Mi doctor nunca fue a la escuela
Yo
habría hecho lo mismo. Inclusive,
lo hice.
Nos conocimos un día en que ambos estábamos
en cualquier otro lado menos
en el salón de clases. Le mostré un colador y le
dije: es
mi mano. Llevo
días
así. Tú dirás que mi mano es la que lo sostiene
pero, sabes? No,
mi mano ha sido siempre esta coladera.
Mi doctor no es estúpido. Las metáforas
le importan muy poquito.
Como no fue a la escuela, es literal a un grado
extraordinario.
Me leyó la fortuna y luego usamos
lo que no era mi mano, para cernir un poco
de tierra de panteón.
Desde entonces poseo una salud de hierro.
Mi esposo es una masa sin forma
La diferencia entre el verso libre y el verso
medido,
según dijo un poeta cuyo nombre no menciono pero
no por plagiarlo
arteramente
sino como un exquisito juego de erudición,
la diferencia, digo y dijo él,
es como la de moldear arcilla y esculpir mármol o
tallar
madera.
En el primer caso tienes que ir viendo cómo
se desenvuelve el material y va adoptando formas
que no podían ser previstas. En
el segundo,
sabes que hay algo dentro y tienes que sacarlo
mediante la eliminación de lo que sobra.
Moldear es la tensión superficial, el verso
proyectivo.
La métrica es todo
lo contrario a mi esposo.
Tomado de:
https://periodicodepoesia.unam.mx/texto/mi-mano-ha-sido-siempre-esta-coladera/
Heme aquí, ofrendando la vida en defensa de las
cosas como son
Si me visto con clámide y reclamo
que conozcan las reglas antes de transgredirlas,
¿parecerá que salgo de bañarme
intempestivamente
para gritar:
insolentes embriones,
devuélvanme las chanclas?
¿Me tomarán en serio si les digo
que duplico su edad y todavía
no he aprendido todas esas normas que ustedes
—con formidables piernas, todo
hay que decirlo—
se brincan?
Bailemos, pues, salvajes. Y recuérdenme dónde
podría haber dejado mi carrito
con el tanque de oxígeno.
El juicio final
Todo era cierto y yo
sólo hice el ridículo.
Por supuesto que había
platillos voladores e incluso jardineros
extraterrestres que
con exquisito gusto hacían esos diseños que
nosotros,
neandertales
irredentos,
llamábamos
agrogramas, con uno de los muchos y torpísimos
idiomas que tenemos pero que no
merecen
ser considerados ni siquiera un estornudo
al lado de su música celeste.
Sigo.
Al fondo de ese lago escocés sí vivía un
dinosaurio
que salía a pasear con Elvis por las noches, al
amparo de ese
dispositivo de invisibilidad
que les regaló Margarita de Inglaterra feliz
por haberse follado a Mick Jagger cuando era joven
y no ahorita, qué
asco!
(¿Podría, Señor Juez, pedirle a la reina Isabel
que guarde compostura?)
Para no entretener con idioteces a Su valiosa
eternidad, Señores
del Jurado,
en resumen no sé ni lo que dije y creo que sí
creía pero me dediqué
a otras cosas.
Sólo espero clemencia.
Muchas gracias.
Me llega un mensaje: “Soy fulano, y quiero ser tu
diputado…”.
Agoté las consultas a glosarios sadomaso (impresos
y en línea) y todavía no entiendo qué
placer obtendré haciéndole caso.
Tomado de:
https://periodicodepoesia.unam.mx/autor/angel-ortuno/
DISCURSO PARA MI INGRESO A LA ROTONDA DE LOS
JALISCIENSES ILUSTRES
Dice la unesco que tenemos que aprender a vivir juntos
pero yo miro con suspicacia a las otras estatuas
sobre todo a ésa
de la señora con un niño alien porque el señor
del bombín y la capa que secuestra a un muñeco de
bronce,
ese sí que es mi amigo
en fin yo sé que la unesco
requerirá una larguísima nota a pie de página
para explicarles a todos dentro de mil años
lo que era
cuando estos gloriosos versos aún sigan acá
A LOS EXTRATERRESTRES SIEMPRE LOS DIBUJAN DESNUDOS
En la escena, una joven
parecía sonreír pero bajo
el impermeable
iba vestida como
la Mujer Maravilla!
Lazó a un sorprendido
jovencito
frente a ella.
Entró una segunda
joven
y les dijo: ¿Lo que ella está leyendo es la
historieta
que yo te regalé?
Respondieron a coro: Eres
una gran dibujante.
Luego, la copia ilegal que había comprado creyendo
que era otra cosa,
se descompuso de un modo tan
irritante
que revendí el dvd como poesía
visual y cinemática.
LOCALICE LAS SALIDAS DE EMERGENCIA
Hace mucho, pero mucho tiempo
la gente se moría. ¿Puede usted
creer eso?
Incluso era posible fumar
en las salas de cine.
Habrán tomado algunas precauciones
—no crea, por favor,
que eran tan primitivos y alegres—
que después descuidaron
porque no había mejor cosa
que ver cómo ardían
algunos imprudentes mientras nosotros, siempre
saludables,
caminábamos en orden y siguiendo las flechas,
rumbo a la vida eterna.
Es normal que sintamos un poco de nostalgia.
PASE A NUESTRA DULCERÍA
Si se detiene usted bajo un árbol frondoso,
un flamboyán, digamos,
y se queda un momento apenas
suficiente
para ver que en el suelo la sombra
de las hojas
comienza a sonar como si algunas piedras muy
pequeñas
cayeran sobre el agua donde no hay
sino pasto,
tal vez sean esos pájaros
a los que usted resulta indiferente,
esos pájaros negros donde la luz se vuelve un poco
azul,
lo único
que entiende.
ESTE HOTEL ES UNA DE LAS SIETE PUERTAS DEL
INFIERNO
Su música distrae. Jamás
advierte: de pronto
en el pasillo de cereales
la voz de las ofertas dice una profecía
o la señora anciana se desnuda
y sonríe.
Las ondas cerebrales de un cadáver
no son una explicación racional.
Tomado de:
https://www.zendalibros.com/9-poemas-de-angel-ortuno/
Este empaque podría contener cosas que no sean
exactamente del color y la forma que aquí ve
El hombre bueno No
tiene figura,
leyó Wallace Stevens que decía
un epitafio en uno de sus versos.
Frente a mí hay un letrero que me advierte sobre
la obligación de avisar
antes
de liberar mi impresión.
Me doy cuenta que todo,
de un tiempo a esta parte,
es sólo una mala traducción del inglés.
También, ya puesto
a ello,
veo que no estoy en un panteón sino en un sitio
donde rentan
computadoras conectadas a internet.
A mi lado derecho hay una serie
de herramientas a escala en cuyo empaque leo
que si las usas correctamente
podrían proporcionarte un placer
infinito.
Las cosas —por si no lo sabías, Wally— siempre
te tutean.
Consultorio dental
Uno de los mayores beneficios de caminar es
volverse invisible,
dijo.
Luego agregó que nunca había tenido un
dolor de muelas, ni tampoco
una preocupación que le quitara el sueño o el
hambre.
Si yo fuera un fantasma, remató,
creo que visitaría las antesalas de todos los
dentistas al mismo tiempo
(no sé mucho de eso pero creo
que cuando estás muerto se termina la jurisdicción
de toda ley física).
Porque me gusta más
oír gritos
que darlos. Sería
un espanto aburrido que andaría a pie sólo por
gusto
y no por aquella hipótesis inverificable de que
nada,
ni siquiera un automóvil,
puede llevarse uno a la tumba.
Tomado de:

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