miércoles, 9 de abril de 2025

POEMAS DE ANFISA OSINNIK


 

ESCARABAJO

 

 

Sentada en la orilla del tiempo,

con las piernas colgadas en el infinito,

veo

        cómo flotan añicos de las épocas,

escucho

               en la momia egipcia

a quien antaño

                        era un ciudadano de Fayum,

al incansable escarabajo crujir,

 

           un hermano

                              del escarabajo que vive en mí.

 

 

MÍSTICA

 

 

Iban tras el misterio huella a huella a salto de mata,

¿Escucharon las voces de prodigios del bosque,

como el niño de Akira Kurosawa?

¿Espiaban los cantos de las flautas zorrunas?

Díganme: ¿Su ánima se congelaba de miedo?

¿Enturbiaban su mente en la trampa de la mística?

¿Acechaban en la lluvia soleada,

fila garbosa de bodas de zorras?

temiendo el sonido de la hojarasca

¿Temiendo inhalar,

                             temiendo tropezarse en sí mismos?

¿Querían entrar bajo el arcoíris?

¿Bajo el arcoíris

                         y no regresar?

Orificios de flautas peligrosas como bocas de rifles

en la garganta la soga, el horror tenso.

Bajo el arcoíris.

                        Bajo el arcoíris voy.

A ese que va huella a huella ...

                                              un favor:

                                                             ni una palabra.

Tomado de:

https://batalladepapel.blogspot.com/2013/04/anfisa-osinnik-poemas.html

 

 

VOCES DESDE LA ADOLESCENCIA

 

El sauna hinchado de vapores,

con el siseo de azuladas piedrotas...

 

La abuela, en greñas nebulosas,

viejos rizomas de los brazos,

a mis temores revisa,

mira,

                      debajo de las cenizas, las brasas,

del afligido fuego de las parteras...

escondo el rostro en mis rodillas,

los hombros en el frío sudor.

 

Calor infernal, y tú con escalofrío,

sólo los enclenques,

                                                  en el sauna tiemblan...

Me da terror, abuela,... temo

abuela, tengo temor.

Me espantan los miedos no revelados,

el susurro de la palabra...espíritu

las calles donde los muertos Lázaros,

huyen de ser resucitados,

las caras montaraces foliáceas,

los ojos vacíos amodorrados

mis propios pensamientos impensados,

temo mi desnudez,

mira, en las caderas desnudas...

aquí en lo profundo... de mi carne,

una desnuda mujer, entre las brazas

el aro ardiente gira...

—hija dame agüita del pozo...

—¡gira el aro ardiente!

—Me da miedo, abuela, temo...

—hija, a mí me da miedo...

 

 

DISPAROS

 

El estadista dispara

 

          con cifras,

 

el gacetillero con letras,

el psicólogo con tu propia identidad,

 

          convertida en bala,

 

el niño con su desamparo,

el político con su flatulencia crónica.

Y tú me disparas,

 

          al

              no dispararme.

 

 

CANCIÓN DEL BATALLÓN

 

Creado por la mano inexperta

el hombrecillo de la blanca página,

pequeño chueco cabezapierna,

acongojado por estar solo.

 

          Aquí va el hombrecito.

          Aquí va el hombrecito.

          Aquí va el hombrecito.

          Solo, solito.

 

Revive la blanca página.

Extraños hombrecitos van en fila

en la formación renguea el cabezapierna.

Triste por estar solo.

 

          Aquí va el hombrecito.

          Aquí va el hombrecito.

          Aquí va el hombrecito.

                        Solo

 

solito.

 

 

HOMBRE

 

Agotado

              en el cruce del camino.

Sin vigor que anteponer,

                                sin deseos de regresar

exhausto

                divisaba tres cruces

a las que quiso estar uncido.

Dimas, Gestas y Melek-Yahud

Con Él se fueron al polvo,

                                    a colorear al pálido barro,

como estela incombustible

                            en las cenizas tibias

          del Eclesiastés.

El apóstol Pedro silenciaba

los escritos de

                Magdalena.

                                Palabras quemadas

en sus labios petrificados

                                  que desconocen temblor alguno.

“Sólo a mí

                          me besaba en la boca

a mí me llamaba amada por Dios”.

 

 

PASCUA

 

Desde la iglesia la vieja

lleva la hostia,

cuidándola como a un polluelo.

En los blanquecinos ojos el abril y la pascua.

En la boca ajada

                                            un diente y una fábula

Sobre la gallina y su huevo de oro.

—¡Eh!, hijita!...

                          hace años se hizo añicos,

la pascua, la fábula.

 

 

PERSONAL

 

 

Mi mundo hemisférico,

mi femenino,

mi izquierdo,

entre complejos de porquería

y de reina.

Y tu mundo derecho,

y tu mente

global de Edipo...

 

 

 

******************************

 

 

 

Se cambia la manzana de Eva,

con la putridez de Eva,

con la depravación de Eva,

por la flor safírica de

hermafrodita,

la flor

imposible...

Tomado de:

https://www.ariadna-rc.com/numero15/el-laberinto/el-laberinto.htm#personal

 

 

Ciudad

Blasfemo, esquemático, rozado, metálico, petrolífero,

golpeándome con sus codos cuadrados en mi torpeza,

con los engranajes del alma y la piel de goma polvorienta,

mundo de chatarra, de traperos y restos de palabras oxidadas,

máquinas zumbadoras

                                  y rancios eructos

de periódicos,

mundo de perfiles exactos

                           y rostros

                                           de empacadores de asuntos

urgentes

.

 

                        Grisácea,

                          con tu multitud grisácea sin

pelirrojas,

trabajas mucho, sudando aceite de máquina.

 

Soy tu noúmeno

                                 pero con el antebrazo

borro el número,

hasta los arrabales dibujados de la infancia, escapando por la

acera, sin pisar la avenida,

                                    para que las asfixias adultas

no puedan matar

esa bolita insignificante que no conozco porque vive en mi alma:

 

              Eso

 

              caracol

 

              con membrete

 

              Para el sol.

 

 

  

 

Dualismo

Yo digo pájaro

Tú dices canción

Yo digo mar

Tú dices ancla

Yo digo camino

tú me interrumpes: camino a casa.

Tu cuerpo es superficie,

superficie sin secretos, sin mareas

mi cuerpo es secreto,

naufragio para todos tus barcos

tú dices pájaro

Yo digo bala

Tú dices mar

Derribo la palabra con la ola.

Tú dices camino.

El mar no tiene caminos.

Tomado de:

https://www.jbeilharz.de/poetas/osinnik/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario