domingo, 10 de noviembre de 2024

POEMAS DE ANTONIO PORCHIA A 56 AÑOS DE SU PARTIDA

 


Voces

 

 

Quien ha visto vaciarse todo, casi sabe de qué se llena todo.

*

Antes de recorrer mi camino yo era mi camino.

*

Mi primer mundo lo hallé todo en mi escaso pan.

*

Mi padre, al irse, regaló medio siglo a mi niñez.

*

Sin esa tonta vanidad que es el mostrarnos y que es de

todos y de todo, no veríamos nada y no existiría nada.

*

El hombre no va a ninguna parte. Todo viene al hombre, como el mañana.

*

Quien me tiene de un hilo no es fuerte; lo fuerte es el hilo.

*

Un poco de ingenuidad nunca se aparta de mí. Y es ella la que me protege.

*

Mi pobreza no es total: falto yo.

*

Si no levantas los ojos, creerás que eres el punto más alto.

*

Vengo de morirme, no de haber nacido. De haber nacido me voy.

*

Me hicieron de cien años algunos minutos que se quedaron conmigo, no cien años.

*

Casi no he tocado el barro y soy de barro.

*

El hombre habla de todo y habla de todo como si el conocimiento de todo estuviese todo en él.

*

Todo es como los ríos, obra de las pendientes.

*

El universo no constituye un orden total. Falta la adhesión del hombre.

*

Las alturas guían, pero en las alturas.

*

Han dejado de engañarte, no de quererte. Y te parece que han dejado de quererte.

*

Mis ojos, por haber sido puentes, son abismos.

*

Y sin ese repetirse eternamente de todo, de sí mismo a sí mismo, a cada instante, todo duraría un instante. Hasta la misma eternidad duraría un instante.

*

Hallarás la distancia que te separa de ellos, uniéndote a ellos.

*

El mal no lo hacen todos, pero acusa a todos.

*

Lo pagado con nuestra vida nunca es caro.

*

Quien no llena su mundo de fantasmas, se queda solo.

*

A veces hallo tan grande a la miseria que temo necesitar de ella.

*

Porque eres lo mejor, en este mundo, crees que eres lo mejor para este mundo. Nuestras creencias, ¡cómo nos engañan!

*

Y si llegaras a hombre, ¿a qué más podrías llegar?

*

Una cosa, hasta no ser toda, es ruido, y toda, es silencio.

*

Nada no es solamente nada. Es también nuestra cárcel.

*

Éramos yo y el mar. Y el mar estaba solo y solo yo. Uno de los dos faltaba.

*

Mi pesadez viene de los precipicios.

*

El hombre lo juzga todo desde el minuto presente, sin comprender que sólo juzga un minuto: el minuto presente.

*

Lo indomesticable del hombre, no es lo malo que hay en él: es lo bueno.

*

Quiero por lo que quise, y lo que quise, no volvería a quererlo.

*

La flor que tienes en tus manos ha nacido hoy y ya tiene tu edad.

*

A veces creo que no existe todo lo que veo. Porque todo lo que veo es todo lo que vi. Y todo lo que vi no existe.

*

Las quimeras vienen solas y se van acompañadas.

*

Hay dolores que han perdido la memoria y no recuerdan por qué son dolores.

*

El hombre, cuando no se lamenta, casi no existe.

*

Nada termina sin romperse, porque todo es sin fin.

*

La razón se pierde razonando.

*

Todos los soles se esfuerzan en encender tu llama y un microbio la extingue.

*

Más llanto que llorar es ver llorar.

*

¿Habría este buscar eterno si lo hallado existiese?

*

El dolor no nos sigue: camina adelante.

*

Tu mano me busca, porque me cubre todo y no es transparente.

*

Quien se queda mucho consigo mismo, se envilece.

*

Cuando todo está hecho, las mañanas son tristes.

*

Todo lo creado, sólo es lo que tú puedes crear con todo lo creado.

*

En plena luz no somos ni una sombra.

*

Con algunas personas mi silencio es total: interior y exterior.

*

El dolor está arriba, no abajo. Y todos creen que el dolor está abajo. Y todos quieren subir.

*

No sale de lo malo quien está en él, porque teme encontrarse… con lo malo.

*

Veía yo un hombre muerto. Y yo era pequeño, pequeño, pequeño… ¡Dios mío, ¡qué grande es un hombre muerto!

*

Sí, es necesario padecer, aun en vano, para no vivir en vano.

*

Cuando observo este mundo, no soy de este mundo; me asomo a este mundo.

*

Como me hice, no volvería a hacerme. Tal vez volvería a hacerme como me deshago.

*

Sólo algunos llegan a nada, porque el trayecto es largo.

*

Estoy tan poco en mí, que lo que hacen de mí, casi no me interesa.

*

¿Es tanto lo que no sé? ¿Y cómo? ¿Es que alguna vez habré sabido tanto, que es tanto lo que no sé?

*

Las certidumbres sólo se alcanzan con los pies.

*

El hombre, cuando sabe que es una cosa cómica, no ríe.

*

En mi silencio sólo falta mi voz.

*

Me ves cuando me tocas: cuando no debieras verme.

*

Quien busca herirte busca tu herida, para herirte en tu herida.

*

Eres cuanto te necesitan, no cuanto eres.

*

El niño muestra su juguete, el hombre lo esconde.

*

Donde hay una pequeña lámpara encendida, no enciendo la mía.

*

Algunas cosas se hacen tan nuestras que las olvidamos.

*

Te quiero como eres, pero no me digas cómo eres.

*

Hay sueños que necesitan reposo.

*

La montaña que he levantado me pide un grano de arena para mantenerse en pie.

*

La confesión de uno humilla a todos.

*

Cerca de mí no hay más que lejanías.

*

Río porque ríen, no por lo que ríen.

*

Hace mucho que no pido nada al cielo y aún no han bajado mis brazos.

*

Tu drama, cuando se asoma a tus labios, es la sonrisa más dulce de tus labios.

*

Puedo no mirar las flores, pero no cuando nadie las mira.

*

Estás atado a ellos y no comprendes cómo, porque ellos no están atados a ti.

*

Otra vez no quisiera nada. Ni una madre quisiera otra vez.

*

Se apiadan de las víctimas, las víctimas.

*

Sí, eso es el bien: perdonar el mal. No hay otro bien.

*

Cuando se apagaron sus ojos, yo también vi una sombra.

*

Todo tiende a unirse, porque no se quiere ser "tantos".

*

De lo que tomo, tomo de más o de menos, no tomo lo justo. Lo justo no me sirve.

*

El frío es un buen consejero, pero es frío.

*

Te asusta el vacío, ¡y abres más los ojos!

*

Cuando no se quiere lo imposible, no se quiere.

*

Los mares, los cielos, los astros, no son ni un hombre.

¡Qué extraordinario absurdo!

*

Todo es un poco de obscuridad, hasta la misma luz.

*

Extraños, extraños, extraños, un infinito de extraños. Y yo, un extraño solo.

 

 

Voces
(continuación)

 

Convénceme, pero sin convicciones. Las convicciones ya no me convencen más.

*

Si tú tampoco estás conforme de ti, yo estoy conforme de ti.

*

Algunas cosas, para mostrarme su inexistencia, se

hicieron mías.

*

El no saber hacer supo hacer a Dios.

*

Hoy no podría habituarme a cómo seré mañana; mañana sí.

*

El hombre ciego lleva una estrella sobre sus hombros.

*

El hombre vive midiendo, y no es medida de nada. Ni de sí mismo.

*

Sí, también me duelen las piedras; pero las piedras sólo me duelen cuando hay solamente piedras, que es cuando no debiera dolerme nada.

*

La verdad, cuando es la verdad de lo pequeño, casi es

toda verdad, y cuando es la verdad de lo grande, casi

es toda duda.

*

A veces sueño que estoy despierto. Y es así como sueño el sueño de mi sueño.

*

Todo: lo grande de los pequeños. Nada: lo grande de los grandes.

*

Quise alcanzar lo derecho por sendas derechas. Y así comencé a vivir equivocado.

