(Colombia, 1949)
Baja el niño
la escala
leve como su sombra
Mira el espejo
donde los sauces
velan su cara
Oye cantar
la ausencia
sobre el ciprés
El río lo espera
la nave azul
su vela blanca
Tarde sabrás
que eran imprescindibles
la silla la mesa tu perro
la flor que no veías
que el mundo era tu espejo
que ido
te marcharías con él
y te dejarías solo
boca arriba
mudo
Solo va el hombre
solo en su mula
la luna pone en camino
a los dos jinetes
una mula es de silencio
la otra de casco sonoro
un jinete va por el puente
el otro por el río
los dos se encontrarán
cuando entren en lo oscuro
solo en su mula
la luna pone en camino
a los dos jinetes
una mula es de silencio
la otra de casco sonoro
un jinete va por el puente
el otro por el río
los dos se encontrarán
cuando entren en lo oscuro
Agua
Agua de la mañana
agua cercana
que nadie ve
Agua de la fuente
que siempre dice
lo que se olvida
Agua de la cisterna
sombra del agua
para tu sed
El poeta se queja de su suerte
Sé que han hecho de mi vida historia
De mi vida
que huyendo del tiempo
se refugió en la poesía
Sé que han disertado
en minuciosos ensayos
sobre lo que puse en el papel
mas yo me desconozco
Bagdad a oscuras
Cuando de la herida del niño
empezó a brotar
la dulce agua del sueño
empezó a brotar
la dulce agua del sueño
y la anciana
hubo apagado
con sus dedos la última llama
hubo apagado
con sus dedos la última llama
y los perros sin dueño
se entregaron
a su suerte
se entregaron
a su suerte
en el abandono
de la ciudad en ruinas
se escuchó de nuevo
la antiquísima voz de la sangre
de la ciudad en ruinas
se escuchó de nuevo
la antiquísima voz de la sangre
He llegado a saber
oh rey afortunado...
oh rey afortunado...
31
Como a veces un nombre familiar
se nos olvida
y repetimos nombres
para tratar de hallarlo,
así se te olvidará
tu propio nombre
Y no tendrás
libreta de teléfonos
cuaderno de apuntes
donde apoyarte
Y de uno en uno
los nombres serán ríos,
ninguno el tuyo,
y el tiempo del desvelo
se nos olvida
y repetimos nombres
para tratar de hallarlo,
así se te olvidará
tu propio nombre
Y no tendrás
libreta de teléfonos
cuaderno de apuntes
donde apoyarte
Y de uno en uno
los nombres serán ríos,
ninguno el tuyo,
y el tiempo del desvelo
Una pausa en el atormentado corazón de Hamlet
Mientras duerme el joven Tiempo
bajo el manzano de oro
Ofelia se encamina hacia la muerte
bajo el manzano de oro
Ofelia se encamina hacia la muerte
Le llama el agua
le siguen las flores
le siguen las flores
Flota en tanto dura el poema
en su boca
en su boca
Un ala sobre el atormentado corazón
mas nadie podría detener la música
mas nadie podría detener la música
Silencio o noche
y el loto para siempre
y el loto para siempre
Ricardo Reis ha vuelto a Lisboa
He vuelto a la orilla del río
y te he visto salir Lidia
del pasado que no regresa
y te he visto salir Lidia
del pasado que no regresa
Te has sentado junto a mí
plena de palabras no dichas
pagana y sosegadamente triste
con la fragancia de las rosas
en la memoria de las manos
plena de palabras no dichas
pagana y sosegadamente triste
con la fragancia de las rosas
en la memoria de las manos
En este crepúsculo
oro mate y azul
en que la noche va entrando
como una nave oscura
en el puerto
oro mate y azul
en que la noche va entrando
como una nave oscura
en el puerto
Donde estuvo el sueño
Has vuelto
Tu boca ha madurado
en el hilo invisible
del verano
en el hilo invisible
del verano
Dunas barridas por el viento
y el deseo de posar los labios
en los pliegues de la arena
y el deseo de posar los labios
en los pliegues de la arena
Aroma de flores
no vistas
no vistas
Acaricio tus manos
e igual que entonces
me inclino al vacío
e igual que entonces
me inclino al vacío
Como migas de pan en el bosque
Días de una hermosura desconocida
levantados con palabras
¿cómo puedes ahora nombrar las cosas
con palabras tan frías?
Escucho en mi sueño caer
el árbol de tu voz
Yo que al sólo pronunciar tu nombre
enfrentaba con alegría caminos atroces
entré en el bosque
confiando en tus palabras
y no las encuentro para volver
La mariposa de tu alma cruzando el abismo
En memoria de Javier BenavidesUna tarde de regreso a casa
escuchaste una música extraña
el crujir de mínimas armas
airados metales
En el barranco de tierra cuarteada
diste con un nido de alacranes
enloquecidos de vida
Barquero
hazle un puesto en tu nave
a este muchacho
que quizás olvidó su moneda
Piensa que no es poco
escuchar una música
jamás oída
ENTRE EL SUEÑO Y EL SOL
Un pájaro canta
entre torres de piedra
Hondo en la cima
suelta su liana
de estrellas
El bosque cierne
su matinal ausência
y es bello
el cuerpo desnudo
de la joven
que ligeramente tiembla
en la orilla
del círculo de agua
En esta clara hora
que relampaguea
en la ventanilla oscura
de un tren
UNA HOJA CRUZA LA VENTANA
Abre las ventanas
y airea nuestra casa
la hermana desconocida
Bella muchacha
de la que solo oímos
sus pasos
Canta en otra parte
en tanto riega
el jardín de piedras
Pasa rozándonos
su frescura de áaua
su íntima ausência
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