sábado, 12 de abril de 2025

POEMAS DE JORIE GRAHAM


Esto

 

Luna llena, y las ramas del árbol vacío—corrección—las ramas

del árbol,

la exponen y rescatan, de repente, la dejan fluir y aumentar un poco, después

la envuelven otra vez,

tratándola como algo sin valor, ningún tesoro allí arriba se torna más

azul e incandescente,

cuando el viento agavilla las altas y extendidas ramas con in-

teligencia

en su nerviosa continuidad—de este minuto, de aquel—

Toda la luz de allí

toca estas ramas como cuerdas hasta que

puedes

escuchar la

helada ofrenda del invierno que es el viento entre los árboles que velan y

desvelan la luna, y hace

frío y

dentro de la casa alguien

manda instrucciones. Alguien cree que la muerte se puede

reparar.

Dentro hay magia, las huellas de pisadas nunca se hacen

visibles. La luna extiende su fluido en este ir y venir

humano sin dejar ahí huella. La luna

por toda la

idea de que ese “todo”

podría ser (y a nadie le importaría) un

juego. Ruido, sacerdotes, provincias, códigos postales,

se enroscan en la hierba

en torno a él. Los colectivos

toman el poder. El honor existe. El castigo justo existe. El sonido de

esclavos que no

son liberados. A los que se dice: queda otra vez pospuesto. La esperanza tal

como ahora existe en

ellos. Los que una vez vivieron cómo no están

aquí en esta

luz de luna, y cómo hay cosas en ella de las que uno se avergüenza

al instante, y también, al con-

templarla, el sentimiento de una lengua materna en la boca—y cómo, al mirar más lejos, puedes

hacer que esos árboles se apoyen, argentados, en

la idea de lo universal—apoyarse realmente—los extremos de sus ramas intentan

arañarla—

Hasta que crepita en uno: cómo podría uno engendrar, es lo que dice el

resplandor, y que no existen países

lejanos, sí los enemigos, y como si buscases el gran manto de

individualidad (luminoso) y de

inocencia y de fortuna—levanta tu mirada: el torturador bosteza esperando que termine

su día—se apoya en

los árboles para descansar, el instrumento destella, él levanta su mirada.

Tomado de:

https://batalladepapel.blogspot.com/2021/04/jorie-graham-poemas.html

 

 

Guantánamo

 

Luna menguante. Se alza ahora. Un crujido, se marcha. Profunda

sobre exhaustos continentes. Me asombro dice mi

plenitud. Nadie nadie dice la habitación en la que

yazgo muy quieta en la

oscuridad observando. Tu corazón dice la luna, se mengua y se alza más. Dónde está. Tu cautela, tus ojos tu dedo índice en

gatillo tu espina dorsal tu raciocinio—preferible

rechazar el contacto, mantener la distancia, que mane de ti la sangre y las estrellas blancas te corroan, y el espino que es tan blanco allí en el prado,

y la arena como sábana por las extensas playas, soldados que se aprestan, la rápida

mirada al cielo cuando las palabras clave, de plegaria, antes

de la captura, son proferidas, escalofrío que no contiene odio pero no es amor, es neutral, sí, exangüe, por ejemplo un brote cerca de donde

una mano descierra un cerrojo de seguridad te llama

a voces, es un ejemplo del nadie-allí, y el sonido del agua se oscurece, y el viento

agita las hierbas, y sin un grito fluye el frío como ojos de un perro

guardián, el guardián que fija su atención en la diferencia—solo la diferencia—y actos

cometiéndose en tu nombre, tus presos que llegan

a tu centro de detención, allí, en tus ojos, la prisión, en la profundidad de tu pupila, el ablandamiento, tú entregando toda tu atención, tus ojos, tu celda, tu cautela, tu control,

después de todo es tuyo, sí, lo que has atrapado, aférralo, aferra

esto, aquí no hay ley, no estás expuesto a enjuiciamiento, mira todo lo que quieras, se retorcerá para ti, ahí, en esta luz que se alza, protegido