*

El hombre quisiera ser un dios, sin la cruz.

*

Tanto universo, tanto universo para hacer funcionar un cerebro, un pobre cerebro.

*

Herir al corazón es crearlo.

*

Si no nos dieran nada quienes no nos deben nada, ¡pobres de nosotros!

*

Cuántos, cansados de mentir, se suicidan en cualquier

verdad.

*

El misterio te hizo grande: te hizo misterio.

*

Cuando ya nada me quede, no pediré más nada.

*

Quien ama sabiendo por qué ama, no ama.

*

Iría al paraíso, pero con mi infierno; solo, no.

*

Mi corazón me duele a mí. Y no debiera dolerme a mí, porque no vive de mí, ni vive para mí.

*

Quien asciende peldaño a peldaño, se halla siempre a la altura de un peldaño.

*

Te depuras, te depuras… ¡Cuidado! Podría no quedar nada.

*

Quien te quiere, si te quisiera solamente a ti, no podría quererte, porque no sabría como a quién ni como a qué quererte.

*

Hallé lo más bello de las flores en las flores caídas.

*

Se va igualando todo. Y es así como se acaba todo: igualándose todo.

*

En lo superficial, si no eres superficial, necesitas que te lleve de la mano alguien superficial.

*

El hombre es débil y cuando ejerce la profesión de fuerte es más débil.

*

La tragedia del hombre es mayor cuando se la deja caer.

*

Donde se lamentan todos, no se oyen lamentos.

*

Todo juguete tiene derecho a romperse.

*

Si quieres que las flores de tu jardín no mueran, abre tu jardín.

*

Todo lo que llevo atado en mí, se halla suelto, en cualquier parte.

*

Si nunca me olvidase de nada de lo que hay en ti, nunca hallaría nada nuevo en ti.

*

A veces pienso en ganar altura, pero no escalando hombres;

*

He sido para mí, discípulo y maestro. Y he sido un buen discípulo, pero un mal maestro.

*

Un amigo, una flor, una estrella no son nada, si no pones en ellos un amigo, una flor, una estrella.

*

Quiero tu bondad, pero no sin una sonrisa en tus labios.

*

Hoy me he encontrado un nuevo defecto. Hoy la humanidad tiene un nuevo defecto.

*

No, no es nada, nada. Es sólo dolor.

*

Quienes nos vemos siempre, no nos vemos como somos hoy.

*

Nadie es luz de sí mismo: ni el sol.

*

Tu bondad no es toda buena conmigo, porque es toda bondad.

*

El hombre es una cosa que aprenden los niños. Una cosa de niños.

*

A veces creo que el mal es todo y que el bien es sólo un bello deseo del mal.

*

Una luz que alumbra muchos caminos, no alumbra un camino.

*

Y si todavía encuentras algo, no has perdido todo. Te falta perder algo todavía.

*

Los niños que nadie lleva de la mano son los niños que saben que son niños.

*

Debemos bien, lo debemos a quien nos lo hace.

*

Un corazón grande se llena con muy poco.

*

La tierra ha perdido, conmigo, un puñado de tierra.

*

Debo darme algunos méritos para poderlos dar.

*

Se aprende a no necesitar, necesitando.

*

Si yo fuera quien se conduce a sí mismo, no iría por la senda que conduce a morir.

*

Nadie te ha dado nada por nada si nadie te ha dado el corazón, porque sólo el corazón se da por nada.

*

El mar de amargura que me has dado no me basta para darte ni una gota de amargura, porque también me has dado una gota de dulzura.

*

Quien conserva su cabeza de niño, conserva su cabeza.

*

La humanidad no sabe ya adónde ir, porque nadie la espera: ni Dios.

*

He abandonado la indigente necesidad de vivir. Vivo sin ella.

*

La razón de todos es un monstruo y la razón de uno… es la razón de uno.

*

Centenares de miles de gentes son la ciudad. Y yo, en la ciudad, soy centenares de miles de muertos.

*

Para poder alcanzar ciertas alturas, no las bajo: las levanto más.

*

A veces necesito la luz de un fósforo para alumbrar las estrellas.

