Similar
La aflicción es embotada, no borrada
por lo similar. Tus manos estaban
demasiado llenas, luego
vacías. Al borde de la tumba,
secretamente imaginas y luego
te niegas a imaginar
un espectro
tan parecido al que viste morir, el alma
única que amabas sufre una segunda muerte.
Los muertos odian lo similar, amargamente
cuando los vivos los reemplazan
con un dolor demasiado pequeño. Temes
volver a amar, exhausto por las ansias
inextirpables en su presencia. Te resistes
a los extraños hasta que un extraño hace
que las viejas ansias
se despierten brutalmente. Vivimos por
sustitución
simbólica. Al borde de la tumba,
lo que es pero no es lo que te devuelve
a lo que no es.
Día de inauguración
(Enero 20, 2009)
Hoy, a pesar de lo que está muerto
mirando a través de Estados Unidos,
veo desde Lincoln
a pistoleros alimentando fantasías de
pureza traicionada,
soñando con restaurar
las glorias de su sangre y estado
a pesar de lo que está muerto pero alojado
en nosotros, la esperanza
bajo la brillante luna creciente
la Casa Blanca es todavía
la Casa Blanca de Whitman,
su hermoso frente
lleno de realidad, lleno de ilusión
la esperanza hecha sabia por el temor
comienza de nuevo
Como necesitas alma
pero hallas carne
hasta que la carne
casi parece suficiente
cuando el poema
aún no escrito dentro de ti
exige existencia
todo lo que puedes ofrecerle son palabras.
Las palabras son carne. Las palabras
son carne
que necesita convertirse en idea,
idea que sueña que ha encontrado, esta
vez, un cuerpo
endurecido como piedra.
Para tallar el cuerpo del mundo
y de la carne hacer que la carne
se endurezca como piedra.
Mirando hacia abajo en el ataúd-cuna
de tu amor, amargado
por el alma que necesitas convertir en
piedra.
No lloras lo que no es,
sino lo que nunca podría haber sido.
Lo que no pudo encontrar nunca en un
cuerpo
porque lo que querías,
él lo quería pero no quería.
Simple corazón ordinario dividido.
Lo que sueñas es que, al comer
la carne de las palabras, lo que haces
hace que la mente y el cuerpo sean uno.
Cuando, después de una lectura, te piden
que describas tu estética,
y respondes: Una estética de la
encarnación.
Tirano
En este viaje a través de la carne
no solo en la carne o con la carne
sino a través de ella
avanzas mirando
por el espejo retrovisor
viendo solo
allí
cada vez más pequeño
hacia lo que conduces
Hacia lo que conduces
es lo que una vez hiciste con carne
De piedra calafateada con sangre
argamasa
con sangre y carne
hiciste una casa
brillante ahora en el espejo retrovisor
blanca en la luz tosca del sol tosco
No murieron más hombres haciéndolo
que cualquier otro monumento despiadado
que los hombres vivos admiren
Ahora, como tu cuerpo te traiciona
lo que hiciste con la carne
es hacia lo que debes conducir
lo que debes antes de morir
tranquilizar
enseñarte a ti mismo que hiciste
La casa revestida de carne
como si desafiara la mano
de su creador
cuando tiras hacia ella por fin
se disuelve como siempre
disuelta
En este viaje a través de la carne
no sólo en la carne o con la carne
sino a través de la carne
Ganímedes
En esta tierra donde no hay punto de apoyo
seguro,
atado a la muerte.
Estás atado a la muerte. No puedes dejar de
moverte cuando estás
en reposo.
Transfigurado por tu destino, por lo que
temes
que deseas. A diferencia de cada escena
brillante, cosa brillante,
cada criatura
dulce muda nerviosa cuya muerte lloras,
no morirás.
Quimera a cuya voz hasta Jesús
sucumbió.
Cómo odiabas arrastrarte por la tierra sin
ver
nada.
Cuando el dios te levantó en el aire,
tomándote
te mostró que querías que te tomaran.
Para una ópera no escrita
Una vez tuviste un amor secreto: al ver
incluso su foto, una ventana se abre de
par en par
en el edificio sin aire que eres tú.
Aunque todo parece como si continuara
como antes, no es así, continúa
de una manera nueva (la dulce jerga que
O’Hara y Ashbery
enseñan). No es así como hablas
naturalmente:
te dices, primero, que él no es el aire
que necesitas; segundo, que detestas el
aire.
De niño despreciaste al mundo por
reemplazar
a Dios por otra adicción, el amor.