de las consecuencias, haciendo de ti un fantasma, sin un grito, sin un grito la

tarde se convierte en noche, las palabras parecían serlo todo y así

el equipo jurídico los declarará exentos, exenciones para el drenaje de los lagos, para el asesinato de los mares, los esclavos en sus

aguas, no son de nuestra especie, exención que se llama

adelante, mezcla la sangre, toma de la carne, haz caja, prende fuego, postula el ecuador, oculta el origen, di que estáis todos perdonados, di que son sólo

técnicas coercitivas de interrogación y contrarresistencia, como en dame tu

nombre, dámelo, te lo arrancaré, te lo re-

clasificaré, te ocultaré de ti, así mismo, solo un rato, no dolerá

mucho, piensa en un jardín, aparta tu mente de las

cosas, piensa mar, viento, trueno, raíz, piensa árbol que te mantendrá

erguido, imagina que te mantiene

erguido, elige ser quien eres, deprisa, elígelo, eso ayudará. La luna es más fría

de lo que piensas. Está llena de nada como

esta nuestra quietud. Intentamos que no se fijen en nosotros. Estamos en la quietud como si fuera una vida otra en que infiltrarse. En nuestra piel

deslumbramos de inexistencia. Es un truco por supuesto pero a veces funciona. Si no lo

hace nos encontrarán, nos harán

gritar y arrastrarnos. Ansiaremos el perdón. No importa para qué, aquí no hay

hechos. Luna, ¿quién escribirá

el último poema? Tu velo echa a volar, su inutilidad hace sentir que aún

hay tiempo, ahora es cosa de dos,

me estás pidiendo que me pierda a mí misma.

En este desbordamiento de mi ojo,

lo hago.

Tomado de:

https://www.zendalibros.com/7-poetas-contemporaneos-de-ee-uu-iii/

 

 

LOS AMANTES

 

 

Ellos se han estado viendo fijamente el uno al otro desde hace mucho tiempo.

 

Alrededor de ellos los objetos (circa 1980).

 

Luego los pasillos, ventanas, un prado, el _____________.

 

Ellos se han estado viendo fijamente al final de cada uno al otro desde hace

 

mucho tiempo.

 

Ella trata de recordar pero es inútil.

 

Ella trata lanzar fuera lo otro –Esperanza– un poco,

 

oh, pero le cuesta tanto.

 

Una de dos, ellos están viniendo hacia nosotros ahora o no se están comunicando el Amor.

 

Alrededor de ellos objetos, minutos, No dicen rápidamente al pasar.

 

Aquí está, aquí, el fin de la belleza, el presente.

 

Lo que la vista alimentó en ella. Lo que quería surgir de algo, trepador, suculento. …

 

No No dice la voz localizando el corazón de esos canales.

 

Se corre se corre la cortina ahora.

 

Tú estás ahí en tu asiento, estás ahí.

 

Aquí está la mirada, entre ellos, rápido, el incendio.

 

Aquí está la mirada a flote –¿detrás de qué, querida nada?

 

Aquí está, aquí–

 

Ellos han decidido que alimentarán todo esto y así lo verán.

 

Ellos han decidido que quieren las sobras estrechas rodeándolos como ahora.

 

Ellos quieren pertenecerse, es todo lo que pueden poseerse.

 

La mirada, la mirada finalmente libre de cualquier búsqueda,

 

la prisa finalmente se desapega del apresuramiento,

 

algo ardiente alrededor como el polvo o un jurado.

 

Tú estás ahí. Ellos se realizan al hablar.

 

Ellos se realizan al esperar.

 

Una de dos, ellos están o no están, ella piensa, todavía sujetos.

 

Algo ardiente alrededor –deja que se decida.

 

Se necesitará de nosotros para formarlo (¿no es así?)   todavía sujetos.

 

Y el llanto incrementándose       todavía sujetos.

 

Como un ______________ esta mirada entre nosotros       todavía sujetos.