*

Quien ha hecho mil cosas y quien no ha hecho ninguna, sienten iguales deseos: hacer una cosa.

*

Cuando me acerco a un alma, no llevo el deseo de conocerla; cuando me alejo, sí.

*

Y si estuviera separado de ese árbol que veo, de ese sol que veo, ¿vería ese árbol, vería ese sol?

*

Cuando no ando en las nubes, ando como perdido.

*

Mi sed agradece un vaso de agua, no un mar de agua.

*

Porque ya no tienes tus necesidades, creen que ya no tienes necesidades. Y sólo ya no tienes tus necesidades.

*

El mal que no he hecho, ¡cuánto mal ha hecho!

*

Abato mis absurdos, porque son absurdos y me quedo con ellos… abatidos.

*

En todas partes mi lado es el izquierdo. Nací de ese lado.

*

No me hables. Quiero estar contigo.

*

Hasta el más pequeño de los seres lleva un sol en los ojos.

*

Quien hace un paraíso de su pan, de su hambre hace un infierno.

*

Las cosas que más contrastan entre sí son las que menos contrastan conmigo.

*

Todo se había quedado sin engaño, esa vez. Y esa vez tuve miedo de todo.

*

Después de beber el contenido de mi copa, se llenó mi copa.

*

Y para acabar de humanizar todo lo que tengo, de santo y de no santo, me falta humanizar todavía casi todo lo que tengo de santo.

*

Si amas al sol que te alumbra, tal vez amas, y si amas al insecto que te muerde, amas.

*

No me llevaré tu alma. Me basta saber que la tienes.

*

El esforzarse de unos para obtener lo que otros obtienen sin esfuerzo, envilece el esfuerzo.

*

Yo le pediría algo más a este mundo, si tuviese algo más este mundo.

*

Temer no humilla tanto como ser temido.

*

El amor, cuando cabe en una sola flor, es infinito.

*

Los que dieron sus alas están tristes, de no verlas volar.

*

No ves el río de llano porque le falta una lágrima tuya.

*

Al dejar una cosa, no quisiera tomar otra, por no dejarla otra vez.

*

No hables mal de tus males a nadie, que hay culpas de tus males en todos.

*

Saber morir cuesta la vida.

*

El recuerdo es un poco de eternidad.

*

Se puede no deber nada devolviendo la luz al sol.

*

Me sepulto en cualquier parte y moriré… quién sabe dónde.

*

El hombre, con ser una tragedia, no vale una tragedia. No hay nada que valga una tragedia.

*

Mi gran día vino y se fue, no sé cómo. Porque no pasó por el alba al venir ni por el crepúsculo al irse.

*

Sí, ya he oído todo. Ahora sólo me falta callarme.

*

En el sueño eterno, la eternidad es lo mismo que un instante. Quizá yo vuelva dentro de un instante.

 

 

Voces nuevas

 

 

El razonar de la verdad es demencia.

*

Creías que destruir lo que separa era unir. Y has destruido lo que separa. Y has destruido todo. Porque no hay nada sin lo que separa.

*

Todos mis pensamientos son uno solo. Porque no he dejado nunca de pensar.

*

Visto así como te veo ahora, en ninguna parte. ¿Dónde estabas así como te veo ahora? Y como te había visto, ¿dónde estás?

*

Hay caídos que no se levantan para no volver a caer.

*

Y si lo anormal fuese realmente anormal no existiría.

*

El sueño que no se alimenta de sueño desaparece.

*

La noche es un mundo que la misma noche alumbra.

*

Islas, puentes y alas: mis tres vidas separadas. Mis tres muertes unidas.

*

Casi siempre es el miedo de ser nosotros lo que nos lleva delante del espejo.

*

No perdonamos ser como somos.

*

En vano se da a tus ojos cuanto se da a tus ojos si no tienes a quien agradecerlo.

*

Porque saben el nombre de lo que busco ¡creen que saben lo que busco!

*

Dos cosas no iguales son la mayor desigualdad. Todas las cosas no iguales son la menor desigualdad.

*

Cuando tú y la verdad me hablan, no escucho a la verdad. Te escucho a ti.

