jueves, 8 de diciembre de 2022

POEMAS DE ELSE LASKER-SCHÜLER SIEMPRE POR DESCUBRIR


Una antigua alfombra del Tíbet

Amantes, tu alma y mi alma

en un Tíbet de alfombra se entretejen.

 

Rayo en rayo, apasionados colores,

astros que por los cielos se enamoran.

 

Reposan nuestros pies en el precioso paño,

vastedad de mil puntos y mil más.

 

Dulce hijo de Lama en el trono de almizcle,

¿desde cuándo tu boca besa la mía,

y mejilla a mejilla, en irisada urdimbre de los tiempos?

 


Doctor Benn

Lloro—

Mis sueños caen hacia el mundo.

 

En mi oscuridad

ningún pastor se aventura.

 

Mis ojos no muestran el camino

como los astros.

 

Siempre mendigo ante tu alma:

¿lo sabes?

 

Si fuera ciega-

Pensaría que yazgo en tu cuerpo.

 

Todas las flores llevarían

a tu sangre.

 

Múltiple y rica soy,

nadie quien puede cosecharme.

 

O mis dones llevan

hogar.

 

Quiero enseñarme tiernamente a ti;

tú ya sabes nombrarme.

 

Mira mis colores,

negro y estrella.

 

Y no me gusta el frío día,

tiene un ojo de vidrio.

 

Todo está muerto,

sólo tú y yo no.

 


Despedida

Pero nunca viniste con la noche–

yo sentada en manto de estrellas.

 

…Si a mi puerta golpeaban,

era mi propio corazón.

 

Ahora de cada jamba pende,

también ante tu puerta;

 

rosa de fuego que se extingue entre becerros

en el marrón de la guirnalda.

 

El cielo te pinté de color zarzamora

con sangre de mi corazón.

 

Pero nunca viniste con la noche–

…yo de pie en zapatos dorados.

 


Mi pueblo

(A Paul, mi amado hijo)

 

Se carcome la roca

de donde broto

y mis canciones a Dios canto…

Súbitamente caigo del camino

y me deslizo toda en mí,

lejos y sola sobre muro de lamentos

hacia el mar.

 

Tanto me he desaguado

de mi sangre

y su crepitación de mosto.

Y siempre, siempre el eco

en mí,

si al este, pavoroso,

carcomido esqueleto de roca,

mi pueblo

clama a Dios.

 


Sulamita

¡Oh, de tu boca dulce yo aprendí

venturas en exceso!

Ahora siento los labios de Gabriel

quemar mi corazón…

Y la nube nocturna bebe

mi profundo sueño de cedros.

¡Oh, cómo clama a mí tu vida!

Y me consumo

en pesadumbre que florece

y en el vasto universo me disipo,

en el tiempo,

en la eternidad,

y se abrasa mi alma en los colores de la tarde

de Jerusalén.

 


Estigia

Oh, quisiera dormir sin desear…

Si de un caudal supiera, como mi vida honda,

fluiría con sus aguas.

 

Sebaot

Oh Dios, te amo en tu manto de rosas,

cuando del jardín sales, Sebaot.

Tú, Dios adolescente,

Tú, poeta,

de tus aromas bebo solitaria.

 

Se alzó a ti el florecer primero de mi sangre,

ven pues,

Dios dulce,

Dios amigo de infancia:

el oro de tu puerta se funde ante mis ansias.

 

Caos

Los astros, pálidos de espanto, huyen

del cielo de mi soledad,

y el ojo negro de la medianoche

mira fijo, más y más cerca.

 

¡Ya no me puedo hallar

en este abandono de muerte!

Como si, a mundos de distancia de mí misma,

me viera envuelta en gris noche de miedo…

 

¡Quisiera que un dolor se desatara,

me derribara, cruel,

y hacia mí me atrajera bruscamente!

Y un ansia de creador

me volviera a mi tierra

bajo el seno materno.

 

Desolada mi tierra madre,

ya no florecen allí rosas

en el cálido aliento.

¡Ah, si tuviera a alguien muy amado,

para en su carne hundirme!

 

Fin del mundo

Hay en el mundo un llanto

como si Dios hubiera muerto,

y la sombra plomiza que desciende

pesa como una lápida.

 

Ven, cobijémonos más cerca…

Yace la vida en todo corazón

como en sarcófagos.

 

¡Oh, tú! Besémonos muy hondo…

A la puerta del mundo está llamando una nostalgia

de que tendremos que morir.

Tomado de:

https://rialta.org/else-lasker-schuler-poemas/#Una_antigua_alfombra_del_Tibet

 

 

Creo que nunca más volveremos a vernos

 

Creo que nunca más volveremos a vernos,

La mañana esconde su ojo ante mí.

 

 

He estado demasiado tiempo arrodillada

Ante tu silencio crepuscular.

 

 

Oh, nuestros labios ansían juegos

Florecientes nos hubiéramos besado bajo las grandes estrellas.

 

 

Velos fúnebres envuelven

Los elementos del cielo resplandecientes de oro.

