"Fíjate en las costumbres de aquí..."
Fíjate en las costumbres
de aquí, la distinguida superficialidad del personal que está listo para dar
todo tipo de consejos imprescindibles para una mejor orientación en el terreno
sin tener en cuenta las condiciones poco favorables: fin de las especulaciones.
Modernizamos la lectura desde el punto de vista de la presencia de la fuerza
real de las premisas, exactamente al revés de lo que sucede en el caso de la
mnemotécnica de los universales. Pongamos un ejemplo: no existe el dilema de la
puesta en práctica. Luchamos más bien como lo harían los atributos con pérfidos
copistas. Mientras que basta con decir: se acabó. Y podemos volver
tranquilamente a las obligaciones de atrevidos conductores de rickshaw que
arrojan su tenderete directamente a los pies de nadie y que devoran
omnipotentemente cualquier cantidad de vidrio y de setas. ¿Ves esa imagen y su
semejanza? ¿Sueñas soluciones parecidas? ¿Epílogos en la tormenta? ¿En un vaso
de agua que te ofrece una mano minúscula como la cultura oyes el balbuceo de
una difícil esperanza? Por aquí, por favor.
Tomado de:
https://franciscocenamor.blogspot.com/2021/04/poema-del-dia-fijate-en-las-costumbres.html?m=1
Aniversario
Tarta de chocolate puesta bajo un árbol,
espumillón de latón, luces eléctricas
en vez de fuego vivo, clichés
en lugar de lágrimas, una carga de inviolabilidad,
es difícil decir si alguien lo quería.
Hoy es viernes. Diecinueve de mayo.
El día será más largo que el más corto.
Nivel de agua: normal. Estado del aire: bueno.
Mañana se esperan chubascos breves
acompañados de tormentas eléctricas. Y eso es todo.
Domingo
En los pasillos, los vuelos bajan puntuales,
en los jardines se pliega hasta el anochecer.
La autopista no tiene adónde ir,
el susurro de las hierbas juega, una ola verde surge
bajo los corrales, el látigo apura los caballos.
El domingo de la conjuntidad. Roturas hace el gemido
del perro, la fatiga del material, las voces interiores
de la gente, que ahora se miran unas a otras.
Aunque están divididos por un muro de palabras y están
unidos
por el eco de lo que no querían, siguen hablando.
Esperan el día de los noexistiendos
e inocurriendos. La gran masa del tiempo fluirá
hacia las canales, de los hangares vacíos saldrán
noches grises y
un
crujir de dientes
despertará del sueño a
la lengua de Dios, quién
sabe.
Bastión
En la sala de embarque
no hay asientos.
Hay zonas libres.
Hay en ellas
los últimos guardianes del
campo de batalla. Señalicen:
por aquí no, cara al suelo.
No pasaron el escáner.
Uno estaba cerca del objetivo,
pero cayó al paso.
Con guantes blancos
del control se quedaron los negros
con esperanza y sin idioma.
Volaron con los
que tenían
que volar.
Por suerte, no habría
más pruebas. Ya esperan
furgonetas de hierro fundido, juntas afiladas,
un muro sobresale por
su
aluminio.
A través de él verán el purgatorio:
el campo de tránsito. La limpieza de los alborotados.
Dijo el Señor en un instante.
Columbario
No importa a quién llegue este discurso
pueda llegar a quien pueda circunvalar, es
nuestra, sí, sin duda
somos nosotros los que nos sacrificamos en él,
de nuestro día y de nuestra noche aquí,
será despojado como una gasa
bajo la cual todo ha desaparecido,
nuestros olores después del amor
y las sábanas arrugadas de nuestra hija
que se ha ido lejos,
y nosotros permanecemos, te doy mi palabra,
una vez más en ese compartimento, ese
tiempo, esta mujer y este hombre,
esos niños jugando en la muerte,
atrapados en aquellos pocos libros
que nos prestamos
para el no-retorno eterno,
y sin embargo volvieron a nosotros,
tirados en una estantería suelta,
a través de la hilera, como nosotros
cuando lo vertical se pierde en toda simetría,
y nada encuentra su lugar,
las habitaciones vacías visitadas por el polvo,
de los recuerdos
se
hizo
literatura,
esta gente escribía, podía más,
se encariñaba, marchaban
al fondo gramatical, dramáticamente,
línea a línea, verazmente,
nadie los esperaba
y aceptaron con los ojos cerrados.