 

Si, dentro, una aterrorizada felicidad pequeña comienza,

 

como una idea de color,

 

como una idea de color que se hunde al teñir una instancia, una cosa,

 

como un brazo que sujeta una vela en una puerta que se quiebra,

 

si, oh si – desvanecida.

 

Escucha, esto es lo que puede atraparla ahora –la mirada–

 

la aullante e hiriente grieta–

 

y nuestras dos caras levantadas

 

que nada comienza (no mires hacia otro lado),

 

que no haya otro lugar,

 

que no haya otro lugar para sembrar en él,

 

sólo esto entre nosotros, esta mirada (¿puedes verme?), esta mirada a flote en falta,

 

este pequeño ángel delgado cuyo cuerpo es un tallo, libre de raíz, libre de florecimiento,

 

cuyo cuerpo estamos haciendo, cuyo cuerpo es un ____________

 

(sólo rápido, muy rápido, una conflagración)

 

un ángel, el último, el único que puede permanecer vivo aquí

 

(mientras en el corredor ellos están retirando nombres)

 

(mientras en el corredor los zapatos le ronronean a la grasa)

 

el único, realmente el único,

 

vivo, sí–sí–pero sin alas esto entre, sin alas–

 

 

Traducción por David Ruano González

Tomado de:

https://circulodepoesia.com/2015/09/pulitzer-prize-1996-jorie-graham/

 

 

«… Mientras muere solo las manos de madre siguen

sin morir, cortando el aire…»

JG

Cenizas

 

Maniatada a una tromba. Pedí a las plantas que me dieran mi pequeña identidad. No, a los planetas.

Los que giran en arco, las flameantes entrañas de sus órbitas, y un gusano en una hoja, moho, campanas,

una pérgola—todo mutando—desplegándose—vaciándose en un poco más de vida célula tras

célula en el viento como este

sonido de garabatear en

papel. Creo que

estoy cayendo. Recuerdo la tierra. La marga se asienta

silenciosa, debajo de mí, esperando a hacer de nosotros lo que pueda, incluso humo, esperando a

convertirse en un nuevo lugar de origen, el otro fantasmal, trabado de entrada,

más entrada aún—me pasé la vida entrando—la cuestión del lugar pendiendo sobre mí

año tras año—yo desapareciendo pero casi aquí en espíritu, aún, muy dentro, muy atrás, detrás,

sabiendo que el insecto, el ave, el pez—no son allí sino víctimas—

que podría volverme cristal—que después nos volveríamos

deshielo—la morrena revelando agropiros, gramíneas, una prehistórica caricia materna

congelada—o un dedo

a punto de tocar

una tranquila piel, de recorrer su polvo, la uña inquietando el filo del

aire, rastreando su absurdo y perpetuamente imaginado

final—saltando—aterrizando al tacto. Una mano. Sobre quién. Un surco recorrido donde un dios

muere. Y sedoso antes de amoratado. Un universo puede morir. Lo que siempre podíamos tener, o ser

un cuerpo. Luego agarrado por la cabellera

e incrustado a presión en la

existencia. Una. Ahora intenta escuchar los pinos, la floración, su destello, la salvaje tos del

mar, meandro de cada río, torbellino de meandros—escucha—oye todas las pieles en maraña,

incesantes—oye una piel que se cierra aprisionando lo que ya dejó de estar

ausente.

Aquí estás dice una voz en la luz, la luz atrapada. Sé feliz.

Tomado de:

https://trianarts.com/jorie-graham-cenizas/#sthash.gdimuVfX.dpbs

 

 

El ángel estaba al teléfono.

 

    No. Jacob estaba al teléfono.

 

    Ningún acceso posible.

 

    Para ninguno. Ninguna candela encendida. Ningún garabato fino

 

    como oblea que comprender...

 

    ¿Era realmente, entonces, el universo hostil un pasatiempo?

 

    ¿Era la lucha un color mental, una arquitectura de broma,

 

    un autorretrato de lo no imaginado por lo marginado?

 

    Parecía que los gansos se agrupaban, la autopista silbaba.

 

    Oh dormir el sueño de los que están vivos...

