martes, 29 de abril de 2025

POEMAS DE VÍCTOR MANUEL ROJAS


Saur es elegido rey

 

no soy un perro

aunque haya mordido la mano

de la mujer que me ofreció su muslo

 

 a pesar de mis días largos

 

olfateando

las calles de arriba abajo

 

 

ni siquiera cuando

les gruño a los mirones

que estiran sus lenguas de sapo

 

 

así

ahora vague

con el rabo entre las piernas 

 

recordando

las noches en que leíamos leyendas

 

nórdicas

mientras tus senos

como espadas desnudas

apuntaban hacia el cielo raso

 

 

y tus palabras

llamaban a nuestro lecho el Mar del Norte

en las sábanas de azul transparente

navegaban tus cabellos negros

 

allá nuestros cuerpos son galeones vikingos

que asaltaron sin compasión

el puerto del delirio

 

ahora tengo el olfato pegado a los adoquines

 

ya no me causan ternura

 

tus mentiras de mediodía

que convencían a todos menos a la tía Lola

 

 

no tengo pecados

ni siquiera veniales

lo único que acataba era la ley de tu piel

 

aun así no me atrevo

a entrar al silencio de las iglesias

 

te recuerdo

y arranco tras los buses

como loco en fiesta callejera

 

la ciudad es mi habitación

tengo parques preferidos

que suplieron nuestra cama

no por ello soy un perro

ni siquiera un gozque escuálido

al que le hayan incrustado en la testa

la sabiduría de tres hombres

 

que haya aprendido

a ladrar dos palabras

y a pronunciar una tercera

 

y sido elegido por curtidos pescadores

rey del puerto noruego más importante

de los días paganos

 

aquella historia nórdica

que nunca alcanzamos a leer juntos

 

cuyo final sabrás

ahora que los celos alborotan mis nervios

 

 

y me incitan

 

 

como los súbditos del gozque lo incitaron

para que defendiera lo suyo

 

contra un lobo hambriento

que penetró en sus dominios

 

 

La venganza de Hallgerd

 

a la hora menos prevenida

aparecerás por la calle central de la ciudad

 

entre estertores de raudas sirenas

y los enanos

que llevan a cuestas las espadas del circo

 

entre escandalosos vendedores ambulantes

y sus hachas de cortar uñas

 

llegarás entre policías agazapados

detrás de sus bolillos convincentes

 

entre ladronzuelos al acecho

y sus dagas

ahogadas en la pretina del pantalón

 

al encontrarnos

inventaremos de nuevo la sonrisa

y le ofreceremos a nuestra cita

 

un abrazo en sacrificio

 

diremos que las sillas vacías

de la cafetería de enfrente nos esperan

pedirás té de Turquía

pero en leche de cabra

 

 

 

y mientras yo decido mi café amargo

te contaré

la historia de una venganza retardada

 

le sucedió a Gunnar

el guerrero de Lidarende

cuya cabeza fue puesta en precio

por culpa de los embustes de Hallgerd su mujer

 

una feral docena de perseguidores

lo atacó

cuando se hallaba escondido en su cabaña

 

Gunnar respondió con certeras flechas

hasta que uno de los enemigos lanzó el hacha

y le cortó la cuerda del temido arco

 

pronto el audaz guerrero le pidió a su mujer

que arrancara dos rizos de su larga cabellera

y con ellos hiciera de nuevo la cuerda

que mientras tuviera el arco entre las manos

nadie podría llevársele la vida

 

Hallgerd le mostró la mejilla derecha

y con furia chilló:

 

las hachas de tus enemigos son mi venganza

acuérdate de la cachetada

que me diste hace años

 

te gustará la historia y pensarás

que una palmada apenas si recordada

no daba para tanto

 

luego callarás

 

buscarás

en el silencio las palabras

 

que te ayuden a contarme

que desde hace un par de semanas

andas preocupada y sin apetito

porque aún no ha brotado

por entre tus piernas pálidas

el hilo de sangre tibia

Tomado de:

https://www.revistaelgolem.com/2024/03/30/poes%C3%ADa-de-v%C3%ADctor-rojas/

 

 

Oración de un niño refugiado

 

Señor

 

Yo soy un niño cansado de caminar

tengo miedo de los caminos

y de las sombras de la noche

 

He dormido sobre almohadas de piedra

puestos los ojos en las estrellas

 

Acaso, Señor, tú rondas

de estrella en estrella

como un niño refugiado

y todos te miran de reojo

y te dan puntapiés

y te piden papeles de identificación

y te alejan de tu osito de felpa

y tu tractorcito de madera

 

Ojalá que no

 

Las estrellas tiritan, Señor

y yo quiero creer que son tus ojos

que tienen ganas de despertar

 

El cuerpo de mi padre

quedó en el jardín

junto al árbol de cerezas

 

Madre llora y acaricia mis cabellos ondulados

y aprieta mis manos y me cubre con su cuerpo

 

Ya nada saben mis ojos

sólo de la llama que todo lo abraza

 

Caminamos

caminamos

caminamos

y el fuego nos persigue

 

Ya no hay lugar en tu tierra, Señor

 

