martes, 3 de diciembre de 2024

POEMAS DE DURS GRÜNBEIN


Una magra mujer por la mañana

de camino a la empresa un

poco vacilante

al meterse al carril –

 

piernas horribles y enjutas con

manchas azules un vestido

lila una bolsa blanca de plástico

arañada cuando ella se

 

gira tú observas

su rostro jovial con

la expresión del cansancio

inalterada tras semanas

 

encontrada muerta. ¿Quién conoce

a esta persona? ¿Quién la ha visto

por último? ¿Quién puede ofrecer

 

información más precisa?

 

 

Arroyo animado

 

 

con viejos neumáticos, vidrio,

basura voluminosa y el simulacro

de un pequeño ejército

 

de celofán y deshechos

en medio de la espuma

sobre una película de aceite

 

gira un pececito de baño

oscilante entre las ramas

apenas sobre su eje.

 

Vengan

olas de agua clara, vengan.

 

 

Bomba motora

 

Mira, esa enorme bomba en herrumbre

de hierro colado y como un pescante

o como un raro tubo tótem

 

entre las vías, como si hubiera

en ella un secreto

de alguna lluvia… de alguna muerte…

 

Con dulce hedor, en olas, me golpea el rostro

el griterío de escamas sangrantes

que viene de un vagón abierto.

 

La lluvia amaina donde me congelo.

Pienso en Tláloc, el dios de la lluvia,

dios del agua en el antiguo México –

 

No estoy hambriento, lo sé,

aquí reposan los vagones de pasajeros.

Tomado de:

https://cactusverbal.blogspot.com/2015/05/durs-grunbein-cinco-poemas-de-de-manana.html

 

 

Meditación según Descartes

¿En qué siglo cubierto de nieve, con dedos

rígidamente pintado sobre cristales escarchados, apareció este plan

para la evaluación de las almas?

Lo que tanto tiempo fue un aliento

ante ojos empañados, en lo oscuro inclinada la frente,

colgaba ahora como gota brillante en el aire de tormenta

en una caja torácica, formada de ramas.

Cortes limpios liberaron la circulación de la sangre

en los brazos del ladrón, en el cuello del ahorcado.

la maravilla hidráulica. Por fin

obedecieron engaño y traición a la forma geométrica.

Entre los brazos

puesta entre paréntesis, la cabeza fue un blanco seguro

para el asalto divino, el polvo cósmico.

 

Paisaje y pensamiento y yo, todo se dispersó.

 

 

Rima de diciembre

El aire seco deja las comisuras inflamadas,

enormes los labios, tal lija

de papel la áspera piel, una boca apedreada

que de las palabras desconfía.

 

Porque la violencia aquí rápido se enjuaga

blablablá, brutal y Berlín.

Sangre de nariz, gimiendo a las losas untada,

solo la curiosidad mira allí.

 

Dicen que el odio aquí más tiempo se mantiene

como en el norte el pescado.

Nada en dinero duro quien férreos pulmones tiene

y lo pesca fríamente helado.

 

Curioso, algo tiene que estar podrido aquí

si hasta la sonrisa es inestable

Como agorafobia afecta esta german disease

incluso al animal más amable.

 

 

En doble esquina

Sesgado, de la otra parte de la calle, yo mismo

vine al encuentro de mí mismo.

El susto

sobre lo poco que yo era me sostuvo

como una foto de búsqueda en una pared pelada.

Si no, me habría largado con el viento de la mañana.

Con mis manos vacías, mis rodillas magulladas,

con la secreta vida afectiva, el contenido del estómago,

autopsia soñada, la habría pringado,

detrás mía promesa de felicidad y delante.

las soledades diáfanas de ciudad en ciudad.

¿O me prendió tu sonrisa, ese lazo

lanzado al sesgo sobre la calle, tu despierta mirada?

 

 

Hombre sin cerebro

Primer arcano, esto significó

puro sarcasmo, astucia desmesurada

desgarramiento, lo que queda del saber:

Con la drástica como credo, con el dar

vueltas a la nada numérica la estadística era

falta de memoria.

 

Cada cuota echa pullas.

Como mi corazón de liebre sabe,

como sabe que tiene que sangrar, atrapado alguna vez.

Arisco como la liebre de Durero acabo de noche

vacío de significación.

¿Había más que huida,

carne, desprendida de los huesos, desnudez,

en el tiempo del desgaste, un poco de gusto?

Retirada de la estrechez de miras, lenguaje,

todos esos ahes y ayes

más acá de la zoología.

 

 

¡Suponte!