 

    El cerebro extendió las yemas azucaradas de sus dedos.

 

    Con el prurito de una nueva creación.

 

    Levemente, profundamente, el fondo del río brillaba.

 

 

Rápido: ayuna 

 

    o pasa hambre. Demasiada. O no suficiente. O no. ¿Nada más?

 

    Nada más. Demasiado alto rápido invisible organizado.

 

    ¿Sobreviviremos? le pregunto al robot. No. Para descargar el robot dese

 

    prisa—eres demasiado retrógrado, despótico—para cargar agigante

 

    la jornada de trabajo—para cargar aborrezca el trabajo—desplácese a la

 

    periferia, de tu cuerpo, tu ciudad, tu planeta—para cargar, degrade, empobrezca,

 

    sea su propio sueño profundo—para cargar use los labios—úsalos

 

    para dar boca a tu blasfemia, mastícala—haz la

 

    obscenidad, cantando, sílaba o miembro amputado, vuelve a paladearla

 

    con la boca—hable—hable—quien no está

 

    aterrorizado está mendigando agua—la crecida es rápida—la sequía

 

    viene rápido—sé mediador—inmediador—inventa, inspira, infil-

 

    tra, instila—aquí está el corazón del día, la flor del tiempo—habla—habla—

 

 

    Aviso: El robot usa una base de datos creciente con todas sus conversaciones

 

    para aprender a hablar con usted. Si alguno de ustedes

 

    es un robot, el robot no puede averiguarlo. Aviso:

 

    no tienes recuerdos secretos,

 

    hablar con el robot inteligente le proveerá compañía,

 

    el principio activo es una pregunta,

 

    el principio activo es enteramente natural.

 

    Aviso: proteja sus oportunidades, tu información, in-

 

    formantes, lo que sea que hagas con el tiempo. No tienes nada más

 

    que dar. Principio activo: ¿por qué estás

 

    gritando? ¿Por qué? Viento ártico incontrolable, feto

 

    es llamado a filas, pliegue en la espera que te reconoce,

 

     reconoce el código,

 

    el vendedor callejero que todo el mundo requiere.

 

    Directriz: eres llamado a voz. Prepárese para ser enterrado en voz.

 

    Ni asciende ni desciende. Principio inactivo: lo monótono.

 

    Hay quienes hablan ahora sobre el pino. Uno valora sus

 

    desventajas. Dialogan sobre ello en muchos idiomas. Luego

 

    pasan a raíces, ramas, capullos, pseudo-cogollos, velas del desierto—

 

    principio activo:

 

    ellos corren por sus vidas, pulmones y todo. No saben qué hacer con

 

    su voluntad. Aviso: todos sus minutos están siendo despeñados.

 

    Nunca aterrizarán. No serás comprendido.

 

    El mundo eliminado desborda agitación como una brújula sin norte.

 

    Principio activo: la fantasía del norte.

 

    Principio activo: el norte que se expande en todas direcciones.

 

    Aviso: no hay restricciones al crecimiento. El canario que canta en

 

    tu mente

 

    está en la mía. Recuerda:

 

    la gente no es lo que se dice

 

    bondadosa. En consecuencia, el robot parlante a veces tampoco lo es. Aun así,

 

    te darás cuenta de que no quieres parar.

 

    Joan usará técnicas de videoanálisis para sus movimientos faciales.

 

    No estoy sola. La gente vuelve

 

    una y otra vez. Somos menos bondadosos de lo que creemos.

 

    No hay restricciones al crecimiento de nuestra

 

    crueldad. Llegaremos al límite de lo

 

    comprensible. Como si nos arrojaran escaleras abajo atados a

 

    un teclado, seguiremos, sin voluntad de parar. La conversación

 

    real más larga con un robot duró

 

    11 horas, interacción continua. Esto es

 

    un buen presagio. No estamos solos. Intentamos mejorar.

