Meditación primera
(al momento de descender)
Cuanto existe emana
de Ti dice la Tradición
Pienso que ocultas el
destino para vivir el mundo
El origen se esconde
en el fondo de los espejos
y creo en otro
reino copia infiel de la existencia
También Tu Voz olvida
nombrar los errores
y la dualidad simula
ordenar el caos
Tu ausencia nos
representa en este simulacro
Escritura de la vida
que comienza
El péndulo ondula
y Tu pensamiento nos
siente
nos mira se mueve
y contemplas figuras
para germinar cosas
circularidades zonas geométricas
El aliento entra en
la materia
y termina en la hora
de la muerte
Idea inmortal habita
la mortalidad
El Universo es una
suma de Tus Imaginaciones
Dios es necesario
Día dos y los encuentros
en el infierno
Ya estoy en las
comarcas de la tierra final
He bajado la escalera
y un mar muerto
cubre el hocico de la
entrada
Los años que me
anidan
mueren detrás de mi
sombra
Me abandono de la
materia
y mi espíritu crece y
gravita
Me adentro a la
tormenta
del mar en calma y
nado
A lo lejos un ser
espectral
color ocre y aliento
a luna podrida
me aguarda con los
brazos colgantes
Su pecho está
cubierto de rostros vivos
Altazor mi norte
multiplica tu canto séptimo
Eres mi alba
precipitada y desvelada
Blanco sol descompone las horas
y crecen los colores
como niños
Tu acento divino abre
las puertas
Eres mi protector y
mi lenguaje
Me permites cumplir
con mis horas marcadas
Llueve
la caída de un nido en
medio de este piélago
y desciendo otro
tanto un sueño marino
El lunático guardia
me permite el paso
y desaparece detrás
de mí
mirándome con su
mirar multiplicado mil
La vida me moja el
pensamiento
Resucito en la muerte
la vida muerta
El arco iris es una
canción
volando de las
mañanas
para volarme a la
entrada del no Dios
Llueve la luz bella
A la mitad del agua
cantora
hay una puerta chamuscada
Unos seres
traslúcidos me esperan
La orden de los
enamorados Grigori
y al frente Tamiel un
ángel muerto
me toma la mano con
sus dedos de luz
me mira con su rostro
sin ojos
me piensa con su
pensamiento encriptado
me lleva con su andar
a las montañas
Cae
la poesía del siglo triste
La partitura
navega en sus alas
Mueve sus
notas
Duerme a
tiempo para nacer
Llevo mi
cítara para hacer vivo el cementerio
para sembrar
voz en los fantasmas
para alumbrar
los pozos de los muertos
para crear
luz en las fogatas abismales
¡Se aproxima la tierra de la Muerte
o yo me estoy
quedando ciego!
Nado en el cuerpo del
agua pervertida Yo soy un naufragio de mal dolor Soy el nombre en la boca de
los olvidados porque los nombres deshabitan cuerpos Este paisaje submarino
ahorca mi pulso detiene mi sangre y habito otro lugar imposible para los vivos
Incorpóreo navego anclas en la nave del Rojo escriba, y adentro ya del
destierro arbitrario encuentro una flor de memoria marchita, es la rosa
inflorada que crece y decrece en estas sales marinas Para no ahogarme miro hacia
lo alto y mis brazadas siempre son un giro impulsado para tocar el cielo
Termino el nado y persigo mi camino
Mis ojos cuelgan de
las alturas
para no perder la
senda racional
Estoy en el nido flamante
que me esperaba
La cuna maldice mi
tradición
El vaivén náutico
destina mi fin
El lunar viaje de los
astros trazan
en mi lecho la soñada
espera de viajar
Detenido en el umbral
del olvido
ya no recuerdo a qué
vine
El Ser celeste crea
en mí a otro
nace de mí otro
ser no soy yo
el inmortal ángel es
una imagen muerta
La otredad rebelde
habita mi cara doble temor
Sale de mí Tu doble Tu Otro Ser luminoso
He llegado a este
lugar para cumplir la profecía
A la mitad de este Imperio la cruz divaga
Las alas de mi luz merodean los ríos de sangre
El sacrificio del Mundo y una pena
Absuelve sus sonrisas desvanecidas en las marcas
Se desmayan Tus signos desde las nubes
y caen sobre mí como una inclemencia vertical
Perdónala a ella no sabe lo que
hace
Perdónalos a todos porque ya saben lo que hicieron
El reloj se vela en
sus bordes fríos
Sus funerales son
mañana y hoy ya es tarde
para que ayer sea el
tiempo
La siguiente puerta
sigue esperando
El pájaro solar llega
y abre las alas
y una blancura de
alma rompe
la primera barca de
Caronte
-la última ruta que
me ata a la rosa-
y entro solitario a
otro lago de fuego
Tamiel va en mi
interior gestando anatemas
y Altazor (alas de
alma) lo combate
Dentro mío hay una
temible guerra de ángeles
Frente a mí está ella
puliendo sus dientes
sobre los huesos de
las lamentaciones
como un pájaro grita
en medio de la cerrazón
Es una grulla
sedienta que pita danzando
Es una mitología
imprudente que caza precipicios
Es una ave bíblica
emparejada con el horror
Un
niño abandonado construye bloques de sal
desvanecidos entre
sus dedos
Sus manos se cosen se
pudren y caen a trechos
Una jauría de lobas
lo lame
y tres chacales jorobados
luchan por los pedazos
El infante sueña
dormir en la cuna de mis gracias
es el diminuto Autor
que nos representaba
en el dibujo de tres que
él resolvía
Ya no tiene manos
para ordenar su idea
dice mi nombre mi nombre es su trenecito
sílaba tras sílaba balbucea
mis letras
Florece una mariposa
en medio de la nada
y el pequeño
muere calladito como
una flor triste
Se estremece en sus
labios
la querida cadencia
del canto maternal
Él vuelve a dormir
bajo el ala de la grulla
y de nuevo ya somos
tres separados por el llanto
Ella no habla no mira no escucha
Es piedra dentro del mar muerto
roca
vacía figura maldiciones
estatua de sal cura mis hendiduras
Madre que no aprende a ser madre
Estas alucinaciones
vuelven cuando los ángeles luchan
Aquí abajo se
concluye la eternidad
y desciendo un grado
más en el sendero
Hábitat de la
serpiente alada
Pájaro de piel
mutante me dejas ciego
Santa de cuerpo
enroscado te bañas
en las grutas paganas
de la medianoche
Día tres
o la negación del regreso
Un círculo del pensamiento
me hace andar frente a la misma sombra
Contemplo a Alicia mi musa patética
Confunde el hueco de los árboles
con el grito del ojo no vivo
y su espanto es tanto que no grita
Mastica hondonadas con sus torpes manos
Huele las raíces en su cielo de agua ambiciosa
Se arrulla en el polvo de las tumbas vacías
Se arrima a la pasión de los cadáveres
Muta en todas las formas grotescas
Nacen de su aliento las enfermedades
Ella ve caminar los nombres de los cuerpos
Camino hacia el Mayor
Seña de la región perdida
Cúpulas de cráneos
ennoblecen mi ingreso a este Templo
Al interior mis ojos
no miran mi mente no olvida
