Una magra mujer por la mañana
de camino a la empresa un
poco vacilante
al meterse al carril –
piernas horribles y enjutas con
manchas azules un vestido
lila una bolsa blanca de plástico
arañada cuando ella se
gira tú observas
su rostro jovial con
la expresión del cansancio
inalterada tras semanas
encontrada muerta. ¿Quién conoce
a esta persona? ¿Quién la ha visto
por último? ¿Quién puede ofrecer
información más precisa?
Arroyo animado
con viejos neumáticos, vidrio,
basura voluminosa y el simulacro
de un pequeño ejército
de celofán y deshechos
en medio de la espuma
sobre una película de aceite
gira un pececito de baño
oscilante entre las ramas
apenas sobre su eje.
Vengan
olas de agua clara, vengan.
Bomba motora
Mira, esa enorme bomba en herrumbre
de hierro colado y como un pescante
o como un raro tubo tótem
entre las vías, como si hubiera
en ella un secreto
de alguna lluvia… de alguna muerte…
Con dulce hedor, en olas, me golpea el
rostro
el griterío de escamas sangrantes
que viene de un vagón abierto.
La lluvia amaina donde me congelo.
Pienso en Tláloc, el dios de la lluvia,
dios del agua en el antiguo México –
No estoy hambriento, lo sé,
aquí reposan los vagones de pasajeros.
Tomado de:
https://cactusverbal.blogspot.com/2015/05/durs-grunbein-cinco-poemas-de-de-manana.html
Meditación según Descartes
¿En qué siglo cubierto de nieve, con dedos
rígidamente pintado sobre cristales
escarchados, apareció este plan
para la evaluación de las almas?
Lo que tanto tiempo fue un aliento
ante ojos empañados, en lo oscuro
inclinada la frente,
colgaba ahora como gota brillante en el
aire de tormenta
en una caja torácica, formada de ramas.
Cortes limpios liberaron la circulación de
la sangre
en los brazos del ladrón, en el cuello del
ahorcado.
la maravilla hidráulica. Por fin
obedecieron engaño y traición a la forma
geométrica.
Entre los brazos
puesta entre paréntesis, la cabeza fue un
blanco seguro
para el asalto divino, el polvo cósmico.
Paisaje y pensamiento y yo, todo se
dispersó.
Rima de diciembre
El aire seco deja las comisuras
inflamadas,
enormes los labios, tal lija
de papel la áspera piel, una boca
apedreada
que de las palabras desconfía.
Porque la violencia aquí rápido se enjuaga
blablablá, brutal y Berlín.
Sangre de nariz, gimiendo a las losas
untada,
solo la curiosidad mira allí.
Dicen que el odio aquí más tiempo se
mantiene
como en el norte el pescado.
Nada en dinero duro quien férreos pulmones
tiene
y lo pesca fríamente helado.
Curioso, algo tiene que estar podrido aquí
si hasta la sonrisa es inestable
Como agorafobia afecta esta german disease
incluso al animal más amable.
En doble esquina
Sesgado, de la otra parte de la calle, yo
mismo
vine al encuentro de mí mismo.
El susto
sobre lo poco que yo era me sostuvo
como una foto de búsqueda en una pared
pelada.
Si no, me habría largado con el viento de
la mañana.
Con mis manos vacías, mis rodillas
magulladas,
con la secreta vida afectiva, el contenido
del estómago,
autopsia soñada, la habría pringado,
detrás mía promesa de felicidad y delante.
las soledades diáfanas de ciudad en
ciudad.
¿O me prendió tu sonrisa, ese lazo
lanzado al sesgo sobre la calle, tu
despierta mirada?
Hombre sin cerebro
Primer arcano, esto significó
puro sarcasmo, astucia desmesurada
desgarramiento, lo que queda del saber:
Con la drástica como credo, con el dar
vueltas a la nada numérica la estadística
era
falta de memoria.
Cada cuota echa pullas.
Como mi corazón de liebre sabe,
como sabe que tiene que sangrar, atrapado
alguna vez.
Arisco como la liebre de Durero acabo de
noche
vacío de significación.
¿Había más que huida,
carne, desprendida de los huesos, desnudez,
en el tiempo del desgaste, un poco de
gusto?
Retirada de la estrechez de miras,
lenguaje,
todos esos ahes y ayes
más acá de la zoología.
¡Suponte!
Tantos días en los que no
pasaba nada, nada más que
las escasas maniobras del invierno, un par
de montones de nieve por la mañana, por la
tarde
derretidos y el extraño
momento en el barrio de los cuarteles era
una octavilla exótica: cuando esta
pequeña tropa de soldados rusos en
fieltro verde vigilaba en silencio
un lío de periódicos y yo leía.
