Saur es elegido rey
no soy un perro
aunque haya mordido la mano
de la mujer que me ofreció su muslo
a pesar de
mis días largos
olfateando
las calles de arriba abajo
ni siquiera cuando
les gruño a los mirones
que estiran sus lenguas de sapo
así
ahora vague
con el rabo entre las piernas
recordando
las noches en que leíamos leyendas
nórdicas
mientras tus senos
como espadas desnudas
apuntaban hacia el cielo raso
y tus palabras
llamaban a nuestro lecho el Mar del Norte
en las sábanas de azul transparente
navegaban tus cabellos negros
allá nuestros cuerpos son galeones vikingos
que asaltaron sin compasión
el puerto del delirio
ahora tengo el olfato pegado a los adoquines
ya no me causan ternura
tus mentiras de mediodía
que convencían a todos menos a la tía Lola
no tengo pecados
ni siquiera veniales
lo único que acataba era la ley de tu piel
aun así no me atrevo
a entrar al silencio de las iglesias
te recuerdo
y arranco tras los buses
como loco en fiesta callejera
la ciudad es mi habitación
tengo parques preferidos
que suplieron nuestra cama
no por ello soy un perro
ni siquiera un gozque escuálido
al que le hayan incrustado en la testa
la sabiduría de tres hombres
que haya aprendido
a ladrar dos palabras
y a pronunciar una tercera
y sido elegido por curtidos pescadores
rey del puerto noruego más importante
de los días paganos
aquella historia nórdica
que nunca alcanzamos a leer juntos
cuyo final sabrás
ahora que los celos alborotan mis nervios
y me incitan
como los súbditos del gozque lo incitaron
para que defendiera lo suyo
contra un lobo hambriento
que penetró en sus dominios
La venganza de Hallgerd
a la hora menos prevenida
aparecerás por la calle central de la ciudad
entre estertores de raudas sirenas
y los enanos
que llevan a cuestas las espadas del circo
entre escandalosos vendedores ambulantes
y sus hachas de cortar uñas
llegarás entre policías agazapados
detrás de sus bolillos convincentes
entre ladronzuelos al acecho
y sus dagas
ahogadas en la pretina del pantalón
al encontrarnos
inventaremos de nuevo la sonrisa
y le ofreceremos a nuestra cita
un abrazo en sacrificio
diremos que las sillas vacías
de la cafetería de enfrente nos esperan
pedirás té de Turquía
pero en leche de cabra
y mientras yo decido mi café amargo
te contaré
la historia de una venganza retardada
le sucedió a Gunnar
el guerrero de Lidarende
cuya cabeza fue puesta en precio
por culpa de los embustes de Hallgerd su mujer
una feral docena de perseguidores
lo atacó
cuando se hallaba escondido en su cabaña
Gunnar respondió con certeras flechas
hasta que uno de los enemigos lanzó el hacha
y le cortó la cuerda del temido arco
pronto el audaz guerrero le pidió a su mujer
que arrancara dos rizos de su larga cabellera
y con ellos hiciera de nuevo la cuerda
que mientras tuviera el arco entre las manos
nadie podría llevársele la vida
Hallgerd le mostró la mejilla derecha
y con furia chilló:
las hachas de tus enemigos son mi venganza
acuérdate de la cachetada
que me diste hace años
te gustará la historia y pensarás
que una palmada apenas si recordada
no daba para tanto
luego callarás
buscarás
en el silencio las palabras
que te ayuden a contarme
que desde hace un par de semanas
andas preocupada y sin apetito
porque aún no ha brotado
por entre tus piernas pálidas
el hilo de sangre tibia
Tomado de:
https://www.revistaelgolem.com/2024/03/30/poes%C3%ADa-de-v%C3%ADctor-rojas/
Oración de un niño refugiado
Señor
Yo soy un niño cansado de caminar
tengo miedo de los caminos
y de las sombras de la noche
He dormido sobre almohadas de piedra
puestos los ojos en las estrellas
Acaso, Señor, tú rondas
de estrella en estrella
como un niño refugiado
y todos te miran de reojo
y te dan puntapiés
y te piden papeles de identificación
y te alejan de tu osito de felpa
y tu tractorcito de madera
Ojalá que no
Las estrellas tiritan, Señor
y yo quiero creer que son tus ojos
que tienen ganas de despertar
El cuerpo de mi padre
quedó en el jardín
junto al árbol de cerezas
Madre llora y acaricia mis cabellos ondulados
y aprieta mis manos y me cubre con su cuerpo
Ya nada saben mis ojos
sólo de la llama que todo lo abraza
Caminamos
caminamos
caminamos
y el fuego nos persigue
Ya no hay lugar en tu tierra, Señor
Los caminos están sembrados
de lágrimas y minas
y allá donde los caminos terminan