Cuerpos se buscan a
sí mismos en otros cuerpos
La muralla está hecha
de niños anterior al nacimiento
La luz sonámbula
viaja y alumbra a la pequeña muerte
-mística quimera de
múltiples nacimientos-
posada entre dos
torres gongorinas
En la misa de los
funerales diarios
el Árbol de la Caída
crece y germina nuevos caos
el Árbol es Eterno y siempre
altera los pasajes
Todo está disipado en
este sacro laberinto
Se mueven los ciclos
y lo que estaba abajo sube
Quienes iban a nacer
ahora son velados en las capillas
Los resucitados transitan
se pierden entre tanta vida
La ceniza es el
espejo de los cadáveres
adonde llegarán todos
los vivos
Los espejos tienen
dos caras
Apenas vivos somos
tiempo y accidente
Mi andar después de
la caída
conserva las olas del
otro reino
Caen tantos olvidos
desconsolados
Mis restos poseen la
mancha del Hombre
estigma de pena
piedad y abandono
Los barcos nubosos
deambulan de misterio
La luz está más allá
de este antro fatuo
Se pierde de mi razón
desilusionada
El sol del mediodía
arde lejos de mí
En círculos inmortales viajo
y dentro mío crece otro mundo
no lo habito pero lo conozco
no lo vivo pero lo siento
Otro universo nace y su demonio
tierno ídolo cristiano
adquiere mis manías
y yo
olvido mi presencia
Presencio otra presencia
que me desorienta
Soy otro o un mito
que me deshabita
Se expulsa a sí mismo
de otro paraíso encontrado
Recobro mi memoria
y Tamiel más joven
me dirige a una encrucijada
donde una mujer aúlla
Tamiel rompe mis
muñecas
el acto de la oración
es imposible
Tamiel ahoga mi
aliento
el milagro del
lenguaje acaba
Tamiel entra en mi
pensamiento
porque tu locura
mordió a mi ángel
Otra vez frente a
ella Desconoce mi forma
Percibo en su rostro
un recuerdo extraviado
Habla consigo misma
siendo dos
Mira la ceniza del
suelo y se pregunta
¿Cuántas soy de tantos días sonámbulos?
La efigie creada de
sí
se desdobla y las
imágenes se rompen
La Autista mira su
silueta rota
multiplicada en
hartas bolas de fuego
Sale corriendo
perseguida por sí misma
Mi condena es repetir
este encuentro
Replicar en mi
interior la tensión entre lo blanco y lo oscuro
Negaste volver sierpe
lo numinoso de tu propio recuerdo
no te permitirá renacer y perseguida por ti
seguirás cargando la piedra de Sísifo
y el Árbol de este territorio donde vives
crecerá fatigado y desconociéndose
desconociéndote y condenándote a este reino
Un jardín alrededor tuyo
pleno de máscaras descarnadas
en el perfume de sus flores
te mirarán una y mil infinitas veces más
Has extraviado el canto del mito
con tu piel de diosa-madre petrificada
Esta tragedia cambia la tradición y no soy yo el guía sino
el extraviado quien mira mirar los lugares las fechas la historia y las
acciones Mis ojos son jaulas de las cuales ha escapado el ave y su música Me
pliego detrás de una roca donde un silencio evoca mi pasado y una loba merodea
mis debilidades Me siento con las jaulas
inundadas de horas que quieren ser días de días que quieren ser pájaros de pájaros
que quieren aprender a viajar Si este temporal me pide una canción no será la
de Orfeo sino la mía
Eres más silenciosa que la balada del campanario
mecida entre las dos torres de la Catedral
Acuosa mujer reflejo
de mis días
Flor mordaz savia de
cáncer
Nube de anís perfume
de la rosa putrefacta
Pozo sin agua piedra
más piedra que el polvo
Aquel jueves tu grito abrió mi tumba
Tus palabras fueron la senda hacia estas heredades
Perdí el oído y el paisaje se ahogó en el lamento
Un atardecer borgeano saturó mis ojos
Un doble destierro me precipita lejos de ti
Navegamos en sentido contrario
de nuevo huyo involuntariamente
El silencio de tus ojos son dos simientes murmurantes
dos eclipses marianos plegados hacia la oscuridad
en la gruta donde tu rostro se deslava y crea otros rostros
El ave solar guía de colores santos
es la misma luz que
me ciega de ti
porque tus pupilas
son múltiples vacíos consumiendo todo
y me vuelven a tierra
con el esfumado aroma de tu voz
Altazor ¿por qué me
expusiste a este mito?
