quita la pintura
que quiero ver tu cara.
En la noche de bodas, Gama
encuentra a su esposa envuelta
en una hermosa túnica y exclama:
– ¡Por fin puedo verte vestida!
– No creo que
tus vestidos sean muy decentes, prima mía: ¡
son demasiado altos por abajo,
son demasiado bajos por arriba!
- ¿La belleza no te atrae?
¿Solo te casas por dinero?
Piensas como tu padre,
que murió viejo y... soltero.
Cuando la mujer quiere
Cuando una mujer quiere, creo que
ni Dios la desanima...
Es agua de abajo,
es fuego de arriba.
el culo
Cuando pasa, todos miran,
no su cara, que no es bonita,
sino su trasero, que es maravilloso.
En el culo, nunca había visto tanta magia.
Sacude, se eleva, tiembla y se arremolina
Dentro de una expresión maravillosa.
Debe ser un asno rosado,
El color del cielo al amanecer.
Y ella sabe que su culo es bueno.
Va por la calle dando vueltas por nada,
dejando a la multitud asombrada.
La observo, en mudo silencio.
Aunque la cara no valía nada,
Ese culo solo lo valía todo para mí.
Tomado de:
http://almanaquenilomoraes.blogspot.com/2015/11/poemas-e-trovas-de-belmiro-braga.html
1
Las almas de muchas personas
son como un río hondo:
– el rostro tan transparente,
y como yodo en el fondo…
2
En ti, Madre mía, está encerrado
todo mi mayor trofeo:
– guardas en un cuerpo de tierra
un alma hecha del cielo
3
He hecho mi escudo
de esta sagrada verdad en la vida:
nada con Dios es todo
y todo sin Dios es nada.
4 ¿
Quién, aun en las alegrías,
por pesar no se avergüenza
de ver los días tan largos,
para una vida tan corta?
5
¡Pobre de mí! Desgraciadamente
mi corazón es un colador:
en él fluye y pasa la risa,
y queda todo lo que es dolor.
6
¿La belleza no te atrae?
¿Solo te casas por dinero?
Piensas como tu padre,
que murió viejo y... soltero.
7
Saudade… hermosa palabra,
con siete letras… Saudade
es una noche que aún tiene
destellos de luz.
8
Ester Macedo se casa en marzo
y se convierte en madre en julio… ¡Pues el jaleo!
El hijo no llegó temprano,
el marido llegó tarde...
9
Sólo Nuestra Señora
puede dar paz y consuelo
a la desventurada mujer que llora
la ausencia de un hijo muerto.
10
A menudo me imagino,
en mis días desolados,
que mi corazón es una campana
que repica siempre por los muertos.
11
no me arrepiento del revés
de los muertos que se convirtieron en polvo;
de los vivos, que esperan su turno,
lo siento por ese.
12 ¡
Cuántos muertos traigo vivos
en el fondo de mi corazón,
y dentro de mí cuántos vivos
llevan mucho tiempo muertos! …
13
Miraste
demasiado a Jesús en la Iglesia. Y lo has visto tanto...
Me haces envidiar
la imagen misma de Cristo.
14
No debo albergar rencores
de nuestro amor extinguido:
muerto me llevas en tus labios
y vivo en tu corazón
15
Muero por Filomena,
Filomena por Joaquim,
Joaquim por Madalena
y Madalena por mí.
16
La vida, tal como la veo,
es un valle hoy y una cumbre mañana:
– ¡A cuántos pobres envidio
ya cuántos ricos compadezco!
17
Vivo, llenó (la historia lo prueba)
el mundo con sus glorias,
y muerto, no llena el sepulcro
de cuatro palmos de profundidad.
18
Tu corazón es una morada
que no atrae, afortunadamente:
– Quien allí encuentra acomodo
encuentra su cama aún caliente.
19
Mi corazón es una ermita
toda adornada de flores,
donde tengo escondida
a Nuestra Señora de los Dolores.
