LA LLUVIA DE PRIMAVERA
Atravesaste los peldaños celestiales,
Los nubarrones, acelerando paso,
Bajaste encarnada en las gotas,
Borrar del alma las últimas copas…
Aunque no sabías tú, rebelde, que
La pradera cansada del arado
Bajo la blancura del mantel
Esconde las huellas de tortura.
Por las palabras envuelta
Se derritió, la capa se evaporó,
Pero como la enseña profanada
La tierra en su silencio permaneció callada.
Tan solo en tus ojos mira
Con reproche el silencio de la oscuridad:
¿Por qué le insultaste la vergüenza
Con su afrenta imprevista?
No hay palabras más cortas que en los versos…
No hay palabras más cortas que en los versos,
¡Es por eso que son eternos!
No hay pecado más sagrado
Que el derecho de amar con descuidado.
Que pasajero lo es todo en los siglos:
El paso colado del capitán,
¡La vergüenza por victorias y el todopoderoso miedo:
Tan solo el delirio de corazones mana sin parar!
Es por eso que entre la batalla dura
Me acuerdo, rodeado de la podredumbre:
¡Puede que el cielo sea azul por paraíso,
Pero aún más de la enamorada son los ojos!
Puede que la sangre sea roja, el amor lo es más aún,
¡Desteñido y opaco al lado suya parece
Color purpúreo, la daga asesina, e,
Incluso, la noche que se prolonga muchos años!
No importa el trueno de la dinamita,
Ni el arder de la rebelión,
Todos los ruidos del mundo sofoca
El pávido respiro de la amorosa declaración.
Es por eso que dura un siglo
El amor cuya vida tan solo son cenizas de la noche,
¡Y sigue repitiendo ser humano
Las palabras de amor más cortas que los versos!
Tomado de:
https://transruspoetry.com/tag/vadim-shershenevich/
"Soy el último imaginista"
V. Shershenevich
ÍNTIMO
Me acostumbré a Su comedor de tono castaño oscuro,
al té de la tarde, al sonido del cristal,
a las tazas blancas y al ladrido del perro.
Siempre estoy con Usted por las tardes.
¡Todo es tan agradable! A veces triste.
Desde la ventana veo a la lejana iglesia.
El caos de la armonía de múltiples tonos.
El sonar del teléfono en el cuarto contiguo.
Y el aire canta: "¡mirá, mirá,
como cerraron silenciosamente las puertas, las
cortinas!"
En las habitaciones sopla la niebla del amor,
¡me es tan familiar este sofá abigarrado!
Acá conocí por primera vez la intimidad;
la trajo Su sala clara.
Y entendí que todo lo otro - es un error,
que el sol - es la sonrisa de los niños ingenuos,
que el corazón caza la respuesta en las estrellas,
que yo soy un tonto, un tonto poeta.
1910
Tomado de:
http://animalesenbruto.blogspot.com/2010/10/vadim-shershenevich.html
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