Tantos días en los que no

pasaba nada, nada más que

las escasas maniobras del invierno, un par

 

de montones de nieve por la mañana, por la tarde

derretidos y el extraño

momento en el barrio de los cuarteles era

 

una octavilla exótica: cuando esta

pequeña tropa de soldados rusos en

fieltro verde vigilaba en silencio

 

un lío de periódicos y yo leía.

KOMMUNIST por encima y

se me vino a las mientes la frase «Piensa

 

en el reloj en la muñeca de

Jackson Pollok».

 

               De Pliegues y trampas

 

 

Plástica térmica a la Beuys

Solo cuando el enjambre de moscas en celo

subió dispersándose en extremo pánico,

danzaba alrededor de su presa como

 

una nube de electrones con

alto spin, se vieron ambos

 

pajaritos desnudos.

 

Eran las doce del mediodía y este

malvado azar nada más

que una fórmula de equilibrio

 

para dos nidos de hinchados gusanos

como huevos fritos

 

un poco quemados en el crisol de la calle

de alquitrán y asfalto.

 

 

Sin título

Un nuevo poema ha

comenzado en esta

mañana de niebla del

día del asesinato de

García Lorca. Niños

comiendo hielo y hombres

ancianos con cabezas

hinchadas que dan risa

a nuestro paso

por la calle al registro civil donde

se bota nuestro crucero

sin el saludo habitual

totalmente sin bendecir sin

embargo ocupado por todos

los malos espíritus familiares.

 

Habíamos aprendido a callar

sin esfuerzo antes de

la tarde como si tensáramos

una oscura cuerda: no

se nos notaba cómo

nos sentíamos al

eliminar las dianas.

Hacia el oeste pasó

un par de nubecillas,

la ciudad pintaba de gris

el cielo sobre ella y

yo dije: me hubiera gustado

vagabundear contigo por

los estercoleros. Tú sin

embargo llevabas los zapatos

de locura: amarillo chillón y

teníamos prisa cuando

una llovizna especialmente

fresca comenzó.

 

 

Poema monológico n.º 13

(Canción)

Mira con atención, antes de

que te tomen por tonto.

Amigo, la más clara

 

evidencia está en el aire.

Tú no tienes que ser

más rápido o más listo.

(Eso se da por supuesto)

 

Ser diligente es lo que está bien pagado

(Y parece mejor que

ser feliz). En las

horas del entre-

tenimiento queda todavía la

discordia crujiente

de los competidores, la

espesura de las miradas decepcionadas.

 

En los estudios muertos chirriar de

cintas magnéticas para los gestos

copiados, por lo demás, rostros como

periódicos abiertos llenos

de comunicados y nost-

algias de televisiones por

la tarde y del

engaño de una mano

 

deslizándose sobre el cuerpo

como sobre metal.

 

«El gran axón o neurita del Calamar, con un

diámetro de más de medio milímetro, es una

fibra nerviosa fácil de extraer y con la que se

puede experimentar extraordinariamente «.

R.D. Keynes Canales Jónicos en membranas nerviosas.

 

De Zona gris de mañana

Tomado de:

https://www.revistapalimpsesto.com/durs-grunbein-poemas-traduccion-de-jose-luis-reina-palazon/

 

 

Lamento de un legionario de la campaña militar de Germánico al Elba

 

Nada hay peor que este mortal camino de vuelta

Tras alguna batalla, y el solo pensamiento

Semanas antes de que el enemigo se muestre.

Tétrico va el semblante de nuestro general,

La tropa está exhausta, imposible seguir a marchas forzadas.

Detrás de los escudos, sudado, heridos los pies,

El resto de los aún ilesos. Bajo la incesante lluvia,

Los caminos se hunden en el fango, los bosques

Son gigantesca trampa, y enjambres de bárbaros

Arrancan mordiscos de nuestra espalda, los lobos.

Quien no se ahogó en el Mar del Norte, distante de la patria,

Fue tragado por pantanos, muy lejos de Roma.

Un cenagal hace que pernocte toda la legión,

De día son calzadas desquebrajadas, escaleras quebradizas

De cuyos bordes, con despedazados dedos,

Más de uno resbaló. El país yace bajo niebla,

Cual archipiélago en el mar… Germania Magna,

Donde los bosques son densos todavía, ningún árbol suyo

Sirve como banca de galera en el océano

Ni como casco de navío en llamas. Irremediable

Es la guerra por provincias enormes, cual continentes,

Por comarcas que no es posible sostener

Más que con nuevas guerras. En las forestas profundas

El triunfo se pierde, el orden latino. Y por fin, envejecido, años después llegas a tu hogar:

En tu puerta está el germano; y con sus pelos de paja

Te saluda el niño de tu mujer.

 

(Versión del alemán de Gonzalo Vélez)

Tomado de:

https://poemas-celebres.blogspot.com/2014/

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