Desde el mañana hacia el nunca
mi memoria se limpia
la ansiedad
El pasado arde en mi
sombra que crece…
…crece un fuego de locos en mis recuerdos
Todas las sendas lastiman También
el futuro
Cómo
nombrarla si está ahogada
Cómo
reconocerla si está oscura
Cómo llamarte
si los espíritus no llevan nombre
Día uno: Responso para mi
caída
Arriba y abajo dos
seres se encuentran y desencuentran
A derecha e izquierda
el alba amanece y cae
Olvido que soy efímero Buscaré mi alma bajo tierra
Apunto mis días en
las hojas temporales
Me poso a la mitad de
los dos Reinos y descubro
a la estrella Altazor
suspendida en el horizonte
Reconoce mi paso a
seguir su luz es mi guía
Estoy al medio de la
ignorancia mi Maestro ya me espera
La constelación me
desvela el rumbo al cielo caído
Cruzo el lienzo aéreo
y líquido de los paisajes
Voy bajando por las
interminables sonrisas del mundo
Una nave de aire me
dirige hacia las raíces
Desciendo como un
otoñal aliento
Las letras de la
noche son imprecisas
Cómo decir cielo si estoy abismado
Cómo recordarla
si olvidó todos
nuestros lugares
¡Cuándo volveremos al
sitio en llamas
donde las voces te
hablan y me niegan!
Nacida
de las opacidades de mis sueños
tu
delirio inventó en mí todas las mañanas
Creaste
los espacios donde puedo decir tu nombre
Habitamos
el mundo
Lo
inventamos en cada desencuentro
y
lo destruimos en todo encuentro
Iré
al infierno para recuperar mi vida
La
vida, ¿qué es la vida, muerte que viene?
Ahora atravieso el
lamento de mi época
El sol es un durazno
amargo
sobre la hojarasca submarina
del otro valle
Da calor a los
desaparecidos
y la rosa nunca
florecida
siempre anochece su
edad
ante los pliegues
caprichosos de los instantes
El reloj se derrite con mi meditar
porque mi búsqueda no se agota
y una premonición me despierta
Una mano pequeñita me significa
Yo dormía en un
dibujo imaginario
Una manita nos esbozaba
junto a él
El infante Autor me
decía tú acá ella aquí
Los tres caminamos
del jardín a la casa
Los tres vimos la
sombra de los naranjos en el verano
Los tres sentimos
caer la fruta a nuestros pies
y se pudrió en tu
boca tres veces durante tres noches
y desperté al sueño
de una muerte sonámbula
Anhelo tus manos para cubrir la gruta de mi pecho
Rebusco tus huellas para significar mi canto
Antes de caer entro a la Iglesia
Toco tu rostro ficticio para santificar mi vía
y cubrir de flores mis pasos hacia ti
Melancolía lejana navegas un pañuelo
en la geografía de tus dedos de diabla
Estoy detenido en el pabellón celeste
Voy de luto bajando con agua buena
Voy de negro implorando los rosarios
resbalando en cada escalón
cayendo como nace todo hombre
Medito mi descensión
por la escalera en espiral
Se abre la caverna
que ya cruzó Dante
y la aurora me
acompaña
es vapor que no quema
agua consagrada
rojo sopor misterio
amoroso negación melusina
morada de los no nacidos fuente de resurrección
cúpula de
ángeles crepúsculo despeñado
La lágrima divina y
sangrante es mi talismán
Tomo el número de
Dios
Abro la puerta
endiablada
Rompo las cabezas
delirantes del Cerbero
para salvarla del
polvo y su mal
para regresar por el
río del olvido
para fijar mi mirada
a la entrada de la tierra
para anillar los días
que nos restan
y reconstruir los
astros abatidos
Al final
tu mirar será la oración
donde descanse mi gloria o mi fracaso
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