20
A una princesa se la ve
por su ropa cara,
pero ¡cuánta gente conoce
sus vestidos al revés! …
21
Besos, según los sabios,
dados con gran cariño,
no dejan marca en los labios,
pero dejan en el corazón.
22
Sobre un tronco seco, sin vida,
mi mano abrió tu nombre
y el tronco seco luego
reverdeció y floreció.
23
Desilusiones, decepciones,
la vejez nos trae todo,
pero está, más allá de los años,
la bendición eterna de la paz
24
Políticos… ¡Qué lío!
Según las leyes de Lavater,
lo que compensan con astucia,
les falta carácter.
25
Dicen que las lágrimas salen
del fondo del corazón... ¡
Ah! si la lágrima hablara,
¡qué dulce consuelo!
26
Vi tus brazos… ¡qué felicidad!
tu regazo… las piernas, me gusta!
Ahora, quítate el cuadro,
quiero ver tu cara.
27
La suerte quería que te viera,
el amor quería que te adorara,
el deber quería que me fuera,
la pasión quería que me quedara.
28
Mujeres que vi en el baño, ¡
las veo luego en un salón!
- Si por la cara los reconozco,
por las piernas sé quiénes son.
29
Al verme feliz y contento,
el mundo me juzga feliz:
el corazón no siempre entiende
lo que dice la boca.
30
Confía en la justicia
y entonces te sorprenderás
de que, por tener una venda en los ojos y una balanza,
te despoja de tu peso.
31
Muchos suponen que es una suerte
ver brillar mis ojos,
cuando ese resplandor es la tortura
de no poder llorar.
32
Para que una mujer sea Venus,
debe tener una cintura delgada,
ojos grandes, pies pequeños
y una lengua muy pequeña.
33
Qué gran y triste verdad
susurra mi corazón:
– el dolor es una realidad,
la alegría – una ilusión…
34
Cuántas veces junto a una tumba
alguien murmura, a la ligera:
– ¡Adiós para siempre, amiga!
Y el muerto le dice: - ¡Hasta pronto!
35
Navidad! Y siento
un pájaro cantando en mi alma… ¡Navidad!
En un día azul, ¡qué calma
la noche parece un jardín de rosas!
36
Lo que perdemos en la vida,
lo buscamos sin encontrarlo,
excepto la mujer perdida,
a quien encontramos sin buscar...
37
¿No ves que vivo loco
por este cariño?
¡Corazón, cálmate un poco,
corazón sin corazón!
38
Mucho más aburrido
que la guayaba sin queso
es abrazarte, querida,
y no poder besarte.
39
(Madre)
Sobre todo, sobre
el cielo, debemos colocarte:
tu nombre no tiene rima,
ni límite tu amor.
40
Corazón, late levemente;
deja tus horribles sueños,
que un corazón nunca debe
soñar cosas imposibles.
41
Como juez, recto y tranquilo,
puedo decir sin temor:
- Una mujer con boca de mano
tiene lengua de mano y media.
42
Amigos… Y cuántas personas
no creen en la verdad atroz
de que, en el mundo, hay uno solo:
El que existe en nosotros.
43
Navidad. ¡En el cielo y en la tierra
qué alegría! ¡Navidad!
La paz endulzando la guerra,
el bien endulzando el mal.
44
Tus ojos, amada Risália,
me recuerdan a dos ladrones,
bajo los párpados rosados
acechando corazones…
45
Ojos negros, dos encendidos
y con olor a carbones:
– Par de esposas que sujeta
corazones y corazones.
46
Querido amigo, perdona
la respuesta tardía:
tú sabes, quien vive por nada,
no tengo tiempo para nada.
47
Ni siquiera los sabios conocen
este caso singular:
- La mente habla por los labios
y el corazón por los ojos.
48
La mujer, además de tener miedo,
todo lo hace a la perfección,
que, aun pasando de largo,
tiene nuestra gratitud…
Tomado de:
https://nuhtaradahab.wordpress.com/2010/02/28/belmiro-braga-100-trovas/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario