Dos poemas acuáticos
I
Mi vida era tan desnuda
como las grises peñas,
mi vida era tan fría
como las blancas alturas,
pero mi juventud se sentaba con ardientes mejillas
y se regocijaba: ¡ya llega el sol!
Y el sol llegaba y yo desnuda me tendía
todo el largo día sobre las grises peñas -
y entonces una fría brisa del rojo mar llegaba.
II
Entre las piedras grises
yace tu blanco cuerpo que se lamenta
de los días que vienen y se van.
Las leyendas que de niña escuchaste
sollozan en tu corazón.
Silencio sin eco,
soledad sin espejo,
el aire se torna azul por todas las fisuras.
Versión
de Renato Sandoval e Irma Sítanen
El ansia de los colores
Porque soy pálida amo el rojo, el amarillo y el azul,
la gran blancura es melancólica como el crepúsculo
en la
nieve,
como cuando la madre de Blancanieves a la ventana se
sentaba
anhelando
también para sí el rojo y el negro.
El ansia de los colores es el de la sangre. Si tienes sed
de belleza
cerrar debes los ojos y mirar en tu propio corazón.
Pero la belleza teme al día ya las miradas excesivas.
Pero la belleza no soporta el ruido ni los movimientos
excesivos -
no debes llevar tu
corazón hasta los labios,
perturbar no debemos los nobles anillos de la soledad y
del silencio, -
¿se puede hallar algo más grande que un enigma sin
resolver
y con
extraños rasgos?
Taciturna seré toda mi vida,
una habladora es como el gárrulo arroyo que a sí mismo se
traiciona,
un árbol solitario seré yo en la llanura,
los árboles del bosque perecen de ansia después de la
tormenta,
debo estar sana de pies a cabeza y tener dorados rayos en
la sangre,
debo ser inocente y pura como una llama de húmedos labios.
Versión
de Renato Sandoval e Irma Sítanen
El lago del bosque
Yo estaba sola en la soleada orilla
de un lago azul pálido del bosque,
en el cielo flotaba una nube solitaria
y en el agua una isla solitaria.
El dulzor de la canícula
de cada árbol goteó con perlas,
y en mi corazón abierto
se deslizó una gota pequeña.
Versión
de Renato Sandoval e Irma Sítanen
El secreto de Eros
Roja yo vivo. Con sangre vivo.
No he renegado de Eros.
Mis rojos labios arden sobre tu frío altar.
Te conozco. Eros -
no eres hombre ni mujer,
eres la fuerza
que se sienta agazapada en el templo,
y que se alza más salvaje que un grito,
más violenta que una piedra arrojada,
lanzando al mundo las justas palabras de la anunciación
desde las puertas del templo del Todopoderoso.
Versión
de Renato Sandoval e Irma Sítanen
Espuma
Bebemos la espumosa
champaña de la vida,
leves como espuma,
diáfanos,
corazones de champaña...
Ojos de champaña -
promesas te guiña el cielo.
Pies de champaña -
sigan las estrellas.
Espíritus de champaña.
¡la copa se entusiasma en su mano!
Versión
de Renato Sandoval e Irma Sítanen
La noche estrellada
Inútil dolor,
inútil espera,
el mundo está vacío como tú risa.
Caen las estrellas -
noche fría y espléndida.
El amor sonríe en el sueño,
el amor sueña la eternidad...
Inútil temor, inútil pena,
el amor es menos que la nada,
de la mano del amor al abismo se desliza
el anillo de la eternidad.
Versión
de Renato Sandoval e Irma Sítanen
La última flor del otoño
Yo soy la última flor del otoño.
Fui mecida en la cuna del verano,
fui puesta en guardia contra el viento del norte,
rojas llamas florecieron
en mis albas mejillas.
Yo soy la última flor del otoño.
Soy la simiente más joven de la primavera difunta,
es tan fácil ser la última en morir:
he visto el lago tan mágico y azul,
he oído latir el corazón del verano difunto,
mi cáliz sólo contiene la semilla de la muerte.
Yo soy la última flor del otoño.
He visto sus profundidades estelares,
he contemplado la luz de cálidos hogares lejanos,
es tan fácil seguir la misma senda,
cerraré las puertas de la muerte.
Yo soy la última flor del otoño.
Versión
de Renato Sandoval e Irma Sítanen
No consigo asir el calor de tu voz...
No consigo asir el calor de tu voz,
las dulces palabras se aferran a mi oído,
tengo un lugar vacío en el pecho...
¿Qué hacer?
Mírame, estoy pálida, las mentiras me agotan,
me duele hablar, mira y óyeme,
en el macizo de flores aroma dulce el verano,
soy un árbol que destruirá la tormenta...
Nocturno
Noche de claro de luna pura como la plata,
oleaje azul de la noche,
reverberantes olas que sin hablar
una tras otra se suceden.
Sombras caen sobre el camino,
los arbustos de la playa lloran quedamente,
negros gigantes vigilan la plata de la ribera.
Silencio profundo a mitad del estío,
sueño y ensueño.
la luna deslizándose sobre el mar
blanca y tierna.
Versión
de Renato Sandoval e Irma Sítanen
Nuestras hermanas van en trajes multicolores...
Nuestras hermanas van en trajes multicolores,
nuestras hermanas están a la vera del agua y cantan,
nuestras hermanas están sentadas sobre piedras y aguardan,
tienen el agua y el aire en sus cestos
y los llaman flores.
Pero yo arrojo sobre una cruz mis brazos
y lloro.
Alguna vez fui dulce como una hoja verdeclara
pendiendo muy alto en el aire azul.
Y fue entonces que dos espadas en mí se atravesaron
y el vencedor me llevó a sus labios.
Tan tierna era su rudeza que no me quebré,
puso una fulgurante estrella sobre mi frente
y me abandonó estremecida por las lágrimas
en una isla llamada invierno.
Versión
de Renato Sandoval e Irma Sítanen
Presentimiento
Oh tú, cuerpo mío, el más glorioso entre los gloriosos,
cómo sabes tú que tienes poderío?
Este brazo es lo que el siglo necesita.
El rayo está sentado en mi mano y un día habrá de
fulminar,
el hombre verá su luz azul y comprenderá.
Sólo soy una más entre tantos y los otros
son más fuertes que yo,
pero yo soy el escudo que la gente ha de ver,
yo soy la esencia y el eslabón que vincula.
Versión
de Renato Sandoval e Irma Sítanen
Primero quisiera escalar el Chimborazo...
Primero quisiera escalar el Chimborazo
en mi propia tierra
y pararme allí sin aliento
con la corona del triunfo.
Luego quisiera escalar la montaña de la fama
a la que sonríen los dorados trigales del mundo
y pararme allí feliz
contemplando las rosas.
Y al final he de escalar la montaña del poder,
aún no conquistada,
desde donde las estrellas sonríen más dulces
bendiciéndolo todo.
Versión
de Renato Sandoval e Irma Sítanen
Tú, que nunca saliste de tu huerto...
Tú, que nunca saliste de tu huerto,
¿no has estado jamás anhelante junto a la verja
viendo por soñados senderos
fundirse la tarde en azul?
¿Y no has sentido lágrimas interiores
quemarte la lengua como un fuego vivo
al ver desaparecer un sol rojo como la sangre
por caminos que nunca habías hollado?
Un deseo
De todo nuestro mundo soleado
sólo deseo una banca en el jardín
donde un gato se asolee...
Allí me sentaré
con una carta en mi regazo,
con una breve carta sólo.
Ése es mi sueño...
Versión
de Renato Sandoval e Irma Sítanen
Vierge moderne
No soy mujer. Soy un neutro.
Soy un niño, un paje y una osada decisión,
soy un rayo risueño de un sol escarlata...
Soy una red para todos los peces golosos,
soy un brindis en honor a todas las mujeres.
soy un paso hacia el azar y la ruina,
soy un salto en la libertad y en el yo...
Soy el murmullo de la sangre en el oído del hombre,
soy un escalofrío del alma, el ansia y la negación de la
carne,
soy el anuncio de nuevos paraísos.
Soy una llama inquisitiva e intrépida,
soy agua, honda mas audaz hasta las rodillas,
soy fuego y agua sinceramente unidos por libre decisión.
Versión
de Renato Sandoval e Irma Sítanen
Tomado de:
http://amediavoz.com/sodergran.htm
En la tumba de Nietzsche
¡Padre extraño!
Tus hijos no te defraudarán,
vienen por la tierra con los pasos de los dioses,
frotándose los ojos: ¿Dónde estoy?
©
por el propietario. proporcionado sin cargo con fines educativos
El tren blindado
Cincuenta coches de esperanzas cargué para tu América.
Regresaron vacíos... Cargamento de
decepción
Ahora envío un tren blindado con máscaras pétreas en los
ojos de buey amenazantes:
miles de vagones repletos regresan a casa.
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por el propietario. proporcionado sin cargo con fines educativos
Los trenes del futuro
Derriba todos los arcos triunfales:
los arcos triunfales son demasiado bajos.
¡Haz sitio para nuestro fantástico tren!
©
por el propietario. proporcionado sin cargo con fines educativos
A Pie Tuve Que Cruzar El Sistema Solar
A pie
tuve que cruzar el sistema solar
antes de encontrar el primer hilo de mi vestido rojo.
Ya me siento a mí mismo.
En algún lugar del espacio pende mi corazón,
temblando en el vacío, de él brotan chispas
hacia otros corazones destemplados.
©
por el propietario. proporcionado sin cargo con fines educativos
Traducido
por Johannes Göransson
Tomado de:
https://allpoetry.com/Edith-Sodergran y
versiones libres de este blog. Gracias.
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