Abierto, cerrado, abierto
1,
La vida es el jardinero del cuerpo. El cerebro,
un invernadero herméticamente cerrado
con sus flores y plantas, ajenas y raras
por su sensibilidad, por su temor a extinguirse.
El rostro, un elegante jardín francés de contornos
simétricos
y senderos circulares de mármol con estatuas y
bancos para descansar,
lugares donde tocar y oler, desde los que mirar,
un verde laberinto
en el que perderse, y Prohibido pisar y No
arranque las flores.
Lo que queda por encima del ombligo, un parque
inglés
pretendidamente libre, sin ángulos, sin caminos de
piedra, natural,
humano, a nuestra imagen, según nuestro gusto,
con los brazos unidos y la gran noche alrededor.
Y la parte baja del cuerpo, bajo el ombligo, a
veces una reserva natural,
salvaje, espantosa, asombrosa, una reserva mal
conservada,
y a veces un jardín japonés, concentrado, lleno de
premeditación. Y el pene y los testículos son
rocas tersas
bruñidas rodeadas de negra vegetación,
precisos senderos cargados de sentido
y calmada reflexión. Y las enseñanzas de mi padre
y los consejos de mi madre
son pájaros que pían y cantan. Y la mujer que amo
es las estaciones y el tiempo cambiante, y los
niños que juegan
mis hijos. Y la vida es mi vida.
2,
Soy el profeta de lo que ya ha ocurrido. Leo el
pasado en la palma
de la mano de la mujer que amo, pronostico la
lluvia que ya cayó,
soy un experto en las nieves del año pasado,
conjuro los espíritus
de lo que siempre ha ocurrido, preveo los días de
antaño,
dibujo los planos de casas que ya se han caído,
profetizo la pequeña habitación con sus pocos
muebles
-una toalla puesta a secar sobre la única silla,
el arco de la ventana, curvado como nuestros cuerpos
cuando se aman.
3,
Creo, con una fe inquebrantable, en la
resurrección de los muertos.
Sólo el hombre que desea regresar a un lugar amado
se deja un libro, una maleta, una fotografía, sus
gafas,
a la espera, pues ha de volver: por eso los
muertos dejan
las cosas que tuvieron en vida, porque volverán.
Una vez llegué, entre la niebla de un largo otoño,
a un cementerio judío abandonado -por los vivos,
no por los muertos.
El guardián era un experto en flores y en las
estaciones del año,
pero no en tumbas judías. Y también él dijo: noche
tras noche
se entrenan para la resurrección, los muertos.
4,
Mi madre era profeta, y yo no lo sabía.
No como Miriam, la profetisa que danzaba con
platillos y tambores,
no como Deborah, que se sentó bajo un árbol para
juzgar a la gente,
no como Hulda que adivinó el futuro que vendría,
sino mi profeta particular, silenciosa y tenaz.
Estoy condenado a que me ocurra cuanto predijo,
y ya estoy al final de mi vida.
Mi madre fue profeta cuando me dijo
el hazlo y el no lo hagas de cada día, refranes
para un sólo uso: serás perdonado,
quedarás exhausto, eso te hará bueno, te sentirás
una persona nueva, te gustará, no
serás capaz, no te gustaría, no debes intentar
cerrarlo, sabía que no lo recordarías, no te
olvides
de descansar, sí, tú puedes.
Y cuando mi madre murió, todas sus pequeñas
predicciones
vinieron juntas en forma de una gran profecía que
aguarda para cumplirse
la visión del final de los días.
5,
En las salas de espera del olvido
los paisajes de las paredes se vuelven lentamente
retratos, ojos y nariz, frente y mentón,
y los retratos se convierten en paisajes,
montaña, valle, bosque, campo.
6,
Recuerdo un problema en un libro de matemáticas
sobre un tren que sale de un lugar A y otro tren
que sale de un lugar B. ¿Dónde se encontrarán?
Nadie preguntaba nunca qué ocurriría entonces:
¿se detendrían, se cruzarían, chocarían?
Ningún problema hablaba de un hombre que sale de A
y una mujer que sale de B. ¿Dónde se encontrarán,
se encontrarán realmente, y durante cuánto tiempo?
Como en aquel libro de matemáticas: por fin he
llegado
a las páginas finales que incluyen las respuestas.
Ahí donde estaba prohibido mirar.
Ahora por fin puedo hacerlo. Ahora compruebo
en qué acerté y en qué estaba equivocado,
y sé lo que hice bien, lo que hice mal,
cuanto ya no podré arreglar.
7,
La casa de Hulda supo mucho en su día, y olvidó
mucho.
Al este, la central eléctrica, ahora sin luz,
sus motores quietos como personas, y al sur
el convento de monjas silenciosas
no muy lejos de las vías del ferrocarril.
Una vez al día aún pasa un tren, como un espíritu
conjurado.
8,
Vivimos en muchas casas y dejamos retazos de
memoria
en cada una de ellas: un periódico, un libro
marcado, un mapa arrugado
de alguna ciudad lejana, un cepillo de dientes
olvidado haciendo guardia
en un vaso
-que es también, a su manera, una vela memorial,
una luz eterna.
9,
Layla, noche, la más femenina de todas las cosas,
es masculino
en hebreo, pero también el nombre de una mujer.
Sol es masculino y puesta de sol, femenino,
la memoria del masculino en el femenino, y el
deseo
de una mujer en un hombre. Es para decir: los dos,
es para decir: nosotros.
¿Y por qué Elohim, Dios, es plural? Porque todos
Ellos
están sentados a la sombra de un emparrado en Akko,
jugando a las cartas. Y nosotros estábamos
sentados en una mesa cercana
y yo cogía tu mano y tú cogías la mía en lugar de
las cartas, y también
nosotros éramos masculino y femenino, plural y
singular,
y bebíamos té árabe con almendras tostadas, dos
sabores
que no se conocían y se convirtieron en uno
singular en nuestras bocas.
Y tras la puerta del café, cerca del cielo,
alguien dijo:
“No nos hacemos responsables de objetos olvidados
o perdidos”.
10,
Los amantes dejan sus huellas en el cuerpo del
otro,
llenas de evidencias físicas, palabras inacabadas,
testimonios, un arrugado
par de jadeos, un periódico con la fecha exacta, y
dos relojes, el de él y el de ella.
Cada mañana marcan los contornos del otro
igual que la policía marca la posición del cuerpo
en la carretera
con tiza. Los amantes se rinden el uno al otro,
se reservan el derecho a permanecer en silencio.
Si se separan,
dibujan un retrato robot y lo señalan con el dedo
gritando: ¡Es él! ¡Es ella!
Tomado de:
MI HIJO HUELE A PAZ
Mi hijo huele a paz,
Cuando me acerco inclinándome
No es únicamente olor a jabón.
Cada uno de nosotros ha sido un niño que olía a
paz
( Ya no hay ni un solo molino de viento
Que mueva sus aspas en el país ).
Oh país rasgado como vestiduras
Que no pueden ser más remendadas
Y de ancestros duros y solitarios en las
sepulturas.
Silencio mutilado de los niños.
Mi hijo huele a paz
El vientre de su madre
Le ha prometido
Aquello que Dios no puede prometernos.
OTRO POEMA DE PAZ
Mi amada no estuvo en la guerra,
Ella aprende el amor y la historia
De mi cuerpo, y sus guerras.
De noche cuando mi cuerpo transforma
La guerra en paz, ella se sorprende.
Su sorpresa es su amor y su aprendizaje.
Sus guerras y su paz. Su sueño.
Me hallo ahora en mitad de la vida.
Momento cuando se comienza
A reunir los conocimientos los detalles
Y los mapas exactos
De un país que no ocuparemos nunca
Y de un enemigo de una amante
Cuya frontera jamás atravesaremos.
ESTUVIMOS TAN CERCANOS
Estuvimos tan cercanos el uno del otro
Como dos números de una lotería
A un decimal de distancia,
Uno de nosotros ganará, tal vez.
Cómo es bello tu rostro y tu nombre impreso en ti
Como el empaque de una conserva maravillosa :
Fruto y nombre de fruto. Estás aún dentro ?
Vendrán los años, los días
Serán tan dulces como las noches
Y bellas para todos aquellos
Que no se preocupan más del tiempo.
Será entonces cuando sabremos.
COMO LA HUELLA
Así como la huella de nuestros cuerpos
Ningún signo de nuestra presencia quedará aquí
El mundo se cierra detrás de nosotros,
La arena se
endurece.
El tiempo ha acordado una cita
Para cuando no estés,
Una brisa empuja ya las nubes
Que no lloverán más sobre nuestros rostros.
Tu nombre está ya incluido en la lista de
pasajeros,
En los registros hoteleros
Cuyos nombres solos
Entierran el corazón.
De los colores que me hacen ver y soñar,
De las tres lenguas que conozco,
Ninguna podrá ayudarme.
POEMAS DE ACHZIV
1
Toda la noche has quedado despierta boca arriba.
Había otro viento, un viento como tú.
La claridad de la luna lanzaba otra reja distinta
sobre el muro.
“ La llave está bajo la piedra al pie de la
puerta.”
Dibujado por los restos de cigarrillos
Apareció el perfil de tu cuerpo por tierra
En la madrugada.
2
Alrededor de la palabra difunto : “ Hemos amado”
Cubierto de algas sobre la arena.
Se congregaron los curiosos.
Hasta tarde escuchamos el testimonio
De las olas contarnos cómo ocurrió.
3
Tus llantos átalos a una cadena
Y tú conmigo.
En la casa semidestruída
La luz sola habita.
De la oscuridad ellos crean una platería fina
Para la cena última.
Pez mi boca,
Peces tu boca tu seno :
Anudaron la noche.
Y hay una noche de luna
Más blanca que el día del perdón.
Tus llantos rompieron la cadena.
Huyeron lejos.
4
En la arena fuimos un cancerbero de dos cabezas
Mostrando los colmillos : en la tarde
Una de tus piernas estaba al este, la otra al
oeste
Y yo medio-apoyado sobre las mías
Mirando desconfiadamente a todo lado, rugiendo
Guardando mi presa.
Quién eres ?
Un niño de la diáspora
Capelo sobre la cabeza. De otro lugar otro tiempo.
De noche estamos juntos sin memoria
Ni sentimientos. Músculos
Que se tienden y se apaciguan.
5
He aprendido
A hablar a tu sexo
Como a un rostro.
Hablo su lengua primera
Plegada y hecha de una materia más antigua
Que toda la memoria de los libros.
Ella se dirige a nosotros
Jugando,
Como a su lejana descendencia.
Lejos de aquí en otro continente del tiempo
Los Rabinos muertos de mi infancia
Levantan las piedras tumbales
Por encima de sus cabezas.
Sus almas sujetas al nudo de mi vida.
Dios mío, Dios mío,
Por qué no me has abandonado ?
6
Cómo es eso de ser mujer y sentir
Un vacío entre las piernas, una curiosidad
Bajo la falda en verano, en el viento
Y aquella insolencia detrás ?
Un hombre debe vivir con ese paquete
Extraño entre las piernas. “ Dónde quiere usted
Que lo ponga ? “ me pregunta el sastre
Que toma la medida de mis pantalones,
Y no sonríe.
Cómo es eso de tener una voz entera
Que no se rompe ?
Eso de vestirse y desvestirse
Por deslizamientos ondulaciones caricias,
Como bañada en aceite de oliva,
Untando el cuerpo con tejidos delicados,
ligeramente
Sedosos entre quietos murmullos rosa o malva ?
Un hombre se viste con gestos rudos
Cierres y aberturas difíciles,
Los ángulos y los huesos batiendo el aire
El viento enzarzado en las cejas.
Cómo es sentirse mujer ?
Y tu cuerpo que te sueña.
Cómo es hacerme el amor ?
Restos de mujer sobre mi cuerpo
Y marcas de hombre sobre el tuyo
Anuncian el infierno
Que nos está abierto
Y tu muerte y la mía.
POEMAS PARA UNA MUJER
1
Tu cuerpo es blanco como la arena
Donde nunca han jugado los niños
Tus ojos tristes y bellos
Como flores pintadas ilustrando un libro de
escuela
La cinta de tus cabellos cayendo
Como el humo del sacrificio de Caín :
Debo matar a mi hermano
Él debe matarme.
2
Si abres tu abrigo mi amor debe ensancharse.
Si portas ese sombrero blanco y redondo
Mi sangre debe enrojecerse.
Por todas partes donde amas
Hay que vaciar el mobiliario de la estancia.
Y del mundo los árboles mares y montañas
Dado que el mundo es estrecho.
3
Cuando sonríes
Las ideas serias se fatigan.
A tu lado de noche los montes no son sino
silencio.
De mañana la arena se desliza contigo hacia el
mar.
Cuando me haces feliz
Las industrias pesadas callan, todas.
CANTO REAL, DE AMOR
Eres bella como las profecías
Y triste como las que no se realizan
Sosiega como la paz, después.
Negro de la soledad blanco del jazmín
Tu boca tiene colmillos de loba y de reina.
Tu vestido corto es de ahora
Pero tu llanto y tu risa son antiguos
Tal vez del libro de otros reyes.
Nunca he visto la espuma en el belfo de un caballo
de guerra
Pero cuando haces espuma con el jabón sobre tu
cuerpo
Entonces veo.
Eres bella como las profecías
Que jamás se realizan.
Y es por tu cicatriz real
Que pasan mi lengua
Mis dedos sobre la suave herida.
Con el talón de tus zapatos golpeas
Las rejas de la prisión que me rodea.
Tus anillos locos
Lepra santa de tus dedos.
De la tierra viene de nuevo
Todo lo que no querías ver más :
Pilar y consola, jarra y cornisa, restos de vino.
Hay muchas caras escondidas aquí
( De los unos y los otros ).
La noche se corona de oro ciego
Pesa sobre los placeres
Con el peso de la realeza y la fatiga.
TUS CABELLOS FUE LO ÚLTIMO QUE SECÓ
Tus cabellos fue lo último que secó
Cuando estuvimos lejos ya del mar
Cuando las palabras y la sal en nosotros enredadas
Terminaron por separarse
Y tu cuerpo no mostraba más
Los signos de terribles antecedentes.
Fue en vano que olvidamos ciertas cosas
Para poder regresar a la playa.
No volvimos.
Hoy recuerdo los días en que tu nombre
Estaba impreso como el nombre de un barco.
Y cómo entre dos puertas abiertas
Vimos a un hombre pensar y cómo mirábamos
Las nubes con aquella mirada antigua
Heredada de los ancestros
Acechando la lluvia,
Y cómo de noche, cuando el mundo se enfría,
Tu cuerpo guarda su calor largo tiempo
Como el mar.
POEMA PARA TAMAR
Mis ojos quieren desbordar
Como dos lagos vecinos
Para contarse uno al otro
Todo lo que han visto.
Mi sangre tiene numerosos parientes
Que no la visitan nunca.
Pero cuando mueren
Mi sangre hereda.
MALICIA TRISTE
Con malicia triste has aprendido
A extraer el amor del mundo.
Con voz destemplada e insolente
Pronuncias palabras ligeras
Y tu cuerpo se eriza de cabellos
En los lugares de la profecía.
Pero tu piel es la piel externa
De todo lo sucedido.
De noche cuando te acaricio
Yo acaricio guerras y reyes antiguos
Y naciones enteras errantes o pacificadas.
Tengo tu mano en la mía
En la tuya un pañuelo y llantos
En el llanto sal
La Sal de las Sales.
POEMA DE AMOR
Las gentes se utilizan entre sí
Para cicatrizar el dolor
Se entremeten
En sus heridas existenciales
Por el ojo, el sexo,
La boca y la mano abiertas.
Se tienen fuerte unos a otros
Para no dejarse partir.
CÓMO FUE
Cómo fue
Cuando el agua bebida de noche
Devenía todo el vino del mundo ?
Y las puertas, no recordaré nunca
Si se abrían hacia dentro o fuera
Y los botones al lado de la puerta
Para encender la luz, sonar o callarse.
Era lo que queríamos. Era bien eso
Lo que queríamos ?
En nuestro tres piezas
Cerca de la ventana abierta
Me has prometido que no habrá guerra.
En lugar de anillo de matrimonio
Te di un reloj: tiempo bueno y redondo,
El fruto más maduro
Del insomnio y la eternidad.
DESDE TODOS LOS MUERTOS
Desde todos los muertos de todos los tiempos
Desde todos los vacíos en el rango de los soldados
Desde las hendiduras en el muro
Desde las puertas que no cerramos bien
Desde las manos que no estrechamos
Desde la distancia entre los cuerpos
Que no acercamos
Un inmenso territorio se extiende y prolifera
Llanura, desierto
A donde sin esperanza irá nuestra alma, tras la
muerte.
EN ESTE VALLE
Para que una brisa ligera
Pase ahora sobre mi frente
Pienso en ti
En este valle excavado
Por múltiples aguas sin edad.
Desde sus cuestas llegan voces
De hombres y máquinas
Destruir, construir.
Hay amores imposibles
A desplazar.
No mueren sino en su lugar en su tiempo
Como un viejo mueble desmañado
Que no desaparece
Sino con su casa y su techo.
Este valle es la esperanza
De recomenzar sin tener que morir
De amar sin olvidar el otro amor
De ser como el viento
Que ahora pasa
Por azar.
VIVIR ES AL MISMO TIEMPO CONSTRUIR EL NAVÍO
Vivir es al mismo tiempo construir el navío
Y el puerto. Y continuar a construir el puerto
Hasta bien después que el barco haya naufragado.
Para terminar : no recuerdo sino la bruma.
Y quien no recuerda nunca la bruma
Recuerda cosa alguna ?
Tomado de:
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