miércoles, 27 de noviembre de 2024

POEMAS DE FRANK BIDART



Similar

 

La aflicción es embotada, no borrada

por lo similar. Tus manos estaban demasiado llenas, luego

 

vacías. Al borde de la tumba,

 

secretamente imaginas y luego

te niegas a imaginar

 

un espectro

 

tan parecido al que viste morir, el alma

única que amabas sufre una segunda muerte.

 

Los muertos odian lo similar, amargamente

 

cuando los vivos los reemplazan

con un dolor demasiado pequeño. Temes

 

volver a amar, exhausto por las ansias

 

inextirpables en su presencia. Te resistes

a los extraños hasta que un extraño hace que las viejas ansias

 

se despierten brutalmente. Vivimos por sustitución

 

simbólica. Al borde de la tumba,

lo que es pero no es lo que te devuelve

 

a lo que no es.

 

 

Día de inauguración

 

(Enero 20, 2009)

 

Hoy, a pesar de lo que está muerto

 

mirando a través de Estados Unidos,

veo desde Lincoln

a pistoleros alimentando fantasías de pureza traicionada,

soñando con restaurar

las glorias de su sangre y estado

 

a pesar de lo que está muerto pero alojado en nosotros, la esperanza

 

bajo la brillante luna creciente

la Casa Blanca es todavía

la Casa Blanca de Whitman,

su hermoso frente

lleno de realidad, lleno de ilusión

 

la esperanza hecha sabia por el temor comienza de nuevo

 


Como necesitas alma

 

pero hallas carne

hasta que la carne

 

casi parece suficiente

 

cuando el poema

aún no escrito dentro de ti

 

exige existencia

 

todo lo que puedes ofrecerle son palabras.

Las palabras son carne. Las palabras

 

son carne

 

que necesita convertirse en idea,

idea que sueña que ha encontrado, esta vez, un cuerpo

 

endurecido como piedra.

 

Para tallar el cuerpo del mundo

y de la carne hacer que la carne

 

se endurezca como piedra.

 

Mirando hacia abajo en el ataúd-cuna

de tu amor, amargado

 

por el alma que necesitas convertir en piedra.

 

No lloras lo que no es,

sino lo que nunca podría haber sido.

 

Lo que no pudo encontrar nunca en un cuerpo

 

porque lo que querías,

él lo quería pero no quería.

 

Simple corazón ordinario dividido.

 

Lo que sueñas es que, al comer

la carne de las palabras, lo que haces

 

hace que la mente y el cuerpo sean uno.

 

Cuando, después de una lectura, te piden

que describas tu estética,

 

y respondes: Una estética de la encarnación.

 

 

Tirano

 

En este viaje a través de la carne

no solo en la carne o con la carne

 

sino a través de ella

 

avanzas mirando

por el espejo retrovisor

 

viendo solo

 

allí

cada vez más pequeño

 

hacia lo que conduces

 

Hacia lo que conduces

es lo que una vez hiciste con carne

 

De piedra calafateada con sangre

 

argamasa

con sangre y carne

 

hiciste una casa

 

brillante ahora en el espejo retrovisor

blanca en la luz tosca del sol tosco

 

No murieron más hombres haciéndolo

 

que cualquier otro monumento despiadado

que los hombres vivos admiren

 

Ahora, como tu cuerpo te traiciona

 

lo que hiciste con la carne

es hacia lo que debes conducir

 

lo que debes antes de morir

 

tranquilizar

enseñarte a ti mismo que hiciste

 

La casa revestida de carne

 

como si desafiara la mano

de su creador

 

cuando tiras hacia ella por fin

 

se disuelve como siempre

disuelta

 

En este viaje a través de la carne

 

no sólo en la carne o con la carne

sino a través de la carne

 

 

Ganímedes

 

En esta tierra donde no hay punto de apoyo seguro,

atado a la muerte.

 

Estás atado a la muerte. No puedes dejar de moverte cuando estás

en reposo.

 

Transfigurado por tu destino, por lo que

temes

 

que deseas. A diferencia de cada escena brillante, cosa brillante,

cada criatura

 

dulce muda nerviosa cuya muerte lloras,

no morirás.

 

Quimera a cuya voz hasta Jesús

sucumbió.

 

Cómo odiabas arrastrarte por la tierra sin ver

nada.

 

Cuando el dios te levantó en el aire,

tomándote

 

te mostró que querías que te tomaran.

 

 

Para una ópera no escrita

 

Una vez tuviste un amor secreto: al ver

incluso su foto, una ventana se abre de par en par

en el edificio sin aire que eres tú.

 

Aunque todo parece como si continuara

como antes, no es así, continúa

de una manera nueva (la dulce jerga que O’Hara y Ashbery

 

enseñan). No es así como hablas naturalmente:

te dices, primero, que él no es el aire

que necesitas; segundo, que detestas el aire.

