LA HORMIGA
¿Pequeña?
¿Yo?
En absoluto.
Soy del tamaño perfecto.
Encajo perfectamente
a lo largo y a lo ancho
y de arriba abajo.
¿Acaso tú eres mayor
que tú mismo?
MI AMADA LLEGÓ A CASA AYER
Mi amada llegó a casa ayer
con blancos copos de nieve en el pelo.
Mi amada no es mía.
De otro es su corazón.
También mi amada ha sido engañada.
Amargamente anoche lloraba
en el sueño cuando me dijo:
Amor mío, yo te quiero.
Traducción de Francisco J. Uriz
CREO
Yo creo en muchas cosas. En la sangre. En el fuego.
Creo en senderos donde uno puede perderse.
Creo en sueños a los que uno pertenece.
Camino a ciegas. No me lleves a casa.
Deja que la noche me guíe siempre hacia adelante.
En algún lugar en la oscuridad hay una puerta entreabierta.
En algún lugar en el límite entre cuerpo y alma,
un lugar donde el propio tiempo dice detente
-es allí donde tal vez ardería mi corazón?
No me escuches. Todas mis palabras
son peligrosos profetas, falsas pistas.
Soy bastante diferente de lo que tú crees.
de Videre, 1945
Traducción de Francisco J. Uriz
Tomado de:
https://libroemmagunst.blogspot.com/2018/10/inger-hagerup-3-poemas-3.html
La Peste
Icemos una bandera negra sobre los países
y dibujemos una cruz en nuestra puerta,
pues una gran peste asola la tierra.
Ha recorrido la árida tierra de África
sobre pies amarilleados por la fiebre.
Ha desfilado por las calles de Berlín
al compás de tambores y música de viento.
En los conventos de España ha contado como los ancianos
el deslizante rosario de las ametralladoras,
y en las afueras de Madrid escondió su terrible rostro
en una máscara de gas último modelo.
Ha echado sobre sus apestosas heridas la capa del dictador
y ha cubierto su vientre hinchado con una casulla roja de
obispo.
Un día la nombraron catedrático en Jena.
Y ella habló con una boca picuda y astuta detrás de sus
libros.
En Shanghái ahorcó a trescientos cuíes que pedían pan
y cuando tuvo la oportunidad de arrancarle las unas
a un viejo judío, se partió de risa.
Ha mirado a los seres humanos con ojos sanguinolentos
golpeándoles la ceguera, para que ya no cultiven cereales
en la tierra.
sino granadas en las fábricas
para que ya no construyan ciudades alzadas hacia el cielo,
sino que las quemen
para que ya no saluden a su hermano
sino que lo maten.
Icemos una bandera negra sobre los países
y dibujemos una cruz en nuestra puerta
a causa de la gran peste.
Traducción: Francisco J Úriz
Tomado de:
LAS REDES DE HIERRO
tres hermanas pálidas
bailan silenciosamente a la luz de la aurora boreal.
tres hermanas pálidas
con vestidos plateados.
¿Dónde ponen sus tacones afilados?
muere la última flor,
el follaje amarillento cae al suelo,
quebranta las valientes espadas de los oídos.
tres hermanas pálidas
bailan silenciosamente a la luz de la aurora boreal.
A la mañana siguiente quedan los trenes de sus vestidos
plateados
sobre los prados cubiertos de rocío.
Jeg gikk meg vill i skogene , 1939
YO SOY EL POEMA
Soy el poema que nadie escribió
Soy la carta que siempre se ha quemado.
Soy la forma en que nadie tomó
y el sonido que nunca sonó.
Yo soy la oración de labios mudos
Soy hijo de una mujer por nacer,
una cuerda que ninguna mano extendió
una hoguera que nadie encendió.
¡Despiértame! ¡Me redimí! Levántate ahora
de la tierra y disponer, de espíritu y cuerpo y alma!
Pero cuando rezo, solo respuestas incompletas.
Soy las cosas que nunca pasan.
Jeg gikk meg vill i skogene , 1939
ODA A LAS VERDURAS
Pesadamente cargados como guerreros victoriosos
Regresamos a diario de nuestro jardín a la casa.
Con las verdes hordas de repollo liquidamos,
separamos sus cabezas gruesas del cuerpo con un afilado
hacer
y los ponemos en cestas.
Lo arrancamos con cuidado del abanico de zanahorias sonriente,
y luego recogimos los ensangrentados racimos de tomates.
Bajo fértiles arboledas de hojas irregulares
los pepinos explotaban como dedos peludos de niños.
Ahora nada en recipientes de vidrio
para ofrecer a nuestro paladar dulzura de vinagre en
invierno.
De las mariposas surgen las flores de la judía verde
botes vikingos arqueados con diminutos escudos rosarios en
el
borde
(vagamente camuflado bajo la piel tensa de la vaina del
guisante).
Los colores fríos de la coliflor, elegantemente presionados
como el ramo.
noventa nupcial
mezcle con cebolletas redondas y pepinos diminutos en el
frasco.
El nabo se eleva hasta la mitad de la tierra.
en su afán de servir y tediosa riqueza vitamínica.
Los dejamos sin ceremonias en el rincón más oscuro del
ático
donde sabremos como encontrarlo de nuevo
cuando los días se vuelven cortos y grises.
Pero las patatas, fértiles como un chino del condado del
hambre,
los recolectamos por cientos, sí, por miles, de la tierra
de nuestro jardín.
Porque la patata, este proletario curtido en nuestros
áticos,
se levanta cada día dorado y humeante
convertido en centro sólido
alrededor del cual se unen el arenque salado y la jarra de
agua
en nuestro mantel.
Flukten til Amerika , 1942
MI AMADO LLEGÓ A CASA AYER
mi amado vino a casa ayer
con copos de nieve blancos en el pelo.
Mi amado no es mío.
En el otro está tu corazón.
Mi amado también fue engañado.
Amargamente anoche lloré
en el sueño, cuando me dijo:
mi amor te quiero tanto!
Vide , 1945
Tomado de:
http://amadeubaptista.blogspot.com/2013/11/inger-hagerup.html
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