Aleluya
¡Salid de vuestras casas,
salid de vuestras obras!
La muerte es como el rocío fresco.
Es el Eterno quien respira
si confiáis en Él.
La muerte se levanta en mi corazón
como una alondra.
La muerte es como el aliento de un niño
en invierno.
Yo le digo: Tú me das alegría.
¡Dilo con lirios!
La vida me ha dado un beso de Judas:
por un lado su brevedad
es un brebaje de amargura
y por otro su belleza,
porque parece mejor que el pan,
sólo se obtiene una traición.
El cáliz y la hoz
Nuestras vidas son cálices,
vidas de nada, orgía de todo;
vaciar el cáliz,
moscatel
y alfanje al gusto.
Nuestras vidas hacen las hoces
en los campamentos y en los abismos;
muele centeno,
con desierto de postre.
Si no eres de aquí
cállate;
no puedes escuchar
el pan negro
y el vino amarillo.
Aquí está la flagelación,
aquí están los hosannas;
el oído pesado,
el borracho,
el dios loco.
Tomado de:
https://www.lyrikline.org/fr/auteurs/maurice-chappaz
Despedida
Cada uno lleva dentro de sí su
yo soy negro de muerte
y azul de luna.
Los vivos me atacan en este momento:
¿Por qué esta necesidad de tener siempre un compañero
que sea más que todos nuestros hermanos?
Vete,
libérate,
esperanza.
Ellos agitan sus pañuelos.
Conviértete en sombras hoy.
La muerte está delante de mí
La muerte está frente a mí
como un trozo de pan de jengibre,
la vida se ha arremolinado en mi garganta
como el vino de un cáliz.
Uno por otro he tratado de explicarlos.
Mojaba el pan en vino,
me sentaba,
fumaba, me
enloquecía con las mujeres.
Con mis manos, con mi mente,
traté de trabajar en obras que respiran.
Ahora busco un perfume
en la noche.
ángel
En el osario el
deseo sería un ruido.
El ángel sentado sobre las calaveras espera.
Si tuviste un pensamiento de amor en
un día interior,
se filtrará.
A los sepultureros
Abre el hoyo,
abre la puerta
al mundo que se desvanece en
Comimos una baya
más dulce que el amanecer.
No volveremos.
Mea culpa
Sólo queremos cantar en la luz.
Ellos, los gallos, cantan en la oscuridad.
Ese es nuestro error,
por lo que el amanecer nunca llega.
¡Muerto antes de morir!
Segundo
Muerte en mi corazón
en la vertical de la alondra.
Bienaventurada la que supo unirse al Amor.
Sobre mí una nota jubilosa
todo el día.
¿No escribiré en mi puerta:
muerte al mundo?
Tomado de:
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