*

Ahora el instante, luego lo eterno. El instante y lo eterno. Y sólo el instante es tiempo, porque lo eterno no es tiempo. Lo eterno es recuerdo del instante.

*

No podrá esperarte más. Porque has llegado.

*

Casi todo lo que el hombre necesita lo necesita para no necesitarlo.

*

Mis venas, más allá de mi cuerpo, no son visibles.

*

Y si ellos no te hicieran mal, el dolor de ellos sería demasiado dolor para ti.

*

Quieren que me haga diferente. Y sin ellos hacerse diferentes y sin nada hacerse diferente. ¿Y de qué me haría diferente?

*

A veces lo que deseo y lo que no deseo se hacen tantas concesiones que llegan a parecerse.

*

¿Por qué te pido tanto que me ayudes? Es que te estoy ayudando.

*

Antes de las cosas, sólo el milagro no puede ser. Después de las cosas, sólo el milagro fue.

*

Acaban de ahogar al torrente de lágrimas que venía a ahogarte, dos lágrimas.

*

Las distancias no hicieron nada. Todo está aquí.

*

Fragmentos de mis días, salvados de mis noches, prolongan mis noches.

*

¿Qué diría de la humanidad de hoy? Diría que sus calles son amplias.

*

Quería conquistar. Pero no conquistaba. Porque quería conquistar sin derrotar.

*

En tanto uno aprende, ignora por dónde aprende.

*

Prefiero al mejor de los refugios las puertas de cualquier refugio.

*

Lo que hay fuera de mí es una imitación mal hecha de lo que hay dentro de mí.

*

Hay cosas que no caben en lo infinito. Y cabrían en mis manos, si las tuviese en mis manos.

*

Sí, he hecho algunas cosas que cuando puedo no decírmelas no me las digo, para no ofenderme. Porque yo no quisiera ofender a nadie.

*

Comprendo que tu poco de no me importa es un poco de suicidio, pero es lo que te salva del total suicidio.

*

Y si el amor es el amor perdido, ¿cómo encontrar el amor?

*

Porque crees que me has comprendido has dejado de comprenderme.

*

Pequeño es aquel que para mostrarse esconde.

*

Todo acercamiento es acercarse a un cuerpo, donde termina todo acercamiento.

*

 

Cuando alguna voz me llama, respondo a ella, pero antes me respondo a mí.

*

La vida comienza a morir por donde más es vida.

*

Siento que me repito cuando repito al otro, no cuando me repito a mí.

*

Creen que moverse es vivir. Y se mueven, no para vivir. Se mueven para creer que viven.

*

Mi alma tiene todas las edades, menos una: la de mi cuerpo.

*

Comprendo que la mentira es engaño y la verdad no. Pero a mí me han engañado las dos.

*

Cuando uno comprende que es hijo de sus creencias, pierde sus creencias.

*

Siempre me fue más fácil amar que elogiar.

*

Lo que no se convierte en recuerdo no fue. Y tal vez no es. Porque no fue.

*

Lo que hice o no hice, creo que pasó. Y lo que haré o no haré creo que también pasó.

*

Cuando no sea más nada, ¿no seré más nada? ¡Cómo quisiera no ser más nada cuando no sea más nada!

Tomado de:

https://materialdelectura.unam.mx/poesia-moderna/16-poesia-moderna-cat/286-133-antonio-porchia?showall=1

 

VOCES ABANDONADAS (1948)

984 Cuando creo que nadie necesita de mí, creo, también, que yo no necesito de nadie.

 

1080 Tu vida se acabará en tu muerte, no para ti; para ti se acabó en tu vida.

 

1087 Si estoy cerca de ti, me olvido del bien que hay en ti, y si estoy lejos de ti, me olvido del mal que hay en ti.

 

1089 Te llamo hermano porque no te conozco; si te conociera, tal vez te llamaría hermanos.

 

1099 Creemos mucho en lo que sabemos, cuando es poco lo que sabemos.

Tomado de:

https://poesiamaspoesia.com/155-poesia-mas-poesia-antonio-porchia/

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