 

De niño despreciaste al mundo por reemplazar

a Dios por otra adicción, el amor.

Despreciado a ti mismo. ¿No había una tercera cosa?

 

Pero por cada luna azul los escépticos, los inflexiblemente

desengañados se encuentran, como tú,

devueltos a la vida por un secreto: como él, en ti.

 

Ahora entiendes a Janáček a los setenta años,

enamorado de una mujer casada mucho más joven,

escribiéndola castamente.

 

Como en Mozart, la canción permanece sin importar

cuán ordinaria o imperfecta sea la persona. Para nosotros,

pobres mortales: alojamientos privados. Belleza de urraca.

Tomado de:

https://rialta.org/frank-bidart-perro-metafisico/

 

 

HERBERT WHITE

 

“Estuvo bien cuando la golpeé en la cabeza

 

y luego lo hice un par de veces más,

pero fue gracioso; después de todo,

fue como si alguien más lo hiciera…

 

Todo era liso, nítido, sin riqueza o línea alguna.

 

Aún así, me gustaba manejar dentro del bosque donde ella yacía,

decirle a la vieja señora y a los niños que tenía que ir a orinar,

salir en un salto y hacerlo sobre ella…

 

Todo ese fastidio que tenían mientras me esperaban

                                                             me hacía sentir bien;

pero, aún así, como lo sabía todo el tiempo,

                                                             ella no se movía.

 

Cuando el cuerpo se descompuso demasiado,

me hice una paja, dejándolo caer sobre ella…

 

Suena loquísimo, pero te digo,

algunas veces era hermoso; no sé cómo

decirlo pero, por un minuto, todo era posible;

y luego,

luego,

                bueno, como dije, ella no se movía: Y vi,

debajo de mí, una niñita que simplemente yacía en el lodo:

y supe que yo no pude haber hecho eso

alguien más lo tuvo que haber hecho

estando allí, sobre ella

                                          en esas ordinarias hojas de mierda.

 

Una vez fui a ver a Papá en el motel donde se estaba

quedando con una mujer; pero ella se había ido;

podías oler el vino en el aire; y él empezó,

vergonzosamente, a llorar…

                                               Todavía estaba un poco ebrio,

y me pidió que lo perdonara por

todo lo que no había hecho; pero ¿qué putas?

¿Quién habría querido quedarse con Mamá?, ¿con bastardos

que ni siquiera son sus hijos?

 

                                                    Me entré al camión y empecé a conducir

y vi a una niñita

a la cual recogí, golpeé en la cabeza y

follé y follé y follé y follé y luego

 

enterré

                           en el jardín del motel.

 

Mira, desde que era niño yo quise

sentir que las cosas tuvieran sentido: recuerdo

 

estar mirando por la ventana de mi habitación de vuelta a casa

y sentirme casi que ahogado por el asfalto;

y el pasto; y los árboles; y el vidrio;

¡Solo ahí, solo ahí, sin hacer nada!

¡Sin decir nada! Llenándome

pero al tiempo siendo una pared; muerto, y deteniéndome,

cuánto quisiera ver debajo de eso, cortar

 

debajo de eso, hacer que eso,

de alguna manera, cobre vida…

 

                                                            La sal de la Tierra

Una vez mamá dijo: ‘Las agallas del hombre son la sal de la Tierra...’

Esa noche, en ese motel Twenty-nine Palms

que he visto un millón de veces por el camino, todo

 

encajó con todo; estaba bien;

parecía como si

                                 todo tuviese que estar allí, como si hubiese estado años

tratando, al final, de terminar de dibujar este

                                                                       círculo gigante...

 

Pero entonces supe de repente

que alguien más lo había hecho, algún bastardo

había herido a la niñita; el motel

                                                          pude verlo otra vez, había sido

el mismo todo el tiempo, una ruidosa

pila de ladrillos, yeso, que no parecía

tener que estar allí, pero lo estuvo, solo por azar.

 

Una vez, en la granja, cuando era niño,

estaba follando a una cabra; y la cuerda sobre su cuello,

cuando la cabra trataba de zafarse,

la apretaba aún más; y justo cuando me vine,

se murió…

 

Regresé al otro día; me hice una paja sobre su cuerpo;

pero no ayudó en nada...

 

Una vez mamá dijo:

‘Las agallas del hombre son la sal de la Tierra y le crecen niños’

 

Me esforcé un montón en venirme, era más dolor que otra cosa,

pero no ayudó en nada…

 

Hace más o menos seis meses escuché que Papá se volvió a casar,

así que viajé hasta Connecticut para verlo y para ver

si estaba feliz.