Despreciado a ti mismo. ¿No había una
tercera cosa?
Pero por cada luna azul los escépticos,
los inflexiblemente
desengañados se encuentran, como tú,
devueltos a la vida por un secreto: como
él, en ti.
Ahora entiendes a Janáček a los setenta
años,
enamorado de una mujer casada mucho más
joven,
escribiéndola castamente.
Como en Mozart, la canción permanece sin
importar
cuán ordinaria o imperfecta sea la
persona. Para nosotros,
pobres mortales: alojamientos privados.
Belleza de urraca.
Tomado de:
https://rialta.org/frank-bidart-perro-metafisico/
HERBERT WHITE
“Estuvo bien cuando la golpeé en la cabeza
y luego lo hice un par de veces más,
pero fue gracioso; después de todo,
fue como si alguien más lo hiciera…
Todo era liso, nítido, sin riqueza o línea
alguna.
Aún así, me gustaba manejar dentro del
bosque donde ella yacía,
decirle a la vieja señora y a los niños
que tenía que ir a orinar,
salir en un salto y hacerlo sobre ella…
Todo ese fastidio que tenían mientras me
esperaban
me hacía sentir bien;
pero, aún así, como lo sabía todo el
tiempo,
ella no se movía.
Cuando el cuerpo se descompuso demasiado,
me hice una paja, dejándolo caer sobre
ella…
Suena loquísimo, pero te digo,
algunas veces era hermoso; no sé cómo
decirlo pero, por un minuto, todo era
posible;
y luego,
luego,
bueno, como dije, ella no se
movía: Y vi,
debajo de mí, una niñita que simplemente
yacía en el lodo:
y supe que yo no pude haber hecho eso
alguien más lo tuvo que haber hecho
estando allí, sobre ella
en
esas ordinarias hojas de mierda.
Una vez fui a ver a Papá en el motel donde
se estaba
quedando con una mujer; pero ella se había
ido;
podías oler el vino en el aire; y él
empezó,
vergonzosamente, a llorar…
Todavía estaba un poco ebrio,
y me pidió que lo perdonara por
todo lo que no había hecho; pero ¿qué
putas?
¿Quién habría querido quedarse con Mamá?,
¿con bastardos
que ni siquiera son sus hijos?
Me entré al camión y empecé a conducir
y vi a una niñita
a la cual recogí, golpeé en la cabeza y
follé y follé y follé y follé y luego
enterré
en el jardín del
motel.
Mira, desde que era niño yo quise
sentir que las cosas tuvieran sentido:
recuerdo
estar mirando por la ventana de mi
habitación de vuelta a casa
y sentirme casi que ahogado por el
asfalto;
y el pasto; y los árboles; y el vidrio;
¡Solo ahí, solo ahí, sin hacer nada!
¡Sin decir nada! Llenándome
pero al tiempo siendo una pared; muerto, y
deteniéndome,
cuánto quisiera ver debajo de eso, cortar
debajo de eso, hacer que eso,
de alguna manera, cobre vida…
La sal de la Tierra
Una vez mamá dijo: ‘Las agallas del hombre
son la sal de la Tierra...’
Esa noche, en ese motel Twenty-nine Palms
que he visto un millón de veces por el
camino, todo
encajó con todo; estaba bien;
parecía como si
todo tuviese
que estar allí, como si hubiese estado años
tratando, al final, de terminar de dibujar
este
círculo gigante...
Pero entonces supe de repente
que alguien más lo había hecho, algún
bastardo
había herido a la niñita; el motel
pude verlo otra vez, había sido
el mismo todo el tiempo, una ruidosa
pila de ladrillos, yeso, que no parecía
tener que estar allí, pero lo estuvo, solo
por azar.
Una vez, en la granja, cuando era niño,
estaba follando a una cabra; y la cuerda
sobre su cuello,
cuando la cabra trataba de zafarse,
la apretaba aún más; y justo cuando me
vine,
se murió…
Regresé al otro día; me hice una paja
sobre su cuerpo;
pero no ayudó en nada...
Una vez mamá dijo:
‘Las agallas del hombre son la sal de la
Tierra y le crecen niños’
Me esforcé un montón en venirme, era más
dolor que otra cosa,
pero no ayudó en nada…
Hace más o menos seis meses escuché que
Papá se volvió a casar,
así que viajé hasta Connecticut para verlo
y para ver
si estaba feliz.
Ella era 25 años más joven que él:
tenía un montón de niños pequeños, y no sé
por qué
me sentía tembloroso…
Me detuve frente a la dirección;
y me acerqué a la ventana para ver
adentro…
Ahí estaba, tenía un niño
de seis meses de nacido sobre las piernas,
riendo
y haciendo saltar al niño, feliz ya
estando viejo
de poder jugar al papá después de años de
estar dormiendo por ahí,
eso me confundió…
Pensar que lo que él nunca me pudo dar
él quiso dármelo...
Pude haber matado al bastardo...
Naturalmente, me metí al carro
y créeme que estaba determinado, determinado,
determinado
a irme derecho para la casa…
La vi salir del cine,
estaba sola, y
yo le daba vueltas a la cuadra mientras
ella seguía caminando,
diciéndome ’La vas a dejar tranquila’,
’La vas a dejar tranquila’.
¡Qué miedo me daba el bosque!
Mientras las estaciones cambiaban, y tú
veías más y más
cómo se mostraba la calavera, las noches
se volvían más claras,
y los capullos, erectos como pezones…
Pero luego, una noche,
nada funcionó…
Nada en el cielo se podía difuminar como
yo quería
y no podía, no podía
hacerlo parecer para mí
que otra persona lo había hecho…
Traté y traté, pero solo estaba yo,
y ella, y los árboles afilados
diciéndome, ‘Ese que está ahí eres tú.
Solamente...
tú’
Espero fritarme.
El infierno vino cuando me ví
A MÍ MISMO…
y no pude soportar
lo que veía”.
Tomado de:
https://www.laraizinvertida.com/detalle-2614-actua-no-pienses-herbert-white-de-frank-bidart
Media luz
Esa loca noche de borrachera que tuve
Te maniobró hasta un campo fuera de
Coachella—Nunca había visto el cielo
Tan lleno de estrellas, como si la
suciedad de nuestras vidas
Todavía estaban salpicados de relucientes
Conchas blancas del antiguo fondo marino
debajo de nosotros que retrocedió hace
mucho tiempo.
Paralelo. Nos acostamos en surcos
paralelos.
—Eso sofocado, temeroso
Mira tu cara.
Jim, ayer escuché a tu esposa por
teléfono.
Dime que moriste hace casi nueve meses.
Jim, ahora no podemos más. Amargo
que nunca podremos tener
La conversación que en
Naturaleza y vida que nunca tuvimos. Ahora
nunca.
No hemos hablado en años. Pensé
Tal vez a los noventa o cien, dos
viejos desventurados, no lo haríamos
importa un carajo y encuentra el habla.
Cuando te digo que todos los años que
estuvimos
Estudiantes, estaba locamente enamorado de
ti.
Tú dices que
sabía. digo que te conocía
sabía, dices
No había ningún lugar en la naturaleza
donde pudiéramos encontrarnos.
Dices esto como si me necesitaras.
admitir algo. No hay lugar
en la naturaleza, dada nuestra naturaleza.
¿O es esto?
¿Advertencia? Digo que lo que está
sucediendo ahora es
Sucede solo porque uno de nosotros lo es.
muerto. Te ríes y dices: ¡O ambos!
Nuestras palabras
Será extrañamente alegre.
Esa luz ahora la envidio
Existe sólo en esta página.
Tomado de:
https://poems.com/poem/half-light/
Queer
Miéntete a ti mismo sobre esto y lo harás.
Miente siempre sobre todo.
Todo el mundo ya lo sabe todo
para que puedas
Miénteles. Eso es lo que quieren.
Pero miéntete a ti mismo, lo que harás
Perder es a ti mismo. Entonces tú
Convertirse en ellos.
*
Por cada niño gay cuya adolescencia
¿Era Estados Unidos en los años cuarenta o
cincuenta?
lo primario, lo crucial
guión
Para siempre está saliendo
o no. O no. O no. O no. O no. O no.
*
Veleidades involucionadas de auto-borrado.
*
Rápidamente después de mis padres
Morí, salí. Narrativa fundacional
diseñado para conferir existencia.
Si hubiera logrado salir a mi
madre, ella no hubiera culpado
yo, sino ella misma.
La puerta por donde te empujaron hacia
afuera
Hacia la luz
Era autodesprecio y terror.
*
¡Gracias, terror!
Aprendiste temprano que la cortesía de los
adultos...
Fantasías sobre la vida humana
No eran para ti la vida. Crees que el sexo
es un cuchillo
impulsado a enseñarte eso.
Tomado de:
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