Los caminos están sembrados

de lágrimas y minas

y allá donde los caminos terminan

dicen que no hay lugar

para niños con cara de espantapájaros

 

Estoy cansado, Señor

he olvidado los cuentos

de piratas y ballenas azules

que mi abuelo nos contó

en tiempos de antes de la guerra

 

Señor

cuando mi madre y yo

lleguemos al final del camino

dile a la gente que mis pies son ampollas

a punto de reventar

 

Diles

que soy pequeño

y la Tierra es grande

 

Diles

que yo quiero volver a jugar

a la gallina ciega

y al puente está quebrado

con qué lo curaremos

con cáscaras de huevo, con cáscaras de huevo

 

Diles que es mentira que Tú has dibujado

sobre la Tierra

líneas que separan a la gente

Tomado de:

https://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/Revista/ultimas_ediciones/71_72/rojas.html

 

 

XII

Cuando yo nazca

no cortes mi ombligo

con la espada

que probó su filo

en el niño que vendía noticas frescas

en las calles de Gorazde

 

Ni limpies el miedo de mis ojos

con banderas manchadas de sangre

 

Cuando yo nazca

no me bautices en el río

donde serpentean cadáveres y astillas

Ni me arropes con el silencio

de aquellos que dieron la espalda

En cambio te pido

 

que cortes mi ombligo

con el cuchillo que usaron los abuelos

 

para cortar el pan y repartirlo

 

Que laves mis arrugas

con la lluvia que esta tarde caerá

para limpiar la púrpura coagulada

que humilla las paredes de Gorazde

 

 

XIII

Sé que moriré

Como un árbol viejo

Derribado por viento suave

Tronco astillado sobe la grama

Raíces profundas en la tierra

 

 

XIV

Entre pagar el alquiler

y buscar un adjetivo preciso

prefiero

dormir a mis anchas en tu cama

Tomado de:

https://lalibelulavaga.com/2019/04/19/victor-rojas/

 

 

XIII

 

Sé que moriré

Como un árbol viejo

Derribado por viento suave

Tronco astillado sobe la grama

Raíces profundas en la tierra

 

 

XIV

 

Afuera

el viento llora

y enfurecido muerde

Llora el viento

También lloraría

si fuera el viento del Cáucaso

Pero soy tan sólo

un silencioso habitante de Jönköping

que puede soñar

Puedo soñar

que vivo en lugares

de calles no bombardeadas

Por eso no lloro

ni me atormenta

el texto que el reportero de guerra

escribió

al pie de la imagen desgarrada:

Misja, ocho años,

sus extremidades inferiores

fueron destrozadas

cuando un avión combate

lo atracó

en las calles capitalinas de Chechenía

El viento no puede soñar

por eso llora y muerde

¡Viento cobarde!

¡No llores en las paredes de mi casa!

¡Aprende a soñar!

Te digo

que uno aprende a soñar

como la ira aprende a gritar:

¡El trofeo de tu guerra, soldado,

son los zapatos de Misja!

Misja el niño de Grozni

Que quería ser futbolista…

De los buenos

 

 

XVII

 

En este pueblo ignoto

hace tiempos

caminaron las imágenes

siguiendo las huellas

del dios del mar

Y lo sueños volaron

en el pico de una gaviota arisca

La música

que tú robaste a los vientos

escapó bailando

sobre los ojos de las olas

En la tienda

de este pueblo ignoto

donde tú vendes el silencio

por parcelas,

voy a colgar mi espíritu

Y antes de partir

dejaré escrito con arena fría

un rótulo final

en mis sandalias carcomidas:

Para la venta

restos de la Nada

 

 

XX

 

¡Vuela pájaro ciego!

A veces pajarraco de mal agüero

¡Vuela pájaro cansado!

Vuela con una gota de color

en tu pico rasguñado

en tus alas encalambradas

en tus garras de fósil

¡Vuela pájaro ciego!

Vuela pronto

que la vida es cuadro triste

en los campos de la guerra

en el carnaval el horror

Tomado de:

https://lalibelulavaga.com/2019/11/17/victor-rojas-como-la-ira-aprende-a-gritar/

 

 

Todos los días

 

Todos los días

a las cuatro en punto

me asomo a la ventana

para hablar con el sol

 

Todos los días

a las cuatro en punto

me asomo a la ventana

que con la barrita de tiza

he dibujado en la pared de mi celda

 

 

La nieve de ahora

 

Yo fui tu guía

por las calles de Berlín

 

te señalé que la nieve

que cubría la ciudad

no distinguía oriente de occidente

 

murmuraste:

qué bondadosa es la nieve de ahora

 

mientras caminábamos bajo el frío cielo

te conté la inevitable historia

del joven de la armónica y su novia

 

dos cuadras sin puntos cardinales

separaban sus suspiros

 

me tomaste del brazo conmovida:

los obligarían

a quererse con cartas de amor

puestas al correo

 

una noche, ya lejana a la memoria

el joven antes de caer en su cama

impregnó su armónica

con el sabor de los besos de su amada

 

fue la última melodía del único Berlín

Tomado de:

https://www.otraparte.org/agenda-cultural/literatura/huellas-dias/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario