lunes, 27 de abril de 2020

POEMAS DE YI SANG


About Yi Sang
(23 de septiembre de 1910, Seúl, Corea del Sur - 17 de abril de 1937, Tokio, Japón)



POEMA 2



Cuando mi padre se adormece junto a mí, yo me convierto
en el padre de mi padre, y también me convierto en el padre
del padre de mi padre; empero si mi padre en su condición
de mi padre es aún mi padre, entonces por qué motivo yo
me convierto en el padre del padre y debo saltar por encima
de mi padre y, finalmente, ¿por qué motivo tengo que vivir
de mi padre y del padre del padre de mi padre?
                                                                                                   julio de 1934

POEMA 3



El que ahora combate es el que no combatía y el que combate
no combatía; por lo tanto, si el que combate quiere ver el combate,
y si el que no combatía contempla al que combate o al que combatía,
el que no combatía y el que no combate no pueden ver el combate.
Y nada más.
                                                                                                  julio de 1934


POEMA 15


1

Estoy sin espejo dentro de la sala. El yo del espejo no
está aquí. En este momento estoy temblando por miedo al
yo del espejo. ¿Por dónde andará el yo del espejo, y qué estará
tramando contra mí?


2

Arrullado por el pecado me dormí en un lecho frío.
Yo no me hallaba en un sueño transparente. La bota militar
que calzaba la pierna postiza manchó de lodo mi sueño blanco.


3

Sigiloso me deslizo en la sala del espejo para librarme.
Sin embargo, el yo del espejo entra, con la cara triste, a su vez.
El yo del espejo me comunica sus impresiones: yo soy su prisionero,
así como él es prisionero mío… y se estremece.


4

Mi sueño, del que estoy ausente; mi espejo, del que está ausente
el otro yo. A pesar de su impotencia, alguien persigue mi soledad.
Decidí aconsejar el suicidio al yo del espejo, y le indiqué una ventana
irreal. Esa ventana está destinada al suicidio, solamente. No obstante,
él me enseña que si yo no me suicidio, él no podrá hacer otro tanto.
El yo del espejo es casi un ave fénix.


5

Después de sellar mi corazón con un blindaje de acero,
disparo contra el pecho izquierdo del espejo. La bala perfora
su pecho izquierdo, pero su corazón está en el derecho.


6

La tinta roja brotó del falso corazón. He llegado tarde al sueño
en que me condenaron a muerte. Yo no ejerzo dominio sobre
mi sueño. Un gigantesco pecado les impide estrecharse las manos.


                                                                                                   8 de agosto de 1934
Tomado de:

POEMA 9


El cañón del arma

Al cabo de días y días de soplar calientes ventarrones, una gran mano se posa en mi cintura. En cuanto sientas la presencia del sudor entre los valles resplandecientes de huellas dactilares, dispara. Voy a disparar. Siento el peso del arma en los intestinos y siento el cañón grasiento que brota por mi boca. Acto seguido cierro los ojos como si apretara el gatillo; sin embargo, en lugar de la bala, ¿qué escupió la boca?

POEMA 10


Mariposa

Observo una mariposa agonizante en el desgarrado papel de la pared. Se trata de una ventana secreta por la que se accede al mundo del más allá. Un día observo una mariposa agonizante en la barba que aparece en el espejo. La mariposa alicaída bebe del rocío que humedece mi boca. Si cubro bien la ventana secreta y muero, la mariposa saldría volando. Deseo que las palabras no escapen al exterior.

3 de agosto de 1934

POEMA 12



Manojo de ropa sucia revolotea en su caída. Blancas palomas en bandada. Se ha terminado la guerra en otro lado del cielo, que no es mayor que la palma de la mano; es el anuncio de la paz. Otra bandada de palomas lava la mancha del cuello. En este lado del cielo, que no es mayor que la palma de la mano, comienza una guerra sucia matando con palos a las blancas palomas. Cuando el negro hollín del carbón mancha el aire, una bandada de blancas palomas huye de nuevo hacia otro lugar del pequeño cielo.
Tomado de:

Escribiré un poema también


Arriba, sobre el mar resplandeciente,
dos o tres gaviotas revolotean.
Rodando, girando, escriben un poema.
No sé el alfabeto que usan.
En la amplia extensión del cielo
también escribiré un poema.

Sobre la escritura Sijo


La primera línea es una falda completa,
la segunda es el corpiño;
Al llegar al tercero y último,
se ha agregado el collar limpio.
Ate ligeramente el lazo de la cinta
y aparecerá el encanto del vestido.
El patrón básico de cuatro patas
es como el recuento de los días:
veintiocho harán un mes,
treinta y uno también harán un mes.
Coloque la popa, y cuando florezcan las hojas y las flores, la
fragancia vendrá por sí misma.
La brillante luna iluminando el cielo,
claro y blanco sobre el suelo,
¿Es solo el alma brillante
del sijo de los antiguos maestros?
El simple sonido de un laúd a la luz de la luna.
¿No es eso también un sijo?


Vista de ojo de gallo: Poema número once


La taza de porcelana es similar a mi cráneo. Cuando agarro la taza firmemente con la mano, un brazo de la nada brota en mi brazo como un injerto y la mano en ese brazo levanta la taza de porcelana y la arroja al piso de madera. dado que ese brazo protege la taza de porcelana, lo que se rompe en pedazos es mi cráneo, que es similar a la taza de porcelana. incluso si mi brazo se hubiera movido antes de que el brazo del injerto se deslizara en mi brazo como una serpiente, el papel blanco que evitó la inundación se habría desgarrado. Sin embargo, mi brazo continúa protegiendo la taza de porcelana.
Tomado de:



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