miércoles, 8 de febrero de 2023

POEMAS DE MARTIN HEIDEGGER


El saber

 

Pero nosotros sabemos el comienzo,

El otro, lo sabemos preguntando

Estamos en el salto previo

A todo sí y no.

Sabedores nunca somos en verdad

Sino entes en el saber,

Preguntando más allá de nosotros

Por el claro del ser.

Pero suya es la decisión,

Si, destruyendo poder

E impotencia, llama a contienda

Al mundo hacia la tierra,

Lleva el dios a la indigencia

Y acaece la amplísima calma

Al hombre hacia el ser-ahí.

 

 

La palabra

 

Nada, nadie, nunca

Ante cada algo, a todo luego y allí

Se eleva la palabra

Desde el abismo, que prestó,

Lo que a todo fundamento

Malogra,

Dado que sólo la alianza con lo dicho

A cada cosa arma en cosa

Y dispersa, confusos,

A los perseguidos sentidos.

 

 

No conocemos metas…

 

No conocemos metas

Y sólo somos un camino.

 

No necesitamos a muchos,

A quienes desde hace tiempo ya devoró

 

El afán de hacedurías

Que uno tan solo trajera

 

El corazón para la voz

De la calma en el ser,

 

Equilibre lo salvaje

En el cofre fundacional,

 

Es nuestro ánimo.

Tomado de:

https://cuadernodetrabajo.wordpress.com/2008/09/28/los-poemas-de-heidegger/

 

 

Pensar es el habitar cerca,

es el agradecimiento callado.

Pensar es el noble tratar con cuidado,

es el osado giro.

Girar entre la nada y el ser

por un camino de oscuros signos.

Pensar es no evadirse jamás

del mal ni de la pena.

Pensar es captar sin aprehender,

es un franco preguntar.

Pensar es dejarse decir,

es el frío elixir.

Por el camino se iluminan tenues

luces sin número,

rosas sin porqué, que poetizan dictando,

saludando al río y al valle.

Pensar sigue siendo este dejarlo todo libre,

4

llamada sin forma

a que los mortales sean siendo en la diferencia:

ganancia para lo salvo.

para E., el 21 de enero de 1946

M.

 

***

 

Camino a casa

Cuando en torno a los comienzos de otoño, durante

el crepúsculo nocturno, Orión

asciende por el cielo oriental

y su argéntea luz se separa

del negro bosque de montaña…

Poesía, sí, mas no canto.

Pero pensar: que logró llegar

hasta el recogimiento,

1

tardío y uniente en su liviandad,

2

del dictado

3

libre, para que éste campe.

 

 

L

Porque llamados al ser, pero primero sólo a escondidas

liberados para el comienzo aún contenido

desde el acontecimiento de ser hechos apropiados,

no familiarizados con lo dejado libre

–que aún quedó escondido largo tiempo–,

pero encomendados desde antiguo al claro

–al que apenas aún se arriesgaban– de un desapropiamiento

–todavía oculto– desde el acontecimiento de ser hechos

apropiados,

los griegos fueron despedidos

hacia su único destino:

libres para el brotar y el despuntar, escogidos y medrosos

para el recogimiento y la selección, para la congregación

de todo clarear

en el juntamiento inaparente,

y sólo así alumbrados para un resplandor de luz.

Desde ahí vislumbrados, crecen

el reunir y el percibir como la mirada

para ver, lo único capaz

de escogerse el sentido ocular,

para el cual, por tal motivo, mundea desde entonces el mundo

ofreciendo un aspecto, cuando la perspectiva comparece para el

ver:

es.

Que en el futuro el ser permanezca resuelto,

regalándose al manifestarse

a la luz que, manifestándose de consuno, queda, sin embargo,

impensada.

Según la medida del mostrarse que aparece,

Segunda parte / Desde la experiencia del pensar

el conocer mismo se hace llegar a ver,

mirar, rearmarse en el ofrecer un aspecto,

produciéndolo, sacándolo a la continuidad

de la constancia que comparece…

mas olvidando previamente la procedencia

desde el pensar una poesía,

tempranamente escondida, en el poema de la diferencia del ser,

que desde entonces se vela para sí el futuro

en la verdad propia, rehusamiento de sí misma,

cercana en cuanto tal, pero en una cercanía no aproximada,

seña sin nombre de una abrupta lejanía,

seña para el separarse propio

hacia el puramente reservado

desapropiamiento antiguo.

La luz, sí,

mas no

el claro desde la poesía

del acontecer que hace apropiado,

se hace mañana,

la aún velada, la libre

de aquella libertad

que no es, ella misma, verdad

de la diferencia del ser.

 

 

D

Sólo aguardando

nos hacemos propios de nosotros,

y los hombres, y las cosas,

custodian el retorno al reposo.

Igual que el frágil

canto de antiguos violines maestros,

que concibieron el sonido

en cofres escondidos.

Si ningún preguntar te lleva

hasta el resguardo de la verdad,

regresa a la palabra de respuesta:

reposa, señado de la seña,

alegre en el agradecimiento que desase y deja libre, *

pues agradecer es pensar.

Sólo como quienes reposan

somos nosotros los habitantes,

habitando en la casa de la merced.

 

 

L

Quiénes son los tañedores

de aquella gran campana

que sólo tañe el silencio

de una noche de la tierra,

noche hecha de lo escondido

de la merced del salvar que se irradia

de aquella salvación

que Es acontecimiento que hace apropiado, la

pura llegada

de una desasida falta de la divinidad

de todos aquellos dioses

que antiguamente hubieron campado; el

acontecimiento de ser hecho apropiado,

comienzo sólo del

hombre en ese pastoreo que

custodia el destino

de la juntura desasida, brecha salva de la

diferencia del ser, custodiando lo que jamás es

horda, sino en cada caso unicidad:

abrupto claro, por una vez

sólo la vez de lo único mismo,

custodiando la pura muerte.

 

 

Entonces estamos a cubierto gracias al pensar,

que, como la simiente para una siembra,

excede con sus dones todo lo nuestro,

para que la confusión, cuyas barreras

arma suavemente, sea guiada

en lo abrupto y cortante desde la diferencia del ser.

También el dios, y él

primero, si acaso alguien

es adelantado por la diferencia del ser,

siendo ella misma

resonancia del olvido

de un juego.

Desasidamente declinado

a la lejanía de una oscura incandescencia,

experimenta

el aroma de su fervor

en el tumulto

del abandono.

 

***

Dicta poéticamente la diferencia

piensa la cosa

dirime el asunto

mantén el rastro

resiste el tránsito

permanece en la obra manual de artesanía

despide a la inversión ostentosa de trabajo

renuncia al modelo

trata con miramiento a los pocos

destínate a la verticalidad cortante

dirígete al resguardamiento

ofrenda el poema

resistir ahí afuera

conservar algo en su despedida

hacia la esencia inaproximada

la diferencia concede la salvaguarda

el tránsito

el olvido de la diferencia,

olvido que campa como el despuntar no resguardado

que luego se desarrolla hasta el paso por el tránsito

del «hacía allí» y el «desde aquí» entre

ente y ser,

Entonces estamos a cubierto

la oscilante confusión de ambos

como un velado juntamiento de su sencillez,

es decir, de la diferencia.

El destino del tránsito como el abandono al deshauciamiento.

la inversión ostentosa de trabajo: la «reexión»

la «confrontación»

«modelo»: «la losofía»

 

 

SONATA SONANS

Suena lo sonado.

Se hunde

en lo jamás quejado,

canta en lo no osado

que, formado de la guirnalda, aconteciendo,

a lo amoroso, a lo sufriente, los hace apropiados

invitándolos tiernamente a lo mismo.

Tomado de:

https://cupdf.com/document/pensamientos-poeticos-heidegger-martin.html?page=151

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