El saber
Pero nosotros sabemos el comienzo,
El otro, lo sabemos preguntando
Estamos en el salto previo
A todo sí y no.
Sabedores nunca somos en verdad
Sino entes en el saber,
Preguntando más allá de nosotros
Por el claro del ser.
Pero suya es la decisión,
Si, destruyendo poder
E impotencia, llama a contienda
Al mundo hacia la tierra,
Lleva el dios a la indigencia
Y acaece la amplísima calma
Al hombre hacia el ser-ahí.
La palabra
Nada, nadie, nunca
Ante cada algo, a todo luego y allí
Se eleva la palabra
Desde el abismo, que prestó,
Lo que a todo fundamento
Malogra,
Dado que sólo la alianza con lo dicho
A cada cosa arma en cosa
Y dispersa, confusos,
A los perseguidos sentidos.
No conocemos metas…
No conocemos metas
Y sólo somos un camino.
No necesitamos a muchos,
A quienes desde hace tiempo ya devoró
El afán de hacedurías
Que uno tan solo trajera
El corazón para la voz
De la calma en el ser,
Equilibre lo salvaje
En el cofre fundacional,
Es nuestro ánimo.
Tomado de:
https://cuadernodetrabajo.wordpress.com/2008/09/28/los-poemas-de-heidegger/
Pensar es el habitar cerca,
es el agradecimiento callado.
Pensar es el noble tratar con cuidado,
es el osado giro.
Girar entre la nada y el ser
por un camino de oscuros signos.
Pensar es no evadirse jamás
del mal ni de la pena.
Pensar es captar sin aprehender,
es un franco preguntar.
Pensar es dejarse decir,
es el frío elixir.
Por el camino se iluminan tenues
luces sin número,
rosas sin porqué, que poetizan dictando,
saludando al río y al valle.
Pensar sigue siendo este dejarlo todo libre,
4
llamada sin forma
a que los mortales sean siendo en la diferencia:
ganancia para lo salvo.
para E., el 21 de enero de 1946
M.
***
Camino a casa
Cuando en torno a los comienzos de otoño, durante
el crepúsculo nocturno, Orión
asciende por el cielo oriental
y su argéntea luz se separa
del negro bosque de montaña…
Poesía, sí, mas no canto.
Pero pensar: que logró llegar
hasta el recogimiento,
1
tardío y uniente en su liviandad,
2
del dictado
3
libre, para que éste campe.
L
Porque llamados al ser, pero primero sólo a escondidas
liberados para el comienzo aún contenido
desde el acontecimiento de ser hechos apropiados,
no familiarizados con lo dejado libre
–que aún quedó escondido largo tiempo–,
pero encomendados desde antiguo al claro
–al que apenas aún se arriesgaban– de un desapropiamiento
–todavía oculto– desde el acontecimiento de ser hechos
apropiados,
los griegos fueron despedidos
hacia su único destino:
libres para el brotar y el despuntar, escogidos y medrosos
para el recogimiento y la selección, para la congregación
de todo clarear
en el juntamiento inaparente,
y sólo así alumbrados para un resplandor de luz.
Desde ahí vislumbrados, crecen
el reunir y el percibir como la mirada
para ver, lo único capaz
de escogerse el sentido ocular,
para el cual, por tal motivo, mundea desde entonces el
mundo
ofreciendo un aspecto, cuando la perspectiva comparece para
el
ver:
es.
Que en el futuro el ser permanezca resuelto,
regalándose al manifestarse
a la luz que, manifestándose de consuno, queda, sin
embargo,
impensada.
Según la medida del mostrarse que aparece,
Segunda parte / Desde la experiencia del pensar
el conocer mismo se hace llegar a ver,
mirar, reafirmarse en el ofrecer un
aspecto,
produciéndolo, sacándolo a la continuidad
de la constancia que comparece…
mas olvidando previamente la procedencia
desde el pensar una poesía,
tempranamente escondida, en el poema de la diferencia del
ser,
que desde entonces se vela para sí el futuro
en la verdad propia, rehusamiento de sí misma,
cercana en cuanto tal, pero en una cercanía no aproximada,
seña sin nombre de una abrupta lejanía,
seña para el separarse propio
hacia el puramente reservado
desapropiamiento antiguo.
La luz, sí,
mas no
el claro desde la poesía
del acontecer que hace apropiado,
se hace mañana,
la aún velada, la libre
de aquella libertad
que no es, ella misma, verdad
de la diferencia del ser.
D
Sólo aguardando
nos hacemos propios de nosotros,
y los hombres, y las cosas,
custodian el retorno al reposo.
Igual que el frágil
canto de antiguos violines maestros,
que concibieron el sonido
en cofres escondidos.
C
Si ningún preguntar te lleva
hasta el resguardo de la verdad,
regresa a la palabra de respuesta:
reposa, señado de la seña,
alegre en el agradecimiento que desase y deja libre, *
pues agradecer es pensar.
Sólo como quienes reposan
somos nosotros los habitantes,
habitando en la casa de la merced.
L
Quiénes son los tañedores
de aquella gran campana
que sólo tañe el silencio
de una noche de la tierra,
noche hecha de lo escondido
de la merced del salvar que se irradia
de aquella salvación
que Es acontecimiento que hace apropiado, la
pura llegada
de una desasida falta de la divinidad
de todos aquellos dioses
que antiguamente hubieron campado; el
acontecimiento de ser hecho apropiado,
comienzo sólo del
hombre en ese pastoreo que
custodia el destino
de la juntura desasida, brecha salva de la
diferencia del ser, custodiando lo que jamás es
horda, sino en cada caso unicidad:
abrupto claro, por una vez
sólo la vez de lo único mismo,
custodiando la pura muerte.
Entonces estamos a cubierto gracias al pensar,
que, como la simiente para una siembra,
excede con sus dones todo lo nuestro,
para que la confusión, cuyas barreras
afirma suavemente, sea guiada
en lo abrupto y cortante desde la diferencia del ser.
También el dios, y él
primero, si acaso alguien
es adelantado por la diferencia del ser,
siendo ella misma
resonancia del olvido
de un juego.
Desasidamente declinado
a la lejanía de una oscura incandescencia,
experimenta
el aroma de su fervor
en el tumulto
del abandono.
***
Dicta poéticamente la diferencia
piensa la cosa
dirime el asunto
mantén el rastro
resiste el tránsito
permanece en la obra manual de artesanía
despide a la inversión ostentosa de trabajo
renuncia al modelo
trata con miramiento a los pocos
destínate a la verticalidad cortante
dirígete al resguardamiento
ofrenda el poema
resistir ahí afuera
conservar algo en su despedida
hacia la esencia inaproximada
la diferencia concede la salvaguarda
el tránsito
el olvido de la diferencia,
olvido que campa como el despuntar no resguardado
que luego se desarrolla hasta el paso por el tránsito
del «hacía allí» y el «desde aquí» entre
ente y ser,
Entonces estamos a cubierto
la oscilante confusión de ambos
como un velado juntamiento de su sencillez,
es decir, de la diferencia.
El destino del tránsito como el abandono al
deshauciamiento.
la inversión ostentosa de trabajo: la «reflexión»
la «confrontación»
«modelo»: «la filosofía»
SONATA SONANS
Suena lo sonado.
Se hunde
en lo jamás quejado,
canta en lo no osado
que, formado de la guirnalda, aconteciendo,
a lo amoroso, a lo sufriente, los hace apropiados
invitándolos tiernamente a lo mismo.
Tomado de:
https://cupdf.com/document/pensamientos-poeticos-heidegger-martin.html?page=151
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