                                                 Ella era 25 años más joven que él:

tenía un montón de niños pequeños, y no sé por qué

me sentía tembloroso…

                                              Me detuve frente a la dirección;

y me acerqué a la ventana para ver adentro…

                                                          Ahí estaba, tenía un niño

de seis meses de nacido sobre las piernas, riendo

y haciendo saltar al niño, feliz ya estando viejo

de poder jugar al papá después de años de estar dormiendo por ahí,

eso me confundió…

                                                                Pensar que lo que él nunca me pudo dar

                                                                él quiso dármelo...

                                                       Pude haber matado al bastardo...

 

Naturalmente, me metí al carro

y créeme que estaba determinado, determinado, determinado

a irme derecho para la casa…

 

                                               La vi salir del cine,

estaba sola, y

yo le daba vueltas a la cuadra mientras ella seguía caminando,

diciéndome ’La vas a dejar tranquila’,

’La vas a dejar tranquila’.

 

                                                ¡Qué miedo me daba el bosque!

Mientras las estaciones cambiaban, y tú veías más y más

cómo se mostraba la calavera, las noches se volvían más claras,

y los capullos, erectos como pezones…

 

Pero luego, una noche,

nada funcionó…

Nada en el cielo se podía difuminar como yo quería

y no podía, no podía

hacerlo parecer para mí

que otra persona lo había hecho…

 

Traté y traté, pero solo estaba yo,

y ella, y los árboles afilados

diciéndome, ‘Ese que está ahí eres tú.

                                                        Solamente...

                                                                              tú’

Espero fritarme.

El infierno vino cuando me ví

                                               A MÍ MISMO…

                                                                  y no pude soportar

lo que veía”.

Tomado de:

https://www.laraizinvertida.com/detalle-2614-actua-no-pienses-herbert-white-de-frank-bidart

 

 

Media luz

Esa loca noche de borrachera que tuve

Te maniobró hasta un campo fuera de

Coachella—Nunca había visto el cielo

Tan lleno de estrellas, como si la suciedad de nuestras vidas

Todavía estaban salpicados de relucientes

Conchas blancas del antiguo fondo marino

debajo de nosotros que retrocedió hace mucho tiempo.

Paralelo. Nos acostamos en surcos paralelos.

—Eso sofocado, temeroso

Mira tu cara.

Jim, ayer escuché a tu esposa por teléfono.

Dime que moriste hace casi nueve meses.

Jim, ahora no podemos más. Amargo

que nunca podremos tener

La conversación que en

Naturaleza y vida que nunca tuvimos. Ahora nunca.

No hemos hablado en años. Pensé

Tal vez a los noventa o cien, dos

viejos desventurados, no lo haríamos

importa un carajo y encuentra el habla.

Cuando te digo que todos los años que estuvimos

Estudiantes, estaba locamente enamorado de ti.

Tú dices que

sabía. digo que te conocía

sabía, dices

No había ningún lugar en la naturaleza donde pudiéramos encontrarnos.

Dices esto como si me necesitaras.

admitir algo. No hay lugar

en la naturaleza, dada nuestra naturaleza. ¿O es esto?

¿Advertencia? Digo que lo que está sucediendo ahora es

Sucede solo porque uno de nosotros lo es.

muerto. Te ríes y dices: ¡O ambos!

Nuestras palabras

Será extrañamente alegre.

Esa luz ahora la envidio

Existe sólo en esta página.

Tomado de:

https://poems.com/poem/half-light/

 

 

Queer

Miéntete a ti mismo sobre esto y lo harás.

Miente siempre sobre todo.

 

Todo el mundo ya lo sabe todo

 

para que puedas

Miénteles. Eso es lo que quieren.

 

Pero miéntete a ti mismo, lo que harás

 

Perder es a ti mismo. Entonces tú

Convertirse en ellos.

 

                 *

 

Por cada niño gay cuya adolescencia

 

¿Era Estados Unidos en los años cuarenta o cincuenta?

lo primario, lo crucial

 

guión

 

Para siempre está saliendo

o no. O no. O no. O no. O no. O no.

 

                 *

 

Veleidades involucionadas de auto-borrado.

 

                 *

 

Rápidamente después de mis padres

Morí, salí. Narrativa fundacional

 

diseñado para conferir existencia.

 

Si hubiera logrado salir a mi

madre, ella no hubiera culpado

 

yo, sino ella misma.

 

La puerta por donde te empujaron hacia afuera

Hacia la luz

 

Era autodesprecio y terror.

 

                 *

 

¡Gracias, terror!

 

Aprendiste temprano que la cortesía de los adultos...

Fantasías sobre la vida humana

 

No eran para ti la vida. Crees que el sexo

 

es un cuchillo

impulsado a enseñarte eso.

Tomado de:

https://poets.org/poem/queer

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