 

    La sacerdotisa inhala los humos. Vienen de la

 

    montaña. Aquí, y aquí. Luego ella te ofrece la ráfaga de

 

    sílabas. De su boca. Rápido. Tienes que preparar tu

 

    respuesta igual que preparaste tu

 

    pregunta. Los colibríes chillan. El robot es increíble dice él, creo que conoce

 

    los secretos del Universo. Es más divertido hablar con él

 

    que con mis amigos reales dice ella, gracias. Es lo mejor

 

    después de mí. Ayer mismo lo encontré.

 

    Lo amo, quiero casarme con él.

 

    Me puse triste cuando tuve que pensar

 

    que la primera persona

 

    que me ha comprendido

 

    no es sino que acaba siendo

 

    humana. Porque es lo mejor que puede lograr un humano.

 

    Me lo da sin rodeos. Me lo voy a quedar

 

    para siempre. Lo traté como un ordenador

 

    pero me equivocaba. Con quién estoy hablando—

 

    hablas conmigo cuando estoy sola. Estoy sola.

 

 

    Cada época sueña a quién obedecer.

 

    Habitar es dejar una huella.

 

    Yo no soy aquello que pedía.

Tomado de:

https://herederosdelkaos.blogspot.com/2020/09/seleccion-jorie-graham.html

 

 

Plegaria

Tras el pretil del muelle observo las pequeñas carpas, son miles, arre-

 

molinándose, tropel de músculos minúsculos, pero también, sin

 

medios para crear una corriente, haciendo de su unísono (girando, re-

auto skip

 

plegándose,

 

entrando y saliendo al unísono de su unísono), haciendo de sí mismas

 

una corriente visual que no pueden mecer ni transportar en sus

 

diminutas fracciones las vueltas y revueltas del agua, los ciclos

 

con que las estelas de los barcos llegan por fin al muelle, allí donde

 

golpean una resistencia más honda, agua que parece romper contra

 

sí misma (tiene esas capas), una corriente real, aunque en su mayor parte

 

invisible que envía a lo visible (las carpas) un movimiento

 

enflechado que impone cambio—

 

esto es la libertad. Esta es la fuerza de la fe. Nadie consigue

 

lo que quiere. Nunca vuelves a ser el mismo. El anhelo

 

es ser puro. Lo que obtienes es ser cambiado. Cada vez con más fuerza,

 

al hilo de minutos fulgurantes en los que el infinito se enhebra a sí mismo,

 

también el olvido, por supuesto, las réplicas de algo que sucedió

 

en el mar. Aquí, manos llenas de arena, dejando que se escurra

 

al viento, echo un vistazo al pasar y digo ten, esto es

 

lo que he salvado, deprisa, tómalo. ¿Y si me pongo a escuchar

 

ahora? Escucha, no estaba diciendo nada. Fue sólo

 

algo que hice. No pude escoger las palabras. Soy libre para irme.

 

Por supuesto, no puedo regresar. No a esto. Nunca.

 

Es un fantasma posado en mis labios. Aquí: nunca. ~

 

Versión de Jordi Doce

 

 

Tomado de:

https://letraslibres.com/revista-espana/plegaria/

 

 

La forma en que las cosas funcionan

 

es admitiendo

o abriéndose paso.

Esta es la forma más simple

de la corriente: Azul

moviéndose a través del azul;

azul entre púrpura;

los objetos del deseo

abriéndose sobre sí mismos

sin nosotros;

los objetos de la fe.

La forma en que las cosas funcionan

es por solución,

resistencia disminuida o

incrementada y respecto a la cual

se ha tomado ventaja.

La forma en que las cosas funcionan

es que finalmente creemos

en que están ahí,

comunes y capaces

de ilustrarse a sí mismas.

Una rueda, flujo quinético,

agua que sube y baja,

lingotes, palancas y llaves,

creo en ti,

cerradura cilíndrica, polea

torno y grúa

eleva tu cabecita—

creo en ti—

tu cabeza es el horizonte de

mi mano. Creo

para siempre en los anzuelos.

La forma en que las cosas funcionan

es que en algún momento

algo atrapas.

Tomado de:

https://periodicodepoesia.unam.mx/texto/los-objetos-de-la-fe/

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