miércoles, 1 de febrero de 2023

POEMAS DE PAUL FORT


LA ZAGALA MUERTA EN SUS AMORES

Esta zagala murió, murió en medio a sus amores

A enterrar se la llevaron, a punto de amanecer

La acostaron, solitaria, solitaria en su ataúd

Y regresaron alegres, muy alegres, ya de día.

Y cantaban bien alegres: «Nuestro turno ha de llegar»

«Esta zagala murió, murió en medio a sus amores»

Cantaban volviendo al campo, al campo como otros días.

 

 

NUESTRA CABANA EN YVELINE

Cabaña, tus adornos son margaritas, rosas:

a tu pie sus blancuras, sobre tí sus colores

Naturaleza hace bastante bien las cosas,

ata los corazones dentro un ramo de flores que,

dura solamente cuanto nuestros amores.

 

 

LA DICHA

En el prado quieta está. Corre pronto. Ve ligero

En el prado quieta está. Corre pronto. Que se va,

 

Si la quieres alcanzar. Corre pronto. Ve ligero

Si la quieres alcanzar. Corre pronto. Que se va.

 

Ya se acerca al cicutal. Corre pronto. Ve ligero

Ya se acerca al cicutal. Corre pronto. Que se va.

 

En la frente va a parar. Corre pronto. Ve ligero.

Del carnero va a parar. Corre pronto. Que se va.

Tomado de:

https://www.isliada.org/poetas/paul-fort/

 

 

RONDA ALREDEDOR DEL MUNDO

 

Si todas las muchachas del mundo quisieran darse la mano, podrían hacer una ronda alrededor del mar profundo.

 

 

Si todos los muchachos del mundo quisieran ser marineros, podrían formar con sus barcas un puente sobre el mar profundo.

 

Podría hacerse una ronda entonces, alrededor de todo el mundo, si quisieran darse la mano  las gentes jóvenes del mundo.

(Traducción: Sandra Gudiño)

Tomado de:

https://ustedleepoesia2.blogspot.com/2016/05/ronda-alrededor-del-mundo.html

 

 

Es necesario amarse

 

Amémonos sin misterio,

aquí, en la tierra, triunfantes.

No se ama en el cementerio.

¡Debemos amarnos antes!

Mi ceniza y tu ceniza las esparcirá la brisa.

Tomado de:

http://amediavoz.com/sueltosTraduc1.htm

 

 

LA BOLITA DE VIDRIO

Esta (arde los prados, — el río, las aldeas — en medio de las flores — irguiendo azul pistilo, — su

flecha parroquial, — vivían en un aire tan líquido y

glacial, —como en una bolita —de vidrio los colores.

¿Quién dice que están lejos mis días de niñez? —

cuando era mi deleite — la bolita encantada, — gota

de cristal puro, — en esmaltes cuajada — donde veía en sueños como su nitidez

copiaba los matices — reales de la vida —unidos a su interna — coloración fingida?

 

EL HACHA

Ningún rumor más religioso al alma — ni más

severamente doloroso — que éste que os torna de

improviso — mudos, como de mármol. — que éste

del hierro — en choque contra el árbol.

 

Amo escuchar ese rumor por donde — la muerte

pasa; — amo escucharen él, — cuando el lejano —

sol ya se esconde, —todo el silencio enorme de los

bosques retumbar a los golpes sordos del hacha

 

Veo cerrando los ojos, —en un sueño del alma,

 

al leñador fatal - hachar sin odio — bajo los soles

rojos. —Golpea taciturno, numera sus jadeos — frente a su choza donde una llama se enloquece.

 

 

Golpea. – Así la muerte golpeó en su lomo –

golpeo, golpeo también sin odio ¡entre tanta fatiga

cuan pequeñas fueron sus alegrías! Entre los golpes

sordos canta con voz serena. Amiga.

 

El pelirrojo amigo de este viejo demoledor de

Encinas.

Tomado de:

https://ia800207.us.archive.org/33/items/algunospoemasver00fort/algunospoemasver00fort.pdf

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