Baste vivir para
un
hasta luego.
Tomado de:
https://circulodepoesia.com/2024/12/poesia-polaca-krzysztof-siwczyk/
Descripción de una figura humana
Una figura tendida ciegamente A lo largo de un río
palúdico,
Canalizado en una zanja hacia
Agua estancada, donde se desvanece como el barro.
Un hogar de huesos bastante ruidosos,
Una paleta de arroz, papel hecho directamente
De la fuente de la experiencia sin participación
Del sujeto u objeto de su reflexión.
Un camino pavimentado a través de una llanura
Corta la madera en la que no encontrará nada.
Pero el aserrado de las cigarras y el polvo
No se hizo, pues no había tal necesidad.
Una colonia de estanques, una casa sobre estacas,
Un toldo que protege un lugar para vivir.
El camino que no lleva a ninguna parte.
Su gol brilla desde allí.
Un destilado
Los pequeños huesos faciales apuntan hacia donde reposa
el reino de este mundo.
La infiltración de árboles aumenta y alcanza el
campamento.
Detrás de la cual se desvanece el sol, las pajas y
Todo eso nos ve.
Muy claro.
Los vaqueros azules del monje susurran en la luz.
Barlovento, cuando la voz implosiona
Sobre la llanura, aquella en la que ahora estamos
pensando
Sin nosotros, como si algo ocurriera,
Tuvo su tiempo y pudo existir
En nuestra forma.
Nada existe en nuestra forma.
Los tejanos azules lo callan, el llano lo piensa,
El tiempo lo ve. Aquí en este lugar se mueve.
La infiltración, los huesos se esparcen por los
escalones,
Que conducen hacia arriba.
Treinta y tres.
Tomado de:
https://jacket2.org/poems/two-poems-krzystof-siwczyk-b-1977
Montemagno
El horizonte recortado en la línea del bosque de cipreses
escupe los restos de un petrolero como la aguja de una
brújula
de una luna que se ha hundido en el fondo de una luna
nueva.
No hay movimiento en la noche, en lo alto de la ladera
se alza
una torre de usos antiguos como el aullador,
un monumento ahora silencioso de la evolución, una
perversión de piedra.
El triforio es consumido por el calor, las flores
secas, recogidas,
duermen como peces que miran al endospermo del cielo
tragado por la cloaca de la boca universal.
Las estrellas son gránulos de luz sin fuente,
sólo queda uno de los mundos, que se puede tragar
como una bolita, uno puede quejarse, pero, en otras
palabras, no es nada.
La verdad objetiva
para
Ewa Lipska
Es como una voz que se objetiva en la música que se
escucha,
completamente falsa para quien la canta, pero real
para quien la escucha, el fin de semana, sale clara,
en las horas de carrera vacía, en la tarde de domingo,
cuando ya hay un bloqueo en la medicina interna, una
compañía externa cierra
el interior, corta constantemente toda la noche, un
grito interrumpe las palabras,
los huesos perforan el tejido, un coro crece en la
boca, el aire
escarifica los pulmones, los fluidos fluir a través de
la cánula, si no logra amanecer
cuando el carrito saldrá de la cocina, los zuecos
golpearán los azulejos,
descubrirá qué pasó después, si puede quedárselo, más
temprano que tarde.
ecumen
Amanecer en un volumen pastel, velcro en el pelo,
abrazada a la pared, le sujetamos los pies, ella huele
y respira,
nos miramos y nos atravesamos hacia el borde del
tiempo que nos ha sido dado, las arrugas se esconden
como una sábana,
nos hundimos en las profundidades de la distancia,
vemos la procesión desde nosotros,
un torbellino silencioso nos lanza más allá de la
apasionante sensación de soñar,
rodamos hasta el borde de la cama, tratando de
mantenernos
en la barra de equilibrio del aire que lleva a lo
lejos. Voces,
murmullos detrás de la ventana, detrás de la pared,
desde el otro mundo, tumulto
dentro de un túmulo, Melusina aúlla, y le sujetamos los
pies,
nos aferramos a la vida, lo que nos será contado, ella
ya está llegando
al borde de la noche, donde ya no se espera que estemos
muertos.
Tomado de:
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