martes, 17 de diciembre de 2024

POEMAS DE AGUSTÍN GARCÍA CALVO


RABIA AJENA

 

No quedó nada de mí,

 

con excepción del disgusto,

 

tiene un principio y un final

 

determinado,

 

a excepción de la ira,

 

Esa no es mi historia, la digo así desde el principio,

 

como digo en mi ciudad,

 

tan feliz esta mañana

 

Hasta la noche, mucha más felicidad, mucha más,

que no es mía, repito, porque aún más dentro de

mí empiezo a querer morir,

 

y después de la rabia, mucho después, o no tan después, choca pensar que

volverá de nuevo

la rabia o el asco,

de ahora en adelante, por casualidad,

se fue de mí, se fue de todos, de vuelta al principio,

de vuelta y más atrás, se fue, empezó,

y así termina.

 

 

PRONTO

 

REALIDAD TEÓRICA

Poesía y ciencia

son las mismas

matemáticas del significado.

 

 

 

REALIDAD TEÓRICA

Poesía y ciencia

son lo mismo

 

Matemáticas del significado.

 

 

UN POEMA

 

Tú, cuyas manos me bañaron

en fuego transparente sobre mi espalda,

cuyos ojos en claros destrozos traspasaron

algunos principios elementales de mi alma,

fuiste mi patria.

 

 

 

Tú, que no tienes apellido,

 

que si fueras pájaro o si fueras alcándara,

 

que de todos ustedes arma las letras de pluma

 

cayéndose se han ido, como si fueran vanas nuevas,

 

ustedes son mis sacerdotes

 

y mi patria.

 

Tú, que no te quedes de donde

 

Solías orar por las nubes blancas,

 

la de tantos amores que tienes confundidos

 

el nombre de todos los días de cada semana,

 

Vosotros sois mis dioses

y mis sacerdotes

y mi patria.

 

Tú que besas tan dulcemente

 

que el cielo bocado se va soltando,

y que no sabíamos cuál era la lengua,

cuál era la saliva, de pura sabiduría y templada,

vosotros erais mis leyes

y mis dioses

y mis sacerdotes

y mi patria.

 

Tú que paciente calaveras

 

Por las praderas del África verde

y los leones rojos, las flechas del pasto,

las rosas de leche de la luna de Nuruquimagua,

sois mi ejército

y mis amantes

y mis Dioses.

 

y mis sacerdotes

y mi patria.

 

 

Vosotros sois mi ejército y mis leyes

y mis Dioses y mis sacerdotes y mi patria,

y el ejército y los Dioses y mis leyes y todas

las patrias y sacerdotes creen que no sois nada:

que no sois nada.

Tomado de:

http://www.antoniomiranda.com.br/iberoamerica/espanha/agustin_garcia_calvo.html

 

 

Sereno estoy

 

Sereno estoy como la mar

serena.

Acude, amiga, a sollozar

tu pena.

 

No sepa ni diga

mi amiga carnal

que tiene el corazón

de sal.

 

Sereno estoy como la noche

serena:

¡Qué tiempo, amiga, qué derroche

de arena!

 

No espere ni quiera

mi amor la fortuna

de que en su pozo caiga

la luna.

 

Sereno estoy si tú lo estás

(serena).

Si yo soy bueno, tú eres más

que buena.

 

No esperes ni quieras,

amor; y llorar,

así como la noche

y el mar.

 

 

 

 

 

Pensé que estaba buscando

moras

y encontré la zarza.

 

Pensé que estaba cortando

la rosa blanca,

y la espina se me clavó en las venas.

 

Pensé

que saldría clavel caliente,

y salió un chorro de leche.

 

Creí que el arroyo

se hundía en la tierra

y desembocaba en el océano verde.

 

Pensé que era

el Océano verde

y era el eterno río de estrellas.

 

Pensé encontrar,

cruzando el cielo,

al Señor del todo y de la nada.

 

Y sólo encontré

un puñado de moras

que sangraban de amor en mi mano.

 

 

Balada estival de las cárceles madrileñas. 1968

En la trena lo tienen aún

a Jaime la prenda

de la buena compañía

en chirona está Paco Gil

que así se sonreía

y Miguel en Carabanchel

y en las Ventas las tres Marías

para Izquierdo, Aldecoa y Giral

y Emilio y David

son número los días

y también a la sombra está

Josefa García.

 

Los jueces como es natural

se van a la Toja

o si no a Fuenterrabía

su permiso irá a disfrutar

el blanco policía

la justicia descansa al sol

pero no muere todavía

mariscales, ministros y Dios

tostándose están

las panzas respectivas

y también a la sombra está

Josefa García.

 

La señora que va de bazar

jarrones, visillos

sábanas, mantelerías

la empleada el sábado al fin

el tren de cercanías

cada cual en su condición

todo el mundo a vivir su vida

y en el apartamento dos mil

con yelo y con yin

el disco se vacía

y también a la sombra está

Josefa García.

 

No están ni por fu, ni por fa

ni culpa ni causa

ni pasión ni ideología

sino porque guerra, la paz

porque la noche, día

por la misma razón que aún

cruje el arco y gime la lira

el peón que quedó sin jornal

aquella que ya

más flores no le envían

y por eso a la sombra está

Josefa García.

 

Porque llaman amor a la ley

y ley a la fuerza

y verdad a la mentira

y por eso el sol sabe a hiel

y el pan a cobardía

y los libros a muerto y

a sin sal la sabiduría

y los besos de hombre y mujer

a cal y el amor

a reja y celosía

desde que ella a la sombra está

Josefa García.

 

En el patio central del penal

hay una morera

que florece a mediodía

de palabra al vuelo que va

por esas galerías:

"Libertad no sabéis lo que es

pero sí penitenciaría".

El que quiera romper la prisión

que encuentre la luz

negando cielo arriba

que en el cielo Dios ya la sombra está

Josefa García.

Tomado de:

https://antologiapoeticamultimedia.blogspot.com/p/poemas-iii.html

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