miércoles, 26 de agosto de 2015

Poemas de John Berryman

Las canciones del sueño


26


Las glorias del mundo me alcanzaron, me hicieron aria de ópera, una vez.–¿Y qué pasar entonces, Sr Bones?
si tú contármelo quisieras es que.

–Henry. Henry se interesó en cuerpos de mujeres,las entrañas de él eran & eran el lugar de un estupendo éxito.
Estupor. De rodillas, querida. Ponte a rezar.
Todas las prominencias & las suavidades de, Dios mío,
el hundimiento & problema que está metido en Henry,
al mismo tiempo.
–¿Y qué pasar entonces, Sr Bones?tú te pareces como si excitado.
–Se Henry para atrás echó al delito de origen: arte, rimaademás de conciencia de los otros, Dios mío, Dios mío,
y celos ante el (vivo) honor de su país,¿qué otra cosa podía ser más rara?
y descontento con las pandillas prósperas & orgullo.
–¿Y qué pasar entonces, Sr Bones?–Tuve la parte más maravillosa de la suerte. Me morí.

28

Límite de las nieves perpetuas
Era húmedo & blanco & presuroso y en dónde estoy
no sabemos. Estaba oscuro y luego
ya no está.
Quisiera que viniese el pregonero. Parece tal que de comerno hay nada. Estoy excepcionalmente cansado.
Estoy solo también.
Si tan solo llegara aquel extraño con tan poquitas piernas,
diría mis oraciones fuera de mi boca, como siempre.
¿En dónde están sus notas que yo amo?
Las puede haber horrendas; es difícil decirlo.

El pregonero me pellizca pero de alguna forma sientoque él también está de parte mía.
Solo también estoy. No veo el fin. Si pudiéramos todos
correr, eso sería mejor incluso. Tengo hambre.

El sol no está caliente.
No es buena posición en la que estoy.

Si tuviera que hacer todo de nuevono lo haría. ~

– Versiones de Hernán Bravo Varela



Dream Song 14


La vida, amigos, es aburrida. No deberíamos decirlo.
Al fin y al cabo, el cielo destella, el inmenso mar suspira,
nosotros mismos destellamos y suspiramos,
y además, como me decía mi madre cuando era niño
(reiteradamente): “Confesar que estás aburrido
significa que no tienes

Recursos Internos.” He llegado a la conclusión de que no tengo
recursos internos, porque estoy profundamente aburrido.
La gente me aburre,
la literatura me aburre, en especial la gran literatura,
Henry me aburre, con sus conflictos & quejas
tan malos como Aquiles,
que ama a la gente y el arte audaz, lo cual me aburre.
Y las colinas tranquilas & la ginebra, parecen un fastidio
y de algún modo un perro
que se ha llevado a sí mismo & su cola muy lejos
hacia las montañas o el mar o el cielo, dejando
atrás: a mí, el bufón.

Separación como descenso, de John Berryman


” El sol corría en el cielo, el taxi voló; 
había una especie de fiebre en el reloj 
esa mañana. Llegamos a Waterloo

con tiempo de sobra y supe encontrar mi rumbo. 
El café amargo en un pequeño restaurante 
nos dio para conversar. Cuando el tren 
comenzó a andar te vi volverte 
y desaparecer, y las venas de mi cerebro 
estallaron, el tren rugió, los demás pasajeros 
saltaron presurosos, ardiendo el mudable aire 
che si cruccia, oí los demonios maldecir 
y chillar de alegría en ese lugar lejano a la súplica. “


Canción ideal 14. La vida, amigos, es aburrida…


La vida, amigos, es aburrida. No deberíamos decirlo.
Después de todo, el cielo brilla, el majestuoso mar anhela.
Nosotros mismos brillamos y anhelamos,
además, mi madre me decía cuando niño
(repetidamente) “cada vez que dices estar aburrido
significa que no tienes

vida interior”. Concluyo que no tengo
vida interior, porque estoy muy aburrido.
La gente me aburre,
la literatura me aburre, especialmente la gran literatura,
Henry me aburre, con sus aprietos & líos
tan desafortunados como los de Aquiles,
que amaba a los demás y el arte valiente, lo cual me aburre.
Y las apacibles colinas, y el gin estorbando
y de alguna forma un perro
ha sido capturado desvaneciéndose
entre las montañas, el mar o el cielo, dejándome
atrás como a un payaso.







Llegamos a Waterloo con tiempo de sobra



El sol corría en el cielo, el taxi voló;
había una especie de fiebre en el reloj
esa mañana. Llegamos a Waterloo
con tiempo de sobra y supe encontrar mi rumbo.
El café amargo en un pequeño restaurante
nos dio para conversar. Cuando el tren
comenzó a andar te vi volverte
y desaparecer, y las venas de mi cerebro
estallaron, el tren rugió, los demás pasajeros
saltaron presurosos, ardiendo el mudable aire
che si cruccia, oí los demonios maldecir
y chillar de alegría en ese lugar lejano a la súplica. "

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