KOMMUNIST por encima y
se me vino a las mientes la frase «Piensa
en el reloj en la muñeca de
Jackson Pollok».
De Pliegues y trampas
Plástica térmica a la Beuys
Solo cuando el enjambre de moscas en celo
subió dispersándose en extremo pánico,
danzaba alrededor de su presa como
una nube de electrones con
alto spin, se vieron ambos
pajaritos desnudos.
Eran las doce del mediodía y este
malvado azar nada más
que una fórmula de equilibrio
para dos nidos de hinchados gusanos
como huevos fritos
un poco quemados en el crisol de la calle
de alquitrán y asfalto.
Sin título
Un nuevo poema ha
comenzado en esta
mañana de niebla del
día del asesinato de
García Lorca. Niños
comiendo hielo y hombres
ancianos con cabezas
hinchadas que dan risa
a nuestro paso
por la calle al registro civil donde
se bota nuestro crucero
sin el saludo habitual
totalmente sin bendecir sin
embargo ocupado por todos
los malos espíritus familiares.
Habíamos aprendido a callar
sin esfuerzo antes de
la tarde como si tensáramos
una oscura cuerda: no
se nos notaba cómo
nos sentíamos al
eliminar las dianas.
Hacia el oeste pasó
un par de nubecillas,
la ciudad pintaba de gris
el cielo sobre ella y
yo dije: me hubiera gustado
vagabundear contigo por
los estercoleros. Tú sin
embargo llevabas los zapatos
de locura: amarillo chillón y
teníamos prisa cuando
una llovizna especialmente
fresca comenzó.
Poema monológico n.º 13
(Canción)
Mira con atención, antes de
que te tomen por tonto.
Amigo, la más clara
evidencia está en el aire.
Tú no tienes que ser
más rápido o más listo.
(Eso se da por supuesto)
Ser diligente es lo que está bien pagado
(Y parece mejor que
ser feliz). En las
horas del entre-
tenimiento queda todavía la
discordia crujiente
de los competidores, la
espesura de las miradas decepcionadas.
En los estudios muertos chirriar de
cintas magnéticas para los gestos
copiados, por lo demás, rostros como
periódicos abiertos llenos
de comunicados y nost-
algias de televisiones por
la tarde y del
engaño de una mano
deslizándose sobre el cuerpo
como sobre metal.
«El gran axón o neurita
del Calamar, con un
diámetro de más de medio
milímetro, es una
fibra nerviosa fácil de
extraer y con la que se
puede experimentar
extraordinariamente «.
R.D. Keynes Canales
Jónicos en membranas nerviosas.
De
Zona gris de mañana
Tomado de:
https://www.revistapalimpsesto.com/durs-grunbein-poemas-traduccion-de-jose-luis-reina-palazon/
Lamento de un legionario de la campaña militar de Germánico al Elba
Nada hay peor que este mortal camino de
vuelta
Tras alguna batalla, y el solo pensamiento
Semanas antes de que el enemigo se
muestre.
Tétrico va el semblante de nuestro
general,
La tropa está exhausta, imposible seguir a
marchas forzadas.
Detrás de los escudos, sudado, heridos los
pies,
El resto de los aún ilesos. Bajo la
incesante lluvia,
Los caminos se hunden en el fango, los
bosques
Son gigantesca trampa, y enjambres de
bárbaros
Arrancan mordiscos de nuestra espalda, los
lobos.
Quien no se ahogó en el Mar del Norte,
distante de la patria,
Fue tragado por pantanos, muy lejos de
Roma.
Un cenagal hace que pernocte toda la
legión,
De día son calzadas desquebrajadas,
escaleras quebradizas
De cuyos bordes, con despedazados dedos,
Más de uno resbaló. El país yace bajo
niebla,
Cual archipiélago en el mar… Germania
Magna,
Donde los bosques son densos todavía,
ningún árbol suyo
Sirve como banca de galera en el océano
Ni como casco de navío en llamas. Irremediable
Es la guerra por provincias enormes, cual
continentes,
Por comarcas que no es posible sostener
Más que con nuevas guerras. En las
forestas profundas
El triunfo se pierde, el orden latino. Y
por fin, envejecido, años después llegas a tu hogar:
En tu puerta está el germano; y con sus
pelos de paja
Te saluda el niño de tu mujer.
(Versión del alemán de Gonzalo Vélez)
Tomado de:
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