LA ROSA Y EL PÁJARO
El pájaro ha jugado
a su gran juego.
Ha creado la rosa, le ha dado
forma en seis días
y el séptimo día se ha dormido.
El pájaro se ha cansado de crear,
de dar forma, y se ha dormido.
El pájaro se ha dormido
y la rosa gira sin cesar
en torno al pájaro...
¡Despierta, pájaro!
Que la rosa se tambalea
y está a punto de caer en un pozo
llamado jarrón de flores.
¡Despierta, pájaro!
Por tu plumaje reptan las polillas
y un batallón de hormigas concentrado en
tus alas está a punto de arrancártelas.
¡Oh, pájaro!
La rosa se tambalea, se tambalea, se tambalea,
está a punto de caer, pájaro.
Despierta, pájaro.
Despierta, pájaro.
Despierta, pájaro.
YO, TÚ, ÉL
En su vocabulario no había árboles
ni flores...
En su vocabulario no había pájaros.
Sólo sabía lo que le habían enseñado:
matar a los pájaros,
y mató a los pájaros,
odiar a la luna,
y odió a la luna,
tener un corazón de piedra,
y tuvo un corazón de piedra,
a gritar: "¡Viva lo que sea!"
"¡Abajo lo que sea!"
"¡Muera lo que sea!".
En su vocabulario no había árboles,
en su vocabulario no había
tú ni yo
porque él debía matarnos
a ti y a mí.
Sólo sabía lo que
le habían enseñado:
matarnos a ti y a mí.
ENCUENTRO CON UN HOMBRE CUYO NOMBRE ERA ÉL
Él: ¿Qué noticias hay en la tierra?
- Perdón, la tierra gira y Egipto
También gira, pero...
Él: Pero ¿qué?
No entierres secretos en tu pecho.
- ¿
Subo el volumen de la radio?
Él: No. Aquí estás seguro.
Di lo que quieras.
-
Estás a punto de convertirte en un mito.
Él: Eso no me alegra en absoluto.
Quien haga de mí un mito, me reniega.
No soy una imagen en el muro.
A Egipto le basta con las tres pirámides,
no tiene necesidad de una cuarta.
Prefiero ser ventana en una casa
a ser estatua en una calle.
- Y
tu mausoleo...
Él (interrumpiendo):
Eso es lo que me empieza a preocupar
porque rechazo que se convierta en la lámpara de
Aladino
que frote el impedido
o el pájaro ruc que se cuelga con las alas
a falta de manos.
Yo no soy una puerta
que se abre con un eslogan
y se cierra con otro eslogan.
Quien me cuelga en el ojal de su abrigo
o me momifica en su boca
no cree en mí.
Yo no soy un muro que cura al leproso
y al sarnoso si lo tocan.
No tengo nada que ver con eso.
¿Hay algo más?
-
Temo que te conviertas en algo
sobrehumano.
Él: Cuando Dios ama a un ángel,
le convierte en un hombre.
- Tu
muerte nos ha sorprendido.
Era el sufrimiento de la vida.
Él: No. Era la revolución, "otro julio",
la revolución del hombre contra el mito.
(Telón)
A UNA TURISTA
Perdón, señora. Ha venido cuando
Las manos de los poetas han sido cortadas.
¿Qué hay para vender en el Este?
Nosotros hemos vendido a una turista vieja
que ha llegado antes
la tumba de Saladino
y la ciudad de Hittin.
Hemos vendido los jardines de Babel,
las flores y capullos en los mercados del mundo,
hemos vendido los dedos y los anillos.
No nos queda más que las pirámides,
¡y qué pesadas son sus piedras!
La esfinge está herida,
morirá si no abandona esta tierra,
si no se quita de su frente el cuchillo.
Perdón, señora. Hemos vendido el último ataúd,
hemos arrojado al río el último tintero
y hemos degollado al último gallo que cantaba.
No nos queda más que Dios,
que corre cual gacela verde perseguida por
todos los perros de caza
y galopantes mentiras.
Le perseguiremos. Cazaremos a Dios para usted.
Los que vendieron al poeta, señora,
venderán también a Dios
Tomado de:
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