Creo que nunca más volveremos a vernos.

 

 

Versión de Sonia Almau

 

 

Mi piano azul

 

Tengo en casa un piano azul

Aunque no sé ninguna nota.

 

 

Está a la sombra de la puerta del sótano,

Desde que el mundo se enrudeció.

 

 

Tocan cuatro manos de estrella

-La mujer-luna cantó en la barca-,

Ahora bailan las ratas en el teclado.

 

 

Rota está la tapa del piano…

Lloro a la muerta azul.

 

 

Ah, queridos ángeles, abridme

-Comí del pan amargo-

A mí con vida la puerta del cielo-

Incluso contra lo prohibido.

 

 

Versión de Sonia Almau

 

 

Sueño tan en silencio contigo

 

Siempre vienen por la mañana colores dolientes,

Son como tu alma.

 

 

Oh, tengo que pensar en ti,

Y por todas partes florecen ojos tan tristes.

 

 

Y te hablé de grandes estrellas,

Pero tú mirabas a la tierra.

 

 

Noches crecen de mi cabeza,

No sé a dónde ir.

 

 

Sueño tan en silencio contigo-

Blanca cuelga ya la seda sobre mis ojos.

 

 

Por qué no has dejado

La tierra en torno a mí- dí

 

 

Versión de Sonia Almau

 

 

A Giselheer rey

 

Estoy tan sola

Ojalá encontraras la sombra

De un corazón dulce.

 

 

O alguien

Me regalara una estrella

 

 

Siempre lo cogían

Los ángeles al vuelo

Así, de un lado a otro.

 

 

Tengo miedo

De la tierra negra

¿Cómo puedo salir?

 

 

Desearía ser enterrada

En las nubes,

Dondequiera que crezca el sol,

 

 

Te quiero tanto

¿Tú a mí también?

Dímelo entonces…

 

 

Versión de Sonia Almau

Tomado de:

https://blogpoemas.com/else-lasker-schuler/

 

 

Luna llena

 

Leve desciende la luna por mi sangre…

 

sonidos del sueño son los ojos del día

 

transformación – vértigo –

 

 

 

Tus labios no puedo hallar…

 

¿dónde estás, lejana ciudad,

 

con bendecidores aromas?

 

Siempre se me hunden los párpados

 

 

 

Sobre el mundo – todo duerme.

 

 

Mi vergüenza

 

¡Tú! ¡Ya no me envíes el aroma

 

del ardiente bálsamo

 

de tus dulces jardines nocturnos!

 

En mis mejillas sangra el pudor

 

y en torno a mí vibra el aire estival.

 

 

 

Tú… refresca mis mejillas

 

con inaromáticas, inapetentes

 

hierbas nocturnas.

 

Pero ya no más el hálito de tus anhelantes rosas,

 

pues atormenta mi rubor.

 

 

 

Oh, quiero salir del mundo

 

Entonces llorarás por mí.

 

Hayas sangrantes avivan

 

mis sueños guerreros.

 

 

 

Por lóbregas malezas

 

debo ir,

 

por zanjas y aguas.

 

 

 

Siempre rompe impetuosa ola

 

en mi corazón;

 

enemigo interior.

 

 

 

¡Oh, quiero salir del mundo!

 

Pero incluso desde lejos

 

enloqueceré, titilante luz,

 

 

 

junto a la tumba de Dios.

 

 

Jacob

 

Jacob era el búfalo de su manada.

 

Cuando pisoteaba con las pezuñas,

 

chispeaba bajo él la tierra.

 

 

 

Mugiendo dejó a sus hermanos machacados.

 

Del bosque primordial hacia los ríos corrió

 

ahí calmó la sangre del mordisco de simios.

 

 

 

Por los cansados dolores de los tobillos

 

cayó ante los cielos afiebrado

 

y su rostro de buey creó la sonrisa.

Tomado de:

https://circulodepoesia.com/2011/05/albala-else-lasker-schuler/

 

 

 

Jerusalén, de Baladas hebreas

 

"Dios hizo de su columna vertebral:

Palestina de un solo hueso Jerusalén

 

Camino entre mausoleos -

nuestra ciudad santa se ha petrificado.

Piedras descansan en el lecho de sus lagos muertos

en vez de las aguas sedosas que allí jugaban: venir, parecer.

 

Abismos miran con dureza al caminante -

Que se hunde en sus estáticas noches.

Tengo un miedo que no puedo superar.

 

Si tu vinieras…

envuelto en el claro manto alpino -

y tomaras la penumbra de mi vida –

mi brazo te enmarcaría como a la imagen de un santo.

 

Como antes cuando sufría en la oscuridad de mi corazón –

tus ojos: nubes azules.

Me alejaban de mi tristeza.

 

Si tú vinieras –

Al país de los ancestros –

Me dirías como a un niño:

Jerusalén - ¡resucita!

 

Nos saludan

las banderas del único Dios,

retoños en las manos que siembran la vida. "

Tomado de:

https://www.epdlp.com/texto.php?id2=2065

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