dicen que no hay lugar
para niños con cara de espantapájaros
Estoy cansado, Señor
he olvidado los cuentos
de piratas y ballenas azules
que mi abuelo nos contó
en tiempos de antes de la guerra
Señor
cuando mi madre y yo
lleguemos al final del camino
dile a la gente que mis pies son ampollas
a punto de reventar
Diles
que soy pequeño
y la Tierra es grande
Diles
que yo quiero volver a jugar
a la gallina ciega
y al puente está quebrado
con qué lo curaremos
con cáscaras de huevo, con cáscaras de huevo
Diles que es mentira que Tú has dibujado
sobre la Tierra
líneas que separan a la gente
Tomado de:
https://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/Revista/ultimas_ediciones/71_72/rojas.html
XII
Cuando yo nazca
no cortes mi ombligo
con la espada
que probó su filo
en el niño que vendía noticas frescas
en las calles de Gorazde
Ni limpies el miedo de mis ojos
con banderas manchadas de sangre
Cuando yo nazca
no me bautices en el río
donde serpentean cadáveres y astillas
Ni me arropes con el silencio
de aquellos que dieron la espalda
En cambio te pido
que cortes mi ombligo
con el cuchillo que usaron los abuelos
para cortar el pan y repartirlo
Que laves mis arrugas
con la lluvia que esta tarde caerá
para limpiar la púrpura coagulada
que humilla las paredes de Gorazde
XIII
Sé que moriré
Como un árbol viejo
Derribado por viento suave
Tronco astillado sobe la grama
Raíces profundas en la tierra
XIV
Entre pagar el alquiler
y buscar un adjetivo preciso
prefiero
dormir a mis anchas en tu cama
Tomado de:
https://lalibelulavaga.com/2019/04/19/victor-rojas/
XIII
Sé que moriré
Como un árbol viejo
Derribado por viento suave
Tronco astillado sobe la grama
Raíces profundas en la tierra
XIV
Afuera
el viento llora
y enfurecido muerde
Llora el viento
También lloraría
si fuera el viento del Cáucaso
Pero soy tan sólo
un silencioso habitante de Jönköping
que puede soñar
Puedo soñar
que vivo en lugares
de calles no bombardeadas
Por eso no lloro
ni me atormenta
el texto que el reportero de guerra
escribió
al pie de la imagen desgarrada:
Misja, ocho años,
sus extremidades inferiores
fueron destrozadas
cuando un avión combate
lo atracó
en las calles capitalinas de Chechenía
El viento no puede soñar
por eso llora y muerde
¡Viento cobarde!
¡No llores en las paredes de mi casa!
¡Aprende a soñar!
Te digo
que uno aprende a soñar
como la ira aprende a gritar:
¡El trofeo de tu guerra, soldado,
son los zapatos de Misja!
Misja el niño de Grozni
Que quería ser futbolista…
De los buenos
XVII
En este pueblo ignoto
hace tiempos
caminaron las imágenes
siguiendo las huellas
del dios del mar
Y lo sueños volaron
en el pico de una gaviota arisca
La música
que tú robaste a los vientos
escapó bailando
sobre los ojos de las olas
En la tienda
de este pueblo ignoto
donde tú vendes el silencio
por parcelas,
voy a colgar mi espíritu
Y antes de partir
dejaré escrito con arena fría
un rótulo final
en mis sandalias carcomidas:
Para la venta
restos de la Nada
XX
¡Vuela pájaro ciego!
A veces pajarraco de mal agüero
¡Vuela pájaro cansado!
Vuela con una gota de color
en tu pico rasguñado
en tus alas encalambradas
en tus garras de fósil
¡Vuela pájaro ciego!
Vuela pronto
que la vida es cuadro triste
en los campos de la guerra
en el carnaval el horror
Tomado de:
https://lalibelulavaga.com/2019/11/17/victor-rojas-como-la-ira-aprende-a-gritar/
Todos los días
Todos los días
a las cuatro en punto
me asomo a la ventana
para hablar con el sol
Todos los días
a las cuatro en punto
me asomo a la ventana
que con la barrita de tiza
he dibujado en la pared de mi celda
La nieve de ahora
Yo fui tu guía
por las calles de Berlín
te señalé que la nieve
que cubría la ciudad
no distinguía oriente de occidente
murmuraste:
qué bondadosa es la nieve de ahora
mientras caminábamos bajo el frío cielo
te conté la inevitable historia
del joven de la armónica y su novia
dos cuadras sin puntos cardinales
separaban sus suspiros
me tomaste del brazo conmovida:
los obligarían
a quererse con cartas de amor
puestas al correo
una noche, ya lejana a la memoria
el joven antes de caer en su cama
impregnó su armónica
con el sabor de los besos de su amada
fue la última melodía del único Berlín
Tomado de:
https://www.otraparte.org/agenda-cultural/literatura/huellas-dias/

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